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El fuego en mí por Daggett

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El fuego en mi



Una fuerza desconocida creada siglos atrás, dotó a una nueva generación con poderes sobrenaturales. Pero este poder era selectivo.
cuando el niño crecía y perdía su inocencia, su poder le abandonaba también. Aunque, había muchas excepciones
. Niños que lograban llegar a la adolescencia con sus dones, incluso a la madurez.
Hubo quien no aceptó perder sus poderes, y es aqui donde comienza la historia.



 Episodio 0



Jonathan era un niño normal, tenia siete años y se vivía en travesuras propias de su edad. De cabellos rubios y ojos azules, todo un ángel.
El niño venia caminando de su escuela y se encontró con 5 vagos con malas intenciones.
El Camino era desolado, pero era un pequeño pueblo tranquilo, seguro estos pandilleros solo estaban de paso.
Jonathan apresuró el paso, pero los chicos le dieron alcance, uno lo tira al suelo...entonces los ojos del niño se pusieron tan negros como la noche más siniestra, esto asusto a sus atacantes. Inmediatamente salieron volando en diferentes direcciones. Jonathan se sacudió la ropa y siguió su camino. Con el tiempo aprendió a mover cosas con solo mirarlas. Al pasar los años se hizo un adolescente y olvidó sus poderes y estos lo olvidaron a él.
Se casó con una chica linda de la región y tuvo un par de gemelos. Uno era niño y el otro... mejor dicho, la otra, era una niña, ambos parecidos a Jonathan.
Con el tiempo ambos desarrollaron sus poderes. la niña quien se diferenciaba de su hermano, pues destacaba su cabellera roja, como fuego. Se llamaba Diana, tenia el don de la electricidad . Con ella cerca, las luces y aparatos eléctricos producían cortos circuito. El niño llamado William con los cabellos rubios y los ojos azules, tenia exactamente los poderes de Jonathan, mover cosas con sus mente. Siempre molestaba a su hermana arrojándole cosas. Ella se molestaba mucho y hacia estallar cosas eléctricas en su cercanía. Evidentemente ambos niños de 7 años eran muy diferentes. El niño heredó el mismo carácter de su padre. la niña tenia una mirada fría que producía miedo, inclusive hacia sus mismos padres y hermano. Jonathan nunca se dio cuenta de los poderes de sus niños, ellos guardaban el secreto, hasta ahora solo les parecían juegos y fantasías, al menos para William, en Diana era distinto, siendo tan niña comenzó a estudiar la leyenda y sabía que pronto los perdería y era algo que no iba a permitir.

Cuando ambos cumplieron 15 años Diana ya había perdidos sus dones, esto la lleno de furia, William en cambio no, Diana no se explicaba el por que, si se supone que ambos tendrían que haberlos perdido.
Jonathan seguía ajeno a la vida de sus hijos.

Cuando cumplieron 18 años, era tiempo de mudarse a la universidad...Diana había leído todos los libros que encontró acerca de su naturaleza, la única forma de no perder sus poderes era quitárselos a quienes los tenían. No conocía a alguien más con tales dones, solo a su hermano. Así que lo planeó todo muy bien.
Los padres de los gemelos los llevaban en auto hacia el aeropuerto más cercano, William estaba feliz por los nuevos cambios y por su poderes cada vez mayores, a su vez había olvidado que su hermana los tuvo y mantuvo en secreto sus dones. Diana nunca olvidó nada.
Diana cargaba un viejo libro e iba sentada junto a su hermano, sus padres delante de él....Diana convocó unas extrañas frases, parecía alguna lengua nada conocida, William miró a su hermana muy extraño, la madre de ambos volteo a verlos. Jonathan manejaba y no comprendía nada .cuando terminó de recitar sacó un cristal puntiagudo lo clavó en la mano de su hermano, inmediatamente un rayo cayo sobre el carro volcándolo, dentro del coche los padres de los gemelos habían muerto. Diana seguía en su trabajo y una extraña energía abandonaba el cuerpo de William, cuando esto terminó la chica de 18 años abandonó el coche como pudo, con increíble fuerza rompió la puerta del coche y salió, al carro se le estaba escapando la gasolina. William adentro, confundido pedía ayuda a su hermana, estaba atascado con el cinturón de seguridad. Diana prendió un fósforo y miró a su hermano. Le dedicó una fría sonrisa y le dijo:

