Los jinetes se adentraron en las callejuelas oscuras de la ciudad de Nidavellir, el jefe de la expedición procuró ocultar sus ropajes finos y su rostro armonioso bajo su capa de color esmeralda, sus manos finas y alabastrinas se escondieron bajo guantes de gamuza color negro.
-Cuidado, mi Señor... no se puede confiar en estos mercenarios, buscarán traicionarle si ven la oportunidad.
-Algo conozco de traiciones- respondió con voz suave y modulada.
El guardián regresó a su lugar en la fila, mientras dos sombras se acercaban.
-¿Traes contigo el oro del rescate?- dijo una voz quebrada y vacilante.
-Lo tengo, pero no te lo entregaré hasta tener a salvo al muchacho.
Había un aura de mando en la voz del embozado, los esbirros intercambiaron un par de palabras y estuvieron de acuerdo. “Ven solo tú” dijeron y el interesado también tuvo que ceder.
Avanzaron hasta una puerta que daba a un tugurio miserable, dentro esperaban seis sujetos más. También sobre la mesa estaban un montón de monedas de baja denominación y paquetes sospechosos. Pero eso no le interesaba, sus ojos de esmeralda buscaban ansiosamente la silueta de un joven guerrero, al cual descubrió sentado en el suelo, en un rincón de aquella habitación, con los ojos vendados, las manos atadas a su espalda y su vistoso uniforme roto y sucio.
Fue directamente a él, puso una rodilla en tierra y pasó su mano por el negro y desaliñado cabello, reconociendo en el rostro juvenil las huellas de golpes recientes.
-¿Padre?- murmuró el prisionero, percibiendo el sutil perfume a maderas que desprendía- ¿Qué haces aquí?
-Vengo por ti, cariño...- le respondió, colocando sus manos sobre las ligaduras y desactivando la restricción que ejercían sobre la magia del cautivo.
Eran ocho contra uno, así que la ambición pudo más, el oro del rescate, más otro prisionero para solicitar otra pequeña fortuna fue muy tentador. El filo de una espada se apoyó en la nuca del encapuchado.
-Danos el oro...
-No, hasta que ambos estemos sobre nuestros caballos.
-No sucederá- se burló el delincuente- Entrégalo y considérate prisionero también.
Entonces se puso de pie lentamente, mirando a los secuestradores con altivez, y con un movimiento elegante, dejó caer su capa, dando a conocer su identidad.
La presencia magnífica del consorte real, Loki de Asgard, los hizo retroceder... sabían que aquel joven irresponsable, que se había endeudado con ellos durante varias noches de juegos y parrandas, provenía de una familia acaudalada, pero ahora se daban cuenta del magnífico negocio que harían con el supuesto rescatador.
Tres delincuentes se apresuraron a abandonar el lugar, pero el resto se atrevió a encararlo. ¡Lo bien que pagaría el Rey Thor por la libertad de su consorte y su hijo!
-Tan solo por amenazarme...- dijo Loki, con tono terrible- Por atreverse a poner sus asquerosas manos sobre mi hijo... no merecen mi piedad...
El que amenazaba saltó a un lado con rapidez, colocando ahora el filo del arma sobre el cuello del joven, al tiempo que sonreía creyendo que de nuevo tenía el control de la situación.
-Puedo cortarle el cuello de un tajo... más vale que no se resistan.
Los que habían huido fueron detenidos en la calle, y el estruendo de una pelea hizo acudir en auxilio de su señor a los guardias, que revelaron sus corazas y armas de einherjar.
***
-¿Discuten de nuevo?
-Discuten por ti. Padre Loki prefiere sacar el enfado del Rey antes de que lo descargue contigo...
-Es inútil eso, el Rey Thor siempre guarda su enfado para obsequiármelo gentilmente...
Elynn movió la cabeza con resignación. Los años pasaban y su hermano continuaba haciendo desplantes y escándalos que provocaban discusiones entre sus padres. Loki se ponía de parte del heredero sin pensarlo y Thor insistía en forzarlo a llevar una conducta adecuada a su realeza, era duro al juzgarlo y no aprobaba sus aventuras.
Einar no soportaba escuchar sus voces alteradas o que su padre, al que amaba con toda el alma, que se había arriesgado para ir entre delincuentes y liberarle, fuera reprendido. Además, habían compartido una buena pelea, con la grandiosa magia de Loki y sus propios poderes en crecimiento, el encuentro había sido mera diversión.
