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El acertijo del caracol por sukichoco

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Notas del fanfic:

Los personajes de este fic, son del manga y anime Katekyo Hitman Reborn propiedad de Akira Amano. 

Y la trama es un cover del cortometraje El sueño del caracol de  Iván Sainz-Pardo.

Los personajes y el tema solo los utilizo para un fic, sin finalidad de plagio o lucro.

 

Notas del capitulo:

Hola de nuevo jajaja ya las cansamos con holas!

Hoy les hemos traido un One-shot 1827

esperamos que les guste y quremos aclarar que la trama no es nuestra, nos hemos inspirado en un cortometraje aleman llamado el sueño del caracol que podran ver en youtube!

sin mas

¡¡DISFRUTEN!!

El acertijo del caracol

 

 

Mis ojos no podían moverse a otro lado, estaba fascinado. No por la buena decoración del lugar ni por la comida que estoy comiendo en esa cafetería, más bien mi fascinación se debe a aquel joven tan guapo que está en la barra.

De piel blanca, cabellos azabaches, una figura esbelta y un porte elegante, con ojos grises y vil seriedad en su cara, estaba tomando una tasa café mientras leía un libro. Mi corazón palpitaba a un ritmo suave y placentero.

Trataba de no mirarlo mucho, disimulaba mis miradas con alguna que otra persona que pasaba frente a mi o con mi propia comida servida y a punto de acabarse.

Veo como llama a una de las meseras y pide su cuenta, la señorita le dice que son dos euros y saca de su billetera la paga. Se levanta de su asiento y camina hacia mí y sin pensar volteo mi mirada nervioso.

El pasa a un lado mío sin mirarme siquiera.

Me siento decepcionado, ni siquiera volteo su mirada hacia mí. Luego me pregunto ¿A dónde ira después? ¿Con su novia? ¿A su casa?

Una idea loca se apodera de mi mente y sin mucho pensármelo dejo la paga en la mesa y salgo atrás de él.

Lo veo cruzar la calle, lo sigo tratando de no verme muy sospechoso. Pasa unas cuantas cuadras y de pronto entra a un pequeño local en medio de varios edificios. Espero hasta verlo entrar y entonces yo lo hago también.

 

He entrado a un espacio único, el olor a libro viejo combinado con el poderoso café, llena el ambiente.

Camino a paso lento y torpe por el lugar, es antiguo y lleno de personas extrañas. Una mujer de edad mayor lee varios libros al mismo tiempo y otra más toca una dulce melodía en el piano que se encuentra cerca de una ventana.

Camino entre los estantes de libros y sin querer me encuentro con el joven azabache que se entretiene con un libro. Sin saber que hacer, atrapo con mis manos el primer libro al alcance y hago la finta de estar leyendo con interés.

Lo miro de reojo, el me mira fijamente y deja el libro que tenía entre sus manos en la estantería para acercarse a mí.

- ¿Le puedo ayudar? – me pregunta atento. Su voz es tan varonil.

- Si… - digo rápidamente a causa del nerviosismo que recorre mis venas de tan solo haberlo escuchado – Sí, quiero comprar esto – le entrego el  libro que tenía entre mis manos y el mira el título, esto me da oportunidad de ver lo hermoso que es.

- ¿Te gustan los caracoles? – lo miro confundido y el me muestra el título del libro. “Caracoles”

Trato de no verme afectado de un título tan patético y asiento.

- Es para regalar – me mira fijamente y luego habla de nuevo.

- Ya veo… ¿Lo envuelvo? – asiento volteando hacia otro lado y el me mira atento. - Ahí está la caja, espérame un momento – asiento de nuevo sin importancia.

Se va por un rato mientras yo me quedo ahí, esperando pacientemente. Pero sonrío,  logré intercambiar palabras con él.   

Me acerco a una pequeña estancia donde hay un señor escribiendo en una máquina de escribir que me ignora por completo. Veo lo cuadros del lugar, hay uno en particular que llama mi atención pero no sé porque.

