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En el jardín de rosas. por zumiko yuram

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Notas del fanfic:

Los personajes de KYO KARA MAOU no me pertenecen solo los tomo prestados para este fanfic.

 

Notas del capitulo:

Mizu hebi (Maou alter ego de Yuuri), a este ser, cada 500 años se le ofrece un doncel para estar consagrado a su  templo, manteniéndose puro e intacto, nadie puede tocarle ni verle con deseo o recibirían el castigo del Dios.

En el reino de Gin´iro Magetsu, se tiene la tradición de cada 500 años escogen a un doncel como ofrenda al Dios de la montaña Mizu hebi, se consagran a él y se mantienen puros nadie puede tocarlo, nadie puede verle, y es separado de toda su familia. Si el doncel es del agrado del Dios, le otorga dones espaciales, como regalo por ser del agrado de Mizu hebi.

 

Desde pequeños son preparados estos donceles, se les escoge por su gracia, belleza y pureza de su corazón, todos son buenos chicos, cuando  se decide quien será él elegido. Se realiza una ceremonia y  so purificados los donceles, pasan por una prueba que él Dios decide, nunca es la misma, siempre cambia cada ocasión, esta vez es una prueba de fuego, tendrán que pasar por un camino de rocas ardientes si logran pasar sin recibir un solo rasguño será el que sea su nuevo siervo, Los jovencitos van pasando uno a uno por aquella prueba muchos no pueden siquiera tocar la primera roca cuando son chamuscados, otros a medio camino se retiran, pues no soportan el dolor por las quemaduras.

 

Un pequeño aún no está en edad de participar en dicha prueba pero es muy obstinado y se cuela entre los demás Mizu hebi, se da cuenta y permite que el pequeño de 7 años pase y realice la prueba, y resulta pasar sin ningún daño.

 

Asombrados los sacerdotes y sacerdotisas del templo de Gin´iro Magetsu, preparan por 3 años más a el pequeño aun no está listo para estar en el templo de la montaña. Mizu hebi, permite que sea preparado pero solo si en ese tiempo el niño no puede ver a nadie más que  a los que se dedicaran a instruirlo.

 

Paso el tiempo y aquel chiquillo, se convirtió en un hermoso joven de 14 años, el cual disfrutaba de los jardines del templo de Mizu hebi, dedico exclusivamente para ese doncel pues le pareció la criatura más maravillosa que jamás existió. El Dios, de la montaña era tal su complacencia por aquel doncel que le concedió juventud eterna, decía que si ese bello rostro se deteriora por el paso del tiempo sería una gran tristeza para su corazón por lo que fue más un regalo para el Dios que para el doncel.

 

Un buen día, se le pidió a Purinsu rózezu, fuera a palacio para devolver la belleza a las plantas del castillo pues solo él podía con un toque regresarle aquella vida a los jardines reales, era una delicia contemplar a aquel joven, Mizu hebi parecía haber quedado enamorado del doncel pero siendo un Dios no poseía un cuerpo mortal, el quería tocar a su bello Purinsu rózezu, quería tenerlo hacerlo suyo, pero jamás había podido encontrar un cuerpo que pudiera soportar el inmenso poder del Dios. Así que solo le limitaba a contemplar a su bello doncel.

 

En una ocasión Purinsu rózezu estaba en el jardín que Mizu hebi le había creado solo para él, se encontraba disfrutando de la fragancia de las rosas cuando se encontró con un muchacho de cabellos negros que salió de la nada, estaba corriendo como escapando de algo o alguien, el chico al ver a él doncel cayo, tropezando entre los matorrales y los rosales, se fue rodando hasta chocar con un árbol, dándose en la cabeza, Purinsu rózezu se acercó para ver de cercas al muchacho y ver si estaba lastimado. el joven de cabello negro, tendría a lo mucho un par de años más que él, con delicadeza aparto unos mechones del rostro de aquel moreno, se le quedo mirando por largo tiempo recostando su cabeza en sus piernas, coloca sus manos sobre el cuerpo del moreno, para sanar las heridas causadas por las espinas de los rosales, en eso llegan unos guardias pero al estar en presencia de Purinsu rózezu, retrocedieron no podían estar donde el doncel estuviera así que los guardias se inclinaron con su rostro volteando a al piso, pues estaba prohibido ver al joven doncel o serian castigados por el Dios.