Entró sin anunciarse, irrumpiendo en la acalorada escena entre los dos, Thor gritaba moviendo amenazadoramente el dedo sobre su esposo, reclamándole la falta de cuidado que había tenido al arriesgarse en aquel lugar tan peligroso... Einar tenía la edad suficiente para solucionar sus problemas, agregó y si algo le salía mal, no era facilitándole las cosas como terminaría de madurar. Loki sabía en el fondo, que el rubio tenía razón... que no ayudaba a su hijo encubriéndolo cada vez que se metía en problemas, pero no lo podía evitar y sin duda, lo ayudaría una y otra vez mientras se lo dictara su corazón.
-Por favor, no desquites tu enfado con Padre Loki- dijo, abrazando al ojiverde y así forzando al Rey a terminar su regaño- Majestad... Padre... lo imploro, si alguien debe ser castigado, ese debo ser yo...
-No eres un niño que deba ser castigado, pero en verdad, Einar... necesitas de alguna manera, ser formal... Arriesgarte de esa forma estúpida ¿Sabes lo que un daño mayor a tu persona puede causar en los nueve reinos?
-Le aseguro, Padre... no volverá a suceder, no seré tan ingenuo...
-Eso espero.
Thor salió seguido de sus guardias y asistentes, dejando a los otros dos en silencio, mirándose aliviados.
-Al menos descansaremos un poco, padre... las visitas de Tony Stark siempre ponen de buen humor al Rey.
-Tu padre es tu padre antes que tu Rey, procura respetarlo siempre, querido- le dijo Loki, en tono serio. Aún cuando defendiera a su retoño de los regaños paternales, no estaba dispuesto a permitir que Einar olvidara el lugar sagrado que tenía Thor como cabeza de la familia- Y aunque en verdad él disfruta de nuestros amigos mortales, esta vez, todos nos quedaremos con ganas... Tony acaba de cancelar su visita.
***
La madrugada en New York era fría... la nieve vestía de blanco las calles y los edificios, incluyendo el mirador de la casa Stark... el joven heredero de Ironman permanecía sentado en el columpio del jardín, sin importarle el clima polar, no tenía ganas de entrar, no quería volver a discutir con su padre.
-¿Quieres terminar con esto y entrar de una buena vez?- gritó el millonario trás la puerta, preocupado por la reacción del adolescente.
Anthony desvió la mirada para que no le viera llorar.
Tony alzó los ojos al cielo y cerró la puerta, bajando directo a su estudio, donde de inmediato se puso a trabajar en uno de sus muchos proyectos.
-¿Es negándole salir como impedirás que tu hijo crezca, Tony?
-No- respondió el millonario- Es como espero que se le pase ese absurdo enamoramiento por un hombre mayor... que además es su hermano.
-Einar Thorson no es su hermano. Y quizá estás exagerando lo que sucede.
-¿Te parece que exagero, Pepper? ¡Vamos a Asgard, que Anthony y Einar inicien un noviazgo! ¿Soportarías ver a nuestro único hijo relacionado con un semidiós que, además ha heredado de su padre su afición a las parrandas, a la bebida, a las aventuras ocasionales? ¿Cuántos amoríos crees que ha tenido Einar? ¿Aceptarías ver a tu hijo siendo uno más, al que ese malcriado abandonará con el corazón roto?
-Te recuerdo que antes alentabas a Einar a ser tan descuidado y conquistador como tú mismo lo fuiste.
Tony Stark no estaba nada contento desde que meses atrás, él y Loki sorprendieran a sus hijos tomados de las manos y dándose un beso en los labios. No se sentía un prejuicioso, apoyó a Loki siendo su enemigo mortal y terminó siendo casi de la familia, crió a sus hijos por años... ¿Por qué entonces se resistía a la idea de un noviazgo entre sus vástagos?
-Tienes razón... seguro es un capricho de adolescente, le pasará cuando regrese al colegio y tenga más amistades, como un muchacho de su edad...
La pareja fue caminando hasta el mirador, esperando convencer a su hijo de entrar y tener una conversación más tranquila.
Anthony guardó al verlos, un objeto brillante que sostenía entre sus manos... por rápido que fuera, Tony no dejó de observarlo.
-¿Qué escondiste, Anthony?- le preguntó, arrugando el entrecejo con molestia evidente.
-Nada...- respondió el joven, disimulando sus nervios.
-¿Nada? Pues yo creo que es algo... ¡Muéstrame!
Anthony se negó, con esa insolencia adolescente que tanto irrita a los padres.
-Querido... por favor, muéstranos lo que escondiste cuando entramos...
Ante la súplica de su madre, el muchacho mostró una brillante joya azul celeste.