- Aquí esta – escucho su voz y volteo rápidamente

Nos acercamos a la caja y me da el libro envuelto en un papel café. Salgo del lugar con una evidente sonrisa.

 

Llego a mi casa y subo rápidamente a mi habitación. No puedo evitar oler el libro, huele a libro viejo.

Estoy decepcionado de mí mismo, pensándolo bien solo intercambie unas palabras muy vanas con él, pero ¿Qué pude haber dicho? Lo que es más ¿Por qué lo seguí?

Me lo pienso mentalmente, quizás sea molesto para él, pero quiero verlo de nuevo, miro por la ventana, el sol nos alumbra a todos, es un día muy hermoso. Volveré a esa librería.

 

 

 

Me he comprado un montón de libros, todos ellos elegidos al azar.

Gracias a que él trabaja ahí, puedo saber su nombre Hibari Kyoya. A recientes fechas él puede reconocerme y me saluda educado como siempre, me mira de vez en cuando y a veces sonríe lo cual me derrite.

 

Veo los libros comprados y veo que siguen en su forro. No tengo interés en leerlos por lo que solo los tengo bien guardados, pero ya me he cansado, he decidido hablarle para ser más cercano a él.

 

Me he arreglado un poco más ese día. Me he peinado aunque no sirvió de mucho y me he puesto mis mejores prendas.

Me dirijo al lugar, hoy es un día llovioso y nublado lo cual me molesta un poco ya que será el día en que me acerque a él por completo. Primero como amigos y luego… quizas como amantes.

Entro al lugar, el fuerte olor del café y los libros usados ahora se sienten más livianos que antes, no hay música, la señora que tocaba se encontraba con la mirada perdida hacia la ventana en vez de tocar. Es extraño, este lugar siempre estaba animado.

Veo que no hay gente, lo cual se me hace perfecto para un día como hoy.

 

Camino entre los estantes pero no lo veo, sigo moviéndome y finalmente escucho como acomodan los libros en el siguiente pasillo. Camino hacia ahí mientras trago un poco de saliva y entonces noto que es una mujer la que está poniendo los libros en su lugar.

La miro extrañado, es nueva. Ella me mira por arriba de sus lentes y me habla.

- ¿Le puedo ayudar en algo? – su voz es rasposa, niego con la cabeza y sigo buscando.

Me he pasado diez minutos buscándolo pero no lo encuentro ¿quizás era su día libre?

Me acerco a la caja. Ahí está el hombre que tecleaba con la máquina de escribir el primer día que vine aquí leyendo con una cara seria.

- ¡Buenos días! – me mira y se quita los anteojos que tenía puesto.

- ¡Hola! – me pone atención

- Perdone ¿Hoy no trabaja Hibari-san? – mi pregunta lo deja sorprendido y luego sus ojos se llenan de un extraño color.

- ¿Kyoya-kun? – su voz suena lejana y yo asiento un poco extrañado de su expresión. - ¿Es usted de su familia?

- Soy un amigo – asiente y luego baja la mirada triste.

- Lo siento, Kyoya-kun tuvo un accidente anoche con su coche – abrí mis ojos impactado de la noticia, intente preguntar si se encontraba bien, pero el hablo antes – Creo que el entierro será mañana o pasado

 

Regresé a mi casa con un fuerte dolor de cabeza y con los ánimos hasta el suelo. No sabía cómo reaccionar, no es como si me sintiera normal, me siento triste pero no mucho, o tal vez he llegado a esa fase de dolor de la que me han hablado, en aquella en la que ya no puedo sentir nada.

Me acerco a la estantería donde tengo los libros comprados y me deleito con los recuerdos de su voz y su sonrisa que en ocasiones mostraba.

Tomo uno de los libros y me voy con él hasta la cama. Lo abro con cuidado, tratando de que aquel esfuerzo que hizo por forrar mi libro no se vaya al caño así como así.

Veo el título “Caracoles”. Sonrío de entre todos los libros tenía que encontrar el más aburrido primero.

