PRÓLOGO:
-Solo dime... Loki-de-ningún-mundo... ¿Quién te manda entrometerte en esto?- se dijo a sí mismo el joven de cabellos negros, mientras se ponía en pie con dificultad, su adversario, aún sin su formidable arma, que le daba todo su poder, continuaba siendo muy fuerte... e intentar dominarlo le estaba costando recibir una buena paliza.
Giró para evitar un golpe directo de aquel puño de hierro, convencido que la astucia le haría ganar el terreno que perdía en fuerza física. Usó su magia para crear la ilusión de que había sido alcanzado por el golpe y ante los ojos de zafiro, que lucían totalmente fuera de sí, apareció como si estuviera semi-inconsciente, sangrando por la nariz y alzando las manos para protegerse del siguiente golpe.
-¿Por qué me molestas, pequeña sombra? ¿Por qué sigues pisándome los talones?- replicó aquel rubio enorme, desgarbado, que lucía su magnífica musculatura con el poderoso torso al aire.
-Actualmente soy incapaz de mentir, así que por mucho que me duela Thor, te diré la verdad- replicó el menor, fingiendo temor ante la figura amenazante que se acercaba a él- Trato de ayudarte porque TE QUIERO.- El rubio pareció titubear un instante ante las palabras que salían de los labios de su hermano menor, así que Loki aprovechó para continuar, orgulloso de aún mantener su convincente labia- Siempre has estado allí intentando regresarme a la luz, ahora es mi turno de devolverte el favor...
-¡Tu cariño es inapropiado!- gritó el otro, saltando sobre el hechicero y atravesando juntos la pared del Gran Casino de Las Vegas, destrozándolo y propinándole varios golpes más, causándole heridas visibles en el rostro, que se inflamó hasta que casi desaparecían los hermosos ojos verde esmeralda que continuaban sosteniéndole la mirada.- Solo siento aversión por ti...
Un extraño mareo se apoderó del enorme rubio, haciendo que soltara a su presa y dejara de castigarle a puñetazos. Justo en ese instante, Loki se sintió halado por el cuello, siendo separado bruscamente del aprisionamiento que los brazos de Thor le hacían. Pudo verlo desplomarse sobre la mitad de la calle, mientras una voz llegaba a sus oídos desde el aire.
-Necesitan un descanso, chicos... consideren esto una intervención gratuita de su amigable vecino, el sorprendente Hombre Araña.
(Hasta aquí el prólogo... este fic está inspirado en los acontecimientos de “Loki, Agente de Asgard #8” “Thor 001” y “Avengers&X-Men AXIS #6”, en adelante, me tomo una libertad literaria sobre las historias de estos cómics para seguir con mi fic)
***
-¿Y los golpes?- preguntó el héroe arácnido al ver que el hermano menor de Thor lucía tan fresco y acicalado como si fuera a salir de fiesta.
-Si te hubieras tomado la molestia de esperar un poco, hubieses visto que en realidad, yo tenía dominada la situación- respondió aquel joven y desconocido Loki, chasqueando los dedos y cerrando la puerta de su alcoba tras de sí.
-Todo era una ilusión, entonces...
-No tenía opción... ¿Crees que de otra forma podría ganarle a la fuerza bruta del bruto de mi hermanote?- sonrió, caminando hasta la cocina de aquel departamento en Manhattan, para sacar dos latas de refresco y ofrecer una a su inesperado invitado.
-¿Qué le sucede a Thor?- preguntó Parker, abriendo la lata para dar un par de tragos a la bebida- Robó la bóveda del Casino, apostaba y bebía totalmente fuera de control y además, parece que estaba dispuesto a acabar contigo...
-Quisiera saberlo- replicó Loki melancólicamente- Como quisiera saber por qué se pasea semidesnudo por Las Vegas, sin Mjölnir y gritando a los cuatro vientos que es indigno.
-¿Y qué te sucede a ti?- volvió a cuestionar Spidey- Yo no te recuerdo con ese traje blanco y dorado, y esa tiara... ¿Dónde dejaste los cuernos? Y... de paso explícame... ¿Dónde dejaste quince años de edad?
-¿Parezco de diecisiete?- se pavoneó el exDios de las mentiras, girando sobre sí mismo y mostrando su silueta juvenil- Me siento bastante bien con este aspecto y con esta edad... quizá un día pueda explicarte a ti y a todos tus amigos, Los Vengadores, como es que soy este Loki y no otros...
