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FEAR por Sakurako

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Notas del fanfic:

Es un Kenki, mi favorito, pero incluye también un poco de Haitsu. 

-Suéltame imbécil.

-¡No¡

-Déjame Ken, que rayos crees que estás haciendo, con qué derecho haces esto.

-¡No Yuki, con qué derecho haces tú esto¡ –no podía evitar gritarle.

Y Yuki no podía evitar sonrojarse, pero es que Ken estaba tan molesto, no era normal en él, él nunca se enojaba, y menos por una tontería como esa, pero es que….

-¿Por qué? –Preguntó, Yuki en un tono lastimero- ¿por qué Ken?, no lo entiendo.-

 En ese preciso momento Ken se acercó lentamente hacia él, lo tomo del rostro y lo besó, apenas un rose, suave, tierno.

 Yukihiro estaba en shock no dijo nada solo permaneció inmóvil. Cuando Ken se separó de él, lo miró con extrañeza, con una sonrisa burlona, pero tierna a la vez, era tan diferente a las sonrisas que Ken solía expresar, nunca lo había visto de esa manera, nunca había notado ese brillo en los ojos de Ken, esos gestos tan sutiles que lo hacían ser tan….. tan…. Ken….

-¿Y ahora, ahora lo entiendes?

-…..- no obtuvo respuesta-

-Yuki-chan… pero qué lento eres, eres más lento que yo, ¿sabes?  -y no pudo evitar reírse.

No supo en qué momento pero sus brazos ya rodeaban el cuello de ken.

-ah… ya recuerdo- pensó. Y ahora fue Yuki quien eliminó la distancia que los separaba. Y se besaron por primera vez. Un beso de verdad, uno que contenía todo, pasión, ternura, amor….

 

 

 

Hacía tiempo que se había percatado de ese sentimiento, ese que le hacía sonrojarse cuando él se sonrojaba, o sentirse triste cuando un problema lo atacaba y él no podía hacer nada para ayudar a solucionarlo, o que sintiera tanta rabia cuando una chica o un chico se acercaba demasiado, con obvias intensiones. Pero es que era su amigo, no, su mejor amigo, su compañero de banda cómo podía sentir algo así por él; él, el conquistador, el  mil amores, el hombre de muchas sin realmente pertenecer a ninguna, cómo era posible que pudiera sentir algo así por Yukihiro.

Yuki….

Su solo nombre lo hacía estremecerse de una manera que….

-aaghr…. Deja de pensar, Ken, deja de pensar –se decía a sí mismo-

Otra noche sin dormir bien.

A la mañana siguiente debía reunirse con sus compañeros de su nuevo proyecto, SOAP, tenían mucho qué hacer, él era el líder aquí, así que no podía darse los mismos lujos que se daba en L’arc. Ahora que cargaba con toda esa responsabilidad comprendía y compadecía un poco más a su líder y amigo, Tetsuya Ogawa. Además, esta tarde vería a Yuki, en un momento de debilidad lo había llamado con la excusa de que necesitaba ayuda con unos arreglos para una de las melodías de su nuevo álbum, y como siempre Yuki no pudo negarse, porque así era él, siempre dispuesto a ayudar a los demás, y siempre se olvidaba un poquito de sí mismo, otra de las cualidades que tanto le gustaban a Ken; porque si bien Ken era alguien bastante considerado con la demás gente, siempre tenía ese toque de egoísmo en sus actos, del cual carecía completamente Yukihiro.

-¡¿Dónde rayos está Ein?¡ –dijo ken un tanto molesto, o quizás, ¿nervioso? -¡tendría que haber llegado hace cuarenta y cinco minutos¡-

-Relájate Ken-chan, no debe tardar, ya sabes cómo es, debe haberse enredado con alguna chica anoche y aún debe estar dormido –aunque Sakura lo dijo de manera divertida, la verdad era que a Ken no le hacía la menor gracia.  

