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Propuesta indecente por UsagisWhife

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Notas del fanfic:

Aqui un pequeño one shot mio :33

Notas del capitulo:

bueno aqui vengo yo despues de mucho tiempo sin subir nada con este lindo one shot! :33 bueno, al menos yo creo que es lindo e_e 

ya habia empezado a escribir este fic hace tiempo, pero debido a falta de tiempo no habia podido terminarlo, asi que ahora que estoy de vacaciones aproveche para terminarlo, espero que les guste! :33

Sensei, lo veré esta noche en la fiesta, más le vale que valla o ya sabe qué es lo que puede pasar, Suzuki-san le agradecería que salvara su pellejo, o mejor dicho… su relleno.

Aikawa

 

¡Estúpida Aikawa!, ¡mira que secuestrar a Suzuki san!, maldición, esa loca es capaz de todo por conseguir que vaya a esas aburridas reuniones, ¿qué demonios le sucede?, ni modo, tendré que asistir, para colmo no tengo pareja, tendré que ir solo, qué se supone que haga en ese fiasco de fiesta, ¿jugar mata tena?

Me dirigí a la ducha, si iba a ir iría lo más presentable posible, me tome mi tiempo en la ducha, dejando que el agua caliente recorriera por completo mi cuerpo. Salí de la ducha con solo una toalla en mi cintura y me dirigí al armario, ¿Qué traje debía usar?, blanco, gris, azul, negro… ¡negro!

Me coloque el traje adecuadamente comprobando en el espejo que mi imagen fuera la adecuada, una vez me di cuenta de que así era me peine y perfume, tomé las llaves de mi auto y me dirigí al estacionamiento, subí a mi auto, un deportivo rojo, casi el amor de mi vida, y me encamine al lugar de la fiesta.

Como siempre la fiesta era en el hotel Teito, de verdad… vivimos en Tokio, ¿es que no hay mas salones para eventos en esta enorme ciudad?, estoy harto del mismo hotel barato de siempre….

Llegué a la fiesta y el ballet parking se llevo mi auto, bajé y entré al lugar de la fiesta, era algo… más formal de lo que me imaginaba, extrañamente ahora había más gente de la alta sociedad que de costumbre, había muchos hombres bien vestidos y de la misma forma muchas mujeres luciendo sus largas y elegantes cabelleras junto con esos apretados y destapados vestidos.

Divise a mi amigo Hiroki del brazo de un hombre alto de cabellos negros y ojos azules, me acerqué lentamente a ellos, un mesero se me atravesó ofreciéndome una copa de champaña la cual gustoso acepte, con copa en mano me acerqué a mi amigo.

-Hiroki- salude con una sonrisa, él era de las pocas personas que de verdad me agradaban

-¡Akihiko!, milagro que te dejas ver en una fiesta de este estilo- me dijo devolviendo la sonrisa

-¿Qué te digo?, vengo solo por compromiso laboral-

-jaja si, me lo imagine, por cierto, el es Nowaki Kusama, mi… mi…-

-Soy su acompañante el día de hoy, mucho gusto- dijo el hombre cordialmente estrechando su mano con la mía- es un placer conocerlo

-el gusto es mío Nowaki, soy Usami Akihiko-

-y dime Akihiko- dijo Hiroki- ¿vienes solo?

-lamentablemente esta noche sí, mi asistencia fue confirmada ya muy tarde y no tuve tiempo de conseguir una pareja-

-ya veo… ¿y no has visto algo que te guste?-

-No, a donde quiera que mire solo hay más de lo mismo, mujeres estiradas que solo buscan aprovecharse de ti engatusándote con sus pechos grandes, pero yo me voy mas por la otra acera jaja-

-eres un idiota Akihiko- dijo mi amigo riendo

Seguimos conversando un rato, este “acompañante” de mi amigo la verdad es que me estaba cayendo muy bien, mi copa se quedo sin champaña, así que decidí ir a buscar otra copa, me disculpe con mi amigo y fui por ella.