-William, hermano...no es nada personal

Y tiró el fósforo al carro que se incendió poco a poco, Diana caminaba y a lo lejos escucho un estadillo. si ...todo había terminado, tenía sus poderes de vuelta y todo esta bien para ella, por el momento...
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Episodio 1


Max



Max había pasado los primeros 13 años de su vida en un orfanato, nadie nunca lo adoptó. Será por que esa facha suya de parecer un demonio con el rostro de un ángel, cabellos castaño y ojos de color azul, alto para su edad.
Nunca supo quienes fueron sus padres y como llegó ahí. Estaba parado en un rincón del patio mientras los demás niños jugaban, todos menores que el, sus amigos que crecieron con el ya habían sido adoptados. La dueña del orfanato se le acerca, una señora de 40 años de mirada cansada. El la miró con aburrimiento

- Max tu suerte va a cambiar mucho, están aquí los señoras Dumas, son los dueños de las tiendas departamentales de toda la ciudad-. Con voz llena de emoción


- ¿y que vamos a comprar?-. Respondía el chico en forma insolente, a lo que la mujer negó con la cabeza.


-ellos quieren adoptarte-… Max abrió los ojos todo lo que pudo, hacia mucho que no mostraba alguna emoción. -¡Vamos! quieren conocerte-. Prosiguió, Y tomándolo de la mano lo llevó a su oficina donde ellos estaban

Cuando Max entró, se encontró con una pareja, aparentaban no tener más de 40 años cada uno. La mujer de nombre Nancy le dedicó una sonrisa. Max pudo ver lo bella que era y lo negro de sus ojos y cabello. El señor parecía un hombre aburrido de negocios, pero igual sonrió amigablemente.

-Mira Robert, es de la edad que buscábamos...Max se sintió como un objeto en venta y sacó una goma de mascar de su bolsillo.

-Así es, creo que se llevará muy bien con nuestro Alex-. Aseguraba el señor a su señora.

Ya esta todo listo-… Interrumpió la directora. - solo esperen a que Max recoja sus pertenencias y se podrán ir

-No necesitará nada-. Graznó el importante hombre de negocios…- nosotros le proveeremos de todo.

¿Puedo negarme?- ... por primera vez el chico de 13 años pronunciaba una palabra, pero seguía mascando su goma de mascar

¡No seas insolente!-. Le regañaba la directora…

No se preocupe, interrumpió Nancy… -entendemos muy bien...ha vivido sin una familia toda su vida-. Se le acerca y le da una caricia a su mejilla.... -todo va a cambiar para ti Max....el chico no pudo resistirse, nunca nadie le había dado una muestra de cariño

-Bueno niño, ve por tus cosas y te esperamos-. Apuraba la estricta directora del orfanato.

Max caminó rumbo a la salida, llegó a su cuarto y preparaba su maleta, tenía una pequeña caja de madera. Dentro una cadena con una medalla con el nombre grabado...solo decía: con amor para nuestro hijo Max. El chico la tomó y la puso cerca de su corazón que latía a toda prisa por esta nueva sensación.

Caminando por los pasillos con su maleta escuchaba a los demás niños decir en voz baja, pero este podía oírlos aún así.

-¡Ya se va el fenómeno ¡ por fin ya era tiempo, siempre me dio miedo.

Max solo cerraba los ojos y una lagrima escapo por sus ojos....


Dentro del lujoso automóvil Max pensaba que todo era una mentira, estos señores se aburrirían de él y le devolverían al orfanato. El chico estaba lejos de imaginar que nunca pisaría ese lugar de nuevo.

El automóvil entraba por la gran mansión, el chico de ojos azules estaba de boca abierta jamás nunca había imaginado que esos lujos podían existir. Pasaron por una enorme fuente y al final el automóvil paró, un anciano amablemente abrió las puertas. Robert se dirigió a él. -¡Al, saca las cosas del chico y ponlas en su cuarto. Y luego se dirigió al chico.... -Max sigue al viejo Al, te enseñara tú cuarto, báñate, cámbiate y después pasa a la sala. No tarda en llegar Alex y quiero que lo conozcas.

La casa era enorme, una gran escalera que conducía a las habitaciones, abajo una enorme sala, un enorme comedor, enormes adornos. ¡Vaya! Pensaba Max, acá tienen un complejo de inferioridad y todo es grande.

-Me llamo Al

-Al ¡¿como Alfred el mayordomo de Batman?!-.... el viejo se sonrió...

