Flash Back.
¿De cuándo a acá el remolque era tan pequeño? Se sentía atrapado, débil, con miedo e inseguridades, una serie de emociones y de sentimientos encontrados lo ponían mal, muy mal. Esto… debía ser una broma ¿cierto? Porque si lo era, era de muy pésimo gusto. No era cierto lo que estaba pasando, no podía serlo, no sabía cómo reaccionar en esos momentos porque jamás creyó que llegaría el día que pasara todo esto.
-¿Te vas? De buenas a primeras me dices esto, ¿Por qué? No entiendo, ¿Qué te hace falta? ¿Por qué quieres abandonarnos a todos?- articulo a duras penas, un nudo en la garganta comenzaba a dejarlo sin palabras y oxígeno.
-Si me voy… no lo decidí de un día para otro, ya llevaba varios meses pensándolo. No los estoy abandonando, solo… solo yo…- las palabras le faltaban –necesito irme, tengo que irme, entiéndelo, no puedo estar aquí mientras mi padre se está muriendo-
-Eso lo entiendo perfectamente- respondió el otro dolido y confundido –lo que no entiendo es por qué quieres dejarme a mí a cargo de todo y de todos. No puedo hacerlo solo, sin ti yo no…- se cortó a sí mismo -¿olvidas que este lugar lo fundaron nuestras familias? No puedo quedarme con todo esto mientas que tú te vas a ver a tu padre- reclamo, al borde de las lágrimas.
-Seijuuro…- murmuro el otro –Teiko, este circo no es solo de mi familia y la tuya, es de todos y cada uno de los que viven y trabajan aquí. ¿Ya lo olvidaste? Un circo es una familia, cada uno de sus integrantes es parte de ella a pesar de sus diferencias y habilidades. Nos protegemos unos a los otros, nos cuidamos. Tú mejor que nadie comprendes lo importante que es la unión de cada uno de ellos para este espectáculo. Por tal motivo te dejo a ti a cargo, porque sé que eres capaz de que Teiko salga adelante con o sin mí-
-Shuzo yo…- el peli negro lo abrazo haciendo que las lágrimas comenzaran a rodar por sus mejillas.
-Siempre fuiste mi mejor amigo, ¿lo sabias? Siente orgulloso Akashi, siempre quisiste estar en mi lugar cuando era momento de iniciar con el show, de ahora en adelante serás tú el que será la cabeza de esta familia. No les falles-
Después de eso, algo en su corazón comenzó a romperse lenta y muy dolorosamente, sin saberlo, ese sería uno de los factores que cambiarían su vida para siempre. Salió de aquel remolque aun con las lágrimas de dolor corriendo por sus mejillas. Pero, tenía razón en algo su mejor amigo, debía sacar a este circo y a sus integrantes de ahora en adelante, pero no sería hoy. Camino hasta llegar a su camerino, lo que quería era dormir para después pensar como decirles a los demás que Nijimura Shuzo se iría por un tiempo de su lado. Muchos sino es que todos lo tomarían a mal e intentarían persuadirlo, pero el líder del circo conocido internacionalmente como Teiko ya había tomado una decisión.
Cuando pensó que no podía irle peor, choco con alguien más haciendo que ambos cayeran al suelo. Eso le dolió, incluso se quejó pero la otra persona no lo hizo, ¿de quién se trataba?
-¿Estas… Himuro, que paso? ¿Por qué lloras?- se preocupó el peli rojo, al ver que el otro lloraba desconsoladamente y se abrazaba a sí mismo, mientras se repetía a sí mismo “Es un idiota, es un idiota, lo odio, lo odio”
-Responde Tetsuya, ¿Quién te hizo esto?- ordeno el peli rojo, retomando su papel serio y dejando atrás el sentimentalismo barato.
-Seijuuro yo… yo se lo dije y aun así va a abandonarme, ¿Cómo puede hacernos esto? Yo lo amo más que a mi propia vida, le di todo, mi primer beso, mi primera noche, mi primer amor. Por más que intente odiarlo no puedo, no puedo…- respondió el peli negro, llorando a todo lo que su garganta y corazón daba. El peli rojo al ver el deplorable estado en el que estaba el otro y por lo que le dijo, sabia de quien estaba hablando pero… ¿Qué fue lo que le dijo?
