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CUANDO LA LUZ SE CONVIERTE EN OSCURIDAD por LORD GRIM

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Notas del capitulo:

Hola a todos estoy de vuelta despues de un largo tiempo, les pido un disculpa por haberme ausentado, pero la verdad he tenido algunos compromisos y apenas estoy logrando salir de ellos, bueno sin mas aqui esta el siguiente capitulo de esta historia. 

El escritor se encontraba en un hermoso prado verde el sol estaba en su apogeo había hermosas rosas blancas por todos lados el ambiente era muy tranquilo casi celestial todo era perfecto, de momento giro su rostro encontrándose con la imagen más hermosa de todas ahí estaba su adorado cantante quien sonreía como solo él sabía.


 


-Shuichi- corrió por aquel hermoso prado hasta llegar a su lado ambos vestían ropa blanca muy liguera – Shuichi – grito llegando al fin abrazándolo con fuerza como si con aquel gesto jamás se apartaría de su lado- Shuichi, mi Shuichi –


 


De momento aquel ambiente celestial cambio drásticamente las rosas blancas se tiñeron de rojo lentamente pues en sus raíces yacía los cuerpos de muchas personas a las cuales las espinas de aquellas flores succionaban la sangre, el cielo se oscureció dejando todo rastro de vida en agonía.


 


-Shuichi no te asustes yo te protegeré- declaro el escritor abrazando con más fuerza a su pequeño pero… - Demonios – dijo de momento el rubio separándose de su pequeño miro sus manos estas tenían heridas provocadas por ¿Espinas? – Shuichi…


 


Los ojos del rubio se abrieron como platos, ante la visión de su pequeño rodeado de enormes espinas que lo protegían de todo, estas a diferencia de las rosas eran enormes, con horror contemplo como el cabello de su amado al igual que su ropa se tornaba negros, su piel palidecía y su cuerpo se alargaba quedando como el vampiro sádico que le mostro sus colmillos para abalanzarse sobre él.


 


-NOOOOOOOOOO- grito el rubio quien despertó de inmediato encontrándose solo en aquella amplia habitación de la mansión – Tan solo fue un sueño… - suspiro aliviado jamás había tenido tanto miedo en su vida – Pero… - miro sus manos donde juraría haber sentido el dolor de las espinas clavarse – Fue tan real


 


-Eiri- una voz desde la puerta lo saco de sus pensamientos se trataba de su molesto excuñado – Oye ¿Estas bien?- entro finalmente acercándose a la cama –Tu grito se oyó hasta el comedor


 


-Solo fue una pesadilla – respondió cortante el escritor sin mirar a su antiguo familiar quien suspiro el tipo jamás cambiaria aun con todo lo que provoco era un completo idiota.


 


-Bien, como tú digas… sabes… ya me he cansado de estar de detrás de ti siempre… limpiando tus tonterías; - menciono para después caminar hasta la entrada de la habitación – a partir de ahora estas solo ya no contaras conmigo.


 


-Thouma – dijo el escritor bastante sorprendido ante las palabras del empresario. – No lo entiendo-


 


-Sé que no lo harás… por lo que te diré mis motivos en una solo palabra- el tecladista se detuvo en la puerta para mirarlo –Shuichi, creo que todo el daño que le has hecho simplifica mi decisión– aquella confesión hizo que el escritor bajara la cabeza - Entendí que… nunca debí protegerte de él; sino todo lo contrario desde un inicio debí haberlo protegido de ti


 


Un silencio invadió el lugar ninguno de los rubios era capaz de decir palabra alguna pues todo ya estaba dicho.


 


-Bien… de mi parte aceptare la decisión que… - no sabía cómo llamarlo ahora pues todo era tan complicado- el muchacho tome si desea continuar siendo el vocalista de BL, no me interpondré, tiene demasiado talento como para no triunfar o si prefiere quedare en Londres lo apoyare, creo que es lo mínimo que puedo hacer después de todo el mal que le causado, solo espero que sea capaz de perdonarme.


 


Finalmente el empresario salió de la habitación cerrándola desde afuera pero se quedó un momento junto a la puerta todo era demasiado complicado, al principio se había jurado que no dejaría que el cantante llegase al siguiente año pero ahora admitía que de quedarse en Londres lo echaría de menos.


 


Una hora más tarde en otra parte de la mansión dos hombres conversaban ante los sucesos más recientes que se habían dado, el mayor parecía estar complemente calmado mientras que la otra personas parecía totalmente ido.


