UN ANHELADO AMOR
Los sentimientos que tenemos hacia una persona en nuestro corazón nunca mueren sin importar el tiempo y los hechos que pasen tras ellos.
Hoy era un día muy importante para la aldea de Konoha, su gran héroe, el futuro Séptimo Hokage contraía matrimonio con una de la heredera de los Clanes más importantes de la aldea, la hermosa Hinata Hyuga, esta noticia llenaba de alegría a todos los aldeanos y amigos de los novios, menos al mejor amigo del novio.
Sasuke Uchiha el ex renegado, el segundo héroe de la guerra pero en especial el mejor amigo de Naruto, no estaba dentro de aquella celebración, justo ahora se encontraba en la montaña Hokage observando a lo lejos donde debería estarse llevando aquel acontecimientos.
¿Por qué Sasuke no estaba en aquella celebración?
¿Acaso Naruto no lo había invitado?
O
¿Él no quería ir?
─ Dobe. —Susurro siendo escuchado solo por el viento.
Cerró sus ojos evitando dejarse llevar por las emociones del momento, Naruto si lo había invitado, pero él se había negado asistir.
Aun recordaba las emociones de la guerra, sus encuentros cuando regresaron, los extraños espasmos en su corazón que una sola mirada le provocaban, viendo transcurrido algunas de las semanas había decidido dejar la aldea por un solo motivo.
Aclarar su mente, corazón y alma sobre aquellos extraños sentimientos que empezaban a nacer por su amigo, todo aquello le forzó a salir de viaje antes que su corazón sea el que hable.
Su viaje de reflexión le tomo más de lo esperado los años habían pasado y ahora sabía perfectamente que era ese extraño sentimiento que Naruto le hacía desbordar solo con verlo, era algo que hasta el momento le costaba un poco aceptar, no todos los días te das cuenta que amas a tu mejor amigo.
Sonando algo cursi para su propia forma de ser había decidió volver para el festival de invierno de ese año y hacerle saber cuánto lo amaba.
Muchas veces nuestros planes nos salen tal como lo deseamos, al llegar a Konoha observaba como un cometa venía sobre la aldea al percatarse que Naruto no estaba en la aldea sabía que debía protegerla solo por él.
Al salvar a todos se retiró para encontrar a Naruto y ayudarlo en lo necesite, al llegar al punto de la batalla no pudo creer lo que sus ojos observaban, él y Hyuga se besaban mientras iban cayendo, sintió como su corazón se encogía y algo en su interior se rompía, aun con esos sentimientos a flor de piel hizo lo que debía hacer, los salvo con uno de sus halcones.
Desde el interior de su corazón deseaba ver dejado caer a la chica y quedarse con su rubio pero sabía que él no se lo iba perdonar, mucho más cuando en todo el camino a Konoha venían muy abrazaditos detrás de él.
Al llegar a la aldea todos los recibieron muy contentos más ante las nuevas noticias “eran novios”, Sasuke por su parte decidió quedarse unas semanas en la aldea, al ver pasado un mes sin ver al rubio ya que por su parte vivía pegado a su nueva novia y no tenía tiempo para él, al fin lo había invitado a salir.
Sasuke se sentía muy feliz de verlo, luego de tanto tiempo sin hablarle en su interior deseaba que le diga que ya había terminado con esa tontería de andar de novio y ahora se le iba confesar, al llegar Naruto al encuentro se lo veía muy feliz, Sasuke no comprendía todo solo hasta que este hablo.
─ Teme estoy muy feliz, dattebayo. —Dijo con una gran sonrisa en sus labios.
─ ¿Cuál es el motivo? Dobe. —Pregunto mirando al horizonte con tu típica pose seria.
─ He encontrado aquello que deseo proteger con todas las fuerzas de mi alma. —Miro a su amigo– Sasuke estoy enamorado.
El moreno no pudo evitar sentirse algo nervioso por la intensa mirada que le estaba dando, la misma que le brindaba las esperanzas que casi tenía pérdidas.
─ ¿Enserio? —Sonrío de lado.
─ ¡Si! —Se levantó estirando sus brazos muy feliz– Teme ¡Me voy a casar! —Abrazo fuertemente a su amigo lleno de alegría.
CRASH!
En ese instante se escuchó que algo se rompía y eso no era exactamente el puente que había cedido ante peso de ambos, sino fue el corazón de Sasuke que gracias al agua le ayudo que sus dos lagrimas que brotaron de sus ojos se mezclaran con el río y el rubio no las viera.
