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Something por Naomi Jung

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Notas del fanfic:

Bueno, debo admitir que me dio vergüenza escribir este fanfic, más que nada por el fetiche que surge de el encuentro con ropa femenina, pero simplemente no pude evitarlo. Cuando salió la noticia de que harían Something creí era broma, pero quedé con la boca hasta el piso con la presentación. No sé realmente si JoonMyun forma parte de la KyuLine actualmente (algunos dicen que si, por la presentación y por el chat que subió Kyu de ellos), pero lo utilicé de excusa para sacarme las ganas de hacer un ChangMinho, deforme, pero ChangMinho al fin y al cabo. 


 

El murmullo del alboroto de las fans apenas era perceptible para ChangMin. A pesar que se lograba filtrar el ruido en el camerino donde se encontraba, su preocupación y por ende concentración, se centraba en aquellas largas hebras castañas que caían sobre su rostro. Al ver esto se llegaba a cuestionar el por qué cuando llevaba el cabello de un largo considerable no se le hacía tan molesto como en esos momentos. Con un pequeño quejido terminó por correr y colocar aquel irritante mechón detrás de su oreja.
 
En sus diez años de carrera pensó que jamás llegaría a ese extremo. Pero ahora se encontraba allí, observando cómo las largas plumas negras y rojizas se mecían a cada uno de sus movimientos, complementando aquel largo vestido que junto con el sutil maquillaje de su rostro buscaban esconder lo suficiente sus rasgos masculinos. Aún así, ChangMin sabía que estaba siendo ridículo, y que su amplia espalda con las piernas demasiado torneadas le daban un aspecto varonil que ni los tacos altos podían refinar.
 
-Aprenderé a callarme la boca.- Habló para sí mismo, arrastrando sus palabras en un tono bajo y demasiado ronco.
 
No esperaba respuesta alguna. Pero YunHo, que estaba en uno de los sofás detrás de él, elevó una de sus cejas sin poder ocultar lo divertido que le resultaba aquella escena.
 
-Espera paciente a que JunSu y JaeJoong se topen con estas fotos. Estarán encantados.- No podía ocultar la jocosidad en su risa; terminando por acomodarse en su asiento, y cruzando sus piernas con un gesto relajado, como si fuera un espectador disfrutando del espectáculo que el menor le ofrecía, a pesar que en respuesta a su comentario había recibido una mirada fulminante de parte del menor. –El lado positivo es que no es la primera vez que te vistes de mujer. Aunque pensé que después del centauro habías llegado a tu límite.-
 
ChangMin consideró el responderle, pero sabía que su mal humor solamente haría que el otro riera más por su humillante aspecto. En su lugar rodó los ojos y bajó sus manos a acomodar el bóxer negro que se veía apenas por la abertura del tajo de su pierna. Peleando unos segundos con la sensación incómoda de las medias transparente en su muslo.
 
-Estúpido KyuHyun, estúpido JoonMyun, estúpida KyuLine.- Soltó una y otra vez, intentando tomar aire y soltar un prolongado suspiro. Aunque quedó en un resoplido de frustración.
 
Metido en su mundo de maldiciones ignoraba la mirada curiosa de YunHo, y es que este procuraba no molestarlo demasiado. Era fácil suponer lo estresado que se encontraba el maknae de TVXQ y las graves consecuencias que podría tener si se lo molestaba más de la cuenta. Por lo que el líder lo acompañaba en silencio, con sus cejas alzadas y sus brazos cruzados sobre su pecho. Aún con muchas dudas en su cabeza, dado que su constante trabajo en el nuevo drama que participaba lo tenía demasiado alejado de su compañero, al punto que cuando el mánager le notificó el pedido que había llevado la KyuLine a la SM, se le había hecho imposible de creer.
 
Pero al parecer ChangMin había sobrepasado los límites de su imaginación, y ahora se encontraba frente a él con aquella peluca del color de su cabello, sin darse cuenta lo contradictorio que se veía al quejarse estando retocando su maquillaje.
 
-Y si tan estúpido es todo… ¿Por qué aceptaste? Mejor dicho: ¿De quién fue la gran idea?- Con esa pregunta consiguió que el menor se volteara, dejando que por fin se vieran cara a cara. Permitiendo que YunHo pudiera inspeccionar en forma más minuciosa su aspecto sin que su compañero se diera cuenta.
 
