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En la oficina por Dakada

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Notas del fanfic:

Todos los personajes le pertenecen a Shungiku Nakamura :33 

-¿¡Qué crees que haces!?  ¡Viejo degenerado!-  Ese era un frito muy característico del oji-azul, que ahora mismo era arrinconado contra una pared en una de las salas de juntas pertenecientes a la editorial Marukawa- ¡Este no es lugar para…! ¡Ngh! - A pesar de sus quejas el castaño claro no se detuvo en lo más mínimo.
-¿realmente crees que te dejare ir?- Una sonrisa burlona apareció en los labios del hombre más alto. “¡¿Esto es enserio?!”  Yokozawa trataba de alejar a su amante, por más que la puerta estuviera cerrada aun podían encontrarlos con las manos en la masa, lo cual solo causaría problemas de los cuales no podrían escapar.
-Ta-ka-fu-mi~- Kirishima volvió a sellar los labios del menor que ahora se encontraba arrinconado contra la pared sin alguna escapatoria posible de las caricias y señales de amor que le daban en ese momento.
-Ahh Detente… idiota- Las manos del editor de manga que usualmente no podían ni pelar una manzana ahora mismo se encontraban acariciando su muslo y otra su cadera. Realmente odiaba como podía tenerlo a su merced… lo peor… es que tal vez esta vez cedería- Ya te dije que-Ahh… n-no es lugar ngh
-Tranquilo~ Ya es algo tarde así que no mucha gente viene por aquí, además elegí la sala que tiene las paredes más gruesas por lo que será difícil que nos escuchen- Aun acariciando el cuerpo rígido y tenso del pelinegro, fue a atacar su cuello.
-Ahhng-  Podía sentir como cada parte que era tocada por Kirishima ardía, quería que lo tocara más, pero si cedía… las consecuencias podían ser devastadoras, aun así… este sentimiento de necesidad nunca desapareció- Ki-Kirishima-  La corbata que traía ese día poco a poco fue aflojada- ¡Ahh!- El castaño había obligado al oji-azul a abrir las piernas usando de arma su rodilla, acariciando su entrepierna con el muslo de su pierna- De-detén-ngh
-Te ves tan adorable- Con una voz ronca susurro en su oído, provocando que unos escalofríos viajaran por toda la columna vertebral del jefe de ventas. “Realmente odio como…” – También tócame, Por favor.
-¡…! –La forma en que le había suplicado que le tocase, esa forma tan infantil y ansiosa. El sonrojo que ya tenía desde que todo eso comenzó aumentó más. La vista no era solo hermosa para el castaño, sino también para aquel pelinegro, tenía a su amante, suplicando por caricias de su parte… simplemente su respiración se atoro, y ya perdiendo la razón… decidió mimar un poco a aquel editor que ahora suplicaba por él.  Tímidamente acerco su mano a la entrepierna de Kirishima.
-Ahh- Al tocarla se endureció más provocando a Yokozawa. Bajaba y subía lentamente por encima del pantalón azul que llevaba puesto aquel día, ambos hombres estaban acariciándose, provocándose el uno al otro “Demonios… es tan… lindo” A pesar de su apariencia física y bien formada del editor en jefe, Yokozawa sabía que podía llegar a ser muy infantil y eso le parecía de cierta forma lindo… le hacía caer en su juego y a pesar de que ahora ya estaba empezando a perder la conciencia del lugar donde se encontraban, aun quería detener eso… sin embargo, su deseo y lujuria no se lo permitían.
- Kirishima- La ropa del jefe de ventas fue despojada con rapidez  y ansias, al igual que la del contrario, ahí se encontraban ambos,  contemplados uno al otro, como si sus pensamientos estuviesen unidos los dos bajaron a la parte noble de sus amantes y desabrocharon los pantalones de cada uno invadiendo la privacidad del otro.
-Ahhh… Ngh-
-Ahhh Takafumi- Los labios finos del castaño se posaron en los del pelinegro, pero no solo eso, la lengua de oji-café entro en la cavidad del vendedor, explorando cada parte de su boca y acariciando la lengua de su pareja “¡Maldición!” 

Ambos duros y erectos se daban atenciones uno al otro, sacando gemidos resguardados por aquella paredes gruesas de la sala.