 

 

 

Soldado:- Kakka, Purinsu rózezu, debemos llevarnos a ese intruso.

 

Wolfram:- No. Aquí no está el que buscas.

 

Soldado:- ¡¡¡Pero Kakka!!! Si él…

 

Wolfram:- He dicho que no está aquí lo que buscas, retírate con tus hombres, es bien sabido que está prohibido estar en estos jardines aún más en mi presencia, o caso ¿¿¿Quieres que llame a Mizu hebi???

 

Soldado.- No perdone mi señor, fue un error, nos retiramos de inmediato.

 

Wolfram:-Bien, retiraos.

 

Los guardias se retiraron de aquel jardín de rosas y dejaron solo al doncel junto a aquel moreno que empezaba a abrir sus ojos.

 

Wolfram-:-Estas bien? te duele algo?

 

Yuuri:- Eto....¿¿a?? ¿Quién eres? ¿¿Una chica??

 

Wolfram:- Ha ha ha, no, no soy una chica. Yo soy, Purinsu rózezu. Doncel de Mizu hebi. ¿¡¡Sabes que estas en un lugar que no deberías estar!!?

 

Yuuri:- ¿¿¡¡QUEEEEEEEEEEEEEEEE!!??...Tú, tú eres ¿¿¿¿¿¿Quién??????

 

Wolfram:- Purinsu rózezu. Pero dime, ¿¿Por qué huías??

 

Yuuri:- No vas a llamar a los guardias y mandarme cortar la cabeza?

 

Wolfram:- Hahaha, no pero si quieres los llamo.

 

Yuuri:- ¡¡¡No por favor!!! Yo estaba escapando de un tipo que quería venderme como esclavo.

 

Wolfram:-¿¿Enserio?? ¿¿No me estas mintiendo?? ¡¡Qué mal!! Descuida aquí estarás a salvo, nadie puede entrar a este lugar.

 

Yuuri  se queda viendo la belleza de aquel rubio que le habla desde arriba; en eso, reacciona y se levanta. Pues estaba  recostado en las piernas del doncel,  se retira de él, sabe que no debe estar allí; mucho menos estar hablando con él. Se dispone a salir por piernas de allí.

 

Wolfram:-¡¡¡Espera!!! ¡¡No te vayas todavía por favor!!

 

Yuuri:- ¡¡¡Pero no debo estar aquí!!! Debo irme o sino, Mizu hebi me castigara.

 

Wolfram:- Por favor hace mucho que no platico con nadie de mi edad, siempre estoy soló, Y yo… bueno. No sé, ¿podrías quedarte un poco más?

 

Yuuri:- Yo... Pues, pues…

 

Wolfram:-Está bien vete, pero promete que regresaras sí

 

Yuuri:- P-pues sí,  pero… ¿Y Mizu hebi???

 

Wolfram:- No te preocupes todo estará bien.

 

No podía negarse ante aquella petición del doncel y tenía que aceptarlo era un hermoso ser, y quería volverlo a ver. Así que acepto regresar aun que no sabía muy  bien como lograría entrar otra vez pues no recuerda como rayos se metió asta esos jardines.

 

 

 

 

 

Notas finales:

Un encuentro inesperado, una ilusión apareció en el corazón del Purinsu rózezu, un joven quedo maravillado con la presencia del doncel aunque sabe que eso está mal volverá a visitarlo.


 


Espero les guste esta historia, gracias por  leerla y le den una oportunidad.


 


Nos vemos en el próximo capitulo.


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