-¡Una piedra norn! ¿Por qué tienes tú una piedra norn?
-Einar me la obsequió... para poder viajar a Asgard si era necesario...
-¿Y tú... estabas intentando ir a Asgard?
-Sí, papá... me voy con o sin tu consentimiento. He rendido exámenes con excelentes notas, he cumplido en Stark Industries, he sido el hijo ejemplar que me has pedido que sea... te he obedecido en todo, excepto en tu negativa de dejarme viajar... amo a Einar... y planeamos pasar juntos estas vacaciones.
***
Anthony Stark era la criatura más deliciosa de los nueve mundos: Con una piel de durazno, llena de graciosas pecas, sus ojos de avellana, el lacio cabello castaño al viento... no era muy alto, a sus casi dieciséis años apenas alcanzaba el hombro de Einar, pero la manera en que se sonrojó al descubrirlo, la sonrisa nerviosa, el brillo de su mirada, fueron suficientes para recordarle al inquieto heredero de Thor, que su corazón había vuelto a latir por él... se sentía bien cortejar a alguien a quien no se llevaría a la cama la primera noche... porque Anthony provenía de una familia honorable, y daban ganas de cuidarlo, de mimarlo... de rodearlo de cuidados y ternura mientras fuera un pimpollo a punto de florecer...
-Cierra la boca o Tony te lanzará al abismo- se burló Elynn, sorprendiendo la expresión alelada de su hermano.
-¡Einar!- exclamó Anthony, sin atreverse a otra cosa que extender su mano hacia el Asgardiano- Tenía muchos deseos de verte...
-Yo también- balbució el mayor, estrechándole la mano.
Podían verse las chispas saltar entre los dos, una corriente eléctrica que los recorrió cuando los dedos hicieron contacto. Anthony se sonrojó todavía más, y desvió la mirada porque estaba seguro que ahí podía leerse su alma. Einar sonrió... y lo abrazó cuidadosamente, como si temiera que se le fuera a romper igual que un cristal... sin embargo se sorprendió de palpar unas espaldas anchas y músculos duros y bien formados.
Tony estaba listo para ir e interrumpir y decirle a Einar que se anduviera con cuidado, que él estaba cerca.
-¿Acaso te parece indigno mi primogénito para tu primogénito, hombre de metal?
La voz grave del Rey Thor y su mano férrea sobre el hombro de su amigo lo detuvieron, provocando la risa de Loki. Pero apenas terminaron la comida de bienvenida, los dos jóvenes desaparecieron. Einar era lo suficientemente atrevido e insolente para retar en público a la vigilancia de Stark, así que tomó la mano del Midagrdiano y corrieron con rumbo a los jardines.
-¿Qué van a hacer? ¿Por qué se lo lleva?
Brynjar, su primo y cuñado, esperaba la llegada de su Teniente en Jefe para iniciar una breve expedición a la frontera, no se sorprendió verlo llegar acompañado, así que esperó que el muchacho mortal se vistiera adecuadamente y montara.
-¿Es una imposición llevar a un civil en una misión oficial?
-Brynjar, vamos a revisar que los enanos y los elfos respeten las reglas en la celebración del invierno... Será como ir de paseo.
-Quiero una expedición sin problemas, Einar... tenemos vacaciones en puerta, mi hijo... o sea tu sobrino, está a punto de nacer y no quiero pasarlo arrestado por culpa de alguna travesura tuya o alguna falta de respeto que termine en guerra con Midgard...
-¿Tan mala fama tengo?- rió el nuevo heredero de Asgard, dándole la espalda a su oficial al mando para dar la bienvenida a su invitado.
***
La risa cristalina de los dos, entrando al palacio casi a la medianoche, no fue escuchada por los mayores, que permanecían en la terraza, poniéndose al tanto de los asuntos de sus dos mundos. Tony contaba las andanzas de los nuevos vengadores y Thor de los primeros meses de su reinado.
-Esos dos me lo pagarán cuando vuelvan...- renegaba Stark a ratos. Aun sin resignarse.
Pero Loki sí los escuchó, regresaba a la reunión después de arropar a sus hijos menores, se quedó unos minutos mientras Magni y Tayté entraban a sus camas, besó a su hija pequeña y después, arropó al niño, que no le permitía besos desde que se sentía “mayor”
No era su costumbre espiar, pero la curiosidad le ganó y se quedó tras las sombras, invisible, para escuchar la charla de los jóvenes.
-¿Te divertiste, Anthony?
