Los pasillos del prestigioso instituto se veían repletos de estudiantes, algunos nuevos, algunos a punto de terminar, pero entre la multitud resaltaba un ser que emanaba la perfección: su desarreglado cabello rubio y rebelde que le caía por la frente, dejando apenas visibles sus claros ojos, objeto de deseo de cualquier mujer y de incluso varios hombres.
Giovanni, devastadoramente sensual, la encarnación de la belleza, el ser que se había acostado con media ciudad (porque la otra mitad eran mujeres, que si no…).
Giovanni, fundador y líder del club de sexys, el cual al momento contaba con dos miembros: él y su amigo güero, se les veía juntos todo el tiempo, causando los celos de todos, hasta que el mismo Giovanni les confesaba: eran solo amigos.
Además en Elite SA (Elite School Arts, la prestigiosa academia) ambos estudiaban carreras distintas por lo que Giovanni se había rodeado de buenos amigos.
Caminaba a su salón cuando algo perturbó su paz: Se trataba de Aroni, una mole humana de 200 kg quien sin piedad le hacía calzón chino al pobre e indefenso Amonay.
Los 1.85 del rubio no le llegaban los dos metros que media Aroni, pero en su escuela nadie iba a andar lastimando a otros y decidido se le enfrentó.
-Así que te gusta lastimar a los enclenques, ¿por qué no te metes con alguien de tu tamaño?
-No hay nadie de mi tamaño- se excusó mientras arrojaba al cesto de basura a Amonay.
-Escucha hermano, me agradas sabes pero con ese tamaño deberías hacer otras cosas.
El más alto se quedó como con el cerebro apagado.
-Bueno más fácil- continuó Giovanni al cabo de diez minutos de retraso (literalmente)- alguna vez escuchaste la frase “Haz el amor y no la guerra”
-¿Qué intentas decirme?
-Más fácil aún… te espero en los baños a las 8:00
-Pero son las 9:00
-Te espero a las 8:00- reiteró en la forma seductora que solo él podía, dejando anonado a Aroni quien le siguió hasta el baño.
15 minutos después salieron, Giovanni primero y atrás Aroni con una enorme sonrisa.
-¿Y te pareció bueno?- cuestionó el hermoso protagonista.
-Es lo mejor que he hecho… no sabía que mi altura podía ayudarme a pegar los corazones y anuncios de San Valentín por toda la escuela.
Así fue (lectores malpensados), Giovanni lo comisionó para encargarse de asuntos amorosos de la escuela, su propio cupido, con su altura era más que perfecto (además de la barriga que le daba parecido al Dios en cuestión).
-Vamos te presentaré con el resto de chicos, ahora que somos amigos deberías juntarte con nosotros.
Al llegar al salón alcanzó a ver a su querido amigo Roberto, el chico emo que se quejaba de no ser amado, cabello negro-azulado y ojos castaños. Se encontraba acompañado de su novio (el único que lo amaba) Soul un adorable chico que sufría de doble personalidad, pero la mayor parte del tiempo era un tierno joven demasiado inocente para su edad, su cabello y ojos eran del mismo color que el de su novio.
Pese a la maravillosa relación que tenían, Robert se sentía triste en ocasiones, puesto que su verdadero amor era el mismo que el del 99.99% de la institución: Giovanni, no obstante sus sentimientos fueron rechazados por el mencionado joven “Por qué hacer feliz a un corazón si puedo hacer felices a muchos” era la filosofía del rubio, dando a entender el porqué de su promiscuidad “además no mereces eso amigo, algún día encontrarás a alguien que te quiera” era cierto lo había encontrado en el dulce Soul.
El chico emo suspiró recordando todo aquello mientras veía a su amado acercándose.
-Giovis- le llamó cariñosamente- ¿ahora Aroni es amigo?
-Exacto- sonrió- él es la nueva mascota cupido de la escuela, además se juntará con nosotros para cada almuerzo, tengo planeada una dieta para que quede divino- exclamó emocionado.
Los 4 chicos se sentaron a conversar aprovechando que el profesor Ponchi estaba en una “reunión importante” en el baño y no estaría por media hora, la conversación iba animada hasta que la pesada aura se hizo presente: llegando con un retraso de 25 minutos llegaba Derecky, el friki, anormal y frígido ser que además poseía un carácter del demonio cuando se molestaba.
Y así fue justamente, llegó maldiciendo a todos porque al parecer al autobús no pasó a sus horas y él tuvo que llegar caminando, todos corrieron abriendo paso, además de ser raro tenía costumbres extrañas como utilizar a sus amigos para escribir historias gay.
-Quita tu gordo trasero de mí silla, pedazo mal logrado de moronga- vociferó empujando el tonelaje completo que poseía el cuerpo de Aroni y sentándose sin consideración en la silla mientras recargaba sus pies en la cabeza del chico que lloraba en el suelo.