-Pareces más joven, pero sigues siendo muy complicado...
-Tengo la misma edad, solo parece que soy más joven... y complicado...
-¿Debo considerarte todavía un enemigo?
-¡No! No, en verdad... al menos por el momento soy un héroe, me dedico como ustedes a hacer cosas buenas... ¡No te rías araña! Es cierto, solo que yo trabajo para ciertas altas divinidades y no estoy al servicio de la humanidad y mi misión, al parecer, es salvar a Thor de sí mismo.
Era difícil creerle, al menos no por la larga historia de mentiras, engaños y caos que arrastraba tras de sí. Pero era Loki Laufeyson o era una versión adolescente de Loki Laufeyson... y por el contrario del malvado de antes, al que Thor quería salvar a toda costa, este se decía bueno y el Dios del Trueno parecía odiarlo con todas sus fuerzas.
-No dejaremos de vigilarlos... Aún creo que Thor debería estar en la Torre de los Vengadores, bajo los cuidados de Ironman y su tecnología...
-Gracias, arañita... Interrumpiste nuestra pequeña discusión, nos montaste en ese jet superfabuloso y nos trajiste en un santiamén de Nevada hasta Nueva York... pero creo que el resto es solo asunto de Thor y mío... Sales por aquí...- cortó Loki, abriendo la ventana y dando por terminada aquella reunión- ¿O prefieres salir por la puerta como persona normal, para variar?
***
Thor aún dormía bajo los efectos de la sustancia que le había sido inyectada sin que se diera cuenta... permanecería así hasta que Loki revirtiera sus efectos y eso sería cuando pensara como hablar con él sin que comenzaran de nueva cuenta los golpes.
No le agradaba imaginar que su departamento, en el que gozaba de cierta privacidad y anonimato dentro de la gran ciudad, sufriera daño alguno. Vivía a gusto ahí... incluso después de algunas misiones para la “All-Mother” Freyja, logró resguardarlo de la magia y poderes de sus enemigos... aquel lugar, modesto y aislado, era su refugio.
Eso sin contar que tenía amigos... amigos mortales que le caían bien. Milenios de no congeniar con ellos y de pronto, contaba con una mortal “especial”, tan especial que sentía un indescifrable cariño por ella... miró su celular sobre la mesita de noche, faltaban un par de horas para que Verity llegara del trabajo y pasara a verlo, como cada día hacía...
Pensó en algún pretexto para que la joven no llegara... esa tarde debía dedicársela toda entera a su hermano mayor... al poderoso Thor... o a lo que quedaba de él.
-¿Dónde dijiste que dejaste a Mjölnir?- murmuró mientras buscaba en su guardarropas algunas prendas que el rubio había dejado ahí de visitas anteriores- Ah, si... en la luna...
Una rápida visión del satélite le indicó que no había rastro alguno del formidable martillo. Aunque quizá debía hacer una búsqueda mas minuciosa después.
Thor se dio la vuelta pesadamente en la cama... a pesar de todo, luchaba por despertar. Loki se sonrojó recordando que en medio de la pelea, algo más fuerte que él lo impusló a decirle que lo quería... Y también a confesarle que no podía mentir... ahora, Thor en su forma mas salvaje, irracional y hasta malvada sabía que él lo quería sinceramente.
Había un inesperado hechizo sobre su hermano, una plaga que lo dominaba, que lo llevaba a comportarse como un salvaje. Freyja, la All-mother le había solicitado que encontrara a Thor y lo ayudara, sin darle más detalles y él, emocionado por estar una vez más al lado de su hermano, había aceptado sin siquiera pensarlo.
Quizá entonces la misma Diosa lo ayudara y le dijera si su misión estaba terminada.
-No, Loki... aún no terminas...
El pelinegro se volvió hacia su derecha, ahí estaba la figura etéra de las Diosas asgardianas de las que era Agente.
-¿Qué más debo hacer por Thor?
-Ayúdalo a encontrarse a sí mismo...- dijo Freyja, observando al rubio con piedad- Muéstrale que no es por poseer a Mjölnir y su poder que es valioso, convéncelo de su propio heroísmo, de su bondad... haz que despierte en su interior el alma valerosa, noble y honesta que posee, pero que ahora está dormida...
-¿Yo enseñar a alguien a ser bondadoso? ¡Es una especie de ironía!
