Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡¿BoM?! por AbraxasB

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bien como lo mencione en el resumen del fic, esta es la actualización editada de ¿Bueno o Malo?¡¡¡Como saberlo!!!. Fic que abandone hace como cuatro años y que eh vuelto a retomar con la promesa  de acabarlo.

Notas del capitulo:

Voy a aclarar algunas cosas para evitar confusiones tanto para este como para los capitulos siguientes: La narración para Ed esta en primera persona, Roy en segunda y las demas narraciones que vayan entrando en los capis serán en tercera.

Cap.1 Inconvenientes


Mamá murió hace poco más de dos años. A veces me pregunto cómo pudimos sobrevivir al dolor. Como no querer seguirla o intentar traerla nuevamente a la vida. Entonces y aún ahora daría medio cuerpo por que estuviera con nosotros.

A veces la recuerdo o creo escucharla despertándome por la mañana y me hundo cuando Al no está para mirarme, sé que dolería más si el me viera cayendo, y yo me odiaría por recordárselo. Fuera de allí los días pasan tranquilos, soleados e intento encontrar en el mundo todo lo bueno que ella me enseñó a ver.

Al final no estamos tan solos –lo digo con sarcasmo- mi padre nos acompañó por casi una semana tras el funeral y después, poniendo como siempre el dinero de por medio, se marchó al Este para continuar con su trabajo.

Como para dejar todo arreglado hizo que nos mudáramos a Ciudad Central, según él para poder estar más en contacto, cosa que solo hizo cada fin de año para excusarse por no pasar las fiestas con nosotros. Nos dejó esta vez a cargo de un familiar que debía haberse presentado hace como un año y medio. Pasado un tiempo, y sin noticia alguna del desconocido Al y yo decidimos llamarlo “tío Marcu”, así que cuando alguno de los dos no quiere lavar la ropa o hacer la comida se la encargamos a él aunque al final lo hagamos nosotros o pidamos comida a domicilio. Además también es el que se encarga de cuidar la casa cuando salimos y alejar los malos espíritus.

Tuve que hacerme cargo de la organización de la nueva casa, y aunque el dinero nunca nos faltaba, la vida me trajo muchos retos que nunca me había imaginado tener que superarlos sin el apoyo de mi madre.

Alphonse por su parte, se esmeró por cambiar aquellos malos hábitos que hubieran sacado de quicio a mamá. Se volvió organizado, tomó voluntariamente clases de cocina y defensa personal junto conmigo, además de convertirse en casi un ratón por la forma en que devoraba la biblioteca familiar. Se tornó más responsable y maduro, aunque en sus ojos color ámbar yo podía seguir notando algunos rastros de cuando éramos pequeños…de cuando aún éramos una familia.


....................



Ya está acabando el verano, bueno, para ser más exacto esta es la última semana de vacaciones así que Al y yo hemos decidido aprovecharla lo mejor posible y hacer todas aquellas cosas que fuimos postergando por el casi mes y medio que tuvimos libres. Entre acompañar a Alphonse a inscribirse a la misma preparatoria a la que asisto, inscribirme a mí, comprar la despensa para todo el mes, hacer la limpieza general de la casa, arreglar el pequeño jardín -que Al había llenado de flores cuando nos mudaron y que ahora más que jardín podría tomarse como selva- y muchas otras cosas más, esta semana será la más corta del año. Ya quiero que sea lunes, al menos así ya todo tendría que estar listo.

Y para mi pesar eso no es todo, tengo que lograr a toda costa que mi ansia por regresar a clases no se haga más notoria de lo que ya es, Al no deja de mirarme en cuanto algún tema nos lleva a hablar sobre la escuela y sin querer termino contándole sobre los chicos del último grado. Espero poder lograrlo, solo es cuestión de entrelazar una cosilla con otra, imaginar que esa persona no es tan importante para mí y mantenerme tranquilo aún bajo la atenta mirada de mi hermano.

Una parte de mi esperaba que el tiempo pasara volando, pero otra al mismo tiempo deseaba no regresar en un largo, largo tiempo. Muy en el fondo aún tengo la esperanza de que se fije en mí, de por lo menos llegar a ser como esos chicos curiosos que por algún motivo logras diferenciar del resto. Pero por el momento hay severos inconvenientes:


---inconveniente número UNO- Soy un grado menor que él, y si, eso no sería problema si los edificios en los que tomamos clase estuvieran lo convenientemente cerca como cualquier otra escuela normal, igual, el único momento en el que todos nos reunimos para conocernos es en la cafetería durante el almuerzo en un descanso de 45 min. para todos los grados.


