Los siguientes días trataron de más bailes para llegar al 25 de diciembre donde se contemplaba como la carroza real transitaba con libertad las calles de Londres dentro iba la Reina escoltada por el primogénito de la casa Gran Chester quien vestía un traje blanco con todos los emblemas de su familia mientras sonreía ante el pueblo quienes estaba felices de conocerle pues era el hijo de unos de los hombres más queridos de la nación por su carácter bondadoso, si supieran la verdad.
-Rosa Diabólica, - llamo la ilustre dama captando la atención del más joven – tu padre me ha informado de los sucesos que acontecerán en este día – el rostro del menor se volvió más tenue intentaba sonreír pero su mirada era triste- Entiendo que debe ser difícil una situación así, pero debes ser fuerte.
-Si Majestad… - no se dijo nada más
Durante el día el carruaje fue visitando múltiples lugares albergues, asilos, orfanatos, internados donde su Majestad obsequio algunos detalles a las personas quienes lo apreciaron enormemente al mismo que admiraban al hijo del Duque de Grand Chester quien poseía un carácter dulce que les hizo sentirse muy alegres en aquel día.
El día termino con su majestad invitada a tomar el té en la casa Grand Chester por lo que el vehículo se dirigía a las afueras de la ciudad.
- Rosa Diabólica, prepárate 5:00 en punto de la tarde – menciono la dama al mismo que se colocaba su velo sobre la cara para después ser cargada estilo nupcial por el menor antes de que una lluvia de balas cayera sobre el transporte con facilidad escapo del lugar colocando a la mujer en un refugio para salir y enfrentar a los atacantes.
-Buenas Tardes Caballeros hay algo que pueda hacer por ustedes- pidió el menor notando que los ofensores eran un grupo armado bastante organizados aquello no eran criminales comunes afortunadamente la zona no era muy transitada así que podría pelear con tranquilidad además de que era el momento justo para liberar su propia oscuridad.
Solamente eran 6 individuos pero… no se trataban de humanos aprovecharon la oscuridad que brindaba la pequeña tormenta de nieve que tenían encima vampiros no natos entes incapaces de moverse en la luz del sol.
En la mansión el Duque fue informado del ataque saliendo de inmediato en un auto especial donde también se incluyeron los japoneses quienes al oír de un ataque por elementos armados se preocuparon por su amigo apresurándose para ir en su ayuda no se acercaron demasiado solamente bajaron del vehículo para acercarse notando como el menor estaba rodeado por 6 hombres armados.
- Mas payasos que buscan el secreto de la inmortalidad – menciono el Duque mirando con atención a los ofensores quienes identifico como vampiros no natos, es decir simplemente un montón de piel y huesos buscando poder pero extremadamente violentos.
-Tenemos que ayudar a Shuichi- dijo el escritor sin embargo recibió una negativa por parte del noble quien le impidió el paso con su mano a sabiendas que aquellos curiosos solo serían un estorbo.
-No te preocupes, Edward podrá solo con ellos – dijo mientras se cruzaba de brazos para observar la escena. – Aquellos bastardos ni siquiera le llegan a los talones; - al notar como la antigua pareja de su hijo no parecía convencerse continuo- Muy a lo que pueda pensar Sr. Uesugi, Edward no es ningún idiota es 100% capaz de cuidarse a sí mismo.
Aquellas palabras parecieron no quitar ninguna clase de preocupación al escritor pues si bien su pareja era capaz de protegerse como lo demostró cuando peleo días antes, la situación se notaba más complicada pues sus ofensores poseían armas de alto calibre por lo que temía por su bienestar.
-Humanos… - menciono el Duque levantando sus manos para aparentar desentendimiento – Tan simples pero a la vez complicados; jamás los entenderé; pero es mejor así no me gusta involucrarse más de lo necesario con ellos. En especial- miro al escritor y su excuñado a sabiendas de la clase de personas bajas que eran – Pestes como ustedes.
El excantante miraba con calma a los otros vampiros esto no sería complicado no era la primera vez que enfrentaba una situación así por lo que en un rápido movimiento logro derribar a uno quien se volvió polvo ante la mirada asombrada del resto quien noto que en su mano derecha un arma color negra y en la izquierda una plateada se erguían orgullosas.
-Mis armas disparan balas de 13mm de plata benditas en serio creyeron que sería tan fácil ganarme – se burló mirando con desprecio a los atacantes con aquellos ojos inyectados en sangre tan tenebrosos como a la vez hermosos- Ustedes vampiros no natos no son capaces de hacerle frente a un vampiro de clase “A”.
Sin más vieron como guardaba nuevamente sus armas bajo sus ropas al mismo que en sus guantes blancos se formaba un círculo extraño que convoco una niebla oscura la cual los envolvió lentamente.