-Desde hace un tiempo que MinHo empezó a frecuentar a JoonMyun. Por lo que fue inevitable que poco a poco fueran constante sus visitas en nuestras reuniones, inclusive en las charlas telefónicas. Logramos congeniar bien al final.- Le empezó a explicar, sabiendo que su líder estaba perdido desde que su agenda estaba repleta de cosas. –Fue casi automático incluirlo a la KyuLine. MinHo estaba feliz, porque él siempre fue el centro de las bromas pesadas. Ahora siendo JoonMyun,  deseaba hacerlo pasar por una “iniciación”.- Dijo lo último en un tono raspado, moviendo sus dedos en el aire para remarcar las comillas. –KyuHyun se entusiasmó y comenzaron con las bromas. Yo me burlé que Super Junior y SHINee ya habían hecho lo peor, que era vestirse de mujer… Creo que les toqué el orgullo y con eso prendí la mecha.- Susurró lo último como una reflexión, terminando por chasquear su lengua.
 
Desde su lugar, el mayor lo miraba con clara incredulidad. Con el contorno de sus labios ligeramente curvado en una sonrisa que intentaba ser contenida y, que aunque intentara disimular, ChangMin pudo notar con claridad. Bufó entre labios y se giró, intentando acomodarse una vez más el flequillo que caía sobre sus ojos.
 
-El estúpido de Kyu y el estúpido de MinHo dijeron que no nos animaríamos a hacerlo. Pensé que los CEO de SM tenían los tornillos lo suficientemente ajustados como para negarse. Sobre todo porque es un cover de otra empresa… ¡Pero ya ves que no!- Elevó su tono de voz sin darse cuenta, marcado con un claro sarcasmo; al mismo tiempo que sus manos quedaban a la altura de su cabeza, como si le mostrara en evidencia el vestido.
 
YunHo ya no pudo retener por más tiempo su risa. Intentó ser disimulado cubriendo sus labios con su mano, pero su cuerpo se dobló ligeramente hacía atrás. Sabía la forma particular en que jugaba aquel grupo de amigos, pero parecía que ChangMin había aprendido que si se tanteaba con fuego se podía quemar. Sabiendo cómo era el orgullo de aquel hombre con el cual convivía hace tantos años, sabía que no daría marcha atrás y saldría al escenario con el mentón en alto, a pesar que ahora no hiciera nada más que quejarse.
 
Ambos estaban tan acostumbrados el uno al otro que la risa de YunHo no llegó a molestarlo, porque sabía que muchos reaccionarían de esa forma en cuanto lo vieran pisar escena. Su charla fue interrumpida por un miembro del staff que requería la presencia del más grande en el vestuario para alistarlo.
 
-Estaré en la espera del gran debut de Momoko. Mucha suerte, Minnie ah.- Bromeó sin tapujos, palmeando el hombro del menor al pasar a su lado.
 
-Disfruta mientras puedas, líder. Juro que me vengaré de esto.- Susurró aunque no fue escuchado, dado que ya se había quedado solo dentro de esa habitación.
 
 
Sabía que a esas alturas quejarse sería ridículo, pero no podía evitar hacerlo cada dos minutos y entre suspiros. Consideró el quedarse en el camerino, aislado del mundo hasta que fuera su turno de subir, pero estando encerrado en aquellas paredes solamente conseguiría frustrarse más. La mejor opción que pasó por su cabeza fue acudir a los demás miembros de la Kyuline, de esa forma no sería el centro de atención y podría distraerse.
 
Consultó su imagen una última vez antes de levantar su cabeza y dar sus pasos con seguridad fuera del camerino. No iba a darles el gusto de verlo titubeante, sino les demostraría que Shim ChangMin era demasiado imponente como para avergonzarse por su apariencia. Las primeras miradas de los miembros del staff lo cohibieron ligeramente, pero no fue impedimento para él. Avanzó por los pasillos alborotados de gente que buscaban que el SMTown saliera perfecto, por lo que evitaba preguntas o momentos incómodos.
 
Aún así, sus zapatos se detuvieron de golpe al notar a unos metros delante de él cómo HyoYeon, YuRi, Victoria e Irene estaban rodeando a un avergonzado JoonMyun. Por unos segundos quedó sorprendido por la delicada apariencia que transmitía el líder de EXO, pero el pánico que recorrió su pecho a los comentarios femeninos fue más fuerte.
 
-Tal vez no esté del todo listo.- Dijo en forma ahogada, intentando no ser notado.
 
Con desesperación su mirada se giró a ambos lados, buscando algún lugar en el cual pudiera escapar. Una puerta en especial captó su atención, aquella que llevaba el cartel de “SHINee”. Sonrió conforme, sabiendo que todos los miembros de ese grupo guardaban un profundo respeto al considerarlo uno de sus sunbae, por lo que era su mejor opción.
 