-¡Hola¡- La voz y la cabeza que asomaba desde la puerta hizo que ambos volvieran el rostro hacía ésta. Y como por arte de magia apareció una sonrisa en el rostro del guitarrista, junto con un extraño brillo en sus ojos, algo que Sakura notó.

-Yuki, llegaste…, y llegaste tarde tú también, ¿pero qué pasa?, ¿incluso tú?,- lanzó un par de manotazos al aire con ambas manos. Algunas veces era muy dramático, sólo algunas veces. -Ah, claro cómo no soy Ogawa, puedes darte el lujo de llegar a la hora que sea, ¿no?

-¿En serio Ken?, -dijo con los ojos estrechados, mientras se acercaba al guitarrista para saludarlo con un gran abrazo-  si hubiera sabido que te ibas a poner así llego cuarenta y cinco minutos antes, jajajaja, -dijo con una gran sonrisa, no podía evitarlo, había extrañado tanto a Ken, y la llamada de la noche anterior lo había puesto tan feliz, y tan nervioso al mismo tiempo, tanto que no pudo dormir y no escucho la alarma, y para colmo, olvidó dónde estaba el estudio, se sentía bastante tonto, pero feliz.

-Creo que hoy sólo seremos nosotros tres, -dijo Sakura, que se encontraba en la batería, con la mirada en el celular- Ein está “indispuesto” y no vendrá.

-Por ciento, él es Sakurazawa Yasunori, ya lo conocías, ¿no? –dijo Ken mientras se rascaba la cabeza, como intentando recordar algo.

-No formalmente, -estrecho la mano de Sakura- Mucho gusto Sakurazawa-san

-Sakura, sólo dime Sakura, así yo podré llamarte sólo Yuki, ¿sí?  –Yuki asintió un poco divertido, y es que la primera impresión que había tenido de Sakura no había sido… bueno digamos que no creyó que fuera una persona tan afable.

-Bueno supongo que ahora podemos empezar a trabajar, ¿no? –ambos asintieron, y se sentaron a un lado de Ken, y comenzaron a trabajar.

Después de un rato, Ken daba los últimos detalles a las melodías. Por el contrario de lo que la gente pudiera pensar, él era una persona muy metódica, en cuanto a música se trataba, pulía hasta el último detalle.

Mientras tanto Sakura y Yuki habían estado hablando sobre la batería, discutiendo sobre diferentes acordes. Sakura hablaba de lo mucho que le gustaba el estilo del Jaz mientras que a Yukihiro le fascinaba el lado electrónico de este instrumento, y ahora Yuki estaba en ella intentando mostrarle algo a Sakura, mientras éste lo observaba muy interesado.

Ken los veía a lo lejos, y de pronto notó la sonrisa de Yuki mientras algo le explicaba Sakura, notó su expresión de concentración cada vez que Sakura lo suplía en la batería para mostrarle algo nuevo, notó su cara de enfado por no poder lograr imitar los ritmos de Sakura al primer intento, notó embobado la forma en que se movían los labios de Yuki al compás de sus manos mientras contaba algo, y después sonreía de una manera tan dulce mientras desviaba su mirada hacía Ken preguntando algo que Ken no logró escuchar y asintió de forma automática. Y salió de su ensoñación cuando Yuki y Sakura estallaron en carcajadas.

-¿En serio Ken, tú hiciste eso? –Preguntaba Sakura un tanto incrédulo- no te creo, tú nunca despreciarías un buen par de piernas y un busto generoso,  te conozco demasiado.

-La gente cambia, Sakura –dijo Ken con la mirada perdida en los papeles, los que en realidad no veía - algunos maduramos-.

-Sí, claro –dijo Sakura de forma sarcástica, levantándose y yendo hacia el sofá, frente a Ken- o se enamoran… ¿no?-

Al escuchar esto, tanto Yuki como Ken observaron de manera profunda a Sakura, curiosos, por un momento creyeron que estaba bromeando, pero el rostro de Sakura estaba serio. No, no era broma. Y como ninguno dijo nada, Sakura prosiguió.

