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CUANDO LA LUZ SE CONVIERTE EN OSCURIDAD por LORD GRIM

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Notas del capitulo:

Hola a todos mis lectores, espero que se encuentren muy bien, les envió un saludo. 

Sin mas que decir he aqui la continuación de esta historia. 

Aun dentro de aquella carpa se encontraban ambos músicos, en espera de que el menor le contase el motivo de su tremendo desprecio hacia quien alguna vez fue su más grande amor.


 


-Todo comenzó un día común y corriente – con suma tranquilidad inició a relatar aquella dolorosa historia, que fue el principio de todo, mientras el empresario escuchaba atentamente.


 


-Flash Back…


 


El joven peli rosa retornaba con alegría al departamento que compartía con su amado escritor, hoy para su fortuna, todo había salido de maravilla en el trabajo, así que hoy fue capaz de llegar mucho antes. Con velocidad entro a la casa con una sonrisa de oreja a oreja, deseaba darle una enorme sorpresa a su pareja pero lo que encontró, no fue nada agradable.


 


-¿Qué es esto?- sus ojos estaban en blanco al notar el camino de ropa de mujer que iniciaba desde la puerta de entrada, hasta la habitación que compartía  con su amado.


 


Con algo de miedo, se fue acercando temiendo que nuevamente la persona que más adoraba en este mundo, lo lastimase en lo más recóndito de su ser, comenzó a escuchar sonidos que se clavaban en su pecho como dagas cada vez más profundo, con lentitud abrió la puerta sus ojos se abrieron con fuerza ante la escena frente de él-


 


-Fin del Flash Back.


 


-Encontré a la persona que más amaba en este mundo, revolcándose con una rubia en la cama que compartíamos – declaro el menor sin cambiar su rostro sereno sobresaltando al tecladista quien.


 


-Pe… pe… pero – a pesar de su tartamudez el más joven fue capaz de entender que era lo que deseaba preguntar por lo que continuo.


 


- Yo tampoco lo creí en un inicio, pero estaba ciego en aquel amor tan estúpido… sin embargo no fue la primera vez… antes de eso hubo más- sin nada camino hasta una mesa donde abrió una cajón sacando un enorme folder que posteriormente le extendió


 


El empresario con algo de temor a sabiendas de los peligroso que era el cantante lo tomo, pero extremando las precauciones debidas, para después abrirlo, al hacerlo se llevó la mano a su boca pues no podía creer lo que estaba viendo se giró como preguntando ¿Dónde consiguió todo eso?


 


-En algunos casos sus ex conquistas despechadas me hacían llegar esos pequeños… “detalles”,  yo solo era consiente de 3 mujeres, quienes pasaron por su cama en aquel mes antes de que me convirtiera en vampiro – se sentó nuevamente cruzando sus piernas para seguir con aquel rostro sereno – sin embargo, no fue hasta que mi padre contrato a un detective privado para demostrar que Eiri Uesugi no podía seguir siendo mi tutor legal, que descubrí que mientras estuvo conmigo no fueron tres amantes sino más de 20 en los dos años de relación que llevamos.


 


-Esto es… - por más que el rubio intentaba no lograba hallar las palabras adecuadas para describir tal grado de degeneración por parte del escritor, en aquel folder había fotos, cuentas de hoteles y restaurantes, regalos que le hizo a sus conquistas.


 


-Le simplificaré el trabajo “Inaceptable” – cerro un momento los ojos para después continuar – Se burló de mi por dos años enteros… pero lo más terrible fue aquella noche.


 


Flash Back…


 


-Yuki – chilló el más joven haciendo que la rubia se alejara del hombre quien miro al menor con fastidio. - ¿Por qué? – comenzó a preguntar mientras las lágrimas se formaban en sus pequeño ojos.


 


El nombrado se levantó de la cama colocándose una bata mientras dejaba a su conquista en la habitación para sacar al cantante de manera brusca sujetando sus cabellos causándole mucho dolor debido a su trato.


 


-Yuki, me lastimas por favor – pidió el menor quien con dificultad intentaba que su cabello fuese soltado por el rubio pero todo fue en vano pues el escritor lo lanzo con fuerza cayendo sobre la mesa de cristal que tenían en la sala la cual se rompió al instante.