-Fue grandioso... todos esos banquetes y la música... además cabalgar por el campo nevado... ¡Fue grande, Einar! Mi padre continúa pensando que soy un niño y no me permite salir solo... en cambio, cabalgar con los Einherjar... ¡Me haría guerrero si viviera aquí...!
El mayor seguía embelesado sus movimientos entusiasmados, le gustaba el brillo de sus ojos, la ilusión con la que hablaba de todo lo vivido, los saltos al imitar el galope sobre la nieve... Anthony desbordaba energía y ganas de vivir.
Guardó silencio cuando se dio cuenta que Einar le vigilaban como una pantera al acecho, se turbó... algo había en aquel semidiós que le cortaba la respiración.
-Recuerdo la noche de la coronación de Padre Thor, en el kiosco del jardín, te dije que si volvía a besarte me enamoraría de ti...
-Recuerdo cada palabra... y también la cara de horror de mi padre... creo que él tiene miedo de ti...
-Cree que no te convengo... y quizá tenga razón.
-¿En serio crees que no me convienes?
-Sí.
El mayor lo dijo con sinceridad... sentía que su vida complicada era lo peor que le podía suceder a aquel maravilloso muchacho. Anthony no ocultaba su admiración por él, ni tampoco que estaba profundamente enamorado, nunca tuvo ojos para nadie más porque desde que recordaba, había entregado su corazón al hijo de Thor.
-Está bien... son dos contra uno...- dijo Stark, melancólicamente.
-Soy mala hierba, me gusta beber, pelear en las tabernas... por mi culpa mis padres han pasado más de una pena... He tratado de redimirme- dijo Einar, dejando brillar cierta oculta tristeza en sus ojos de zafiro- Pero no lo he logrado... supongo que un día tendré que ser formal, como me dice padre Thor... quisiera que se sientan orgullosos, que padre Loki no se preocupe cuando cometo errores, porque puede confiar en mí... aunque yo no confiaría mucho en mí tampoco... por todo esto, Anthony... creo que soy una mala influencia en tu vida. Y también debes saber...- concluyó tomando al muchacho por la cintura, enlazándolo con fuerza y pegándolo a su estilizado cuerpo- que todo eso no me importa...
Einar buscó los labios juveniles para cubrirlos con los propios, y besar la frescura, la inocencia, el amor primero… su propio corazón estaba lleno de una ternura diferente. Anthony le correspondió con inexperta ansiedad, deseando no hacer algo que le hiciera ver como un tonto.
Pero Einar ya había pasado por eso muchas veces, tenía la suficiente experiencia para deleitarse y mostrarle al joven mortal que era mejor comenzar con una caricia suave, demostrando interés, pero también respeto, aquel beso era el mejor regalo mutuo que podían obsequiarse pues sus emociones armonizaban perfectamente... gloriosamente...
Loki atestiguó toda la duración de la caricia... A Hel lo qué pensarían Thor y Tony acerca de esa naciente relación, no le interesaba, para el ojiverde lo principal era que nunca antes había visto tal luminosidad en el rostro de su hijo, pero le resultaba familiar... era la misma energía que flotaba entre las paredes de Bilskirnir, impregnadas del amor fuerte y verdadero entre él y Thor.
***
-No es que no confíe en nuestro hijo, amor...- dijo el rubio, acurrucando a su esposo con todo su cariño, cubriéndolo con las suaves pieles de su cama y abrazándolo- Pero ya es de madrugada... Tony está a punto de estallar...
-Creí que aprobabas lo que sucede con los niños...
-El problema, Loki... es que Anthony sí es casi un niño y su padre se encuentra muy molesto.
-¡Cariño, haces pensar que nuestro Einar es poco menos que un seductor asaltacunas!- rió el pelinegro, acariciando la rubia barba del Rey- ¿Quieres verlos? Así estarás tranquilo...
Thor iba a negarse, pero ante un ademán mágico, una escena se abrió y ambos pudieron observar a la pareja, sentados frente a una fogata, abrazados, besándose, cantando y celebrando con los amigos del joven guerrero.
-“Me gustas, Anthony... me gustas de verdad... no sé qué diablos me has dado en estos días, que te tengo en la mente a todas horas... ¿Cómo se supone que lo voy a pasar sin ti cuando regreses a Midgard?”
-“Estaremos en contacto… Mi papá sabe como comunicarse con los tuyos… podemos hablar de vez en cuando…”
-“No sé si eso sea suficiente... mi licencia casi se termina también y no podré solicitar otra en al menos seis meses… ¿Volverás en el verano?”