-Tú eres diferente ahora Loki... has cambiado y el libro de tu vida está en tus manos, lo sabes... Te revelaste a tu propio futuro, desobedeciste al destino cuando eras mi agente y renaciste como un héroe lleno de bondad... muéstrale al hijo de Odín todo lo que es y todo lo que ustedes pueden ser juntos, por el bien de Asgard...
La visión de Freyja desapareció y Loki se quedó pensativo... ahora estaba seguro que su misión no había terminado y lo que seguía, tenía que ir averiguándolo en el camino.
-Mjölnir...- murmuró el rubio, entre sueños- Mjölnir por favor... obedéceme...
Loki lo escuchó asombrado... ¿Qué cosa tuvo que haber sucedido para que el poderoso Thor, Dios del Trueno, perdiera su martillo? ¿Qué significaba entonces que ahora se considerara indigno de portarlo? ¿Qué podía hacer él para ayudarlo?
Decidió despertarlo poco a poco... y ponerle todo a mano para que se fuera si no sabía comportarse en su hogar. Hizo un ademán mágico y se retiró.
El rubio abrió los ojos con pesadez... no podía moverse y la cabeza aún le daba vueltas. Se puso de pie con dificultad, todo se le hizo bastante familiar por lo que dejó la idea de comenzar a romper cuanto objeto estaba a su alcance. Salió de la habitación y de inmediato el aroma a carne cocinándose llegó a su nariz...
Loki le daba la espalda... desprevenido... pero en esta ocasión no llegó el impulso de ir a ahogarlo, tomarlo por el cuello y descabezarlo como un hongo frágil en la lluvia de verano... el estómago le gruñó de hambre... tenía varios días bebiendo y jugando, sin acordarse de consumir algo sólido... así que la carne que se sazonaba en el horno tuvo el poder de ayudarlo a controlarse y aceptar la compañía de su hermano menor.
Loki respiró aliviado... esperando si tenía que volver a huir de las ansias asesinas del mayor. Se volvió simulando sorpresa al verlo parado en la puerta, recargando su torso desnudo en el dintel.
-Siéntate a comer... – le dijo, colocando un enorme trozo sobre un platón- Te serviré un par de cervezas y me iré para que comas tranquilo... cuando te sientas mejor, si quieres, podemos hablar...
-Puedo soportarte, pequeño zorro solapado... si te tomas la molestia de alimentarme, lo menos que puedo hacer es dejar tu pescuezo intacto esta vez.
-Es un honor...- dijo Loki, sentándose al otro extremo de la mesa, lo más lejos que podía de Thor- Pero prefiero poner mi pescuezo y lo que tiene pegado arriba y abajo a salvo de tu furia...
-No te haré nada... ni a tu amiguita...- rió el rubio, engullendo la carne sin miramiento a los mas elementales modales- Dame más cerveza.
-¡Verity!- exclamó Loki, dándose cuenta que la chica estaba ya dentro de su departamento y los escuchaba. Había olvidado por completo ponerle una excusa para que no le visitara esa tarde.
-¿Qué le sucede a tu hermano?- preguntó, quedándose petrificada en la puerta y mirando azorada los mordiscos que Thor le daba a su comida.
-Son modales vikingos, preciosa- dijo el otro, riendo estrepitosamente.
Verity interrogó al ojiverde con la mirada, Loki estaba muy ruborizado. Nunca en la vida había sido tan abochornado como lo estaba siendo en esos momentos, por los toscos comportamientos de Thor.
-Sabes, Verity... creo que...- comenzó a decir, rascándose la cabeza con un mohín gracioso.
-Sin mentiras, Loki... Sabes que no me puedes engañar.
-Sin mentiras, querida... creo que es mejor que te vayas a casa... yo te busco más tarde.
Thor continuó riendo a carcajadas al ver los apuros de su hermano por despedir a su amiga. Arrojó los restos de la carne al plato, se limpió con el dorso de la mano y se levantó para atravesar por en medio de la pareja y decir.
-Mejor me voy... no creo tolerarte mucho tiempo más... Sólo dime, sin mentiras... ¿Dónde demonios pusiste a Jarnbjörn?
-Maldito seas, hermano... deberías cuidarte de andar así por la calle... ponte algo de ropa midgardiana y cubre las apariencias al menos.