Abro el libro de atrás para adelante solo dándole una ojeada. Hay imágenes muy coloridas acerca de los diferentes tipos de caracoles en el mundo y graficas sobre dónde encontrarlos.

Llego al índice y luego a la hoja legal. Entonces noto un extraño escrito en el.

 

Diecinueve de septiembre.

Sé que me seguiste desde la cafetería. No creo que hayas comprado este libro con la intención de regalárselo a alguien. Sé que es una locura escribirte en tu libro, pero la verdad es que me encantaría verte de nuevo ¿Volverás a visitarme? – Kyoya.

 

Miro anonadado la nota. Me tapo la boca sorprendido y luego busco los demás libros.

Los llevo hasta el sofá y comienzo a abrirlos por orden de fechas de cuando los compre.

Abro el segundo. “Los secretos de los dinosaurios” Que libros tan idiotas compraba.

 

Veinte de Septiembre.

Aunque no me hablas, puedo ver lo que tus ojos me dicen. Eres muy lindo.- Kyoya.

 

Mis lágrimas comienzan a emerger y  abro el tercero.

 

Veintidós de septiembre.

 Aun no sé cómo te llamas. Habla conmigo o dame alguna señal. – Kyoya.

 

Mi pecho se oprime con fuerza y me controlo para abrir el cuarto.

 

Veintiséis de septiembre.

¿Sabes? Anoche soñé contigo, cada día anhelo verte.- Kyoya.

 

Abro rápidamente el quinto.

 

Veintinueve de septiembre.

Estoy confundido ¿Por qué no me respondes? – Kyoya.

 

Una lágrima de coraje cae por mi rostro. Finalmente tomo el último libro y le doy un beso antes de abrirlo.

 

Primero de octubre.

Te amo. – Kyoya

 

Trato de sujetar con fuerza el libro o de lo contario caerá al suelo. Lo pongo en la cama y dejo que mis lágrimas caigan pesadamente sobre mi rostro.

Me tapo la cara con coraje y lloro como nunca antes lo hubiera hecho.

- ¡Yo también te amo! – trato de decirle a las nubes. Es tan frustrante tener que lidiar con los sentimientos que revolotean en mi interior.

Todo esto es culpa mía, mi amado Hibari-san podría estar aquí ahora mismo, si los pantalones que estoy usando ahora, me los hubiera puesto ayer.

-Me llamo Sawada Tsunayoshi, te amo Kyoya, perdóname….

No pude dejar de llorar hasta el punto en que mi madre comenzó a tocar la puerta con desesperación al escuchar mis gritos de dolor. Sin embargo no paré, es totalmente injusto, no lo creo, no puede ser, Hibari-san ahora está tan lejos de mí.

 

 

He pasado toda la noche con los ojos abiertos y llorando. Ahora estoy tendido en la cama abrazando los libros.

Nunca antes lo había considerado pero… ¿A Hibari-san le gustaría que lo alcanzara?

 

Fin.

 

 

Notas finales:

Pues sip, ahi acaba el One-shot, nos pueden asesinar si así lo desean.

Queremos aclarar el porque no pusimos la advertencia de muerte de un personaje:

Seamos sinceras ¿cuantas de nosotras se arriesga a leer un fic con tal advertencia? Lorepollo y yo no la pensamos muchísimo para leer un fic que podria ser muy fuerte y lleno de tristes sentimientos.

No sabemos si es injusto o no, pero decidimos que era lo mejor para que le dieran una oportunidad. No queremos dejarles un mal sabor de boca, pero la verdad es que este fic ya lo teniamos desde que comenzamos Sangre Vongola y siempre nos dio temor de subirlo.

Les agradecemos por leer y quizas en algun momento podriamos hacer una version en el que Hibari no muere... 

en fin les agradecemos por leer y de antemano sus reviews. dejenos ¿que final hubieran propuesto? y sus comentarios sobre la redacción.

Nos leemos en otra

Byee~~~~


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