Una vez en tierra Naruto estaba tendido en el césped contemplando la luna la misma que no brillaba como otras veces, sino se la veía opaca como ella también comprendiera lo que Sasuke sentía en ese momento.
─ Teme estoy muy feliz, nunca me imaginé que llegara a sentir todo esto. —Miro a su amigo que yacía sentado a su lado con la mirada perdida en el agua– Hinata es una mujer sensacional, ella siempre me amo merece que yo la ame.
─ Y tú… —Hablo al fin el azabache– ¿La amas?
─ Creo que sí, dattebayo. —Se sienta también– Es muy dulce, amable, cocina muy bien, será una gran esposa.
─ Si claro… —Dijo apretando sus puños y mordiendo levemente su labio.
─ Sasuke. —Dice con seriedad haciendo que lo mire fijamente– ¿Quiero que seas mi padrino?
─ ¿Qué?
Aquella proposición logro que su corazón se volviera completamente añicos ¿Cómo podía pedirle aquello? ¿Acaso no se daba cuenta que lo estaba lastimando?
Ese instante se dio cuenta que él no tenía la culpa de lastimar al final de cuentas nunca se enteraría de ese gran amor que sentía por su persona, que ese amor solo sería solo suyo.
─ No. —Respondió antes de levantarse– No voy a ser parte de esta farsa.
─ ¡¿Farsa?! ¿De que estas hablando? —Pregunto enojado el rubio.
─ Tú no la amas. —Dijo convenciéndose a sí mismo– Solo estas ilusionado con ella y con toda su perfección.
─ Deja de decir tonterías, todos mis amigos están felices con nosotros, me han dicho que ya era hora que me dé cuenta cuanto Hinata me ha amado y tú mi mejor amigo me sale con esto. —Reclama muy enojado.
─ Porque soy tu mejor amigo te lo digo, si es verdad que ella te amado toda la vida como dicen y tú, me vas a decir que también la amaste siempre. —Lo mira enojado y a la vez dolido– Has con tu vida lo que quieres, pero yo no seré tu padrino.
─ Sasuke. —Lo mira afligido– Quería que tú y Sakura-chan estén a mi lado ese día, además es una buena oportunidad para que des una oportunidad a ella, sabes aun te ama.
─ Cuando será el día que dejes de pensar en lo que siente ella y veas lo que yo siento. —Le miró fijamente– Lo siento solo espero que un día que des cuenta que solo te has dejando fascinar por un amor ficticio, el amor no es admirar a alguien, es: conocer hasta el mínimo detalle de esa persona, saber que solo con esa personas puedes ser completamente feliz, ya que solo esa persona es capaz de dar y hacer todo por ti sin importar lo que pase a su alrededor y ante todo amarle desde el profundo de tu corazón. —Termino ocultando sus ojos con su flequillo y dándole la espalda– Tal como yo te amo. —Pensó para sí mismo.
─ Sasuke. —Murmuro mientras observaba como su mejor amigo se alejaba de su lado.
Aquella noche dejando solo como testigo la oscuridad de su habitación Sasuke dejo que sus sentimientos de dolor y decepción corran por sus ojos jurándose nunca más volver a llorar por su amor no correspondiendo.
Volviendo a la cima de la montaña Hokage, Sasuke se iba alejando de la aldea no sin antes mirar nuevamente a la triste luna que reflejaba sus sentimientos.
─ Adiós Naruto.
Luego de aquel día la soledad volvió a reinar a su vida, la luz que guiaba su camino se alejó de él dejando sumido en la oscuridad, su corazón volvió a obtener aquella coraza de frialdad que lo hacía ver una persona fría sin la oportunidad de alcanzar la máxima felicidad.
Diez años han pasado y su vida era un asco, por un error tenía una hija con alguien que detestaba, su vida se había resumido en ir y venir de un lado a otro, pero ante todo se preguntaba ¿Cómo le iba a él? Desde ese día no se habían vuelto hablar y ahora lo tenía nuevamente frente a sus ojos.
El día de su boda no fue lo que esperaba, aunque tenía a todos sus amigos, conocido y hasta gente que ni conocía, pero al final no llego quien quería que realmente llegara, él fue muy claro no iba ir y no fue.