Trastabilló con la punta del vestido y terminó por tomarlo antes de correr en dirección al camerino seleccionado. Ingresó sin pedir permiso, solamente entrando y apoyando su espalda contra la madera para evitar que alguien lo siguiera. Esperaba tener que darle explicaciones a sus dongsaeng, pero en lugar de ver cinco niños curiosos solamente se encontró con la silueta de MinHo en frente de él, aquel niño que lo miraba ligeramente avergonzado.
 
Los labios de ChangMin se abrieron con suavidad. Porque a pesar de que JoonMyun se hubiera visto muy delicado y femenino, MinHo le transmitía una imagen completamente diferente. El traje que se ceñía forzado a su cuerpo atlético, la cabellera pelirroja que con ondas se deslizaba por su espalda y el rostro, que en un intento vano llevaba más maquillaje.
 
Fueron segundos en los cuales ninguno dijo nada. ChangMin veía anonadado a MinHo, y este, a su mirada, intentaba relajarse. Pero antes de que pudiera decir palabra alguna, la carcajada explosiva del maknae de TVXQ empezó. Comenzó a aplaudir mientras su cuerpo se doblaba hacía el frente, sin poder contener la risa que le provocaba el menor y logrando que este, en respuesta, enrojeciera por completo, mucho más avergonzado de lo que ya se encontraba.
 
-¡Hyung!- gritó de inmediato. Haciendo que esa voz gruesa y masculina contrastara más con su imagen y consiguiendo una carcajada más desesperada del mayor. -¡Ya basta!-
 
Su petición parecía ser en vano, al punto que se molestó y terminó lanzando en dirección a su superior el lápiz labial que tenía en su mano, logrando que este diera en su hombro y ChangMin elevara su cabeza. Aún reía, con su ojo izquierdo ligeramente más chico que el derecho y el cabello largo que tanto se había esmerado en arreglar, cayendo descuidado por su frente.
 
-Oye~ ¿Dónde está el tierno Minnie que respeta y adora a su hyung? ¿Eh? ¿Se lo comió la peluca?- Estaba siendo irónico, y con aquella frase se fue acercando a él al no obtener una respuesta de su parte.
 
El rapero se mantenía dándole la espalda. Avergonzado en la forma en que se reía de él, pero demasiado cohibido como para afrontarlo. Sus dedos se movían nerviosos por los hilos taheños intentando acomodarlos, aunque bien parecía ser una pérdida de tiempo. Sintió coóo el cuerpo del mayor se había acercado hasta colocarse detrás, pero estaba decidido a no prestarle atención.
 
-¿Te molestaste?- Preguntó de nuevo, con una sonrisa torcida entre sus gruesos labios. Pero de nuevo el silencio fue su respuesta, haciendo que ChangMin se sintiera más decidido a molestarlo. Terminó por quedarse a centímetros de su cuerpo, con una pequeña mueca que arrugaba a su nariz. –Minnie, no me ignores.- Exigió en una tonada caprichosa.
 
La cercanía de su pecho con su espalda había conseguido exaltarlo, pero no estaba dispuesto a ceder con tanta facilidad. MinHo intentó concentrarse en el maquillaje de sus ojos, retocando el delineado de sus parpados; algo que terminó por molestar al vocalista.
 
En un intento por controlar sus impulsos y reclamar por atención, ChangMin recorrió con su mirada el cuerpo del más pequeño, tomando en detalle cómo la tela resaltaba la curva de su trasero y cómo, por más que fuera el mismo traje, las piernas y muslos anchos quedaban más expuestos que en él. Una de sus cejas se elevó con especial atención a esa zona de su cuerpo, en la forma en que se notaba su bóxer al punto que su entrepierna sobresalía ligeramente.
 
-Alardeabas de la vez que ocupaste traje de colegio pero no sabes acomodarte un simple vestido.- Se quejó chasqueando su lengua. Pero antes de que Choi pudiera defenderse, los brazos del mayor rodearon su cintura. –Deja que tu hyung te ayude.-
 
Una frase cubierta de malicia que hicieron que los ojos del más pequeño se abrieran con sorpresa. Pero antes de que pudiera hacer algo, el mentón de su superior se encontraba apoyado sobre su hombro y sus largos dedos estaban corriendo la tela que cubría su entrepierna. Primero la del vestido que caía en cascada, para que ambos pudieran ver en el espejo cómo su entrepierna era visible en la curva que marcaba sus bóxer. Sus mejillas tomaron temperatura de inmediato, y sus manos se apoyaron sobre los antebrazos del mayor, intentando detenerlo. Aunque sabía que eso era en vano, podía notarlo en la mirada del otro.
 