 


-Escúchame maldito mocoso, ya estoy cansado de ti… solamente somos un par de personas que comparte un departamento, ni siquiera somos novios o algo mas así… si yo lo deseo puedo acostarme con cuanta mujer quiera- el menor se incorporaba mientras oía todo aquello afortunadamente no se había hecho daño con los vidrios de la mesa.


 


-Pero Yuki, es que acaso no es suficiente mi amor – sus ojos se empaparon nuevamente de lágrimas ante aquellas palabras tan duras pero el rubio únicamente resoplo aburrido por todo.


 


-Es que no lo entiendes… NO ME IMPORTAS, si te he mantenido a mi lado ha sido porque eres una excelente forma de liberar el estrés, aunque ni en la cama seas bueno pero eso no importa… en pocas palabras solamente eres un juguete nada más, es mejor que lo aceptes.


 


-Yuki por favor, no me digas eso- intento abrazarlo pero fue golpeado con fuerza por el rubio quien harto de la situación lo sujeto nuevamente para llevarlo a la habitación.


 


-Quieres que te demuestre que no me importas, pues lo hare tal vez así calles tu odiosa voz – lo lanzó al suelo mientras se retiraba su bata para subir a la cama penetrando inmediatamente a la mujer quien gemía ante aquello pues el escritor era muy salvaje pero eso parecía gustarle.


 


-Yuki por favor no… - pidió el cantante quien lloraba con fuerza al ver aquello su corazón se estaba destruyendo lentamente debido al dolor que sentía.


 


-No me importa… esto me gusta demasiado- le miro con burla para embestir con mayor fuerza a su acompañante – Quiero que veas como le hago el amor hazlo…


 


Fue todo el menor no lo soporto más con velocidad y tropezando en el proceso huyo de aquel lugar con el corazón deshecho aquello lo destruyo en lo profundo.


 


Fin del Flash Back


 


- Lo demás es historia, en lugar de preocuparse por mí, se largó a un lujoso crucero con aquella mujer mientras que yo… estuve al borde de la muerte por horas, agonizante sin que se me brindase la oportunidad de vivir, para continuar existiendo me trasforme en un vampiro y ahora estamos aquí. – finalizó el cantante sin cambiar en ningún momento su expresión.


 


-En serio… Yo no lo sabía… - prosiguió el tecladista quien miraba el menor con unas lágrimas en los ojos aquello fue algo horrible en serio que Eiri se había sobrepasado, - Lo que hizo no tiene nombre.


 


-No necesita decírmelo… - el azabache miro como su jefe posaba su mano sobre la suya como brindándole el consuelo necesario-


 


-Shuichi, aquello debió ser muy duro, pero más aún el recordarlo… si deseas llorar puedes hacerlo aquello, sé que no me tienes confianza pero, quiero ayudarte es enserio – una sonrisa más burlona que las anteriores apareció en la cara del cantante, quien se levantó para acercarse a un lugar para comenzar a reír como un demente, de manera que sujetaba su cara mientras se inclinaba un poco hacia mucho que reía de aquella forma tan profunda.


 


-Es en serio, de verdad piensa que voy a hacer algo tan inútil como llorar, tiene que estar bromeando – su risa continuo pues en verdad consideraba aquello como una broma bastante buena, después le haría llegar un pequeño presente a su exjefe por aquello.


 


-No te entiendo – se levantó para acercársele lentamente esperando que aquello no fuese cosa de vampiros – En verdad no te duele o tienes ganas de llorar por lo que acabas de confesarme, – pregunto para quedar justo enfrente del menor quien se giró recobrando ya su rostro lleno de oscuridad.


 


- Cuando me canse de llorar… - pareció meditarlo un momento para después mirar a su jefe con mucha firmeza en sus palabras, pero más que ello fue una horrible declaración – Sera porque mi corazón ya no siente nada.


 


-No digas eso por favor – pidió el tecladista bastante preocupado, aquello no podía ser verdad, aunque el nuevo Shuichi era muy frio más incluso que el mismo Eiri, rogaba a todos los Dioses que conocía que no fuese cierto.


