Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Past. por warumonochan

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Llevaba eones sin publicar nada por aquí. Pretendo retomarlo, aunque realmente no sé si habrá algún público para mí ya. Y sí, sé que no es una nota acerca del fanfic, pero no tengo nada más que decir sobre él más que él mismo.

 

Enjoy it!

     Estaba a punto de acabar. Él estaba serio, con el ceño fruncido, como siempre. La boca entreabierta, los ojos cerrados, ligeramente sonrojado. A penas audible; sólo lo fue en ocasiones muy puntuales, pero es algo que jamás podrá olvidar, o eso cree. Siguió moviéndose, algo más rápido, en cuclillas sobre él. Ambos sudaban, por el placer y por el calor veraniego. Quería quedarse mirando su cara, ahora que él no le veía, pero el placer en aumento le obligaba a echar la cabeza hacia atrás. El otro se levantó, y agarrándose a su torso, rondeándole con los brazos, aceleró los últimos segundos.

Le sintió salir claramente. Se echó a su lado y se dijo a si mismo que se daría la vuelta y que se dormiría. Se lo dijo, como se lo había dicho todas y cada una de las veces, pero antes de que pudiera ni siquiera darse cuenta, estaba descansando su barbilla en el hombro de Kyo, y le rodeaba con el brazo derecho el pecho. Ambos jadeaban, ya más ténuemente. Kyo se incorporó y tomó un cigarrillo, y le ofreció otro a él. Lo aceptó y se volvió a recostar en la cama, esperando que él también lo hiciera. Pero él, en cambio, se sentó frente la ventana.  Las luces de la ciudad entraban por ella, pero ni un sonido. No había absolutamente nadie en la calle. 

Quería decirle algo, pero, ¿el qué? No tenía nada que decirle, y además, estaba convencido de que no le iba a responder. Antes solían hablar hasta de la más mínima cosa, no escaseaban los temas de conversación. Antes. Ahora sentía que Kyo ni siquiera se esforzaba en mantener conversaciones con él. A veces sí, a veces lo intentaba. Era simplemente que algo se había roto. Esa era la explicación que Toshiya llevaba tiempo buscando, el porqué de que la relación, a pesar de parecerle tan maravillosa, fuese tan breve y se fuese a la mierda con -para él- tantísima facilidad. ¿Qué te queda, a parte del sexo, cuando no puedes decirle nada interesante a la persona a la que quieres?

Pero él simplemente no quería verlo. Se lo preguntaba una y otra vez. "¿Por qué? Si nos queremos, o nos queríamos, ¿por qué fue tan sencillo cortarlo?". Después de un tiempo, vio lo ciego que había estado. No dejó de quererle. Kyo siempre había sido esa persona que se te mete bajo la piel, que puedes sentir tras los ojos a cada inhalación. Pero pudo ver el porqué de que aquello que tanto anhelaba y extrañaba no pudiera funcionar, y, aunque ya había pasado mucho, y aunque no fuese de una forma total; pudo asumirlo.

Pero esa noche, aún no había llegado a esa conclusión. Y entonces, Kyo se movió en la semi oscuridad haca "su lado" de la cama, mientras Toshiya observaba su silueta recortada en la ventana, con ojos brillantes. Con los ojos de un bebé cuando ve a su madre acercarse. Con los ojos de un perro cuando su amo llega a casa después de una jornada larga. Y esperó a que se tendiera a su lado, esperó un tiempo que se le antojó eterno, como cada noche que se daban ese intento de amor, de alguna forma frío y silencioso. Aunque fuera, en lo literal, totalmente lo contrario.

Sabía que no le quería. O al menos, no como él quería a Kyo. Claro que el otro le quería, jamás dudó de eso, ni un instante. Pero no lo que le correspondía a ese acto tan carnal y caliente. Y aunque se pueda pensar que es lo peor que alguien puede hacer, le daba igual. Le daba igual, por el simple hecho de que, le quisiera o no, lo sentía suyo. Él era el que acariciaba su cuerpo, el que le abrazaba por la espalda. El que le tocaba la oreja hasta que se quedaba dormido. No era suyo en realidad, en absoluto. De hecho, nunca lo fue. Pero esa falsa sensación, le parecía suficiente.

"No quiero hacerte daño", le decía. "Te quiero, y no quiero herirte más."

"¿Por qué crees que va a pasar eso? Sólo somos amigos pasando un buen rato. Nada más."

Reía. Reía pero temblaba por dentro. Una parte idiota e inconsciente esperaba que eso jamás acabase, que todo simplemente volvería a conectarse, que no tendría que temer más por una ruptura. Hablaba apretando los puños con toda su fuerza, clavándose las uñas en la palma.

"Porque puede pasar. Porque puedo enamorarme. Porque puede que tengamos que hacer estas cosas, y ya te herí. Ya te herí, Toshiya, y no me lo perdonaría otra vez. Porque, aunque debería, no te quiero de una forma romántica, ¿comprendes? Eres una de las mejores personas que jamás he conocido, y no quiero herirte. Me da pánico. Pero no estoy enamorado de ti, no puedo darte lo que quieres, y eso va a destruir nuestra amistad. Y no quiero, joder. No quiero perderte."