-Te he observado, Ken-chan, hace mucho tiempo que dejaste de acostarte con cualquier chica que se te ponga en frente, y con las pocas chicas que has salido estos últimos años, son… de cierto… “prototipo”, todas tienen cosas en común, todas son muy similares, cómo si trataras de encontrar en ellas a alguien, pero supongo que no es tan fácil, ¿cierto? – sakura observaba a Ken, esperando que éste lo negara, que se defendiera, pero nada.

-Sakura… cómo…

-Incluso tus letras,- lo interrumpió -¿te has dado cuenta? Tus letras son diferentes, estas perdido hermano –dijo riéndose, estirando los brazos en el respaldo del sofá- díselo, Ken, si no arriesgas no ganas, además extraño a mi compañero de parranda, ya no eres tan divertido, ¿sabes?

-….De acuerdo, -giró su rostro - Yuki… yo… sabes… hace tiempo que tengo estos sentimientos por ti, yo… yo te quiero…-

El rostro de Yuki se tensó, no entendía, por un momento, él…

-jajajaja, tu nunca te tomas nada en serio, ¿verdad Ken?, ya deja al pobre de Yuki en paz, ya lo moleste yo bastante por hoy.

-Muy gracioso Ken – le dijo con el rostro bajo, para que no notaran su sonrojo. Y es que  por un segundo le había creído, lo había soñado tantas veces, sueños donde Ken le decía que lo amaba y lo abrazaba y lo besaba y… bueno soñar no cuesta nada, ¿no?

 -….jajajaja, par de idiotas… ¡¡ya¡¡ déjenme en paz a mí también  -decía Ken intentando ocultar su incomodidad, pues lo había dicho enserio, con toda la intensión, pero era “Ken”, y las personas no sabían realmente cuando hablaba en serio o cuando hablaba en broma.

 Entre las prisas Yuki había dejado las llaves de su auto adentro y la copia la tenía en su casa, así que Ken se ofreció a llevarlo, recoger las llaves y regresar por el auto, y éste había aceptado.

En el transcurso Yuki no dijo nada, de hecho, no había dicho mucho desde el estudio. Le habían dolido las palabras de Sakura; hacía tiempo que él tenía sentimientos por Ken, y aunque sabía que nunca sería correspondido, la sensación de perderlo, incluso si no le pertenecía, le dolía… y mucho. Siempre pensó que algún día Ken se enamoraría, se casaría, que tendría una familia, y sería feliz, y aunque deseaba que Ken fuera feliz, no creyó que sería tan doloroso, lo cierto era que hubiese preferido que fuera él quien le brindara esa felicidad, aunque también sabía que con él Ken no podría casarse, o tener una familia, y aun que eran cosas que deseaba también para sí mismo, con gusto las cambiaría por el privilegio de estar al lado de Ken, por estar al lado de la persona que ama.

No pudo evitarlo y un profundo suspiro se escapó, y Ken pudo escucharlo…

-¿Estás bien? –dijo un poco preocupado.

-¿Eh?... si, lo siento sólo pensaba.-silencio, y unos segundos después-  ¿Ken…, es cierto?, lo que dijo Sakura, ¿es cierto? ¿Te has enamorado?   –Dijo sin alejar la vista de la ventanilla.

-¿mmm?...  Sí, eso creo, pero… -tenía miedo de decírselo, lo había intentado en el estudio pero salió mal, y temía que si se lo decía ahora, también Yuki creería que era una broma- aun no puedo decírselo, pero lo haré, cuando esté seguro de que me corresponderá, no pienso arriesgarme a que me rechace, así que no te preocupes, ¿sí? Aunque tú crees que haya alguien que pueda resistirse a mí, a mis encantos, vamos Yuki mírame, -intentaba bromear, aligerar el ambiente- ¿verdad que soy muy guapo?, además soy inteligente, tengo una gran personalidad, y sobre todo soy un gran guitarrista, ¿verdad que no podría resistirse?, ¿verdad?, ¿verdad? – codeaba a Yuki, y logró que este sonriera, esa sonrisa que tanto adoraba, aunque ésta tenía un deje de melancolía, que Ken no pudo ver.