-Loki, Loki... sabandija de las nieves de Jotunheim... no tientes mi paciencia... yo... ¿Cómo era que tú mismo decías? ¡Ah, si! Yo hago lo que quiero... Ahora el hacha.
-Está sobre mi cama.
-¿En tu alcoba?- repitió Thor con un gesto siniestro en el rostro- Mi querido hermanito que no lo es... ¿Es que no me creías capaz de ir ahí y sacarla? Idiota... este nuevo tú es mucho más imbécil que el antiguo tú...
Loki enrojeció de vergüenza, Verity desvió la mirada y optó por ser discreta, mientras el rubio tomaba a Loki por el cuello, acercándole el rostro para escupirle las palabras muy de cerca.
-Yo no creo nada... solo la puse ahí para...
- ¡Cállate!- cortó Thor, arrojando a su hermano al suelo- Me largo de aquí. Si valoras tu vida... no vuelvas a buscarme... Y por favor... –acotó, hablando al oído del hechicero en voz muy baja- inventa excusas mejores, mas creativas para invitarme a tus habitaciones... Aunque me agrada tu idea de hacer un trío, tu... yo… y tu amiguita mortal...
***
La joven de cabellos castaños, lentes de pasta y tatuajes en los brazos, se acercó hasta Loki para ayudarlo a ponerse en pie. Un color se le iba y otro le venía al rostro, recordando las frases de su hermano al oído.
-No me digas nada... prefiero no saber que clase de majadería te dijo Thor para ponerte así... Pero déjame decirte que está irreconocible...
-Tengo que ayudarlo... no sé como... pero tengo que ayudarlo...
Thor se dirigió sin dudarlo hasta la mansión de Tony Stark, aún en su locura, conservaba un soplo de sentido común para aceptar que sí, que necesitaba ayuda urgente y que solo el millonario podía dársela o encontrar a quien pudiera hacer algo por él.
Desde luego, el dueño de la armadura de ironman lo recibió y lo escuchó, sorprendido como todos al enterarse que Thor ya no lo era más, no era digno de portar a Mjölnir y en su lugar, cargaba ahora a Jarnbjörn una hacha-martillo que se veía más pesada y amenazadora que Mjölnir, pero que era muchísimo menos poderosa, aunque en brazos del hijo de Odín... sin duda se convertía en un arma difícil de derrotar.
-Casi mato a mi hermano… casi mato a Loki... algo me impulsó a querer acabar con él, ahogarlo con mis propias manos...
-No se merece menos el embustero, supongo...
-No, Stark... no lo entiendes... Loki ya no es el mismo, es otro...
-Solo porque lo digas tú no lo voy a creer... nadie cambia para siempre.
“Nadie cambia para siempre”
“Nadie cambia para siempre”
“Nadie cambia para siempre”
“Ni siquiera yo”
-¿Dijiste algo, Thor?
-Yo no dije nada... ¿No fuiste tú quien dijo “Nadie cambia para siempre, ni siquiera yo”?
-Eso lo dijiste tú...
Ambos vengadores quedaron silenciosos, mientras una ráfaga helada se colaba quien sabe de donde y los hacía estremecer... sintieron una presencia sobrenatural acechándolos... pero por supuesto, nada pudieron ver.
-Explícame eso de que tu hermano es otro- dijo Stark, sirviendo dos copas de vino.
-Es largo y complicado... todo comenzó cuando Loki murió...
-¿Loki murió? ¿Estamos hablando del Loki que intentó gobernar el mundo? ¿Murió?
-Si... no lo podrías entender, como quizá no comprendas que Padre lo hizo renacer como un niño mortal... hasta que yo lo llevé de regreso a Asgard...
Tony Stark puso gesto de verdadera curiosidad. Si Thor lo decía, era posible... y muchas más cosas quería averiguar, comenzando por Loki y terminando con el desgarbado aspecto del Dios, que se negaba a ser el mismo Dios del trueno de antes.
***
Verity se cansó de intentar hacer hablar a Loki y prefirió pasar a la acción, pero el pelinegro se notaba que tampoco estaba de humor para arrumacos. Así que, fastidiada de no hacer reaccionar al joven, optó por ponerse sus zapatos (siempre que llegaba a la casa de Loki tenía la manía de quitarse el calzado y andar sobre las calcetas por todas partes, cosa que sacaba de quicio al otro) y anunciar que se iba a dormir.