¿Qué podía decir ahora? Literalmente, ¿qué podía decir, con un nudo de realidad intentando bajarle por la garganta? Pudo esbozar de nuevo su sonrisa y aclarase la voz, sorprendiéndose a sí mismo, cuando segundos antes estaba aterrado ante la idea de echarse a llorar.

"Haz simplemente lo que quieras, de verdad. No me afecta, si es lo que temes. Ya hemos aclarado esto muchas veces, y ya te he dicho que lo entiendo. Deja de torturarte, por favor."

 

 

Pasaba las uñas suavemente por su espalda. Las embestidas fuertes, las respiraciones al compás. El agotamiento intentando interrumpir lo que el placer no dejaba frenar. Era feliz. Era feliz besándole mimosamente el cuello, mientras Kyo, desde arriba, embestía con una brutalidad que le encantaba. Volvieron a dormir juntos, abrazados, a pesar del calor propio de septiembre. O, tal vez, sólo era Toshiya el que abrazaba, pero le daba igual. Jamás pensó que volvería a dormir con él.

 

"No entiendo ese jueguecito que te traes con las chicas, Toshiya." murmuró Kyo desde la silla, fumando.

Hubo un ligero silencio, sólo interrumpido por el traquetear del mencionado.

"¿Qué jueguecito?" comentó distraído, mientras hacía la cena.

Kyo resopló. Toshiya pudo ver por el rabillo el ojo el humo llegar hasta su hombro. De pronto, el otro se le antojó una bestia furiosa, expulsando humo. Reprimió la risa, pero no una sonrisa.

"Si yo hiciera eso con una persona, a ti no te haría gracia. No te gustaría que yo besase a otras, ¿verdad?"

"Sólo estábamos de broma. Son mis amigas, Kyo. No significa nada más allá de lo que se ve."

"¿Entonces yo también puedo hacerlo? ¿Dices que no te molestaría? Porque estoy seguro de que sí. Y de que te enfadarías."

Hubo otro silencio. Ya no era un silencio liviano y breve. Ahora, el aire pesaba sobre ellos. 

"No es lo mismo." dijo al fin Toshiya.

"Por qué no."

"Porque yo estoy enamorado de ti."

 

El verano dio paso rápidamente al otoño, y éste al invierno. Todo pendía de hilos, finos y sensibles, a punto de soltarse y dejarlos estrellar contra el suelo. A pesar de ello, todo parecía seguir en orden. Toshiya no podía evitar sentir por él lo mismo que el primer día. Cada salida nocturna desenbocaba en la visita de "él" a su casa, a su cama, a su cuerpo. De forma natural, por una cosa o por la otra, siempre llegaban al mismo punto, del cual él no pensaba quejarse.

 

"¿Te vienes hoy a casa?" preguntó de forma casual, en vistas de que Kyo aún no había dicho nada sobre el asunto, a pesar de que ya estaban de regreso a casa.

"No, hoy no. Tengo cosas que hacer mañana.

Y simplemente siguió el camino por su lado, dejándole a él frente al suyo, solo.

 

Jamás volvió a su casa. Jamás volvió a su cama. Y no hace falta decir, que jamás volvió a su cuerpo. Empezó a frecuentar otra casa, otra cama y otro cuerpo.

"Estoy enamorado de ella. Llevaba mucho tiempo buscando a alguien como ella. A alguien que me hiciera sentir así. Me sentía como un monstruo incapaz de amar, un monstruo vacío y sin sentimientos. Pero ella es diferente. Me complementa. Somos demasiado iguales, Toshiya. Somos como dos grandes y feroces dragones luchando. Solo que esta vez, tú fuiste el que bajó la guardia y salió perdiendo."

Quería alegrarse. Por Dios, si quería. Pero no podría. Su parte egoísta sólo deseaba que todo eso se deshiciera y que volviera a sus brazos. Su parte humana le quería demasiado como para querer que sufriera como él mismo lo estaba haciendo. Su mente se volvió una lucha constante de las partes. Una guerra infinita que no podía contener y que le estaba consumiendo.

"Por favor, quiero conservarte a mi lado", le decía. Y no veía un ápice de mentira en él. "Eres mi mejor amigo, Toshiya. También quiero ser feliz a tu lado, y que tú lo seas al mío."

Ahora era él el que se sentía como un monstruo. Un monstruo que no era capaz de amar ni dejar de amar con tanta fuerza. Un monstruo que se consumía a si mismo por dentro y consumía a los que le rodeaban. Hasta que lo entendió. 

 

Aún le echa de menos. Echa de menos sus charlas infinitas, sus bromas, sus confidencias. Echas de menos reírse con él. Le echa de menos. A veces, incuso, extraña sus brazos. Pero ese es otro asunto.

Notas finales:

This is it, i guess.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).