Llegue a una pequeña barra que había en el salón, algo cerca de la entrada, mientras me atendían me dedique a mirar la entrada, insisto, solo llegaba más de lo mismo, pero hubo algo que llamó mi atención, un limusina aparcó en la entrada, de ella bajo un hombre muy apuesto, pero no fue él el que llamo mi atención, sino la criatura que él ayudaba a bajar de la limusina, delicadamente tomo la mano de un bella figura dentro del auto, la cual bajo cuidadosamente intentando no tropezar.

Una vez estuvo abajo me quede deslumbrado, era un pequeño chico de no más de 1.60 m, era pequeño y delgado, tenía unos grandes ojos verdes, los cuales tenían un hermoso brillo de inocencia, unos lindos y pequeños labios rosados, los cuales quise morder hasta que estos se pusieran rojos, pero lo que de verdad me mato fue esa cadera, esa cintura que se doblaba ligeramente con la postura del chico, sus cabellos chocolate obviamente rebeldes, luchaban contra el gel para moverse a libertad. Este chico… me gustaba… quería que fuera mío, solo mío.

-caballero- me distrajo el mesero- aquí esta su copa- dijo entregándomela

Cuando voltee la vista este chico entraba al salón de la mano de su pareja, ¿tendrían una relación formal?, de igual, ese pequeño no se me escapa.

Recargué mi codo en la barra y miré al chico fijamente, clavando mi mirada en esa blanca piel, creo que sintió mi mirada, ya que volteo hacia donde yo me encontraba, él notó que lo miraba fijamente  y  un hermoso sonrojo apareció en sus mejillas, desvió la mirada completamente apenado, aferrándose aun más al brazo de su acompañante.

Vi que la pareja se detiene algo ingenua, ¿será que están buscando a alguien?, me acerqué cautelosamente a ellos, hasta que se percataron de mi presencia, noté que aquella bella criatura que obtuvo mi interés comenzó a temblar, siendo claramente una tierna muestra de nerviosismo.

-buenas noches- dije cortésmente- noto que están algo desconcertados, ¿puedo ayudarlos en algo?

-buenas noches- me dijo el hombre, y el pequeño apenas y emitió un susurro- si, de hecho vengo buscando al señor Yang, ¿de casualidad lo conoce o sabe dónde puedo encontrarlo?

-Sí, lo acabo de ver pasar hace un momento, se dirigía al segundo piso-

-ya veo, en un momento vuelvo amor- dijo el hombre tomando delicadamente la mejilla del pequeño con su mano

-¿puedo ir contigo?- dijo el pequeño con algo de pánico en sus ojos

-cielo, hablaremos de negocios, mejor quédate aquí en la fiesta, yo volveré en un rato, que te diviertas-dicho esto el hombre beso fugazmente los labios del castaño- te quiero, volveré pronto

Y así se fue, dejando a ese lindo conejo en la boca de este lobo.

-a mi me llaman Akihiko- dije tomando su mano, dejando un delicado beso en ella- es un placer conocerte- dije con la mirada más seductora que tengo, ante esto el pequeño de sonrojo de sobremanera

-S- soy Misaki Takahashi, e el gusto es mío- dijo tartamudeando

Mis amigos siempre me han dicho que tiendo a ser muy directo a la hora de seducir a alguien, y la verdad es… que es cierto, no me gusta andar con rodeos, yo sé bien lo que quiero y éste es el método más sencillo para obtenerlo.

Tomé la delgada cintura del chico con una mano y lo acerque a mí, mientras con la otra aun tenia la copa de champaña, el pequeño se asusto y trató de apartarse, sin embargo tengo que decir que este niño es muy débil.

-¿te digo algo Misaki?- susurre en su oído

-suélteme por favor- dijo nervioso, pero de alguna forma sé que no le molestaba del todo

-te ves increíble- dije mordiendo el lóbulo de su oreja

-tengo novio- alegó

-No me importa- dije sonriendo

-¡suélteme!- grito- ¿Qué clase de persona es usted?- dicho esto no sé cómo pero logro soltarse y se fue muy sonrojado

Jajaja que muchacho tan lindo, regresé con mi amigo Hiroki, el cual se encontraba conversando amenamente con su compañero.