-Estoy embarazado…- eso sí que no se lo esperaba.
-¿Se lo dijiste al padre, y aun así te rechazo?- el otro asintió –espera aquí, iré hablar con el ahora mismo- dispuesto a irle a romper la cara al otro fue detenido por el peli negro.
-No vayas… no yo… tengo miedo Akashi. Tengo 16 años aun, lo poco que gano es porque de no haber sido por Shuzo que me adopto hace 2 años no estaría aquí, no tengo a nadie, y la persona en la que creí que podía confiar en él dijo que solo estaba jugando conmigo y que nunca me amo ¿Qué voy a hacer ahora con un bebé? Tampoco he terminado la preparatoria ¿Cómo voy a mantenerlo?- se desesperó el peli negro, las lágrimas volvían a salir de sus ojos ya hinchados.
-No estás solo en esto Tatsuya- respondió el peli rojo, apoyando al adolescente –Teiko somos una familia, y la familia se apoya y se cuida entre sus integrantes. No te preocupes por eso, saldrás adelante con tu hijo con o sin su padre, de eso me encargo yo. Ahora… quiero que vayas a tu remolque y que duermas un poco, dejemos que esto pase unos días y después se los contaremos a todos los demás- ordeno, ayudando a levantarse al peli negro, limpiando sus lágrimas.
A la mañana siguiente, el peli rojo se levantó muy temprano para poder hablar sin interrupción alguna con el novio del adolescente, camino con paso apresurado pero firme, dispuesto a “clavar” las tijeras que llevaba guardadas en su pantalón. Entro al remolque del otro solo para darse cuenta de que “el sujeto” ya se había ido, dejando todo lo que había allí, “Cobarde” pensó el peli rojo, clavando las tijeras en la mesita de noche. Bien, si guerra es lo que quería, la tendría. Salió y azoto con furia contenida la puerta de aquel remolque.
Este era el inicio de una nueva vida, vida sin Nijimura y sin el dueño de ese desordenado remolque, lleno de envolturas de dulces y comida por todos lados: Murasakibara Atsuhi.
Fin del Flash Back.
Cinco años más tarde…
El sudor corría por su rostro, su cabello estaba empapado, su respiración era agitada e irregular. Los brazos y piernas lentamente perdían su estabilidad, faltaba poco para que terminara el ensayo de su rutina pero… últimamente le costaba mucho mantener una misma posición, es más, le costaba cargar su propio peso con sus brazos, pero tenía que terminarla, era importante y crucial hacerlo, así que con la poca energía que aun tenia y conservaba decidió hacer una maro meta suspendida por las telas por las cual podía moverse libremente sin temor a caer. A pesar de todo el esfuerzo fisco al que estaba sometiendo su cuerpo, este se sentía ligero por la simple sanción de estar suspendido en el aire a más de 50 metros de altura, un panorama demasiado ilustrativo y aterrador para el que no estuviera acostumbrado a hacerlo.
-Un poco más suspendido y romperá su record…- murmuro un espectador, viendo como la persona suspendida en el aire daba otro giro invertido y mantenía sus piernas y brazos elevados.
-Él es genial… no podría estar así por tanto tiempo…-
-Silencio… no puedo verle con atención por su conversación-
-Sí, si… no quiero perder ni un segundo de su rutina-
-¿Puedo saber que están haciendo todos ustedes aquí, cuando deberían de estar preparándose para el siguiente show?- una voz profunda y seria se dejó escuchar por todo el lugar. Más de uno sudo frio al escucharla, los demás hicieron como que la virgen le hablaba y otros más solo se dedicaban a ver como la persona que estaba suspendida haya arriba descendía después de haber terminado con su rutina.
-Etto… Akashicchi nosotros estábamos, estábamos…- trato de excusarse un rubio de ojos color miel, mientras se escondía de tras de un peli negro y ojos azules el cual sonreía divertido –Takaocchi has algo, Akashicchi sigue viéndome feo-
-Tranquilo Ki-chan, Akashi hace esto porque no quiere que distraigamos a Himuro-chan, ¿cierto?- respondió tranquilamente el peli negro, fijando su vista de halcón al mencionado.
