El apocalipsis zombi no era algo que tenga que preocupar a Taemin, inicialmente sí porque el virus se esparció como la pólvora, sus mejores amigos, sus padres, casi todo el mundo se había convertido en zombi pero él encontró la solución con un poco de maquillaje, caminar siempre en línea recta y hablar mal.
¡Fingiría ser un zombi!
Había funcionado todo este tiempo hasta que cierto zombi había comenzado a seguirlo.
Si Taemin estaba siendo zombi por ahí, aparecía el otro y le seguía hasta que le entregaba el regalo del momento.
Como ese día en el que le dio un par de flores medio marchitas que tuvo que tomar para abofetearlo con ellas. Luego siguieron las joyas que Minho tomó de una joyería destruida, la joyería de la familia Kim de su mejor amigo, las que tuvo que ignorar también. Pero la ofensa sí vino cuando le entregó un par de cerebros cubiertos de chocolate.
-¡Mí no querer cerebros!- dijo Taemin tirándolos al suelo. –Yo gustar…- Taemin estaba riendo por su actuación. –¡Vesículas! ¡Muchas vesículas!- exclamó fingiendo estar enojado, luego lo ignoró para salir andando, en línea recta. Lejos de Minho.
No le gustaba estar con el resto de los zombis, prefería estar en lo que quedó de su casa, tirado en su cama mirando el techo, recordando lo que había sido una vida feliz hasta el apocalipsis.
Pero al menos estaba fingiendo bien, tenía que usar mucho maquillaje y hablar raro, pero eso le garantizaba seguir vivo, bueno… seguir disfrutando de sus emociones humanas.
-Taemin~- se puso de pie a toda prisa, se miró al espejo para ver que su maquillaje no se haya corrido, luego acomodó su pose para fingir ser un zombi.
-¡Vesículas!- gritó Taemin molesto.
-¡Vesículas!- gritó Minho. –Está bien, aquí podemos dejar de fingir.- susurró bajando sus brazos y acomodando su postura erguida. –¿Por qué no me habías dicho que no eras un zombi?- preguntó entrando a la habitación de Taemin.
-¡Vesículas, dije!- pateó el suelo molesto.
-Si hubieras dicho que “no eras” todo hubiera sido más sencillo.- contestó Minho despeinando su cabello.
-¿Cómo lo sabes?- preguntó Taemin sentándose en su cama.
-Porque yo hice lo mismo que tú.- contestó sentándose a su lado.
-Entonces puedo confiar en ti.- dijo Taemin mirándolo. Más bien, suplicando porque todo eso era bastante agotador.
-Sí.- dijo. –Me llamo Minho.- extendió su mano.
-Taemin.- correspondió. –Gracias a Zeus hay otro humano.- susurró aliviando.
-Hay muchos pero los confundes con zombis.- dijo Minho. –Luego te los presentaré.- dijo levantándose de la cama. –¿Entonces…?- preguntó sonriendo.
-¿Entonces?- dijo Taemin, alzando una ceja, mirándolo.
-Que si quieres ser mi novio.- sonrió.
-Uhm…- susurró Taemin. –Si soy sincero, ya me gustabas pero como no sabía, ya sabes, quería alejarme de ti.-
-No intentaría ligar con otro zombi.- dijo Minho riendo. –Además, quién sabe, cuando todo esto termine podremos repoblar el mundo.-
-Sí… creo que estás exagerando.- rió Taemin. –Paso lo de repoblar el mundo, pero tomo lo de ser tu pareja.-