-“Volveré... ¿Crees acaso que yo puedo estar lejos de ti? Tú no solo me gustas, Einar... te amo y lo sabes…”
Thor exclamó y Loki le dio un codazo, solicitando silencio.
-“Entonces hablemos mañana mismo con tus padres... Anthony... Porque te has robado mi alma y mi voluntad, yo te amo también... y estas palabras de mi boca... significan todo, créeme- dijo el guerrero, haciendo saltar de felicidad al menor- Ahora responde: ¿Quieres ser mi novio?”
Loki exclamó esta vez, complacido. Thor sin embargo, estaba atento a otra cosa... había algo sospechoso en la escena, un silencio anormal... y de pronto un estruendo se dejó escuchar, iluminando la noche.
-¡Están bajo ataque!- dijo el Rey, saltando de la cama, dispuesto a volar hasta el lugar.
Habían sido merodeadores de los mundos exteriores, compañeros de los mismos estafadores y oportunistas a los que Einar debía dinero de apuestas. Intentaron sorprender a los jóvenes para desquitarse del Príncipe, pero los ahí reunidos eran mas diestros y feroces que los atacantes, además, el mismo Thor había acudido en su auxilio.
Antes que preguntarse como su padre se enteró y llegó tan a tiempo, Einar se mostraba desesperado... la explosión inicial había herido gravemente al joven Stark.
-¡Yo lo sabía! ¡Siempre lo supe!- gritaba Tony, alterado y preocupado por la vida de su hijo- ¡Es un niño y no está hecho para la vida de delincuente que Einar lleva! Juro que apenas se recupere, me lo llevaré para siempre, no le permitiré regresar... Lo pondré a salvo de Einar, de Asgard y de todo este mundo peligroso y cruel...
Thorson no escuchaba, solo tenía ojos para ver a los sanadores atender a Anthony, impresionado por las heridas sangrantes de su joven carne, escuchándolo gemir lleno de dolor.
***
-Lamento tanto lo que dije, Rey Thor- dijo Tony, con semblante indefinido entre el enojo y la confusión- Pero estaba asustado, Anthony no tiene la resistencia de ustedes y aunque la herida era más aparatosa que grave, sigo pensando que irnos es lo mejor. Despídeme de Loki y de tus hijos... que se abra el puente y esta vez, me parece que será un largo adiós...
-Vete en paz, amigo mío... pero no hables de separaciones... para mí, mil años serían un largo adiós y seguro este no lo será...
-Te agradecería Einar, que no te molestes buscar a mi hijo... Una vez me consideraste tu padre, yo te amé también como a un hijo... pero no lo eres más y no te permitiré que dañes al mío... quédate en tu mundo... nosotros nos marchamos.
Thor se mostró siempre tranquilo, no asomó su antigua impetuosidad para nada, estrechó la mano de Stark como siempre y se quedó hasta que el puente se cerró... entonces fue a alcanzar a su hijo, que caminaba a toda prisa queriendo secar su llanto antes de que alguien más lo descubriera.
-Llorar no es malo, hijo mío... pero llorar a solas, teniéndome a mí o a tu padre Loki, que te amamos... es desperdiciar tiempo en lamentaciones... los tres somos guerreros y nos gusta la acción ¿Cierto?
-¿Qué puedo hacer, padre? ¿No es acaso lo mejor? Si Anthony hubiese muerto... ¡Por todo lo eterno! No pude protegerlo, no pude evitar que recibiera un daño en un ataque poco peligroso... ¿Y si hay una guerra? ¿Y si tengo que luchar de verdad? Tony tiene razón... no soy lo mejor para su hijo... yo mismo me evitaría si fuera posible...
-¡Vamos, mi muchacho! No eres tú quien habla, sino tu impotencia porque no pudiste cuidarlo... vamos por un tarro de hidromiel y hablemos.
***
-¡Anthony!- exclamó Einar con voz ahogada, cuando lo vió rodar por el piso. Pero al instante, el hijo de Stark se levantó y arremetió contra su adversario, usó un guante con rayo repulsor, disparando con buena puntería y desvaneciendo al atacante.
-¡Excelente! Vas mejorando, al menos no estás muerto- se escuchó la firme voz de Tony, aplaudiendo el desempeño de su vástago dentro del simulador.
Se trataba tan solo de entrenamiento... el asgardiano sonrió, burlándose de sí mismo por el vuelco que le había dado el corazón. Esperó con paciencia hasta que el millonario se alejó, para acercarse y susurrar al oído del joven.
-Luces maravilloso con esa armadura...