-Ya, Ken-chan por lo menos tienes una autoestima muy alta, eso nadie lo niega. –y lo logró, el ambiente se había relajado y ahora reían abiertamente.

 

 

Cierto día Yuki había decido pasar a una tienda de instrumentos que acababa de abrir en el centro comercial, era nueva y tenían cosas muy interesantes, o al menos eso le habían dicho, así que quería ver.

Cuando llegó a la tienda, justo al entrar, se quedó pasmado con una de las baterías que tenían en exhibición, así que no se percató de la persona a su lado, que lo veía con una ligera sonrisa.

Se acercó por detrás, a su oído y susurro un “hola” muy cerca, esto provoco que Yuki se exaltara y terminara tropezando con la batería.

Cuando volteó….

-Muy gracioso Sakura, ahora entiendo por qué te llevas tan bien con Ken-chan –dijo mientras, entre risas, Sakura lo ayudaba a ponerse en pie.

-Lo siento Yuki, es sólo que te salude pero no me escuchaste, estabas muy concentrado y no puede contenerme, de verdad lo siento –decía aun con el rostro divertido- te propongo algo, te invito el almuerzo, ¿qué dices?-

-¿Pretendes comprar mi perdón con un almuerzo? –Dijo fingiendo estar ofendido- no te saldrá tan barato, Sakura, será un gran almuerzo, ¿eh?   

-Ya, qué tanto puedes comer Yuki –decía con los ojos entrecerrados, mirándolo fijamente, acercándose y picando su costilla, lo que sonrojo Yuki, y eso divirtió mucho a Sakura, que reía de manera descarada, lo que provocó que algunas personas en la tienda los miraran como bichos raros. 

Pasaron los días, las semanas, los meses y las cosas para SOAP iban bien, el álbum estaba  terminado. A Ken le gustaba hacer cosas diferentes. Había decidido dar un par de conciertos antes del lanzamiento de su álbum y otros cuantos una vez lanzado.

Los días siguieron y Sakura y Yuki se veían cada vez más seguido, cierto día, en la sala de ensayos….

-Demonios Sakura, ¿otra vez? –decía un Ken muy molesto- No ensayaste para el primer concierto, te has perdido varios ensayos, llegaste tarde a varias entrevistas, ésta será nuestra última presentación… ¿qué rayos te está pasando?-

Ken temía preguntar, eran exactamente los mismos síntomas que cuando estaba en L’arc, y no quería pensar que fuera una recaída, pero quería saber, tenía que saber para poder ayudar a su amigo en caso que fuera necesario.

Sakura notó el semblante de Ken, se notaba preocupado, entonces comprendió, así que le sonrió y suspiró profundo.

-No es lo que estás pensando, es sólo que…- Bajó la mirada y caminó hacia el sofá más cercano. Nervioso.

-¿A no, entonces qué es?  -dijo con voz tranquila, sentándose frente a él.

-Es… es Yuki –dijo mirando fijamente a Ken, quería ver su expresión, sabía que Ken sentía algo por el baterista, pero no pensaba cometer la misma estupidez dos veces, y si Ken no quería enfrentar sus sentimiento, bueno… él no lo obligaría. - le prometí acompañarlo a un evento de caridad, voy como invitado especial, ya sabes, un invitado sorpresa. Olvidé que teníamos ensayo, eso es todo.

-…..- Ken estaba sorprendido, no, estaba celoso, pero no dijo nada, sólo asintió.

-Sabes, lo he estado viendo desde hace algún tiempo, Yuki es diferente a cualquier chico o chica con la que haya estado antes, ¿sabes Ken? –Sakura se recargó en sus rodillas acercando su rostro un poco más al de Ken- Ken, si esto te molesta, sólo dímelo, ¿sí?, no quisiera que por mi culpa tú y Yuki tuvieran algún tipo de problema, yo…

Pero no pudo terminar la frase…

-No te preocupes Sakura, Yukihiro es mayor y sabe lo que hace, -decía poniéndose de pie y con una gran sonrisa, pero con la mirada un poco turbia- además debiste decírmelo, yo pude haberte ayudado, o para que son los amigos,¿ no?