-Hiroki- le llamé

-¡Akihiko!, te desapareciste, ¿Dónde estabas?-

-me entretuve por ahí un rato…-

-ya veo…-

-oye, ¿sabes quién es el hombre que acaba de llegar?-

-oh sí, es el empresario Ijuin Kyo, ¿Por qué?-

-bueno… venia con un chico muy interesante…-

-¿Qué?, no, no Akihiko, Ijuin sensei es peligroso, es demasiado celoso con su novio, él es… ¡su tesoro!, ¡su adoración!, ¡no puedes simplemente llegar y acostarte con él!

-claro que puedo- dije arrogante- además… le gusto a ese chico…

-Akihiko, por favor, no causes problemas…

-hey, vamos, una aventura es más divertida si huele a peligro- dije con una sonrisa

Después de eso me separe de mi amigo y comencé a caminar por el salón, buscando a aquel delicioso manjar, pasaron varios minutos hasta que lo encontré sentado carca de dónde se encontraba el grupo de jazz, estaba sentado con una copa de algo que seguramente no contenía alcohol, se notaba a leguas que era una persona muy tímida, justo de esas que me gustan.

Me acerqué moviéndome entre el mar de gente que había, pasó un mesero con una bandeja de bebidas y le pedí un Martini que para mi buena suerte ya tenía a la mano, lo tomé y seguí mi camino.

-parece que estás muy solo- dije mirándolo fijamente

-dice que es mejor que estar solo que mal acompañado- dijo volteando la mirada, jajaja tiene un gran orgullo

-sí, supongo que sí, Misaki, la verdad es que quisiera disculparme, te vi y me perdí completamente, lamento haber sido tan grosero, ¿aceptarías mi disculpa y me darías un nueva oportunidad? –

Subió esas preciosas esmeraldas hasta que se encontraron con mis ojos, y de repente esa mirada de reproche se convirtió en una cálida.

-de acuerdo, pero solo porque tuvo el valor civil de pedir una disculpa señor Akihiko- dijo levantándose de su asiento

-gracias, permíteme invitarte este Martini- dije ofreciéndole una de las copas que tenía en mi mano

-la acepto con gusto señor, pero permítame recordarle que aquí las bebidas son de cortesía-

-jajaja es cierto-

Continuamos conversando durante un tiempo más, este chico me gustaba cada vez más, ¡y esa cadera!, ¡esa cadera sería mi perdición!, además me di cuenta de que era más pequeño de lo que aparentaba, llegué a creer que se podría romper en cualquier momento.

Caminamos por todo el salón sin rumbo alguno, pero, a cada momento que pasaba sus risas se hacían algo más escandalosas y hablaba con más confianza, le estaba haciendo efecto el alcohol.

Caminamos por los pasillos hasta que llegamos a uno donde no había nadie y la iluminación no era muy intensa, Misaki se detuvo, deteniendo nuestra charla y nuestra caminata.

-¡Uff!, estoy cansado, hemos caminado bastante- dijo

-pues para no tener idea de dónde estamos supongo que sí- contesté con una sonrisa

-jajaja lamento haber empezado mal con usted Usami san, es de verdad un hombre muy agradable- me dijo

-¿tú crees?, pues muchas gracias, lamento no poder decir lo mismo de ti- dije a manera de broma

- ¡oiga!, ¡soy una gran persona!- dijo defendiéndose

-¿a si?, pruébalo…-

-pues… me han dicho que tengo muchas virtudes…- dijo balanceándose sobre sí mismo

-mmm ¿cómo cuál?-

-pues… dicen que soy muy tentador…- dijo coquetamente, este muchacho estaba provocándome, pues quien busca encuentra, bruscamente lo tomé de la cintura y acerqué su cuerpo al mío posando mis manos en sus caderas, haciendo imposible el hecho de que él pudiera escapar de mí.

-bueno…- susurré en su oído- eso no puedo negarlo…

El chico río tímidamente, alzando su cabeza, exponiendo su cuello a mí, aquella deliciosa fragancia que lo envolvía chocó contra mí, la suave y blanca piel de su cuello de porcelana estaba tentándome. Inhalé su aroma embriagándome con él, comencé a repartir delicados y pequeños besos por aquel blanco cuello, haciendo presión a la vez con mis manos en las caderas del castaño, estaba empezando a excitarme, sobre todo porque él comenzó a lanzar pequeños pero incitantes suspiros, mi cuerpo comenzó a reaccionar y mi hambre de él creció, no me pude controlar y lo que inició como pequeños besos ahora eran bruscas mordidas que dejaban marcas en aquella blanca piel.