 


-No tengo porque mentir es la más simple y pura verdad, Seguchi… soy un vampiro no hay forma en que pueda amar o sentir dolor y en dado caso que lo consiguiera, no desperdiciaría mi tiempo en alguien como Yuki,  pero… una vez aclarado eso lo mejor será retirarme – dejo al rubio parado en seco sin poder moverse mientras en su mente elevaba una oración esperando un milagro – por cierto permítame darle un consejo, no deposite sus esperanzas en Dios, yo lo hice y mire donde termine- Salió de la tienda pero casi de inmediato regreso solo para – Por cierto… soy Edward, ese es mi nombre ahora, le ruego que no lo olvide.


 


El empresario tuvo que sentarse un momento intentado procesar la información que acababa de recibir, todo parecía tan irreal, pero ante la evidencias que tenía en sus manos no podía negarlo aunque lo deseara; ahora comprendía el actuar del menor, en verdad su pobre corazón que alguna vez irradio luz ahora se había oscurecido, todo a causa de la crueldad de una persona que no merecía su amor sincero.


 


-Shuichi – dijo para después salir de la carpa en dirección a los autos donde se enteró que su grupo ya se había retirado, siendo llevado por otro auto perteneciente a la familia.


 


Cuando estuvo frente a la mansión Grand Chester ya había tomado una decisión, con velocidad entro al lugar, dirigiéndose al pequeño salón que era usado por los visitantes donde encontró a todos, apenas entro al lugar cuando su excuñado se le acerco.


 


-Hablaste con él, dime que por favor no se casara con aquella mocosa y volverá conmigo – pregunto el escritor pero sus palabras le parecían una burla al empresario, quien no podía creer el cinismo de aquel hombre por lo que ante la sorpresa de todos le estampo un enorme golpe en la cara rompiéndole en el acto la nariz.


 


-Eres un maldito Eiri- grito con fuerza atrayendo la atención de todos – Sabes… deseo con todo mi corazón que Shuichi jamás vuelva a tu lado, para que te pudras en tu maldito egoísmo de mierda pero ojala y lo hagas solo.


 


Aquello fue tan grande que nadie fue capaz de moverse de inmediato, pues no comprendían el cambio tan drástico que el dueño de NG había tomado.


 


-¿Cómo puedes decir eso? – pregunto el rubio mientras se sujetaba la nariz tratando de detener la hemorragia que presentaba.


 


-Y todavía tienes el descaro de preguntar… - el rubio se sujetó la cabeza culpándose a sí mismo había estado protegiendo a la persona equivocada por mucho tiempo.- Fui un idiota, de haberlo sabido lo hubiese protegido antes que…


 


-Seguchi ¿Qué pasa?- pregunto el manager quien se acercó a su jefe tratando de calmarlo pues ya estaba muy alterado.


 


-Lo que pasa K es que… este infeliz – señalo al escritor con saña sin importarle nada – es el culpable de que Shuichi este como este – declaró atrayendo la atención de todos cuyas miradas se posaron de inmediato en el acusado quien se molestó.


 


-Yo no tengo nada que ver, fue el miserable del Duque quien arrastro a Shuichi en esto – bramo levantándose dejando ver que el golpe que recibió por parte del tecladista en verdad fue duro.


 


-A no, tal vez esto te refresque la memoria maldito – con verdadero odio le arrojo el folder el cual cayó al suelo dejando ver su contenido.


 


Cuando toda la evidencia quedo al descubierto los ojos de todos se abrieron como platos mientras miraban todo.


 


-Esto inicio por tu culpa o es que ya te olvidaste de aquella noche… - lentamente el empresario comenzó a relatarles a los presentes los sucesos de aquella trágica noche, mientras cada uno deseaba partirle la cara al escritor debido a sus tan bajas acciones – Fue por este maldito que Shuichi quedo a merced del Duque; si no hubiese sido por ti bastardo ahora…


 


-Te voy a matar – grito el guitarrista que se lanzó intentado golpear al escritor pero fue detenido por el americano quien le rogaba que se controlara.- Suéltame K… lo mínimo que puedo hacer es terminar de romperle la nariz, todo esto es su culpa-


 


-En verdad lo siento – grito el escritor ya sin saber que hacer al verse descubierto como la verdadera bestia que era – Yo… de verdad… de verdad lo siento – dijo mientras lloraba pues admitía que todo eso era su culpa, si no hubiese sido un imbécil su dulce niño estaría ahora en sus brazos.