-Te equivocas Ken, Yuki y yo sólo somos amigos, por ahora. –dijo guiñándole el ojo- pero después del concierto de cierre pretendo esforzarme mucho para cambiar las cosas entre nosotros.

 

 

El último concierto había sido todo un éxito. Yuki había asistido, y se extrañó mucho del comportamiento de Ken, pues siempre había tenido una personalidad muy relajada, rayando en la desfachatez, y tenía una facilidad para que las personas se sintieran bien a su lado, sin embargo,  ese día Ken estaba muy distante, Yukihiro incluso tuvo la sensación de que su sola presencia le molestaba.

-Adelante- había dicho Ken después de escuchar el toque en la puerta del camerino.

-¡Hola¡- saludó el baterista de L’arc.

Al escucharlo Ken volvió el rostro enseguida. Al verlo entrar tuvo ganas de abrazarlo, lo había extrañado tanto durante todo ese tiempo que había pasado de tour, pero mientras caminaba a su encuentro, y al notar que Sakura hacía lo mismo, sólo atinó a desviarse y dirigirse hacia Ein que estaba en el sofá, descansando. Por un momento se sintió fuera de lugar.

-Yuki-chan, ¿cómo estás?, ¿Qué haces aquí?- preguntó Sakura, sonriente, estrechándolo.

-Pues quise confirmar el resultado de mis concejos- bromeó –Ken, Hola, ¿no vas a saludarme?- desvió su mirada a Ken que había ido a sentarse al lado de Ein, y ahora conversaba con él.

-Hola- dijo, secamente. La mirada fría que le había lanzado a Yukihiro, lo hizo tensarse.

-Ven, Yuki, ¿ya conocías a nuestro bajista?- Sakura lo guio hacia el sofá donde los otros estaban sentados.

-No, no había tenido el gusto. Mucho gusto, Yukihiro Awaji.- Había dicho luego de que Sakura los presentara formalmente. Esto extrañó mucho a Yukihiro, pues él hubiera esperado que quien lo presentara fuera Ken y no Sakura.

-Así que tú eres el famoso Yukihiro, ¿sabes?, Ken no deja de hablar de lo buen baterista que eres, ¿verdad Sakura?- decía en un tono extraño, extranjero, pensó Yukihiro. -Además, se la pasa comparándolo contigo, no me extrañaría que Sakura ya te odiara, jajajaja. –El mismo humor ácido de Ken, pensó el baterista.

-Sí, y tiene toda la razón.- Sakura se había sentado a un lado de Yukihiro, frente a Ken y a Ein. -¿Qué puedo decir?, Yuki me supera en casi todo.-

-¿Casi…?- levantó una ceja, mirando a Ken. Intentaba incitarlo para que se uniera a la plática, para que lo defendiera, que comenzara con sus típicas bromas… lo que fuera. Quería escucharlo. Pero nada, estaba callado. Ausente. Y la forma en que lo miraba…

-Bueno… ¿qué puedo decir…?

Todos rieron. Todos, menos Ken que miraba de forma extraña a Yukihiro.

Luego de un rato, anécdotas y muchas bromas pesadas, Ein les había invitado a un bar para celebrar el éxito, Ken se negó y Yukihiro se extrañó de esto. Ken nunca despreciaba una buena noche de copas, para él era un sacrilegio despreciar una oportunidad así. Yukihiro tampoco aceptó, sin Ken no tenía sentido. Además se sentía extraño. El comportamiento de Ken le incomodaba.

-Ken…- lo había seguido, en cuanto tuvo oportunidad se acercó a él para preguntarle, ya no soportaba más. -¿Estás enojado conmigo?- preguntó el baterista.

-No, claro que no.- Había sonado más frío de lo que pretendía.