-No necesito armas para defenderme… -sus ojos estaban inyectados con el rojo carmín mientras levantaba su mano derecha poniéndola sobre su rostro para ocultar sus ojos dejando a la vista solo su sonrisa que mostraba sus afilados colmillos- Ahora les mostrare como pelea un verdadero Nosferatu.
Unos minutos después aquella neblina se transformó en lo que parecía ser un domo que desplegaba energía muy fuerte que sintieron todos los presentes aquella fuerza perecia oprimirlos lentamente.
-Duque, Buenas Tardes, es bueno verlo aquí aunque la situación parece estar controlada por su hijo – menciono la reina al mismo que miraba el panorama – Me disculpara Duque pero ¿Qué es eso?- pregunto pues aunque conocía al hombre desde que nació ya que llevaba siglos sirviendo a la corona y en todos esos años nunca había visto esa habilidad.
-Majestad deberá perdonarme pero no lo sé, - dijo captando la atención de todos – A pesar de ser el vampiro más viejo en el mundo es la primera vez que veo algo así pero… - una sonrisa adorno su rostro pues parecía que aquello lo llenaba de júbilo – Mi era esta próxima a terminar Edward me ha superado fácilmente.
-Sí, aquel joven de belleza innata se ha transformado en lo que todos esperábamos – la dama cerro un poco los ojos agradeciendo que ahora había alguien más poderoso que velaría por la corona y la sociedad inglesa
-Disculpe pero ¿A qué se refiere? – fueron las palabras del escritor pero antes de recibir una respuesta…
-Pero que bien he llegado justo a tiempo la diversión acaba de comenzar- no de nuevo fueron los pensamientos del grupo japonés pues conocían esa voz burlona buscaron con la mirada tratando de hallarlo.
-Undertaker, bienvenido – dijo el Duque mirando a un punto fijo ahí en lo alto de un árbol se encontraba a la cabeza de los Trelawny descansando despreocupadamente sobre una rama con la mirada fija a lugar donde la batalla se estaba llevando a cabo.
Con lentitud se fueron acercando quedando justo enfrente de aquella extraña niebla que no les permitió el paso por más que lo intentaron por lo que no les quedo opción más que esperar a que todo volviera a la normalidad, los minutos pasaron lentamente sin noticias un silencio abrumador invadió el lugar hasta que una suave voz se oyó era Shuichi que comenzaba a cantar desde el interior una melodía muy bella pero a la vez perturbadora.
Oh, María
Santa Virgen Ave María
Concédenos tu piedad
La luna y su luz exponen la fría aflicción
Que te embarga en el corazón.
Desesperación es lo que el futuro intuyo
Y cohabitan en la oscuridad
Enigmática señal
Del secreto que debo cargar siempre
Pálida noche azul, caminando en silencio
Lacrimosa, una vez mas
El mundo en un pedestal
Desvanecer con lentitud
Perdiéndonos en la inmensidad
Ocultando en tu mirar, sueños de perversidad
Hasta caer sin pestañar
Las lágrimas de tu impuro corazón
Oh, María
Santa Virgen Ave María
Bendícenos y guárdanos
Santa Virgen Ave María
Envuélvenos en tu bondad
Bendícenos la salvación.
La letra era tan melancólica así como el paisaje invernal donde a pesar de ser bello por el blanco de la nieve, ocultaba un paraje sin el verde de la vida, las aves cantando o algún color diferente al gris, la nieve empezó a caer lentamente sobre todos al mismo que el llamado Shinigami suspiraba acercándose a la esfera solo para tocarla uniéndose en aquella sonata desgarradora.
Figura espectral que huye de la oscuridad
Y la luz pretende alcanzar
Esos ojos son realmente una trampa mortal
Y al fuego nos condenaran
¡Grítalo!, ¡exclámalo!
Nada de eso te servirá
La indulgencia de Dios jamás nos será concedida
Lacrimosa
Nuevamente la voz de Shuichi se escuchó entre el frio invernal uniéndose al canto de Undertaker perfectamente como si estuvieran en una misma sintonía por lo visto ambos conocían la canción a la perfección pues no les costaba entonarla.
Salve María, Oh Salve María
Tan llena de gracia Oh María Guárdanos
Al fuego eterno se nos condeno
La puerta al cielo se nos cerró
Se consumirá el cielo con los dos
Oh María
Lacrimosa Sacrosanta
Dijeron esas dos últimas frases muy fuertemente separando las silabas los ojos del Shinigami brillaban como oro líquido cruzo ambos brazos para continuar escuchando a la persona dentro de la neblina.
Lacrimosa, intento amar
Este mundo de crueldad
Antes azul cuando nací
Y ahora color rojo carmín
Ya no busco absolución solo conceder perdón
Las lágrimas que derramo la tierra no bastan para sanar
Undertaker canto nuevamente con el más joven el último verso sin expresión en su rostro como si las palabras que pronunciaran no tuvieran efecto alguno en su persona al igual que el excantante quien permanecía aun dentro.