-¿Einar?- preguntó Anthony, volviendo la mirada a todas partes sin ver a nadie.
-Aquí me tienes... –anunció, haciéndose visible y fundiéndose en un abrazo con el menor- Quería verte, saber que ya estás bien...
-Ni siquiera tengo una cicatriz, me he recuperado por completo- respondió Anthony, mostrando la piel de su costado.
Einar colocó su mano sobre la blanca piel, recordando la aparatosa herida y acariciándolo con ternura. Anthony cerró los ojos, sintiendo con placer aquel suave contacto y solo los abrió un instante asustado al sentir un par de labios tibios y húmedos que buscaban apoderarse de los suyos. Entreabrió la boca para corresponderle... y la mano de Einar dejó de tocar su costado para posarse sobre su cuello e impedir que el beso terminara pronto.
La sensación era igual que lanzarse al vacío, sin red y sin paracaídas, era arrojarse a un abismo oscuro, sin ver a donde vas a caer, pero deseando entrar y jamás salir de ahí al mismo tiempo... el amor, ese célebre informal, sin aviso de llegada, se había ya posesionado de aquellos dos corazones.
El carraspeo incómodo de Stark los separó, Anthony se sonrojó bruscamente y Einar le impidió alejarse sujetándolo con fuerza del brazo.
-Debí suponer que mi petición no iba a detenerte, Einar... eres el vivo ejemplo de tus padres...
-Principalmente del adoptivo- respondió con insolencia, provocando en Tony un sonrojo.
-Además de devorarte a mi hijo ¿Debo a algo el “placer” de tu visita?
-Sabes Tony...- comenzó a decir el heredero de Asgard- Sé que ya no me sientes como a un hijo, pero... esa agresividad hacia mí, de verdad no la comprendo... ¿Qué he hecho para ganarme tu desprecio, “papá” Tony?
¿Qué había hecho, preguntaba? Pues además de robarle la exclusividad de los afectos de su único hijo... en realidad Einar no había hecho nada... Con una sola pregunta. Había sido desarmado...
-Ok, reconozco que he exagerado... Soy sobreprotector y egoísta, así que no me pidas demasiado respecto a estar de acuerdo con que vengas y beses a mi hijo.
-Pero es normal que los novios se demuestren su cariño- dijo Anthony, con timidez- Porque Einar me pidió que fuéramos novios y yo he dicho que sí.
***
Y por unos seis meses, más o menos, Einar y Anthony fueron los novios más dulces que pudiera verse... era delicioso ver el amor que se prodigaban, los cariños y el cuidado derrochado por el hijo de Thor hacia el hijo de Ironman, pero al crecer el amor... por supuesto, crecieron las necesidades.
-¿Estás seguro de lo que haces? ¿No actúas solo por llevar la contraria a tu padre...?
Anthony miró con ternura Pepper, pero continuó haciendo su maleta. Estaba molesto y humillado por la enorme discusión con su padre y Einar lo esperaba, cruzado de brazos, reclinado en el dintel de la puerta.
La noche anterior los besos habían llegado demasiado lejos, Einar estaba acalorado y Anthony deseoso, amparados por la luz de la luna, en lo alto de la Torre de los vengadores, el dulce sabor de aquella piel de durazno estaba enloqueciendo al asgardiano. Con manos expertas palpó bajo la camisa el pecho que subía y bajaba en suspiros profundos, recorrió el blanco cuello con la lengua y se apoderó de uno de los pezones para saborearlo con engolosinamiento. Se detuvo cuando Anthony gemía lleno de un placer desconocido y anhelado, lo miró fijamente, grabándose en las pupilas el rostro adolescente, encendido como la grana, sudoroso y extasiado -“¿Qué vas a hacer?” le preguntó, cuando la diestra del mayor bajó hasta las rodillas y comenzó a subir lentamente, deslizándose entre los muslos temblorosos para posarse sobre la entrepierna. -“Si me lo pides, me detendré…” -“Quiero que sigas…” “-Te amo...” Anthony estaba entregado, las caricias expertas lo despertaban al amor de una forma sensual, Einar liberó su centro, tan grande y palpitante que incitaba a degustarlo y así lo hizo, le dio al muchacho su primera sesión de sexo oral con gusto y placer, chupó, lamió, besó y saboreó cada milímetro, feliz porque sabía que él era el primero y que además, sentía corresponder aquella dulce entrega con un amor inmenso... Anthony explotó en la diestra que continuó masturbándolo para que finalizara, mientras Einar regresaba a sus labios para sofocarlo con besos ardientes. -“¿Vamos a... tener relaciones?” -“Si, mi amado muchachito... las tendremos a su debido tiempo... ¡Oh, Anthony! Casi me haces perder la razón... pero no avanzaremos más. Te amo mucho, lo suficiente para decirte que es la costumbre respetar a quien se ama, esto es, querido, una prueba de amor”
Se quedaron recostados, acariciándose con ternura, robándose castos besos, haciendo planes para el futuro, cuando en medio de su intimidad, Tony Stark dio con ellos: “¡Es menor! ¿Comprendes eso? ¿Comprendes que no puedes tocarlo sin que yo pida cárcel para ti?”