-Derecky no puedes ir por el mundo desquitando tu mal humor con otros- regañó Giovanni, quien como respuesta tuvo la mirada demoniaca de Derecky.
-Increíble, un chico más bipolar que mi novio- opinó Robert obteniendo otra mirada asesina del aludido
Y así presentamos al otro miembro del grupo de Giovanni: Derecky de Yaoi (no está inspirado en el autor si es lo que parece) un poco joven para estar en la universidad pero nadie prestaba importancia a ese hecho, era un tipo desaliñado que fácilmente podía pasar por chica, de largo cabello castaño y ojos cafés que se ocultaban tras sus enormes gafas, las cuales le daban un aire más otaku, si estaba de buen humor no hablaba, si por el contrario estaba molesto el mundo sufría las consecuencias, como en esta ocasión.
Giovanni suspiró, el otaku era posiblemente el único ser en el mundo que se resistía a su encanto, ya que su nivel nerd le hacía amar únicamente a sus animes y mangas yaoi. Se dirigió a ayudar a levantar a Aroni mientras sus compañeros le veían conmovido.
-Escucha Derecky, es un amigo, está interesado en tus historias.
Los ojos del castaño se iluminaron y se sonrojó atónito ayudando también a levantar a Aroni- Me disculpo joven Aroni, he tenido un mal día, no tenía idea de que en el mundo aún existieran seres tan maravillosos, seamos amigos.
La amplia sonrisa en Derecky recalcó el comentario de Robert “tipo más bipolar que Soul” ciertamente la única manera de ponerlo contento era alabar al yaoi, entonces se sentiría en confianza e incluso entablaría amistad.
El día paso como de costumbre, Derecky odiaba los lunes porque tres horas seguidas tenían clase con el profesor Leon, quien estaba empeñado en que él no pertenecía a ese lugar, insulto causado porque envidiaba su capacidad de cultura yaoi, mientras él era un amargado casado con 12 hijos y gay reprimido.
Y lo que causaba la mayor de sus molestias: Derecky era el único ser que no amaba a Giovanni y sin embargo el chico rubio era amable con él como todos.
Luego de las aburridas clases se reunieron con el amigo güero para ir a comer la especialidad de la escuela: pizza fría, dada a mitad de precio a ellos gracias a que Giovanni se llevaba bien con Philippa la cocinera, que al igual que todos le amaba “secretamente”
Se sentaron a la mesa y comenzaron a conversar tranquilamente cuando de repente Robert comenzó a hacer un drama porque Aroni se llevó 24 rebanadas, comprando así la última y dejando a su amado Soul sin su plato favorito.
-Vale, vale, no peleen- les detuvo Giovanni, poniendo paz como siempre- Aroni puede dar una de sus rebanadas a Soul y yo le obsequio una de las mías, así todos felices.
-Yo no estoy feliz, jodido gay- bufó Derecky con su mal humor.
-Tranquilo hermano- le pidió el amigo güero- Giovanni solo pone algo de orden, que tu estés más amargado que el emo no es nuestro problema, sin ofenderte Roberto.
-No me ofende-expresó el pelinegro- igual y ya sé que nadie me quiere… yo te amaba Giovanni ¿por qué me rechazaste?
-Pero me tienes a mí- se quejó Soul a punto de llorar
-Yo aún tengo hambre- lloró Aroni
-Derecky ¿es que no te cansar de fregar todo?- reprendió Giovanni quien perdió el control de la situación- debería darte vergüenza actuar como villano.
-Y vendrán cosas peores- anunció el afeminado otaku como poseído- mañana mismo te aseguro que toda tu maldita calma se habrá terminado, arrepiéntete pecador, él vendrá y yo estaré pero tú no estarás, pero yo si estaré- dio la vuelta a su cabeza y eternizó su demencia- algo maligno se aproxima.
Continuó de manera que llamó la atención del resto de alumnos, quienes creían que era una especie de actuación callejera y empezaron a arrojar dinero que extrañamente terminó en el bolsillo de Giovanni.
El rubio regresó a su casa, era tan extraño, este día había sido demasiado tranquilo y hasta bastante cuerdo (viviendo con Derecky ni se imaginan las anormalidades que se viven a diario) sin embargo las palabras del friki en cuestión se repetían en su cabeza: “mañana mismo te aseguro que toda tu maldita calma se habrá terminado, arrepiéntete pecador, él vendrá y yo estaré pero tú no estarás, pero yo si estaré” ¿qué significaba aquello? Bah, quizás le afectó el usar cátsup en su rebanada de pizza.
Y así se preparó para descansar, ya mañana sería un nuevo día.