-No te dejaré ir! - tu mirada llena de decisión y a la vez de angustia me aseguran de que cumplirás tus palabras. Te sonrió y te sujeto más fuerte.
Flas back...
Cómo llegamos a esta situación, estábamos diviertiéndonos tan bien todos juntos, la nueva isla era realmente extraña; rocas unidas en forma de anillo y dentro de ella
un vacío tan profundo como el abismo, pordría decirse que esta isla flotaba en él; claro que con abundantes árboles y flores, extrañamente hermosa. Desembarcamos
de todas maneras, ya que nuestro querido capitán lo encontró demasiado interesante y divertido como para no entrar en ella.
Nos dividimos las tareas como siempre y de un momento a otro ya estábamos juntos los dos solos, tú unos pasos atrás de mí, yo viendo que tipo de vegetales podría
encontrar o algún animal que atrapar para la fiesta de esta noche, ya que isla nueva es igual a festín. De vez en cuando te miraba de reojo por si te perdías, sabías que lo
hacía por lo que fruncías el ceño cada vez que eso sucedía.
-No me perderé - dijiste resignado, acelerando el paso para quedar a mi lado.
- Jajajaja uno nunca sabe como actúan las algas, marimo - sonrío y exhalo el humo del cigarillo.
-tsk... Zoro... - me miraste seriamente.
-Cómo?
-Zoro... estamos solos así que quiero que me digas Zoro - creo que no pude evitar sonrojarme, por lo que tu carcajada no se dejo esperar. Tomaste mi mano y
comenzaste correr
-Sanji, démonos prisa... quiero disfrutar esto - tu mirada solo me dejó asentir, de verdad que estoy completamente enamorado de ti.
Hace cuánto, hace cuánto que estamos juntos... Nos costó harto, a mi más que todo asimilarlo, ya que tú siempre has sido más simple y de decisiones claras, pero eso
me ayudo bastante, ya que todos las dudas desaparecían y pude amarte sin restricciones. Los demás lo tenían más que asumido, incluso no se sorprendieron, dijeron
que siempre fuimos una pareja, solo que ahora era oficial.
Después de hacer nuetras "tareas", regresamos, ya todos estaban alrededor de la fogata, así que comencé a preparar todo para festejar. Mientras todos arreglaban el
lugar en donde nos habíamos establecido, vi como te acercabas a mí.
-Ahora no marimo - dije sin mirarte mientas rostizaba la carne.
-Jah... solo vine a ver, no te ilusiones - tomaste un cuchillo y cortaste una extraña fruta, diste media vuelta, yo ahora estaba en la elaboración de la ensalada.
-Oh... esta fruta está deliciosa - tu tono de voz fue inusual y llamó mi atención.
-En serio, jeh... déjame probar entonces.
-Ya que eso es lo que quieres, te dejaré probar- me di vuelta para recibir un pedazo, pero no tenías nada.
-Cómo quieres que la prueba si te la comiste toda - fruncí el ceño.
-Así - me tomaste de la cara y me diste un beso, enseguido pude sentir el sabor de la afrodisiaca fruta, sabía demasiadp bien, no sé si porque era realmente buena o
porque la estaba probando de tu boca. Me soltaste de un momento a otro y diste media vuelta.
-Deliciosa, cierto? - aunque no veía tu cara, sabía que estabas sonriendo de manera egocentrica
-Estúpido marimo, tienes suerte que tenga buen sabor.
Todos estábamos descansando alrededor de la fogata, no quedó nada de nada, Luffy se había encargado de comer hasta la última miga de pan. Estábamos tan bien,
pero cuando sientes la felicidad tan fuerte, la herida también lo es. La marina nos había encontrado y nos tendieron una trampa, nadie lo vio venir.
El sonido de la explosión nos puso alerta a todos, demasiado tarde para nuestra desgracia. Dos mil marines alrededor de nosotros, tres almirantes.
-Idiotas, creían que todo esto era un paraíso, son muy ilusos jajajajaja - Akainu reía entre dientes - ya no tienen escapatoria.
Así comenzó la batalla, mientas Franky iba por el Sunny Go, los demás nos encargamos de resistir. Nunca habíamos estado en tan desventaja, pero eso nos traía sin
cuidado, ya que en problemas siempre hemos estado. Sin embargo, mientras iba dar un golpe final a uno de los almirantes, te vi a ti con esa sonrisa de victoria y me
dispuse a terminar mi pelea, pero el tipo retocedío y en un grito desesperado dijo: "¡Ahora!". Todo se volvío oscuro...
Fin del Flash back
-Sanji! Sanji ! Sanji! reacciona! - Lentamente abrí mis ojos, me sentía en el limbo, en eso te vi, con tus ojos asustados. Estaba flotando en aquel vacío, mientas sostenías mi
mano con fuerza.
-¡En un minuto vuelvan a detonar otra! - gritaba uno de los almirantes
- Zo...ro... - Tosí
-No te muevas Roronoa Zoro, ni siquiera lo intentes subir o morirás tu también, no me mires así, sin tus katanas eres un inútil jajajajjajaja - Akainu situado detrás de Zoro
con una de sus katanas al lado de su cuello, me miraba con desprecio y maldad.
-¡Luffy! - gritaste, pero no hubo respuesta, supongo que tampoco debe estar en buenas condiciones.
-Zoro, suéltame.
-Cállate! No te soltaré, no te dejaré ir! me escuchaste? ¡NO TE DEJARÉ IR!- Tu voz cortaba me hizo dar cuenta que la situación realmente era horrible, no dije esas
palabras por simplemente decirlas, sabía que no había vuelta atrás.
-¡Luffy!¡Luffy! - seguías gritando, mis lágrimas se asomaron, estaba cansandome.
-Sanji resiste! ¡No te dejaré ir! - Las gotas que caían de ti, llegaron a mi rostro y se mezclaban con las mías y sonreí.
-Lo sé, por eso yo te dejaré ir - Solte mi mano de la tuya, pero guardé el recuerdo de tu piel. Te dejé de ir, delineando mis últimas palabras que sé no escucharías, pero si
las comprenderías.
...te amo Zoro...