 


-¿Qué es todo este escándalo?, - el cantante entro a la sala visiblemente molesto ante aquellos gritos que se oían hasta la otra ala de la mansión- Por favor, son mis invitados pero respeten la casa de mi padre.


 


-Shuichi- el escritor al verlo se abalanzo sobre el pero nuevamente fue rechazado, pues el nombrado uso sus poderes para terminar al otro extremo de la habitación mirando fijamente a todos, comprendiendo las cosas sus mentes eran un caos pero fue capaz de comprenderlo.


 


-Seguchi, no era necesario que les hablara de ello- pregunto con suma calma para cerrar los ojos y cruzar los brazos –


 


-Pero lo era, ¿Cómo puedes estar tranquilo después de lo que te hizo? – pregunto el pelirrojo señalando con fuera al escritor quien bajaba la cabeza como un perro arrepentido ante su amo.


 


-No le veo el caso hacerlo – contesto con suma frialdad dándole a entender a todos que aquel tema estaba zanjado. – El pasado es pasado, nada puede hacerse ya…


 


-Pero… - intento hablar el manager pero no pudo terminar.


 


-Debido a que es tarde, además de que deseo irme tranquilamente a ver la nieve caer se los diré- espero un momento para captar la atención de todos para así evitar tener que volver a repetir sus palabras pues odiaba eso.


 


El pequeño lapso de espera fue demasiado en especial para el escritor que deseaba oír que había podido ser capaz de olvidar aquel horrible, para continuar avanzando y con ello tener la oportunidad de recuperarlo.


 


-Sentimientos- dijo apenas haciendo que todos se mirasen confundidos, ¿Qué significaba aquello? pronto el menor continuo – Complicados y molestos, por eso hay quienes deciden evitarlos yo me incluyo.


 


Pero para desgracia del cantante el grupo lo miro con signos de interrogación sobre la cabeza, eso significaba que no había entendido nada, con les miro con enojo, detestara tener que explicar las cosas pero por lo visto no tenía opción al menos no con aquel grupo de humanos.


 


-Los insignificantes sentimientos que surgen de este tipo de asuntos; No quiero y no deseo comprenderlos, – miro fijamente a todos los presentes como dando un ultimátum, - Es todo no quiero que este tema vuelva a tocarse.


 


-Pero Shuichi… - el guitarrista intento hacerlo cambiar de opinión pero recibió a cambio una mirada gélida que lo aterro.


 


-Hiro, agradezco tu preocupación pero este es un asunto entre el Sr. Uesugi y yo – declaro comenzando a caminar hasta la puerta pasando de largo al escritor, quien se giró con una terrible opresión en el pecho ante aquel comportamiento tan sereno y helado – Por lo que les pediré que se mantengan alejados – salió de la habitación pero antes de ello – Y no quiero más gritos, ya es tarde todos a dormir no me hagan hipnotizarlos.


 


Nadie fue capaz de decir nada al final respetarían la decisión del cantante ahora todos estaban en sus respectivas habitaciones fueron vencidos rápidamente por el sueño pero el escritor no lograba pegar el ojos.


 


-Shuichi, por favor perdóname – lloraba amargamente mientras en sus manos sujetaba con fuerza aquel encendedor donde se encontraban ambos.


 


Aquella hermosa sonrisa que siempre cargaba su adorado niño ahora parecía tan lejana, todos tenían razón esto había sido su culpa, si no hubiese sido un desgraciado nada de esto hubiese pasado. Su maldito orgullo arrojo a aquel ángel que llego a su vida para sanar sus heridas a una oscuridad perpetua.


 


-Hare lo que sea necesario para que regreses con nosotros- dijo suavemente mientras besaba con suavidad aquel encendedor mirando la nieve caer desde el gran ventanal de su habitación. 

Notas finales:

Eso es todo por ahora no leeremos en la siguiente ocasión. 


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