---inconveniente número DOS- él no tiene ni la menor idea de mi existencia, y eso puedo asegurarlo, en éste año que llevo de verlo pasar día sí y día también por la escuela, eh chocado con él por al menos 5 veces, lo eh encontrado en los sanitarios otras 15, además del sinnúmero de veces que mis amigos y yo hemos almorzado en la mesa contigua en la cafetería, créanme, ninguna de aquellas veces eh notado que me mire, ni siquiera que repare en mí.


---inconveniente número TRES- él…por obvias circunstancias es hombre y no solo eso, es el chico más atractivo de toda la escuela, con decenas y decenas de chicas babeando por él. No veo muchas probabilidades de que le llamen la atención los chicos. Y si fuera así, entonces todas esas sonrisas que regala y su coquetería usual no tendrían razón alguna.


Pero en fin, no sé cómo pude enamorarme de un chico?. Mamá siempre apoyo todas y cada una de nuestras decisiones, nos ayudaba y nos corregía, pero en realidad sé que nunca sabré su opinión sobre lo que me pasa ahora. Para mi todo fue pasando poco a poco, tomando su lugar en mi vida como si eso hubiera estado allí todo el tiempo, al final me eh acostumbrado tanto a ello que en ningún momento me eh llegado a sentir molesto por mis gustos. Así soy y punto.

Pero lo que en verdad me preocupa es que llegado un punto tendré que acabar por hablarlo con mi hermano y aún no estoy preparado ni siquiera para aceptarlo yo mismo. Es decir, de dientes para afuera. Mi yo interior está muy a gusto con lo que es, pero ese yo que convive con infinidad de personas aún no sabe cómo presentar este nuevo hecho al mundo.


- Auch!!!- me sobé la cabeza después de caer medio metro de la cama al suelo, el maldito despertador me asustó, ya hacía más de media hora que había dejado de dormir, estaba nervioso, indeciso y con ganas de que el tiempo se detuviera o corriera más despacio.

Me levanté del suelo estirando todos mis músculos esperando encontrar los lugares donde me hice daño al caer y tras no encontrar más que unos cuantos futuros moretones en codos y rodillas me puse una muda limpia y bajo a la cocina donde seguramente Al ya estaría tomando el desayuno sin mí.

Hoy es miércoles, el día indicado para ir a la escuela a arreglar el papeleo de inicio de curso, eso significa que tal vez, si la suerte se digna a acompañarme, veré a ese chico pelinegro como siempre, al lado de sus inseparables amigos y acaparando las canchas de deportes como cada día.

Mi mente no deja de pensarlo, de imaginar una y mil circunstancias en las que me veo charlando con él, pasar rozando su hombro y que me regale una de esas sonrisas que satisfacen a las chicas tontas de la escuela, no sé, mi cuerpo y mi mente estarían en paz por el resto de mi vida sólo por el hecho de no sentirme tan invisible para él.


Llegué a la cocina donde Alphonse ya tenía preparado el desayuno y tomaba su parte para ir frente al televisor – buen día nii-san, aún queda un poco de jugo en el refrigerador. Tendremos que hacer las compras pronto o deberás tomar leche – se burló.

- wak! – el sólo imaginarlo me produjo una sensación horrible en la boca. –ni lo menciones. Tal vez mañana después de inscribirte podríamos pasar por la despensa.

- hum, seguro. – Me quedé en la cocina mientras él se acomodaba en la sala de estar- por cierto… - me dijo desde allá – me preguntaba si querías que te acompañara hoy a la escuela -

Un hormigueo me recorrió la espalda. Era verdad, ahora esa también iba a ser su escuela.- mmm no sé si quieras, generalmente hay mucha gente, es cuestión de esperar y aburrirte, pero si quieres por mi está bien.

Su celular comenzó a sonar- espera es Denny. – Me dijo. Escuche murmullos mientras llenaba un vaso con naranjada- Hermano, ¿te importa si salgo con los chicos? Seguro que no llego tan tarde.
Genial! Exclamé para mis adentros - Claro, mañana ya verás bien la escuela cuando dejemos tus papeles –

-ok – Lo oí arreglando los últimos detalles de la salida mientras mi yo interior brincaba de alegría por el último día ganado destinado a observar tranquilamente a ese chico. Tomé mi desayuno y seguí a Alphonse frente al televisor.