 


-Como se lo he dicho Sr. Uesugi… conseguir el perdón del ser amado es una jornada bastante larga incluso para una sola vida- menciono el Duque que degustaba su desayuno con tranquilidad siendo acompañado por el escritor que solo miraba la comida con tristeza,


 


-¿Qué puedo hacer entonces? – preguntó mirando con desespero al Duque pues cada día que pasaba era una tortura para su persona, pues sentía que la brecha entre el cantante y él se hacía más grande.


 


-Eso depende de lo que esté dispuesto a hacer- menciono el noble con tranquilidad para mirarlo fijamente – Le pregunto Sr. Uesugi está dispuesto a sacrificar su vida, su orgullo y su dignidad por recuperar a mi hijo.


 


-Si- la respuesta llego sin vacilación por lo que el Duque sonrió aquello sería algo muy complicado por lo que agradecía que su hijo fuese sumamente obediente con su persona además sería un espectáculo digno de ver para él.


 


-Perfecto… entonces lo que tendrá que hacer es… - así el Duque le dio a conocer al escritor su plan quien a pesar de ser algo extremadamente denigrante no se quejó pues estaba dispuesto a todo con tal de recuperar a su amado a pesar de las terribles consecuencias que eso tendría.


 


A medio día el Duque organizo una pequeña merienda en el invernadero de la casa donde todo el personal de la mansión estaba presente formados perfectamente en una fila, todos los invitados provenientes de Japón estaban reunidos a excepción de escritor de cual no conocían su paradero desde que sus gritos perturbaron la paz a muy temprana hora.


 


-Bueno creo se preguntaran ¿Qué hacemos todos en este lugar? – menciono el dueño de la casa que encabezaba la mesa recibiendo al menos de parte de los invitados de su hijo un asentimiento. – Bien… Edward como bien sabrás mi mayordomo personal Warner, ya es una persona de edad considerable ha estado a mi lado por casi 55 años así que es momento de que se retire.


 


- Entiendo vas a presentarnos a tu nuevo mayordomo – menciono el menor de los Grand Chester que se encontraba sentado a la derecha de su padre, ajeno a esa situación pues era algo muy común el cambio del servicio cuando era necesario


 


-No hijo… voy a presentarte a tu nuevo mayordomo- menciono el mayor con una sonrisa que pudo helados a todos los invitados de la casa, quienes ya no deseaban más sorpresas en aquel viaje.


 


-Padre, explícate – exigió el menor no le gustaba a donde se dirigía todo eso pues su familiar poseía una sonrisa marca Trelawny que no le gustaba para nada.


 


- Bien… Alexander pasara a ser el encargado absoluto de la mansión, al igual que mi mayordomo personal – menciono el noble bebiendo su acostumbrada taza de té para después hacer una señal.


 


El mayordomo del señor de la casa entro a escena, era un hombre mayor con pronunciadas arrugas y cabello en su totalidad blanco, perfectamente enfundado en su traje de servicio este se colocó frente a Alexander retirándole un solapa de su saco, la cual lo reconocía como el encargado del primogénito de los Grand Chester; el cual cambio por otro que ahora indicaba que era el jefe del personal de la mansión.


 


-Edward… - el Duque miro a su hijo aun con aquella extraña sonrisa para después proseguir- Warner se quedara con nosotros una pequeña temporada, para capacitar a tu nuevo mayordomo en todo lo que haga falta- ahora llevaba a su boca uno de las tartas preparadas pata aquel momento – Ya puedes pasar


 


De momento, de entre un pequeño camino salió el nuevo sirviente de la casa que cuando su rostro quedo al descubierto el grupo de los japoneses terminó con los ojos abiertos y convertidos en piedras, mientras que el vampiro menor realizo un gesto casi imperceptible ante la sorpresa que recibió.


 


-Mucho gusto… - un hombre alto de cabello rubio y hermosos ojos dorados estaba frente a todos vestido pulcramente con su traje de mayordomo – Mi nombre es Eiri Uesugi… desde hoy soy el nuevo mayordomo del joven Edward – dijo tranquilamente tragándose todo su orgullo mientras miraba al cantante.


 


El manager terminó ahogándose con un pastelillo, cayéndose de la silla en la que estaba de espaldas, siendo auxiliado el guitarrista que de manera alternada estaba tratando de resucitar a su jefe que se había desmayado ante la impresión, pero a pesar de estar a su lado no dejaba de ver aquella escena tan bizarra. El menor de los Grand Chester estaba bastante molesto ante aquella falta tan terrible por lo que…


 


-Me niego rotundamente – declaró mirando a su progenitor que parecía muy ajeno a la situación – Me escuchaste… padre esto es una burla… una enorme si me lo preguntan. – comentó sin que su usual porte, se viese alterado.