Santa Virgen, Ave María
Bendícenos y guárdanos
Santa Virgen Ave María
Envuélvenos en tu bondad
Bendícenos la salvación.
Oh, María Guárdanos
La melodía finalmente ceso así como la neblina fue disipándose mostrando en mitad de todo a Shuichi cuyos ojos continuaban con aquel tono carmín tras de él una extraña sombra como fuego se levantaba como llamas esta lentamente entro a su cuerpo para que al final avanzara hasta quedar frente a su padre, la Reina y el otro Duque realizando un reverencia.
-Los objetivos han sido silenciados – menciono haciendo que todos buscaran con la mirada alguna evidencia de los vampiros aunque sea las armas o sus vestimentas pero nada.
-¿Qué fue lo que les hiciste Edward? – pregunto un tanto curioso el vampiro mayor mirando a su familiar quien solo sonrió para después comenzar a emanar esa extraña sombra nuevamente la cual parecía estar viva pues se arrastraba pero lo más extraño fue que una mano salió de ella.
-Maravilloso, espectacular que bello espectáculo. Brave – dijo el Undertaker mientras sonreía ante aquella visión tan increíble aplaudiendo al mismo tiempo el destino tan terrible que sufrieron aquellos entes.
En aquella sombra se encontraban los cuerpos deformados y ensangrentados de sus rivales quienes como zombis se movían lentamente agonizando de dolor pero por más que tratasen de avanzar estaría esclavizados a su carcelero por la eternidad.
-Ahora forman parte de mí, serán mis esclavos en la eternidad – contesto como si eso fuera lo más normal del mundo.- He devorado no solo su sangre sino también su alma- un ambiente oscuro invadido el lugar – Tu alma es lo más preciado que posees si la pierdes terminaras en la nada.
-Tu nivel de crueldad está creciendo aceleradamente eso es bueno el mundo que estas por enfrentar te obligara a serlo… Rosa Diabólica – la reina hablo finalmente poniéndose frente de todos pero especialmente frente al vampiro menor– Futuro Duque de Gran Chester tus ordenes son simples protege a la corona inglesa así como a su gente de las criaturas del anticristo a cualquier costo si eso incluso te lleva aún más adentro de la oscuridad del mimo infierno.
Aquella petición dejo sin habla al grupo de Japón ¿Cómo era posible que le pidiera que sacrificara su propia existencia? Todos iban a decirle algunas cuantas cosas a aquella mujer tan horrible pero antes de que lo lograron su amigo se les adelanto.
-Si su majestad – fue todos lo que dijo mientras dirigía una sonrisa oscura mientras la noche envolvía el cielo. – Al final no hay nada más bello que la eterna oscuridad – una risa siniestra salió de los labios del cantante que parecía disfrutar de aquello.
Las palabras de Shuichi impactaron a sus antiguos amigos quienes no dejaban de escuchar en sus mentes aquella melodía tan melancólica donde su autor aceptaba que su alma estaba perdida en la eternidad negándosele la entrada al cielo y condenado al fuego del infierno pero por lo visto no era el único su padre y el Duque de Trelawny por lo visto también lo estaban pues sonreían al escuchar como el más joven estaba dispuesto a destruir su propia existencia con tal de lograr su cometido.
-Entonces esta dicho hijo desde hoy la oscuridad es tu hogar – dijo suavemente caminando hasta uno de los autos ayudando a la reina para entrar iniciando su camino hasta el palacio donde dejaría a la monarca.
-Bueno yo igual me retiro… para nuestra desgracia las festividades de invierno continúan; mañana cazamos venados… pueden ser las cosas más aburridas- menciono Undertaker extendiendo su mano la cual fue tomada por el joven azabache que le regalaba una sonrisa.
-No digas eso nuestras casas siempre obtienen las mejores presas – le sonrió de una manera tan propia del mismo Shuichi que sorprendió a los presentes al mismo que respondía el saludo de su colega de la Nobleza Oscura– Otra cosa no vuelvas a leer mi diario privado ahí plasmo mis pensamientos así como mis canciones, no me hagas darte una paliza.
-Si lo pones de esa forma deberé quedarme en la ignorancia, - sonrió mientras caminaba igualmente a un lujoso auto que lo esperaba subiendo en él – Como dicen la curiosidad mato al gato y no deseo morir aunque hacerlo en tus manos suene tentador, nos veremos Ed – se despidió desapareciendo por el camino-
-Vámonos a menos que quieran quedarse en medio del frio- dijo el azabache entrando a otro auto seguidos de todos
Era observado por el otro Duque quien desde su auto deseaba ver el espectáculo del día siguiente durante la cacería.
-Ya quiero ver la cara del escritor mañana cuando le den la noticia de su vida, he de llevar mi cámara no todos los días el corazón de una persona se rompe desde lo más profundo de su ser, será una imagen memorable- una suave sonrisa se mostró en sus labios – Apenas puedo esperar.