-Es que… has estado muy raro conmigo y… yo…

-Estoy cansado, eso es todo, creo que mejor me voy a casa.

-¿Seguro?- Yukihiro se veía triste, confuso, y aunque a Ken le dolía verlo así, no podía evitar sentirse traicionado, que tonto, pensó.

-Claro, no te preocupes, que se diviertan.- Le sonrió, o mejor dicho intentó sonreírle, pero sin éxito.

 

Días después, una de esas tardes, Ken estaba tirado en la cama pensando, otra vez, en Yukihiro. Y de pronto se levantó de un salto y negó con la cabeza, -No vas a quitármelo Sakurazawa, no vas a quitármelo- dijo, y tomó el teléfono y marco un número de memoria.

-Soy yo, necesito hablar contigo, ¿Tetsu está ahí? ……mmm…….  De acuerdo, llego en media hora –Dijo mirando su reloj, tomó las llaves del mueble junto a la puerta principal y salió de su departamento.

Y media hora después….

-Pasa Ken, ¿qué es tan urgente que no puede esperar? –dijo Hyde fingiendo molestia.

-Necesito que convenzas a Tetsu de que reúna al grupo, -dijo sentándose y con un tono un tanto autoritario, mirándolo fijamente.

Hyde se sentó frente a Ken y sonrió incrédulo- ¿por qué? ¿No te fue bien con tu grupo? O… es que nos extrañas tanto que ya no soportas más estar lejos de nosotros –dijo en tono de burla, con una sonrisa socarrona, de esas típicas de Ken, y que Hyde había adoptado para sí.

-Es enserio, Enano, necesito que le pidas a Tetsu que reúna al grupo, -dijo, esta vez, en tono de súplica, lo que extrañó a Hyde.

-Y… ¿para qué?

-Es Yuki, creo que está saliendo con Sakura, y no voy a permitir que me lo quite, así que necesito al grupo para poder alejarlo de él por un rato, y así hacer mi movida, ¿entiendes? –dijo con una sonrisa pícara, guiñándole un ojo.

-¿Yuki y Sakura? –dijo enderezándose en el sofá- Ken, ¿estás seguro? ¿No será que estás paranoico?, además Sakura me lo habría contado. –Entornó los ojos hacia Ken-  Además te dije desde hace tiempo que debías haberle confesado tus sentimientos, con Yuki hay que ser directo, nada de insinuaciones, y menos las tuyas… que con el poco tacto que tienes lo terminaras confundiendo o peor aún, asustándolo. Y qué te hace pensar que con sólo pedírselo, Tetsu reunirá al grupo, aparte él está trabajando en su proyecto, y en el estudio, y yo apenas comencé mi descaso.- Dijo con un puchero marca Takarai.

-Yo sólo quiero estar seguro de que él no siente nada por Sakura, porque si siente algo por él entonces yo me haré a un lado, además tú tienes a Tetsu comiendo de la mano, basta con que le digas que nos extrañas y ya verás que mañana mismo nos llama, y si no funciona, sacrifícate, Takarai, utiliza tus encantos –le dijo guiñándole el ojo, sonriendo con socarronería- aparte me lo debes, yo te ayudé muchas veces con Tetsu, ¿recuerdas?

-Ya, de acuerdo, haré lo que pueda, pero no te prometo nada, Kitamura, ¿está bien?

-Confío en ti Enano.

Dicho esto se levantó, caminó hacia la puerta y al tomar el pomo de ésta, volteó y con una mirada llena de súplica volvió la cara hacía Hyde y susurró un “por favor, confío en ti” y finalmente salió. 

 

Cuando Tetsu regresó, Hyde lo recibió con una gran sonrisa, un abrazo y un beso muy apasionado, más de lo usual.