 


-Edward, sé que las situación no te agrada en lo absoluto pero… tengo mis motivos para hacerlo- al notar el gesto de molestia de su hijo oculto bajo una capa de frialdad solo tuvo que decir -  es una orden – dijo callando de inmediato al menor quien no tuvo más remedio que sentarse mientras observaba como Warner le colocaba el prendedor a su antigua pareja, al mismo que le daba la bienvenida formalmente. –


 


Suspiro derrotado pues no podía negarse a una orden de su padre, quien era la cabeza de la familia, destetaba aquello pero… para su fortuna solamente sería por un poco tiempo pues pronto asumiría el control de la casa


 


-Por cierto hijo… - nuevamente la voz de su progenitor le hizo saber que nada bueno le esperaba- no creas que cuando te conviertas en el Duque de Grand Chester podrás librarte de esto, Eiri Uesugi será tu mayordomo hasta que la muerte… una natural debo aclarar lo alcance y eso también es una orden.


 


Ahora si el menor estaba furioso ¿Qué pretendía su padre con eso? Acaso fastidiarlo, en esos momentos estaba conteniendo toda su ira que si alguno decía algo estaba seguro que lo mataría, pero se controló no podía permitir que el escritor descubriera su evidente enfado.


 


-Sera como ordenes padre… - menciono el menor levantándose para después dirigirse a la salida ahora seguido por Warner quien le indico al escritor que debía seguir al menor –


 


Cuando ámbar y amatista se cruzaron fue evidente la tensión especialmente la que generaba el cantante la cual llego hasta su amigo de cabello rojo el único consiente quien temblaba ante ello jamás había visto al chico tan furioso.


 


-Eiri… - llamo el primogénito de los Grand Chester – sabes algo bueno saldrá de la inmortalidad, pues en menos de un lustro ya me habré librado de ti- le dijo para dirigirse a cumplir con sus obligaciones – Warner enséñale bien, pues no tolerare que mi mayordomo sea un mediocre. –No dijo nada más simplemente abandono el invernadero con paso firme


 


Mientras el vampiro menor se alejaba el Duque le miraba con burla su hijo era tan predecible, nada bueno si se lo preguntaban pues ante el tipo de vida que llevaban perteneciendo a la “Nobleza Oscura”, predecible era sinónimo de debilidad; así que como padre era su deber enseñarle una valiosa lección, la cual era “Los vampiros jamás se manchan las manos con algo tan vano como la venganza personal” solamente lo ignoran hasta que tiempo desaparece sus preocupaciones.


 


Flash Back…


 


-Perfecto… entonces lo que tendrás que hacer es… - el Duque parecía sonreír de lo lindo pues aparte de que le enseñaría una valiosa lección a su hijo se divertiría a lo grande – convertirte en el mayordomo de Edward


 


-¿Cómo dijo? – el escritor se exalto por completo ante aquella propuesta tan extrema


 


-Lo que has oído… pon atención no me gusta repetir las cosas – declaro a pesar de que detestaba tratar con humanos eran los perfecto chivos expiatorios para cualquier propósito que deseara alcanzar – Como mayordomo deberás estar al lado de Edward prácticamente todo el tiempo una perfecta oportunidad… pues a través de la convivencia buscaras su perdón.


 


-Pe… pero- tartamudeo un gesto propio de los humanos cuando enfrentan situaciones fuera de su control.


 


-Escucha te lo pondré así… en este momento Edward no posee gran poder bajo la sociedad inglesa ya que aún soy el líder de la Nobleza Oscura pero… en el momento que me sustituya tendrá el poder para sacarte de este país en cuestión de minutos además de impedirte regresar – aquello no era para nada algo alentador para el rubio quien miraba con miedo aquello – Es decir, jamás volverás a verlo… pero… si te vuelves su mayordomo tendrás una excusa para permanecer a su lado una buena cantidad de años.


 


El escritor no podía hablar ante aquello en verdad que las ideas de aquel hombre-vampiro eran extremas pero tenían muy buenos argumentos.


 


-Pero, el jamás lo aceptara y usted mismo ha dicho que pronto se convertirá en el líder de esta familia, de igual forma me sacara de este país – menciono el escritor con pena.