Las manos de Misaki no se quedaron atrás, estas viajaron a mi cuello con la intención de que no me separara de él, mis manos tampoco pudieron quedarse quietas y una de ellas decidió abandonar la cadera del chico y posarse en su trasero estrujándolo, hay sentí como su mano apretaba la muñeca de mi mano sobre su trasero.

-basta- dijo tajante, me separé de él y lo miré a los ojos, tenía una mirada seria, tal parece se había dejado llevar demasiado- me voy- dijo con la intención de irse, no, eso no iba a pasar

-¡espera Misaki!- dije tomando su mano- ¡no te vayas!

-por favor déjeme en paz, ya le dije que tengo novio-

-Sí, tienes razón, lo siento, lamento haberte faltado al respeto, es solo… he bebido mucho- dije

- lo siento, tengo que irme-

-por favor, al menos déjame acompañarte hasta la salida, solo… por favor…-

-de acuerdo, ¡pero solo hasta la salida!-

Así volvimos a caminar, ¡diablos!, este chico de verdad era muy terco, y eso no era lo peor, sino que me gustaba muchísimo, nunca antes había estado tan desesperado por tener a alguien, pero él, él tenía algo que me encantaba, así no triunfara esta noche, este pequeño seria mío.

Logramos llegar al lugar de la fiesta y Misaki se dispuso a buscar a su acompañante, enterándose de que aun seguía con el señor Yang hablando de negocios, aun no podía irse, en ese momento el grupo comenzó a tocar una bella canción muy bailable, bachata para ser exactos.

http://www.youtube.com/watch?v=QFs3PIZb3js

-Misaki- le llamé- mientras el señor Kyo llega… no quisieras… ¿bailar?- dije ofreciendo mi mano

-yo…- dijo dudoso

-por favor, solo una pieza, solo eso… mientras esperas-

-mmm de acuerdo- dijo no muy convencido

Tomo mi mano y juntos nos dirigimos al centro de la pista comenzando a bailar, debo decir, y no es por presumir, que soy un excelente bailarín, comenzamos a movernos juntos al ritmo de la música, con mi mano derecha en la espalda baja de Misaki y con la otra tomando una de sus manos. Debía decir que era una canción muy sensual, demasiado quizás, sin embargo a él no parecía molestarle, al contrario, parecía que se estaba divirtiendo. El ambiente tenso que había entre nosotros se relajo, así que decidí aprovechar esa oportunidad.

-Misaki…- dije- me gustas, me gustas mucho…- dije

-¿qué gana usted con decirme eso?- dijo como quien no quiere la cosa mientras lo giraba, haciendo que quedara de espaldas a mí, continuando el baile de esa forma

-pues…- susurre en su oído- sé que también te gusto- al momento pude sentir como se tenso.

-¿qué lo hace creer tal cosa?- dijo con aparente molestia

-pues…- lo gire nuevamente, quedando cara a cara nuevamente- sino lo hicieras, me hubieras mandado a volar desde el primer instante y no estarías aquí bailando tan sensualmente conmigo.

Tal parece se quedó sin palabras, ya que solo bajo la cabeza, tratando de ocultar el evidente sonrojo que aparecía en su bello rostro.

-Ven conmigo Misaki- dije

-Tengo novio…-

-No importa, yo sé que no lo amas-

-¿cómo sabe usted eso?

-insisto, si lo amaras no estarías aquí bailando conmigo-

Se quedó callado, no dijo nada, continuamos bailando, fue así durante unos cuantos segundos hasta que volvió a hablar.