La cárcel... el encierro... una de las pocas amenazas que en verdad perturbaban a Einar, quien detestaba el recuerdo de su padre Loki en prisión. Él jamás estaría prisionero, no había nacido para eso y no haría nunca nada que lo pusiera en tal riesgo... aunque la cárcel midgardiana no le retendría ni medio minuto, se detuvo de discutir con su antiguo padre adoptivo y se retiró por el momento.
-¿Qué sucede aquí?- dijo Tony, paralizando a todos con su voz y su llegada intempestiva.
-Tony... los chicos desean hablar contigo...- intentó mediar Pepper, aunque a los ojos del millonario todo era más que evidente.
-Anthony Stark, explica inmediatamente que estupidez piensas hacer.
-¿Te parece una estupidez, papá? ¿Son mis acciones estupideces para ti?- lo encaró el adolescente, con la mirada brillante por el llanto- Me voy...
-¿Con Einar?
-Si. Me voy con Einar, ya que está visto que siempre te opondrás a nuestro amor. No tiene sentido estar escondiéndonos, no vale la pena enemistarme contigo... me voy a vivir con él, padre.
***
-Hola Tony... siempre es un placer verte- declaró Loki, indicando al castaño que tomara asiento y sirviendo una taza de té para él y otra para su invitado- El Rey no está en Asgard, Thor regresará en un par de meses.
-Loki, ya sabes a lo que vengo y créeme, no tengo paciencia... si Thor no viene, entonces me llevo a mi hijo y ya.
-Entiendo perfectamente... Anthony es un niño...
-Exactamente.
-Menor de edad...
-Así es.
-Y Einar prácticamente lo secuestró en tus narices, porque a pesar que atacaste a mi hijo, al heredero de Thor, con tu rayo repulsor, fue lo suficientemente rápido para evadirlo y abrir el portal para huir...
-Sabes que Einar no es ningún inocente... Anthony es menor de edad y tengo potestad sobre él, así que solo nos iremos y…- hizo el midgardiano un gesto de suficiencia, tan típico de él- Asunto arreglado.
-Oh, Tony... como tienes miedo de perderlo...- dijo Loki, sin afectarse en lo más mínimo por la desesperación del millonario- Como sufre tu corazón de padre ante los impulsos de tu hijo... es cierto, es muy joven y casi no ha vivido fuera de tu amparo. Yo opino como tú, quizá Anthony debe disfrutar un poco más su juventud, pasear, ir de fiestas, forjarse un porvenir en tus industrias... conocer sobre el amor con mas calma, salir, tener más novios antes de decidirse a vivir con uno de ellos.
-Me alegra que seas razonable... y si, te lo concedo… me aterra perder a mi niño.
-A mí también me preocupan las acciones del mío. Siempre me han preocupado... pero he aprendido a dejar que haga sus elecciones solo, finalmente es su vida.
-Einar tiene veinticinco años... Anthony dieciséis.
-Una criatura, Tony... si comparas mi edad, la cual, por supuesto no te voy a decir.
-Ya basta de rodeos. ¿Está mi hijo aquí? Dime dónde para ir por él, ya le explicaré yo a Thor en otro momento...
-Si está. Pero no te podrás llevar.
-Mira, Loki... Los sorprendí juntos, a punto de tener relaciones, me aseguré de revisar a Anthony y sé que llegué a tiempo, pero al otro día... simplemente desapareció...
-¿Qué te impide ver que ellos han decidido tener una vida juntos? ¿Te parece Einar, a quien considerabas tu hijo, tan detestable ahora que es mayor?
-¡Sólo quiero que Anthony no cometa un error! No quiero que salga lastimado...
