Just A Fucking Miracles
==> GM: Recordar lo que pasó hace un par de horas.
Tu nombre es Gamzee Makara, y estás recordando lo que sucedió horas atrás.
---
Estabas tranquilo en tu habitación, leyendo uno de los muchos comics de uno de tus amigos. Sentado en la enorme cama y con la espalda pegada a la pared. El cielo se veía nublado y apostarías lo que fuera a que el milagro de la lluvia no tardaría en aparecer.
Te estiraste un poco para buscar tu inseparable botella de Faygo, pero estabas demasiado distraído observando los dibujos impresos en papel que no te diste cuenta cuando tu mano chocó con la botella y el líquido de su interior se derramó sobre algunas prendas que se encontraban desperdigadas por todo el suelo.
Pensaste por un momento un hOnk, tu amigo Karkat se enfadaría contigo. Probablemente haría que limpiaras todo el suelo con la lengua si fuese necesario. Necesitarias algo mas que un "lo siento" para salvar tu puto trasero.
Decidiste que lo mejor seria salir por un trapeador y esconder la ropa antes de que llegara. Cuando estabas buscando un buen lugar para meter las prendas, escuchaste que alguien subía por las escaleras, asi que rápidamente metiste todo bajo la cama y te tiraste en la silla frente a tu ordenador como si nada hubiese pasado.
Viste a Kartkat entrar a tu habitacion sin llamar a la puerta, algo que obviamente no te sorprendía. Se le veia algo enojado. Tampoco te sorprendía. Comenzó a dar vueltas alrededor de tu cuarto, abriendo y cerrando cajones y removiendo la ropa sucia del canasto.
- ¿Has visto mi playera? - Te preguntó.
- ¿Qué playera? - Le respondiste.
- La café con calaquitas que dejé encima de la silla... Creo que se cayó al suelo pero no la veo.
- No la he visto.
Bufó molesto y salio de tu habitación. Suspiraste un tanto aliviado. No escuchabas más sus pasos, así que decidiste llevar la ropa al sótano para comenzar a lavar. En el camino te encontraste con Tavros, un cabronazo pequeño pero no tanto como Karkat y lo saludaste. Le dijiste "¿qué hay, Tavbro?" y él te respondio con un leve sonrojo en sus mejillas, así que le diste un corto beso en los labios y te dispusiste a continuar con tu camino.
Escuchaste a Karkat gritarte desde el otro lado del pasillo, pues te había visto con la playera y otras prendas en las manos. Se paro a tu lado y te arrebató la café que había estado buscando. La desdobló y tu te tapaste uno de tus oídos porque sabías que comenzaría a regañarte. Te empujo para que te quitaras del camino, y lo seguiste escaleras abajo, con rumbo al sótano. Cerraste la puerta al terminar de entrar y llegaste hasta donde tu amigo esperaba, balbuceando cosas e insultándote en más de 20 formas.
Te pareció adorable verlo intentanto sacar la mancha de Faygo, tallándola con un poco de detergente en polvo. Te acercaste más a él y le rodeaste la cintura. Él dejó de balbucear y se puso tenso al contacto. Que gracia te daba.
Susurraste un HoNnK en su oído y acto seguido le diste una lamida a su cuello. No lo veías pero sabías que seguramente estaría sonrojado hasta las orejas.
- ¿Que haces, Gamzee?
- Te tengo ganas desde hace días - Le respondiste como si fuera lo más obvio del mundo. Porque lo era.
- ¿No andabas con Tavros?
- ¿Quién anda con quién?
- No deberíamos, Gamz... él está arriba y podría escuchar.
No te daban ganas de seguir escuchando eso, así que lo soltaste e intentaste volver a tu habitación. Abriste la puerta y al entrar sentiste que tu brazo era apretado por una mano que intentaba detenerte.
Te diste la vuelta para ver la cara que Karkat hacía. Sabías que él quería lo mismo que tú. Sabías por su cara que lo necesitaba. Pero ya te había rechazado y decidiste que le torturarías un poco. Le dijiste que se fuera y él no te hizo caso.
Forcejearon un poco hasta que Karkat te tomó de la playera y te jaló hacia él.
- Normalmente, si te digo "no", tu insistes, hasta hacerme ceder.
Lo sabes. Así es casi siempre, sólo que ésta vez no te apeteció continuar con el jueguito.
- ¿...Qué... están haciendo?...
Olvidaste por completo que aún estaban en la entrada de tu habitación y Tavros los había visto. Intentaste alejar a Karkat. Él accedió. Entraste a tu cuarto y Tavros te siguió. Te golpeó el pecho. Te dijo que ¿por que tenías que jugar con él así? Le dijiste que hasta donde tu sabías, tu no andabas con nadie. Tus dos amigos se enojaron entonces Tavros se acercó a ti, para dejar la marca de su mano plasmada en rojo sobre tu mejilla. Sentiste un leve ardor.
Le dijiste que exageraba las cosas. Notaste una leve tristeza en su mirada y entonces lo dijo. "Te amo". Tu no sabías si también lo amabas. Era un jodido cabronazo del que no te imaginabas estar separado, pero también estaba Karkat. Los querías a ambos. ¿Por qué tenían que complicarse demasiado?
Karkat cerró la puerta de tu habitación. Se acercó a ti y antes de volver a besarte le dijo a Tavros que si no quería mirar, podía irse. Tavros se puso entre Karkat y tú. Fué cuando te diste cuenta de que Karkat pensaba lo mismo que tú.
Sujetaste a Tavros de los brazos y le dijiste:
- ¿Me amas? ¿Podrías amar también al jodido de Karkat?
Tavros se tensó un poco y volteo un poco la cabeza para verte. Parecía no comprender a lo que te referías. De frente a él, Karkat sonreía traviesamente. Se acercó a Tavros y lentamente fué metiendo sus manos por debajo del sueter que le habías prestado a Tav. Éste soltó un suave suspiro y tú comenzaste a besar lentamente su cuello.
Un jodido milagro estaba sucediendo.