-Ah, es simpático el niño

-No soy un niño, ¿oye, quien es Alex?

-Es el hijo de los señores-...Max se imaginó un molesto niño rico

-Ah ya veo

Al sintió su preocupación y se apresuró a explicar... -no te preocupes, Alex es un buen chico te caerá muy bien, ya veras-. cerrándole un ojo. Y en esa plática llegaron a su habitación, un poco vacía, solo una cama, un gran closet y su baño privado.

-Busca ropa ahí en el closet y cuando te encuentres listo baja

-Si no tengo remedio...

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En otro lugar de la misma ciudad, una bella chica de unos 18 años entraba a un lujoso edificio, caminaba muy segura de su belleza y llego al elevador. Se dirigía al último piso.
Cuando llegó, las puertas se abrieron y ella entró. El lugar estaba a todo lujo, parecía que otra excéntrica mujer vivía ahí y así era, de espaldas y mirando por una gran ventanal estaba una pelirroja que cuando sintió su presencia volteó para hablarle.

-marina, ¿me has traído la información?-... la otra bella chica de cabello oscuro respondió

-parece que alguien adoptó al sospechoso y en esos lugares no dan información

La mujer sin voltear a verla le respondió...-tienes que averiguar del modo que sea quienes lo adoptaron.

-¿por qué te aferras a ese chico?, podemos buscar a alguien más , ¿por que él?


La pelirroja entrecerró los ojos con molestia…-es...algo....personal



Max estaba listo para bajar

Cuando bajaba por las escaleras escuchó las voces de sus recién padres adoptivos

-Todo estará bien. Veras que Alex y él serán buenos amigos

-espero...por ahora me conformo que sean compañeros. Alex es tan...solitario, será por que nunca tuvo un hermano-. La voz de Nancy parecía muy preocupada. En ese momento, Max entraba en la sala, su nueva madre notó su presencia.



-Pero mira que bien luces-.... el chico vestía una sudadera roja, jeans azules y los tenis de moda...

-Muchas gracias por todo, la verdad no quiero sonar desagradecido...pero si ayer me hubiera dicho que hoy estaría en esta tremenda casa.

-Legalmente eres hijo nuestro- interrumpió Robert, pero sin subir el tono de su voz...-mira, mi esposa y yo no pudimos tener más hijos. Solo tenemos a Alex, el tiene 10 años...es muy solitario , aunque no es amargado, es alegre, pero sentimos que necesita un compañero como tú, le llevas 3 años... y además no vamos a vivir por siempre, queremos que no este solo en la vida.

Max, ya sospechaba que por ahí iba el asunto y abrió los labios para responder con molestia.-nunca he tenido amigos, en el orfanato no era muy popular y los niños me temían

-Por eso te escogimos a ti-, ahora interrumpía Nancy…- en cierta forma eres solitario como nuestro Alex, podrán hacer un complemento ideal.

-va a hacer un poco difícil, yo la verdad no estoy acostumbrado a....

La puerta principal se abrió y entró aquel chico de 10 años que vestía un elegante uniforme azul, corbata y zapatos impecables.

-Hablando del rey de roma, acércate Alex-… su padre le miraba con orgullo.

Alex caminó sonriendo, la mirada fija en Max, a este le incomodó un poco esto

-Tú debes ser mi hermano...hola-. De forma amigable

Le extendía la mano, Max tardó un poco en tomarla, vio de arriba abajo aquel chico que le llegaba a los hombros. Delgado, y con el cabello muy oscuro, parecido al de Nancy, lo traía un poco largo, pues se tenía que quitar los mechones de los ojos de vez en cuando.

Max, Alex los presentaba el jefe de la casa… - ustedes ahora son hermanos, no pretendo que desde ya se hagan amigos, pero conózcanse. Max esta es tú casa y tienes los mismos derechos que Alex, cuentas con nosotros para todo lo que necesites, podemos hablar de cualquier duda que tengas, no pretendo que me veas como un padre, pero...

-entendí señor-... bajando la cabeza, un resignado Max.

El pequeño Alex escuchaba todo lo que su padre le decía a Max, cualquier otro habría tenido envidia que el niño adoptado tuviera sus mismos derechos, pero Alex no sentía eso, sentía empatía por Max y una sonrisa se asomaba al pensar que ahora estaba en su vida.

-Los dejamos solos.... habló Nancy, que al mismo tiempo tomó la mano de su esposo para retirarse.