No se podía quejar de su esposa era muy servicial, por no decir demasiado ni siquiera era capaz de negar algo que él le pidiera sin importar lo que sea, ella le obedecía, eso provoco que su matrimonio sea algo aburrido, cuando sus hijos llegaron era el hombre más feliz del mundo Bolt y Himawari eran el complemento perfecto pero la falta de carácter de Hinata hacia que Bolt siempre este fuera de control y no obedeciera, eso hizo que él lleve el papel del papá malo.
Luego llego sin duda uno de los momentos más esperado en su vida al fin se había convertido en Hokage, los primero días eran celebraciones y alegría pero luego de la primera semana se dio que su sueño venía acompañado de muchas responsabilidades y reuniones aburridas, juntando con las travesuras de su hijo mayor con tal de llamar su atención.
Si alguien le hubiera dicho que su vida sería así no se lo hubiera creído, estaba atrapado en un matrimonio aburrido y sin amor, hace unos años se dio cuenta que no amaba su esposa solo la admiraba, su gran sueño se convirtió en su pesadilla, que irónico tantos años soñando en ser Hokage ahora odiaba su puesto.
Para todos su vida era perfecta, una familia feliz y un trabajo ideal, sus amigos que lo apoyaban ahora le llamaban Hokage, dejo de ser Naruto, su muletilla tuvo que dejarla luego que en una reunión le pusieran una la malas cara, ahora se daba cuenta solo hubo una persona que veía las cosas tras la supuesta felicidad en la que iba a vivir, y esa persona luego de diez largos años volvía estar frente sus ojos.
─ Sasuke.
─ Naruto
Sus ojos fue lo primero que vieo eran opaco y sin brillo, como no se había dado cuenta que nuevamente su amigo estaba sumido en la oscuridad, ¿Acaso no era feliz con su hija? Ahora Naruto recordaba que Sarada había nacido gracias a que Sakura lo engaño solo para llevarlo a la cama, Sasuke estaba solo.
─ ¿Cuándo tiempo no…? —Detuvo su pregunto sin poder sin llamarlo o no como antes.
─ Dobe. —Sonrío levemente mientras se daba la vuelta y volvía al lago donde se citaron hace muchos años– Ven. —Le llamo.
Sin dudarlo dos veces se encamino para pararse a su lado y mirar de reojo su triste mirada.
─ Sasuke…
─ Sabes cuándo me citaste aquí hace diez años pensé que ese día sería el más feliz de mi vida. —Dijo sin volear y con una mirada llena de dolor– Tras un largo viaje había aclarado mi mente, corazón y alma, sabía que debía hacer y decir exactamente pero… —Lo miro fijamente– Las cosas no salen como las planeamos.
─ Yo…
─ La noticia que estabas enamorado, te ibas a casar y mucho más que deseaba que sea tu padrino, no fue algo que acepte fácilmente. —Nuevamente miro al cielo– Tengo una hija que no amo y dudo que algún día sienta algo por ella ya que su madre me engaño para tenerla, si vengo aquí a la aldea es solo… —Lo mira nuevamente– Por ti.
─ Por mí, no entiendo. —Dice incrédulo.
─ Es increíble luego de diez años aun no te des cuenta que te amo.
Aquellas palabras llegaron tan rápido al corazón de Naruto tal como un Kunai lo hubiera atravesado, ni siquiera en sus sueños más locos se imaginó que su amigo dijera tal cosa.
─ Bueno…es mejor que me vaya. —Sasuke se da vuelta dejándolo shokeado.
Naruto aún permanecía parado en medio del puente a los minutos parpadeo aun asombrado.
─ Me ama. —Susurro para él mismos sin creerlo– ¿Sasuke me ama? ¡Esperen! Sus ojos. —Mordió su labio sabiendo que él era responsable de su dolido corazón– Perdóname Sasuke. —Se dio vuelta para volver a su casa.
Sasuke por su parte sonría levemente mirando como la luna brillaba nuevamente aunque no lo tenía a su lado, al menos se había librado de aquella opresión dejando salir lo que llevaba guardado por tantos años ahora él era quien decidiría que hacer con sus sentimientos.
Pasaron dos semanas de aquella confesión y Sasuke aún se mantenía en la aldea tras pensarlo decidió darle una oportunidad a su hija aunque detestara a su madre la niña era inocente y en ese tiempo aprendió mucho de ella.