-¿Sin medias? Eres un atrevido, Choi MinHo.-
 
Su voz fue un sensual susurro contra su oído, abriendo los labios hasta que su aliento acariciara la piel de su lóbulo, aquel que luego fue víctima de una pequeña mordida. Y, aunque se hubiera quejado de la falta de indumentaria en las piernas del menor, lo agradecía. Sus dedos pudieron filtrarse con mayor facilidad en el elástico de su ropa interior.
 
MinHo intentó reprimir su voz, pero en cuanto rozó su miembro escondido, su cuerpo había temblado entre los brazos de ChangMin, algo que este último disfrutaba demasiado. Ahora ignoraba por completo su propia apariencia, y su mente se encontraba en deslizar sus dígitos por esa entrepierna que no fue difícil sacar de su cárcel.
 
Ambos sabían que estaba mal, que en cualquier momento alguien podría abrir la puerta y vería como Shim estaba masturbándolo frente al espejo. Pero en la mente del vocalista de TVXQ estaba el disfrutar de aquel cuerpo que lo estaba tentando.
 
-Agradece que estamos por salir a escena o te marcaría todo el cuerpo.- Logró susurrarle al SHINee contra su oído.
 
Este intentó contestarle, pero sus manos estaban intentando sostener su cuerpo que se debilitaba por la forma en que se estaba excitando, logrando que apenas pudiera formular un “hyung” en un sentido de queja.
 
-¿”Hyung”? ¿No deberías decirme “oppa”?- Con su voz baja y excitada rozó sus labios por su cuello, bajando a su hombro tentado en morder cada zona de esa piel.
 
ChangMin envolvió la base de su sexo para estimularlo mejor, pero no pudo concretar la acción cuando la puerta fue abierta.
 
-¿Chicos, están aquí…?-
 
Ambos cantantes se quedaron congelados ante esa voz, y fue automático separarse, intentando cubrir sus cuerpos y lo que había provocado ese pequeño encuentro. Pero KyuHyun los miraba con la boca abierta y clara indignación en sus facciones, al punto que le importaba poco verse poco serio con la ropa de mujer a cuestas.
 
-¡Son unos fetichistas! ¡¿Son homosexuales y se excitan con la ropa de mujer?!- Gritó de inmediato, haciendo que ChangMin se acercara a él, intentando callarlo con sus manos. -¡No! Vi en donde estaba esa mano hace cinco segundos, no me toques.- Dijo de inmediato retrocediendo, haciendo que ambos enrojecieran una vez más.
 
-¿No podías golpear la puerta?- Preguntó en defensa propia el miembro de TVXQ, cruzando sus brazos ofendido. Mientras que MinHo aprovechaba esa charla para intentar acomodar su ropa, buscando que su molesta entrepierna no se notara.
 
-Jah, estamos en un SMTown, nadie golpea puertas. Aunque agradezcan fui yo y no alguien del staff. Ahora, dejen de fornicar y muévanse que en dos temas nos toca.-
 
KyuHyun no les dio lugar a queja, salió de inmediato del camerino dejándolos solos unos segundos. ChangMin miró al menor de reojo y sonrió, aunque este siguiera avergonzado por la forma en que habían sido interrumpidos.
 
-Agradece a la campana, o juro no haberme podido detener.- Le advirtió apoyando su mano en el picaporte de la puerta, dispuesto a salir.
 
Minho rodó sus ojos y caminó en su dirección, quedando a su altura para poder verlo a los ojos.
 
-Aún si te vistan de mujer no dejas de ser un pervertido, hyung.- Remarcó aquel honorifico al decirle, sin dejar de mirarlo.
 
ChangMin sonrió un poco más.
 
-Así me amas.-
 
El menor rió divertido y dejó que sus labios se juntaran en un corto beso, antes de ser él mismo quien abriera la puerta y saliera primero del camerino. Desde su sitio, Shim lo observó caminar cuando se alejaba lentamente, sin poder evitar ver de nuevo sus piernas.
 
-Sin duda hoy te las marcaré.-
 
Satisfecho consigo mismo caminó con seguridad detrás de él. De repente los vestidos no parecían ser una mala idea.

Notas finales:

Espero les haya gustado. 

-Huye- 

<3


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