-No es justo…- reclamo un pequeño peli morado, cruzándose de brazos mientras hacia un tierno puchero –todos hablan de mi oto-chan y no sé de qué se trata-
-Sí, si… Rito-chin tiene razón, Muro-chin es nuestro, porque no podemos hablar también de el con ustedes…- secundo otro pequeño peli morado, solo que este tenía el ojo izquierdo cubierto por unas hebras moradas de su cabello, además de que estaba comiendo una paleta, igual que su hermano gemelo.
-No creo que sea correcto discutir con dos niños de 5 años, Akashi-kun…- una vocecita apacible hizo que algunos saltaran del susto, excepto por el mencionado.
-WAAA!! Kurokocchi, ¿desde cuándo estas aquí? No me asustes así…- grito el rubio, saltando como un gatito asustado al peli rojo el cual lo cargo pero después de 1 segundo dejo que cayera al suelo –auch, Akashicchi eso duele-
-No te quejes Ryota-
-Yo he estado detrás de Raito-kun y Yuki-san todo este tiempo Kise-kun…- respondió tranquilamente el peli celeste, siendo apoyado por los menores.
-¿Puedo saber porque tanto escándalo entre ustedes?- la voz de cierto peli negro interrumpió por un momento la conversación entre todos los de aquella platica. Si, la persona que estaba ensayando su rutina se trataba de Himuro Tatsuya, el cual ahora se encontraba tomando un poco de agua mientras se quitaba el sudor de la frente con una toalla.
-Oto-chan/Muro-chin…- alborotaron ambos niños, yendo directo a abrazar al mayor, el cual con gusto y cariño recibió el abrazo de sus “pequeños” adictos a los dulces –estuviste fantástico halla arriba…- continuaron los menores, señalando el punto donde su padre estuvo estas dos horas ensayando su número.
-Tus hijos tienen razón Tat-chan, cada día mejoras más tu rutina. No me sorprendería que un día de estos algún caza talento se atreva a hablar contigo y Akashi para que te vayas con el…- secundo el peli negro de ojos azules, también apoyado por el rubio y el pequeño peli celeste.
-El que quiera a Tatsuya se las verá conmigo primero. El y cada uno de ustedes es importante y crucial para este circo. Y si de verdad quiere tener algo con uno de mis estrellas espero que este preparado para la guerra- respondió el peli rojo con una aterradora sonrisa se dibujada en su rostro mientras sacaba unas tijeras de su pantalón y las encajaba en una paja que utilizaban para alimentar a los animales del circo.
-Tranquilo Seijuuro, yo jamás me iría de Teiko, este circo y ustedes, además de mis hijos son lo único que tengo en la vida, jamás los abandonaría…- respondió tranquilamente el peli negro, abrazando con mayor fuerza a sus gemelos.
-Eso espero Tatsuya…- respondido el hetero cromático, observando detalladamente a cada uno de los que estaban ahí parados.
-¡¿DÓNDE RAYOS ESTA EL ESTUPIDO DE KISE?!- aquel grito de furia contenida llamo la atención de todos los que estaban en la bolita. Cierto rubio sudo frio al escuchar la voz tan aterradora de su senpai “Sabia que fue mala idea jugarle esa broma a Kasamatsucchi-senpai” pensó el rubio escondiéndose de nueva cuenta de tras de un sonriente peli negro de nombre Takao Kuzanari.
-Te hablan Ki-chan…- comento el peli negro, haciéndose a un lado pues no quería ser la victima del enojo del senpai de su amigo.
-Kise idiota… eres un-
-Yukio, te pido que si vas a cometer un asesinato por favor hazlo en un lugar donde dos niños y nadie más te vea. Te sugiero que lo hagas en tu remolque- interrumpió el peli rojo, deteniendo por unos segundos la furia de uno de sus compañeros.
-…Pero Akashi…- objeto el otro –EL IDIOTA DEBE MORIR EN FRENTE DE TODOS-
-¿Por qué Kasamatsu-san?- pregunto el peli celeste.
-Se lo advertí desde el inicio…- comento quedito el peli negro –nadie se burla de mí, mucho menos un idiota como el-
-Pero senpai…- hablo el rubio, saliendo de su escondite de tras del peli rojo hetero cromático –si solo fue una pequeña e inocente bromita, ¿no podría perdonarme esta vez?-
-Pequeña e inocente bromita…- repitió con furia contenida el mayor –sabes perfectamente que odio la música que no tiene sentimiento alguno Y TÚ pones a todo volumen esa música escandalosa. Además de que me dejaste sordo ¿eso te parece gracioso, idiota?- continuo, fulminando con la mirada al rubio, mientras se acercaba lentamente hasta el para que no escapara.