-irme con usted no estaría nada bien…-

-vamos, no me digas que nunca has hecho alguna travesura- dije acercándolo más a mi cuerpo

-depende, ¿una travesura de qué tipo?-

-pues… ¿qué tal si me acerco a tu boca y te robo un beso?, ¿te molestaría?... ¿Qué dirías si esta noche te seduzco en mi coche, que se empañen los vidrios y te hago gozar de mil formas?, quiero ver qué tan sensato eres…- dije sensualmente en su oído

-señor, usted me está haciendo una propuesta muy indecente…- dijo moviendo sus caderas

-entonces ¿qué dices, aceptas?-

-hágame suyo señor- dijo llevando la mano que tenía en mi hombro a mi cuello, posando esos dulces labios que tanto ansiaba a mi boca, nos besamos ávidamente, debo decir que aquellos labios torpes resultaron ser mi perdición.

-¡¡Misaki!!- se escuchó gritar

Nos separamos y buscamos de dónde venía el grito, alzamos la mirada y observamos que era el señor Kyo el que estaba escandalizado.

-¡corre!- dijo Misaki tomándome de la mano, así no echamos a correr hacia la salida

-¡atrápenlos que no se vayan!-

Corrimos de la mano hasta la puerta del hotel, donde estaba el hombre del ballet parking con las llaves de mi auto, le quite las llaves yendo a mi deportivo, en el cual nos subimos rápidamente, viendo que una horda de matones nos perseguía, ya lidiaríamos con eso mañana.

Encendí el auto y pise a fondo el acelerador, metiéndonos a la carretera a una velocidad muy peligrosa.

Nos reíamos a carcajadas. Habíamos huido de esos matones sin un rasguño, conduje con una sonrisa en el rostro todo el camino hasta mi edificio, al cual llegamos unos 20 min. Más tarde , lleve mi auto hasta el estacionamiento donde lo aparqué.

 -¿dónde estamos?- dijo curioso

-en el estacionamiento de mi edificio- contesté

-mmm ya veo…- se desabrochó el cinturón y se movió, desabrochó también el mío y se sentó a horcajadas sobre mi, pose mis manos sobre sus caderas, continuando con aquel juego de seducción.

Puso sus manos en mi cuello y acercó su boca a la mía, comenzamos con aquel beso lujurioso, sus labios  estaban volviendo adicto a ellos, comencé a desesperarme y comencé a morder su labio inferior, notando como él se encendía más se removió en su lugar, frotando su trasero con mi hombría. Adentré mi lengua a su boca, la cual fue bien recibida por una lengua tal parece más traviesa que la mía, nuestro beso se volvió húmedo y más erótico.

Mi miembro estaba comenzando a despertar, este chico me ponía mucho, mis manos abandonaron su cadera y viajaron hasta aquel redondo trasero que antes se me había negado tocar y ahora estrujaba con mis manos a mi antojo.

Nos vimos obligados a separar nuestras bocas debido a la falta de oxigeno, sin embargo a penas recuperé el aire eliminé el espacio entre nosotros, mordiendo aquellos labios ahora rojos e hinchados.

Pero algo llego a mi mente, seguíamos en el estacionamiento, no era que me importara realmente, pero tal vez  a él si.

-¿no quieres ir a la habitación?- dije entre el beso

-tú dijiste que lo haríamos en tu auto- dijo alzando su cabeza, dándome acceso a su cuello, el cual comencé a morder salvajemente, dejando todas las marcas que podía.

-¿entonces no te molesta hacerlo aquí?- pregunte

-jaja no, vallamos a tu departamento, no dejare que alguien me vea haciendo esto-

-yo te veré hacerlo…- dije apretando su trasero

-¡ah!, si pero…- ya no dijo más, solo lo besé una vez más y abrí la puerta del auto bajando de él, importándome poco si la puerta cerraba bien o si dejaba las llaves dentro.

Corrimos al elevador, presioné el botón de mi piso. Era en ese tipo de momentos en los que odiaba vivir en el pent-house. No soportamos esperar, así que acorrale a Misaki contra la pared y volví a besarlo, esperando impacientemente a que el elevador llegara, hasta que lo hizo. Salimos de él y entramos a mi departamento, tome a Misaki de la mano y lo llevé a rastras hasta mi habitación, apenas entramos lo lance a la cama y me coloqué sobre él.