-Creo que es lo mejor...- dijo Loki, sin pedirle que se quedara- Tengo muchas cosas en qué pensar...
-Mientras no sea en esa seductora bruja con la que hablabas el otro día...
-¿Amora? ¿Tienes celos de Amora, Verity?
-Bastante lo sabes, no preguntes por mera cortesía... yo pensé, Loki, que teníamos algo realmente especial... pero comienzo a pensar que estoy equivocada.
-Oye... no dudes que tenemos algo especial... eres la única mujer, mortal o no que ha logrado entrar en mi corazón, no como Amora o como Lorelei... y dime si te engaño, eres muy, muy especial...
Era verdad... no cabía duda... Verity tenía esa habilidad, nadie podía mentirle sin que ella lo supiera. Lo supo cuando lo conoció, cuando lo vió usando ropa asgardiana cuando el resto del mundo veía a un hombre de mediana edad... ella vió a Loki y nada más, en aquel sitio extraño de citas rápidas... ahí se habían conocido y la amistad había crecido tanto, que comenzaba a desbordar en cariño... en enamoramiento que tocó primero el corazón incrédulo de la joven neoyorquina.
-No lo echemos a perder entonces. Veo que lo de tu hermano te tiene preocupado, así que me voy para que puedas ordenar tus pensamientos.
Igual se despidieron con un beso labio a labio, dulce, prometedor y apasionado... fue tal el calor que le imprimió al despedirse, que Loki casi le suplicó que se quedara... que terminaran lo que habían iniciado... en una relación abierta como la que habían decidido, no le vendría nada mal una noche de amor.
-No he estado con nadie que valga la pena... nunca creo yo...
-Pues si quieres estar conmigo, te pido que al menos estés pensando en mí.
-Quédate... me encargaré de pensar solo en ti...
-Mentiroso, piensas en Thor.
Verity se marchó dejando al menor en un dilema... en verdad pensaba en su hermano, le preocupaba... pero más se preocupaba de sí mismo.
Entró a la habitación donde su hermano se alojaba cuando lo visitaba en Midgard, y en el que esa misma tarde lo había depositado para que durmiera y se recuperara un poco de la tremenda parranda y desenfreno de Las Vegas.
La cama seguía desordenada y se puso a hacerla. Al extender las sábanas, el aroma a sudor de Thor llegó a él para estremecerle.
-¿Cómo te atreviste a golpearme?- le recriminó hablando en voz alta y dirigiéndose a su hermano como si pudiese escucharle- ¿Cómo te atreviste además a insultarme diciéndome “pequeña sombra”? Usas mis palabras contra mí y eso no se vale...
“Recuerdo una sombra... viviendo a la sombra de tu grandeza”
Loki escuchó sus propios pensamientos como un eco burlón en la habitación. Miró a todos lados... estaba completamente solo y ya escuchaba voces.
-Me vas a volver loco... All-Mother me volverá loco con esta misión. ¡Si puedo vivir apaciblemente ahora que no pertenezco ni a Asgard ni a Jotunheim! ¿Para qué buscarme problemas contigo?
Con un ademán mágico terminó de limpiar la habitación, fue por un par de panecillos para comer mientras se ponía el pijama y se metió bajo sus sábanas. Oliendo todavía el aroma de Thor.
-Loco maldito... debiste hacer una estupidez muy grande para volverte indigno de Mjölnir... ¿Pero por qué me odias? Recién hicimos las paces, recién luchamos juntos para conocer a nuestra hermana... ¡Oh, por todo lo eterno, si hasta escuché al viejo Padre de Todo decir que me amaba! ¡Llamarme hijo! Quiero y he podido cambiar... tú no vas a perturbarme en este propósito Thor Odinson. Ni tú ni nadie... ¡Ni siquiera yo mismo!
“Soy el crimen que no será olvidado”
“Soy el crimen que no será olvidado”
Loki despertó bañado en sudor. No se dio cuenta cuando se quedó dormido y menos cuando su subconsciente comenzó a tener la pesadilla recurrente de recordar su anterior “yo”... cuando el sacrificio de su cuerpo de niño le permitiera renacer como era ahora...
-No... no soy más ese crimen... Me he redimido... duérmete ya, Loki-de-ningún-mundo... Si mañana todavía quiere All-Mother que busques a Thor, entonces le buscarás… y a golpes o con magia, le devolverás su orgullo...