-Kise-chin…- murmuro el pequeño peli morado, llamando la atención del ojo ámbar –Matsu-chin está enojado, te recomiendo que corras…-
-Yo si fuera tú le haría caso a Yuki-chan, Ki-chan…- secundo el peli negro de ojos azules.
-Valora un poco tu vida Ryota…- recomendó el peli rojo, empujando a la boca del lobo al rubio el cual comenzó a temblar como si de un gatito asustado se tratara “Ya me cargo el…”
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Después de asegurarse de que todos y cada uno de los que estaban en esa particular escena, incluido los pequeños gemelos, fue como pudo ir a relajarse y distraerse un momento. Y que mejor manera que de hacerlo que haciéndolo molestando a tu bipolar y terco mejor amigo de la niñez ¿no?
-Ah… eras tú Akashi… pensé que eras otra persona…- saludo un alto peli verde, piel nívea y con las facciones serias en su cara mientras sus ojos igual verdes eran cubiertos por unos lentes que aunque eran un poco gruesos, le daban un aire seductor.
-Shintaro…- respondió al saludo el peli rojo, entrando al remolque de “enfermería” de su amigo, viendo detalladamente cada rincón del lugar, solo para darse cuenta que su amigo era pésimo en los deberes hogareños-…veo que tu remolque fue atacado por un huracán y por tal motivo esta así de sucio y desordenado este lugar. Creí que cuando me dijiste que “te enfocarías a tu carrera de medicina” lo harías sin desatender tus deberes- comento, viendo como el otro se sentaba en uno de los sillones de su remolque.
-Eso… bueno, no tiene la mayor importancia para mí ahora. Quiero enfocarme en mi carrera y terminarla lo más pronto posible. Me estoy deshaciendo de todo aquel obstáculo para lograrlo- respondió el peli verde un tanto indeciso. Detalle que no paso desapercibido por el peli rojo.
-Veo que lo estás haciendo muy bien…- murmuro el hetero cromático cruzándose de brazos -… estas tan metido en tus asuntos que no te das cuenta de que Kuzanari está triste. Además lo he escuchado llorar antes de que fuera a verlo con los demás ¿no sabes que le pasa?-
-Yo no…- se cortó al sentir la mirada acusadora e intimidante de su amigo -…está bien, rompí con él hace 2 semanas. Fui yo el que le rompió el corazón- respondió sincero y serio.
-¿Por qué?- ordeno una respuesta el peli rojo.
-No tengo porque contestarte eso- reclamo el peli verde -…simplemente le dije que no lo amo y que no quiero una relación estable con nadie. Si ya es difícil hacer una carrera por medio del correo e internet con todo lo que eso conlleva, ahora con alguien como lo es Takao es mucho más complicado-
-Muy bien, no gano nada con hacerte entender que lo que hiciste fue estúpido e inmaduro…- antes de que el otro pudiera decir algo más continuo –Tetsuya estudio para maestro de la misma forma que lo estás haciendo tú, con Taiga a su lado y míralo, es feliz con los resultados además de que esta con la persona que ama…-
-Yo no lo amo, lo considero un estorbo en mi vida, además de que es pésimo en la cama- recrimino el otro, indiferente y con el orgullo hasta las orejas.
-Está bien…- se resignó el otro –pero no digas que nunca te lo advertí. Cuando Kuzanari encuentre a otra persona que si lo ame y no dude en demostrárselo como tú lo estás haciendo, recuerda estas palabras Shintaro… “No siempre serás el centro de su universo”. Ese chico te amo y te sigue amando más que cualquier otra cosa en el mundo-
-Tranquilízate, no me arrepentiré de esto Akashi- contesto seco el otro, viendo como su amigo salía de su remolque.
-Espero y te equivoques Shintaro, no me gustaría consolarte por tus estupideces…- murmuro el peli rojo, cerrando la puerta del dormitorio de su amigo, para después dirigirse a cerciorarse que los demás cumplieran con su trabajo.