Pero para Naruto las cosas se volvieron más estresantes esa noche había reflexionado mucho sobre Sasuke y llego a la conclusión que siempre tuvo a quien quería proteger ese era él ¿Por qué buscar a otra persona?, que lucho con tal de traerlo de vuelta ahora se preguntaba ¿Para qué?, que había perdido incluso un brazo por él ¿Por qué? ¿Por qué había hecho tantas cosas solo por él? Incuso ambos tenían un lazo tan fuerte que ni su esposa era capaz de llegar igualarlo.
─ Naruto. —Entra Shikamaru con una nueva montaña de papeles– Revisa estos informes de misión.
─ Si, gracias. —Tomo el primero aburrido.
Ahora se debatía si ser Hokage era realmente el sueño que tanto deseo querer hacer realidad.
Ya muy tarde llego a su casa encontrando a Hinata en la entrada.
─ Bienvenido Naruto-kun. —Saluda con una sonrisa– Los chicos te esperan para que les des las buenas noches.
─ Dáselos tú estoy casando. —Pasa a su lado.
─ Naruto-kun ellos te extrañan, son tus hijos. —Dice afligida.
Suspiro sin tomarle importancia sabía que fallaba como padre, esposo, Hokage, ahora se enteraba que había fallado como amigo…si es como podía pensar en Sasuke aun de esa forma.
Sentado bajo la luz de la luna miraba una antigua foto de Sasuke que había conseguido en la oficina, como deseaba verlo, escucharlo, mirarlo y porque no hasta besarlo, sin pensarlo dos veces fue donde él.
Era egoísta si lo era, tenía en casa a una familia infeliz y él ahora estaba besando a su ¿mejor amigo?
PAV!!
Bien merecido tenía el golpe al venir a su casa y besarlo de buenas a primera no era justo sabiendo que él lo amaba y él….no sabía que sentía.
─ No la amo. —Dijo levantándose de piso– Tras vivir años con ella entendí que nunca la ame, que solo me había dejado maravillar por ella.
─ Y justo diez años después te das cuenta, que Dobe. —Dijo con una sonrisa de lado– Pero eso no te da el derecho de venir a besarme. —Lo mira enojado– Que te quede claro Dobe yo soy plato de segunda mesa de nadie. —Cruza los brazos.
─ Eso lo sé, Sasuke yo…
─ Sientes lo mismo que yo ¿Sí o no? —Pregunto con firmeza.
─ No sé. —Respondió con sinceridad– Pero…
─ No, cuando estés seguro de lo que sientes ven, yo no soy conejillo de indias para que andes experimentando para ver qué pasa. —Se acerca a la puerta– Vete Naruto.
─ Sasuke…prometo que te voy demostrar que siento.
Cuando salió él tocaba sus labios con sus manos temblando, su rostro sonrojado y una sonrisa boba en sus labios.
─ Oto-san. —Una pequeña voz lo trajo a la realidad, su hija estaba en casa.
─ Sarada. —Miro con una sonrisa a la menor.
Esa noche Sarada entendió por qué su padre no amaba a su madre, él ya tenía un dueño de su corazón desde antes que ella nazca.
Noviembre resulto ser para Konoha el mes de las sorpresas, la primera Sakura había dejado la aldea de la noche a la mañana quedando Sarada bajo la tutela de Sasuke, ni a la semana la que según parecía ser la familia más feliz de Konoha se divorciaba, Naruto había pedido el divorcio a su esposa, ahora Hinata era un mar de lágrimas, Bolt estaba fuera de control y la pequeña Himawari sorpresivamente era amiga de Sarada la misma que llevaba a la menor a su nueva casa para incomodidad de Sasuke y por último la sorpresa más grande fue cuando Naruto el séptimo Hokage renuncio a su puesto, dejando a Shikamaru con el trabajo.
Todas esas noticias habían llegado a los oídos de Sasuke, hace un mes que no lo veía y aun no se lo creía, hoy a inicios de diciembre tenía la calurosa visita de los dos hijos del rubio, Bolt le recordaba mucho al Dobe de pequeño, mientras la pequeña Himawari aunque parecía tener la personalidad de su madre, en poco tiempo tenía valor de darle pelea a su hermano tal como lo hacía Sarada.
─ Oto-san nos puedes llevar al parque. —Pidió su hija con una sonrisa.
─ Claro vamos. —Inmediatamente las niñas lo tomaron de la mano antes de salir– Dobe. —Susurro al abrir la puerta y encontrarse con el rubio portando su vieja ropa y una gran sonrisa.
─ Ya lo se Teme. —Dijo muy feliz– Ahora lo sé.