-Nadie puede predecir si alguno saldrá lastimado... Pero los dos están decididos a intentarlo, a ser felices... Y les duele que te opongas. Lo siento, Tony... has sido un amigo a toda prueba, te debo mi felicidad ¿Crees que no lo recuerdo? Me apoyaste cuando la vida de mis hijos estuvo en peligro, fuiste un padre amoroso para ellos... incluso confrontaste a Thor cuando dudaba de mis sentimientos hacia él... Lamento mucho hacerte enfadar y contrariarte, pero Anthony no pondrá un pié afuera de Bilskirnir, ni contigo ni con nadie.
-No me hagas esto… dijiste que me entendías.
-Y lo hago. Pero Einar depositó a su novio bajo mis cuidados ¿recuerdas esa costumbre? Anthony quedará bajo mi vigilancia hasta que salga de aquí convertido en esposo de Einar... En dos años, cuando sea mayor y no te puedas oponer más. Felicidades, amigo mío... serás el orgulloso padre del futuro consorte real, toda vez que mi Einar es el heredero de Thor.
***
La mirada esmeralda recorrió todo el jardín donde la ceremonia se llevaba a cabo. Dos años tuvo que esperar para ver a su inquieto heredero al fin sentar cabeza, dos años de lidiar con los refunfuños cada vez más resignados de Tony Stark. Atestiguó la consolidación de aquella relación, del respeto y de la ilusión con que el noviazgo siguió hasta el día del matrimonio.
Se tomó orgulloso de la mano del rubio, quien observaba con emoción el enlace entre Einar Thorson y Anthony Stark, dentro del círculo de trigo y flores, después de toda la ceremonia previa escuchando al anciano Odín y pronunciando sus votos. Luciendo los más espléndidos trajes guerreros de los nueve reinos, revestidos por esa luz que el amor sabe dar a los rostros y a las sonrisas.
-Y finalmente se han salido con la suya...
-Oh, Tony... deja de lamentarte... ellos son jóvenes, déjalos ser felices.
-Eso lo dices porque los tienes cerca.
-Ustedes son bienvenidos cuando deseen.
-¿Y cuando seamos solo polvo, y Anthony sea un hombre maduro y Einar siga pareciendo un niño de veinte... qué sucederá?
-Pues nada, porque a Anthony se le ha regalado la longevidad asgardiana... vivirá a la par de nuestro Einar y estarán juntos por los milenios.
Einar y Anthony finalizaron su unión sellándola con un beso, bailaron el primer vals, mientras los invitados les llenaban de bendiciones y buenos deseos por su matrimonio.
Pero esta historia no es solamente la de ellos, es la de Loki, es la historia de la Diva, es una vida complicada que fue salvada por el amor y que solo hemos acompañado en este breve relato para confirmar que sigue y seguirá siendo feliz al lado de su amado Thor... rodeado de sus hijos, respetado por sus súbditos.
Es la historia que todos quisiéramos vivir y con la que doy las gracias por acompañarme en sus aventuras y desventuras, en sus noches de pasión y sus ternuras. Porque al final, esto solo es otra rosa para la diva.
Quizá existan muchas líneas de tiempo, quizá muchos universos alternos que se crean y se destruyen a diario, pero al menos en este, donde Loki Laufeyson, ahora Loki de Asgard ve colmada su vida es el más perfecto de todos.
¿Y cómo sería un final perfecto? Para mí es este...
-Nuestro hijo se va, se mudarán al castillo que han construido para vivir... ¿Te das cuenta? Ahora Einar es cabeza de familia... Y se ve tan enamorado... quizá es lo que le hacía falta para ser formal- dijo Thor, cerrando las puertas de su alcoba tras de sí.
-Thor, cariño...- suspiró el pelinegro, sentándose sobre su cama- sin Einar y sin Elynn nuestro hogar se vuelve muy grande otra vez...
El rubio se recostó sobre el estilizado cuerpo de su esposo, decidido a no dejarlo entristecerse ante la inminente partida de Einar. Tomó una rosa roja del jarrón que estaba sobre la mesita de noche, una maravillosa flor símbolo de toda la historia de su propio amor y acarició con ella el rostro de su adoración, besándolo a través de sus pétalos de terciopelo.
-Tenemos a Tayté y a Magni, ellos van a compensarnos algunos años más antes de que inicien su vuelo… y me tienes a mí, amándote más que nunca... ¿Te falta algo en la vida, mi amor?
Loki se ruborizó y el rostro de Thor se iluminó lleno de deseo, la mirada del menor era traviesa y prometedora.
-¿Quieres que te diga un secreto, mi querido esposo?- sonrió Loki, colocándose de manera que pudiera susurrar al oído del rubio- Un hijo se va... pero otro llega... estoy esperando un bebé...
FIN.
4 NOVIEMBRE 2014.