Rápidamente me deshice de mi saco y desabroche el cinturón de mi pantalón, entre beso y beso también le quite su saco y desfaje su camisa mientras mis manos se colaban dentro de ella.

La piel de este niño era muy suave y tersa, pase mis manos por todo su abdomen, causándole pequeños suspiros, me quite los zapatos e hice lo mismo con los suyos, en eso Misaki abrió sus piernas, dándome espacio para acomodarme mejor entre ellas, aproveche la posición y subí hasta sus labios, besándolos nuevamente.

-ahhh…- suspiró- será mejor que te des prisa- dijo retorciéndose debajo de mí- estoy en mi limite

-me hiciste esperar toda la noches, ahora es mi turno de hacerte esperar a ti- dije mordiendo su cuello

Procedí a desabrochar los botones de su camisa, dejando expuesto ese suave pecho blanco, baje dejando un camino de besos húmedos a lo largo de su torso, yendo desde su cuello hasta la parte baja de su abdomen, o mejor dicho, hasta donde ese molesto pantalón me lo permitía.

Bese su pecho y acaricie su espalda que se encontraba arqueada, mientras él acariciaba mi espalda por debajo de mi camisa, clavando sus uñas, encendiéndome cada vez mas con sus rasguños y sus gemidos. Comencé a lamer sus pezones, dando pequeñas mordidas, me di cuenta de que era muy sensible en esta zona, así que comencé  a succionar el lugar, dejando aquellos rosados pezones completamente erectos.

-ah… por favor…- dijo entre gemidos

-¿por favor qué?- dije incorporándome, a la vez que desbrochaba los botones de mi pantalón y me sacaba la corbata.

-por favor… te necesito, hazme tuyo- dijo con una mirada suplicante

Ya sin una gota de autocontrol arranque la poca ropa que le quedaba, quedándome perplejo por lo bello que era este pequeño debajo de mí.

-vamos- dijo colgándose de mi cuello- házmelo

-espera, quiero apreciar tu cuerpo desnudo…- dije extasiado, casi estaba seguro de que podría tener un orgasmo solo mirando aquel lascivo cuerpo.

Tome uno de sus tobillos y lo eleve hasta mis labios, bese con tanta delicadeza aquella piel blanca, presentía que podía romperlo en cualquier momento, deje su tobillo, yendo un poco mas allá, llegando hasta su pantorrilla, besando de igual manera, me fui hasta su rodilla, deleitándome con la dulzura y suavidad de su piel, ahora en vez de besos recorrí con mi lengua toda la parte interna de su pierna, llegando hasta su intimidad.

Subí la mirada y me encontré con el rostro sonrojado y algo sudoroso, tenía la respiración agitada y su pecho subía y bajaba rápidamente, su cuerpo pedía sexo a gritos.

Lleve mi boca hasta su intimidad, lamiendo por todo lo largo su pequeño y ya erecto miembro, sacando un sonoro gemido de sus labios, repetí la acción unas veces mas hasta que metí su miembro por completo en mi boca, haciendo un suave vaivén de arriba abajo con mi cabeza.

-ahhh, por favor… ya no… ya no lo soporto- dijo- ah… Akihiko, no puedo, me voy a…

Si, era obvio que se iba a venir, sus piernas y su cadera no podían quedarse quietas, pero yo no iba a dejar que se viniera tan rápido, saque su miembro de mi boca, presionando la punta con mi pulgar, evitando a toda costa que se corriera.

-¿Qué sucede Misaki?, apenas estamos comenzado…- dije con una sonrisa

Sin soltar su miembro comencé a masajear sus testículos, causándole un delicioso placer tortuoso, moví mis dedos entre la base de su pene y los testículos a la vez que Misaki lanzaba alaridos de placer y se retorcía sobre las sabanas blancas.

-¡ah!, ¡no!, ¡basta!, ¡N-no puedo más!, ¡por favor!, ¡q-quiero venirme!- dijo mientras lagrimas comenzaban a salir de sus ojos.

Continué el masaje a su zona intima mientras notaba que el semen luchaba por salir, mi pulgar se encontraba realmente húmedo, decidí terminar con el martirio del chico y quite mi pulgar.