Sarada al saber a lo que se refería, tomo de la mano a ambos hermanos y los llevo a una habitación, ahí les explico que era lo que pasaba, Bolt estaba algo desconcertado igual que su hermana, pero no podían evitar pensar que la sonrisa de su papá era algo nuevo.
─ No sé a qué te refieres. —Cruza sus brazos– Si me disculpas estoy de salida con los niños.
─ ¿Cuáles niños? No veo a ninguno. —Dice burlón.
─ Sarada traidora. —Susurro– Igual no tengo nada que hablar contigo.
─ Me temo que sí. —Lo acorrala contra la pared– Sasuke te amo. —El moreno abrió sus ojos– Jamás me di cuenta que a ti fue al único que siempre ame y que solo deje llenar mi cabeza de tonterías sin poder ver la realidad que estaba frente a mi ojos.
─ Sí que eres un Dobe, abrir los ojos luego de diez largos años, ahora qué? ¿Todo se arregla tú y yo viviremos con los niños formando la familia ideal? —Lo mira serio.
─ ¡Es una gran idea! ¡Iré por mis cosas, peleare la custodia de los chicos y seremos una gran familia!! —Habla muy emocionado y lo besa apasionadamente– Te amo Sasuke.
─ Do-Dobe. —Susurro con su voz entrecortada sin importar lo orgulloso que sea ese momento lo había esperado toda su vida, oculto su rostro en el cuello del rubio y dejo caer libremente sus lágrimas.
─ Sasuke. —Lo abrazo consolándolo– Prometo que nunca más me alejare de ti.
Una hora más tarde estaban ambos adultos frente a sus hijos esperando lo que querían sus padres decirles.
─ Y bien. —La primera en hablar fue Sarada– ¿Qué nos quieren decir?
─ No me hables en ese tonito Sarada. —Su padre la corrigió seriamente– Bueno…
─ Sasuke y yo nos vamos a casar, todos juntos seremos una gran familia. —Anuncio Naruto sin ninguna pisca de delicadeza.
─ ¡¿QUEEE?!!
Pocos meses después el anuncio de Naruto se hizo realidad, tenía la custodia de sus hijos, ahora vivían todos juntos en familia.
─ ¡Llegue! —Anuncio Naruto desde la entrada– Hola Sasu, dattebayo. —Le da un beso.
─ Llegas a tiempo Dobe, los niños se iban acostar ve a darles las buenas noches te han extrañado. —Dice luego de responder el beso.
─ Ve tú estoy cansado. —Suspirada cansado.
─ No te pregunte si quieres ir, te estoy ordenando que vayas. —Lo mira de reojo con el sharinga activado.
─ Enseguida voy!! ¡Ya voy mis pequeños! Dattebayo! —Sale corriendo rumbo a la habitación de sus hijos.
─ No te olvides de mí Sarada. —Suspira– Ese Dobe.
Luego de contar tres cuentos, dar tres besos, al fin había llegado a la habitación que compartía con Sasuke.
─ Listo los tres duermen. —Dice con una sonrisa mirando a su futuro esposo.
─ Deja de mirarme Dobe. —Se termina de vestir– Hoy me topé con Shikamaru, dijo que dejes de ser problemático y vuelvas a ser Hokage.
─ Ya le dije que no quiero ser Hokage, que ahora tengo un nuevo sueño que cumplir. —Abraza a Sasuke por la espalda– Hacer feliz al hombre que amo. —Besa su cuello– Eso es mejor que ser Hokage.
─ Dobe siempre soñante con ser Hokage. —Se gira para que quedar frente a frente– Tan malo es ser Hokage. —Sonríe burlón.
─ Sí que lo fue. —Ríe– Ya viví ese sueño y no me gusto, ahora tengo un nuevo sueño el cual si pienso disfrutar al máximo. —Abraza con más fuerza la cintura de su pareja.
─ Dobe. —Sonríe ante sus palabras– Eres un irresponsable.
─ No lo creo, ya que me estoy haciendo responsable de todos tus sentimientos y esta vez no fallare, sin importar lo que el mundo diga te amo y siempre te amare.
─ Yo también te amo.
─ Sasu…. —Sasuke con calla con un beso.
El camino recorrido no fue fácil, las barreras y problemas siempre estuvieron frente a ellos, obligándolos a recorrer camino inseguros llenos de soledad, dolor y desamor, pero sin importar el tiempo su amor perduro y lucho con tal de alcanzar su completa felicidad.
FIN