 


-Por ese lado te daré una pequeña ayuda… - continuo el Duque cruzando sus brazos – si se lo ordeno accederá de inmediato… al igual que le ordenare que serás su mayordomo hasta que la muerte te alcance, claro que esta deberá ser natural conozco a mi hijo lo suficiente para imaginarme sus movimientos ante eso no tendrá más remedio que aceptar.


 


El rubio se detuvo un momento a pensar ante aquella propuesta como estaban las cosas apenas era capaz de acercarse a Shuichi unos cuentos metros, pero cada vez que estaban juntos las cosas terminaban mal y a este paso en verdad jamás volvería a verlo pero ¿Qué implicaba aceptar ese trato?


 


-Eso es simple… - el Duque pareció leer sus pensamientos pues continuo su explicación – para empezar deberás abandonar todo aquello que dejaste en Japón tu vida, familia, amigos, profesión, etc.,- su mirada ahora era firme muy aterradora –.


 


Aquello fue algo impactante para el escritor era una decisión enorme pues significaba sacrificar todo lo que era por Shuichi, fue entonces cuando los recuerdos de lo vivido por el cantante lo atormentaron su pequeño valía ese sacrificio.


 


-Pero hay un detalle más a pesar de que puedo imponerle muchas cosas a mi hijo… hay algo que jamás aceptara… un mayordomo mediocre, pues solamente busca la perfección en todas las facetas de su vida- señalo al hombre que se encontraba a su derecha – Warner mi mayordomo personal te ayudara a convertirte en alguien digo de servir a esta casa por lo deberás dejar de lado aquella actitud prepotente y de ser necesario arrastrarte si mi hijo te lo ordena… en pocas palabras vivirás solo para complacer a Edward lo demás dejara de existir para ti –


 


Eso fue lo máximo que soporto el escritor para caer al suelo por la falta de aire una cosa era abandonar su vida para permanecer al lado del cantante pero terminar a los pies de aquella persona pero…


 


- Y tal vez si mi hijo lo llegase a perdonar… - le miro con sinceridad algo no muy común en aquel ser tan oscuro – Decida convertirlo también en vampiro así estaría juntos por la eternidad. – Ante esa posibilidad el menor no lo dudó ni un instante


 


-Acepto – dijo finalmente el rubio quien sabía que al final de todo podría estar al lado de la persona que amaba por lo que no le importaba el costo.


 


-Perfecto… si esa es su decisión Sr. Uesugi le informo que desde hoy se ha convertido en el “Perro Guardia de la Rosa” – se levantó para aplaudir mientras miraba al rubio humillado desde el suelo aquello estaba resultando tal y como se esperaba – Warner lleva al nuevo miembro del servicio para que se cambie estará bajo tu tutela y asegúrate de enseñarle bien que mi hijo no tenga quejas, además organiza una pequeña celebración para la promoción de Alexander.


 


El nombrado simplemente realizo un reverencia para después acercarse al rubio llevándoselo con él, este llevaba sus ojos ocultos bajo su cabello por lo visto estaba un poco desgastado emocionalmente por aquello pero al final fue su decisión.


 


-Ahora todo queda en tus manos Eiri Uesugi- menciono mientras se levantaba para atender algunos negocios.


 


Fin del Flash Back…


 


El Duque aun contemplaba la escena era muy divertido ver a aquel orgullo rubio siguiendo a su hijo como un fiel perro uno que con la cola entre las patas sigue a su dueño esperando se aprobación o en este caso su perdón; solo esperaba que el menor no fuese demasiado duro con el pobre al final no era más que un frágil humano.


 


-Disculpe Sr. Duque… Ayuda – el guitarrista llamo su atención de improvisto al girarse una gota de sudor bajo por su cabeza había estado tan entretenido con las reacciones de su hijo que se había olvidado de los invitados y uno de ellos estaba totalmente en Shock mientras que otro seguía en suelo a causa de su repentino ahogamiento ante eso suspiro.


 


-Alexander- llamo al nuevo jefe de la servidumbre – Encárgate de ellos y recuérdale a mi hijo que jamás se desatiende de esta manera tan descarada a la visitas- ante esa orden el mayordomo se levantó para dedicarse a cumplir algunas cuestiones pero antes de que pudiera.


 


¡BOOOOM!


 


-Y se supone que es un adulto… - al Duque no le quedo de otra que dirigirse al lugar donde se había escuchado aquel terrible estruendo, seguramente su hijo estaba descargando su ira con los pobres árboles que rodeaban la propiedad.

Notas finales:

Bueno espero que les haya gustado. 


Me despido de ustedes hasta la proxima.


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