Los chicos se quedaron solos sentados en extremos opuestos del sillón


-¿Que te parece?-. Preguntaba con inocencia el menor.

-Es extraño. Mira, no pienso ser tu perrito faldero, yo...

-no pretendo que lo seas, tampoco soy un fenómeno solitario como seguro te lo pintaron mis padres.

-Pareces algo mayor ,tus expresiones, tu seguridad... y eres menor que yo

-Eso dicen mis padres

Alex se acercó un poco al mayor...hubo un todo un minuto de fastidioso silencio, hasta que Alex decidió terminarlo.

-¿quieres conocer mi cuarto?

El chico de cabellos castaños asintió y se dirigieron rumbo a las grandes escaleras...como una reacción involuntaria Alex tomó de la mano a Max, este se la quitó de inmediato. Ante el rechazo Alex le pidió una disculpa...-ah lo siento, era solo para guiarte-. En ese momento Max miró al chico y las lámparas del techo comenzaron a moverse de forma extraña, se apagaron y prendieron varias veces hasta normalizarse.
Alex lo calmó - hacen falta focos nuevos....

Llegaron a la habitación, muy cómoda y algo espaciosa, nada de afiches de cantantes de moda. Una computadora, un gran closet una cama individual y lo mejor. Una ventana que daba al jardín principal, podía verse la entrada principal de la casa y la luna.

-la vista de tú cuarto es mejor que la mía.- Observaba el mayor…

-Antigüedad.... respondía el menos con una sonrisa de oreja a oreja

Junto a la ventana había un pequeño sofá donde podía una persona acostarse y ver por la ventana.

-veo que no te caigo bien-. El chico lucía un poco cabizbajo...- por eso casi no tengo amigos, solo a Lucy, mi mejor amiga.

-No, no me caes mal, lo que pasa es que siempre he estado solo, esto es tan extraño.

-No estaba de acuerdo en que mis padres adoptaran a alguien solo para que yo no me sintiera solo, pero ahora que te conozco-. el chico paró de hablar, ahora podía ver un poco sonrojado.

-Tratare de poner de mi parte-. Conciliaba el mayor, notando el rubor en las mejillas de Alex.

-siempre contestando uno o dos enunciado ¿eh?

Ambos sonrieron.

Esa tarde Alex lo mostró toda la casa a Max, hasta ese pequeño sótano donde Alex jugaba cuando tenia 5 años.
Max empezó a sentir mas afinidad a ese chiquillo que por todo sonreía, si alguna vez tendría un amigo o un hermano estaba seguro que sería él.

Llegó la hora de dormir, los chicos cenaron solos en la cocina mientras Alex le decía que era normal.-mis padres siempre están ocupados-. Alex sentía un poco de felicidad de poder estar con alguien, departiendo mientras cenaba, la ausencia de sus padres seria mitigada por Max.
Cuando Max logró dormirse soñó con el fuego, siempre tenia esa pesadilla, despertó con un grito y vio a su alrededor las cosas tiradas y comenzó a llorar-no, no, no aquí no...Quiero ser normal, quiero ser normal-...se repetía una y otra vez hasta que volvió a dormirse.


Paso un año...ya eran amigos o hermanos inseparables...iban al mismo colegio, bajaban juntos por la escalera para ir al coche que los llevaría a la escuela. Max quien en un principio no soportaba que el menor le tomara la mano, ahora era él quien le pasaba su brazo por el hombro y así caminaban hasta que cada quien se separaba a sus salones de clase. Max era más popular y tenia más amigos. Alex seguía teniendo a su amiga Lucy. Y en los recesos veía como Max atraía la vista de todos. Si, se sentía orgulloso de su hermano mayor, ya de lejos quedaba esa sombra del Max retraído y solitario.

Y pasaron 4 años más... Max tenía 18 años y entraría a la universidad, mientras que Alex de 15 años, seguía en el colegio.
Algo estaba naciendo en Alex, algo que lo llenaba de culpa...sentimientos muy raros hacia su hermano.
Max agradeció a la vida por darle esos padres adoptivos, mucho del dolor del pasado se había ido, aunque estaba eso...eso que a veces se manifestaba y lo hacia lucir como un raro fenómeno, algo de lo que siempre había querido escapar, pero solo bastaba una sonrisa de Alex para que todo estuviera bien de nuevo.

Ninguno sabía que una siniestra sombra estaba por cubrir sus vidas y seria implacable...


Continuará...



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