-Joder-
-¡!- Kirishima había tomado del brazo a Yokozawa recostándolo en la mesa que se encontraba en el centro de la habitación- Ahhhgn- Kirishima tomo uno de los pezones del menor con su boca, lamiéndolo y mordiéndolo. Yokozawa callo su boca con una mano, ya que no aguantaría el sofocar otro gemido.
-Déjame escucharte- Kirishima movió la mano del pelinegro, sonriéndole cálidamente, pero en sus ojos se podía ver la lujuria que ahora estaba dominando por encima de la razón- Te amo
-N-no digas esas cosas-ngh... e-en un momento aaahh, así- Desviando la mirada y cerrando los ojos adornados de ese sonrojo que llegaba hasta sus orejas, el castaño acerco la mano a la boca del pelinegro y dio la orden.
-Lámelo- Yokozawa entre abrió los ojos mirando tres dedos que se le daban, ya sabía que significaba… Lentamente abrió la boca y la mano del castaño se acercó al punto donde podía lamer el pelinegro, la lengua pasaba por su piel, dejando saliva que usarían como lubricante en ese lugar. Pasaron unos cuantos minutos, y al fin los dedos estaban lo suficientemente preparados para poder dilatar la entrada del pelinegro.
-¡Ahh!- Entro el primer dedo moviéndose suavemente en su interior, nunca terminaría de comprender como el ser invadido de esa forma le causaba cierto placer… tal vez porque se trataba de Kirishima, quizás esa era la razón por lo cual siempre terminaba con su cuerpo transformado en el de un colegial- Ahhhhngh- El segundo dedo entro en él, y moviéndose hábilmente preparaba todo para la invasión de su ser, finalmente el tercer dedo entro dando la señal de que ya se encontraba listo.
-Voy a entrar en ti- El sentir como el glande del castaño se posicionaba en su entrada le hacía sentirse jodidamente embarazoso, la única razón por la cual podía aguantar toda esa humillación, era por que amaba al castaño y solo a él le permitiría verlo con las piernas abiertas a su merced… porque lo amaba y sabía que esos sentimientos eran devueltos cada día y cada segundo que pasaba con el- Ahhh
-¡AHH!- Kirishima termino de entrar en él, y lentamente empezó a embestirlo  arrancándole gemidos de su voz- Aaaangh… Ki-Kirishima- Cerro los ojos sintiendo cada embestida, dando en su punto exacto donde le daba el placer infinito, podía sentir como el miembro de su pareja hacia “Badump,  Badump” en su interior-
-Takafumi  aaahh-  Pronto llegarían al clímax, El oji-azul paso sus brazos abrazando a Kirishima que le embestía en aquella mesa, y cuando al fin sus cuerpos ya no soportaron más, ambos  entregaron su esencia al contrario.
-Te amo, Takafumi- Se confesó colapsando en el mencionado, pero de pronto sintió como dos brazos le abrazaban y una barbilla se recargaba en su cabeza.
-Te amo, Zen- Fue la declaración de Yokozawa lo último que se escuchó en ese lugar vacío.
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-Yokozawa-san ¡qué bueno que regreso!- Como siempre Henmi se encontraba de un gran humor aun después de ser tan tarde, por culpa de Kirishima ahora Yokozawa debía recuperar el tiempo que perdió.
-Sí, ya estoy de vuelta, aaahh realmente estoy cansado –Poso una de sus manos en su cien masajeándose para evitar que el estrés se le subiese  a la cabeza.
-¿eh?  Vaya Kirishima-san realmente debió tenerlo ocupado en esa sala- “¿eh?”
-
Henmi ¿Cómo sabes que estaba con Kirishima?- Pregunto algo confundido, en el momento en que pregunto todos los presentes que estaban ahí miraron asustados a Yokozawa y uno que otro sudaba frio- ¿Henmi?
-¿Qué por qué?- El chico tuvo poco tiempo para pensar en lo que dijo ya que de un momento a otro reacciono ante lo que dijo- ¡AH! ¡NO OLVIDE LO QUE DIJE!
-Henmi- Dijo serio y con un aura de asesinato
-Y-y-y-y-yo Bueno, es que pasaba por la sala y escuche… un poco…..- En ese momento el oso gruñón empezó a sonrojarse y  fruncir el ceño.
-¡¿QUÉ ACABAS DE DECIR?!- yokozawa dio un grito ante la confesión de su subordinado
-¡WAAAAAA!-Yokozawa cubrió su rostro y en unos momentos se dirigió por su maletín y abrigo encaminándose a la salida de la editorial.
-ME LARGO DE AQUÍ, RENUNCIARE A MARUKAWA, HASTA NUNCA
-¡¿EH?¡! NO, ESPERE ¡ - Dijo Henmi intentando detenerlo-SIN USTED EL PROYECTO NO SE LLEVARA ACABO, YOKOZAWA-SAN ¡YOKOZAWA-SAN! 

Notas finales:

>:33 espero que les haya gustado y como siempre  

(=w=)/ Nos vemos 


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