-¡¡Ahhh!!- grito Misaki mientras yo veía como ese liquido lechoso salía disparado, llenando por completo mi mano.

Misaki ahora descansaba de alguna forma, sin embargo yo decidí aprovechar aquel liquido y con el que tenia n mi mano decidí comenzar a lubricar la entrada del pequeño, primero puse un poco por todo el exterior, después comencé a adentrar el dedo corazón, oyendo al instante uno de los gemidos de Misaki, adentre mas aquel digito, notando lo caliente y apretado que estaba ese lugar, de verdad parecía estar muy estrecho y eso me excitaba.

Una vez ese dedo estuvo completamente dentro comencé a moverlo en círculos, tratando de relajar un poco aquel anillo de músculos, cuando esto fue así metí el segundo, moviéndolos a manera de tijeras abriendo el recto del pequeño, termine cuando el tercer dedo no causaba molestia. Saque mis dedos de ahí y tome las piernas de Misaki abriéndolas y jalando hacia mí su delgado cuerpo.

Libere por completo mi muy erecto miembro, dispuesto a penetrar aquel cuerpo que toda la noche había estado llamándome.

-¿estás listo Misaki?- dije mirándolo a los ojos

-ahhh… destrózame- dijo con una mirada incitante

Tome sus piernas por la parte interna de la rodilla, alzándolo un poco, de manera que me fuera fácil adentrarme en su cuerpo.

Coloqué mi miembro en su entrada y comencé a presionar levemente, intentando no lastimarlo, sin embargo se me estaba haciendo complicado, ya que al sentir la presión de su entrada estaba excitándome aun mas si es que se podía. Continué introduciéndome poco a poco, pero todo se echo a perder en cuanto la punta entro, aquella estrecha calidez me invadió y sin poder controlarme entre de una sola estocada, ocasionando que Misaki arqueara su espalda y se aferrara con sus manos a la sábana.

-ahh… lo siento, no pude… contenerme- dije

-no hay… cuidado… solo, espera un momento- y así lo hice, espere hasta que se acostumbrara a mi intromisión para comenzar a moverme

Comencé con suaves embestidas, embriagándome del placer de estar en su apretado interior, debo decir que Misaki era la persona más estrecha con la cual me había acostado, podía sentir como sus paredes presionaban con rudeza y sin compasión mi erecto miembro.

Las embestidas subieron un poco de nivel, haciéndose un poco mas fuertes, rápidas y mas profundas, no pude evitar comenzar a lanzar suspiros agitados a la vez que Misaki comenzaba a gemir sin control.

-ah, más, más fuerte, ¡métemela más fuerte!- gimió mientras se colgaba de mi cuello

Esas palabras acabaron conmigo y sin ya ningún tipo de pensamiento cuerdo comencé a embestir de manera brutal y salvaje, un placer de otro mundo me estaba inundando, su estrechas, sus paredes abrazándome, si, era delicioso, sus gemidos, todo de él me tenia extasiado.

-¡ah!, ¡Misaki!- gemí

Eleve sus piernas hasta mis hombros, de manera que yo pudiera inmiscuirme mas profundo en su interior, me vendría en cualquier momento.

Continué con la rápidas y profundas estocadas a la vez que Misaki movía sus caderas en busca de más contacto haciendo chocar mi pelvis contra su trasero, creando un golpeteo muy obsceno y excitante.

-Misaki… ¿puedo… correrme dentro?- pregunte

-hazlo…- gimió él en respuesta

Así bastaron solo unas cuantas estocadas mas para que me viniera dentro de Misaki y él conmigo. El semen de su interior comenzó a desbordarse, salí de su interior y me recosté al lado de él en la cama. El chico se quedo dormido al instante.

Abrace a Misaki, quería que durmiera entre mis brazos, quien sabe, él me gustaba mucho, tal vez esto podría convertirse en algo más que una noche, quisiera pensar.

 

 

 

  

Notas finales:

que tal, les gusto? :33

dejenme sus comentarios lindos o feos en un review ya que yo me alimento de ellos :33 

bueno, nos veremos despues en otro proyecto mio!

Usagi´sWhife, ¡fuera! 


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