Algo en mi se odiaba por preferir gastar el tiempo observando a esa persona inalcanzable a estar con mi hermano, pero al mismo tiempo estaba muy muy feliz de poder hacerlo, al final, yo no planeé esa salida con sus amigos y le dejé la puerta abierta por si quería ir conmigo -fuu! – resople, aun así me sentía un estúpido por comportarme de ésta forma, por parecer un tonto enamoradizo que no puede pensar en otra cosa más que en ese chico.

Pasado el mediodía cuando Al ya había salido comencé a buscar la ropa que llevaría, pantalones oscuros, camiseta negra y sudadera roja. Tomé una ducha rápida y salí rumbo a la escuela. Estaba a cinco minutos de llegar cuando los nervios se apoderaron de mí, sentía mi cuerpo tembloroso y a la vez tan tenso que me hacía avanzar un tanto extraño. Supuse que mi miedo era muy obvio cuando noté que mi caminar estaba provocando una que otra mirada curiosa a las personas que pasaban cerca de mí.

Ya había planeado como sería el día. Tomaría mi lugar en la fila, llenaría los formularios, los entregaría a la señorita secretaria, compraría alguna golosina en la cafetería e iría a sentarme a las gradas del campo de soccer, como cualquier amante del deporte solo para ver pasar la tarde viéndolo jugar.

Podía ver ya la reja de la escuela, más y más cerca. Estaba a casi trece pasos cuando de la nada apareció aquello que no estaba presente en mi agenda. Y es que allí estaba él, el dueño de todas estas malditas emociones, sentado sobre la barda, a un lado de la entrada, esperando tal vez al resto de sus amigos. Saludaba a los que pasaban y platicaba con aquellas chicas que se detenían a su lado. Sentí que mi cuerpo había dejado de funcionar y es que por casi cinco interminables minutos permanecí estático a esos escasos ocho metros de él, sin saber que hacer. Gracias al cielo nadie reparo en mí, como siempre.

De repente y sin siquiera esperarlo algo me golpeo desde atrás y salí impulsado casi medio metro deteniéndome a penas con las puntas de los pies.

- lo lamento, ¿estás bien?- me preguntó uno de los chicos que llegaban y que siempre secundaban las bromas del pelinegro, que como supuse les esperaba. Otro más corrió tras el balón que el chico no había logrado atrapar al chocar conmigo y el resto fueron pasando a mi lado y reuniéndose en la entrada. Y si no hubiera sido por que el chico volvió a preguntarme no hubiera sabido a que responder.
- si claro, no importa – contesté con apenas un hilo de voz. Y antes de que los demás repararan en mí seguí mi camino como si nada hubiera pasado.- de por si no valía la pena obligar a las personas a ver algo que en verdad no quieren ver- me dije a mi mismo.

Por mucho que hasta hace unos minutos yo deseara que él me hubiera notado, ese simple accidente me hacía sentir ridículo. Decidí pasar de largo, ignorando ese cosquilleo al pasar a su lado.- demonios!- musité solo para mí. Soltando un suspiro de resignación rogué para que una oportunidad como esa se volviera a repetir.

Ya casi había acabado de llenar los formularios de inscripción, solo faltaba ordenarlos y entregarlos a la secretaria, poder irme a casa y terminar el día como un auténtico perdedor, cobarde y masoquista.

Una mano tocó mi hombro, no estaba de humor para platicar con nadie, en especial con Winry. La había conocido desde que llegué a esta escuela y aunque su carácter no era nada compatible con el mío en algún punto logramos conciliarlos y llevarnos relativamente bien. En fin, supongo que si mis planes ya estaban en la basura ella podría lograr subir mi ánimo un poco.


Una vez más un dedo insistente tocó mi hombro- Disculpa, podrías prestarme tu bolígrafo?- mi mente se detuvo instantáneamente, en un momento todo cambió, voltee confundido y es que esa voz me había parecido conocida, quedé unos minutos absorto, no sabía qué hacer, Roy Mustang me estaba pidiendo un bolígrafo,…¡me estaba pidiendo un bolígrafo!...

Notas finales:

Los siguientes capitulos los iré agregando cada pocos días hasta llegar al número diez que sería el que sigue al momento de estancarse el fic original. Es decir, de aqui al capitulo nueve corresponden a los ya publicados, pero en su mayoria editados con algunas correcciones y agregados.

 

Y una disculpa a todos aquellos que seguían mi fic hace años u_u.

 

Espero poder contar nuevamente con sus comentarios y opiniones.

 

Buena vida.

 

 

 

PDT. Y un agradecimiento especial a mi Beta n///n y a Max, quien me animo a continuarlo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).