-Y… ¿cómo estuvo la reunión Tet-chan?, te ves muy cansado, te preparé el baño por si quieres bañarte, ¿sabes?, hoy te extrañé mucho, ¿tú me extrañaste también?  –Hyde caminaba de aquí a allá, hablaba muy rápido y eso mareó a Tetsu- ¿tienes hambre, Tet-chan? Preparé algo, aunque no estoy seguro de que sea comestible, ¿quieres probar? O… ¿quieres bañarte primero? Tetchan…. –pero Tetsu lo interrumpió-

-Doiha siéntate un momento quieres, me estoy mareando- se recargó en el umbral de la entrada a la cocina mientras observaba a Hyde con los ojos entornados. Tras unos segundos… –¿Qué es?, ¿Qué quieres pedirme? -dijo con una sonrisa, conocía todos los trucos de Hyde, él había sido víctima de ellos por muchos años, aunque eso no quería decir que fuera inmune, o que le disgustaran.

-¿Por qué crees que quiero algo Tet-chan?, me ofendes - dijo mientras entornaba los ojos de una manera que sabía Tetsu no podría resistir y si se ponía difícil probaría con unos cuantos pucheros y si eso no servía, tendría que utilizar su artillería pesada, la verdad, esperaba llegar a eso.

Lo tomó del brazo y lo sentó a la mesa y se sentó él en sus piernas rodeando su cuello con sus brazos – Tetchan, ¿no extrañas a los chicos?

-¿Qué?

-Los chicos, Ken, Yuki… ¿No los extrañas?, sabes desde hace algunos días he estado pensando que me gustaría que nos reuniéramos, ¿tú no?

-Hyde… ya habíamos hablado de esto, acordamos que nos reuniríamos en seis  meses, recuerdas, tú mismo me lo pediste porque terminaste muy cansado de tu gira con Vamps.

-Fue tu culpa Tetchan –dijo, mientras comenzaba con besos suaves- Tus celos tontos hicieron que apresurara mi gira para poder terminar antes y regresar antes a tu lado, ¿recuerdas? Y no puedo estar aquí sin hacer nada y tú te la pasas en el estudio, y me aburro aquí solo –profundizó el beso, y cuando se separó, continuó- allá al menos me entretenía con KAZ, pero aquí….. –dijo, en un tono juguetón con aires de inocencia muy bien fingida.

Se separó bruscamente de Hyde y lo miró con sospecha, con cierto enojo en los ojos  –¿qué quieres decir?, Hyde, tú y KAZ…..?, Ah…. Doiha, te gusta verme celoso, ¿verdad? –y se lanzó a “comérselo” a besos, en los labios, en las mejillas, el cuello, donde cayeran.

-No Tetchan, que ocurrencias, -se retorcía por el cosquilleo- claro que no –dijo mientras reía a carcajada abierta- ¡me encanta cuando te pones celoso¡, siempre haces eso con tus ojos y tu boca, ese gesto… -acariciaba su rostro- eres simplemente adorable, te amo, ¿sabes?.- Lo miraba profundamente. -Entonces, ¿si los llamaras? Quiero empezar a trabajar ya, -se levantó de las piernas de Tetsu y regresó a la estancia. Tetsu lo seguía sin decir nada, le gustaba observar así a Hyde, en silencio, le gustaba verlo feliz, siendo simplemente él, siendo ese Hyde que se mostraba tal cual y que sólo Tetsu conocía, sólo con él se permitía mostrarse tal cual era, si bien Yukihiro y Ken lo conocían muy bien,  Hyde sólo les mostraba una parte de sí mismo. Tetsu, sin embargo, lo conocía todo en él,  el lado tierno, dulce e inocente, y también el lado egoísta, sensual y oscuro de Hyde, y lo amaba por eso. Se detuvo a un lado del sofá y vio como Hyde sacaba unas hojas de un cajón y se las entregaba.

-¿Cuándo las escribiste? – dijo asombrado, embelesado por las letras.

-Te dije que me aburro, y mato el tiempo escribiendo, eso es lo que hago con KAZ, escribir, ¿sabes? -le decía mientras le sacaba la lengua de forma juguetona- él dice que cuando estas sólo, puedes escuchar tus pensamientos de forma más clara y transformarlos en hermosos poemas, o en mi caso, canciones, si es que consigo ponerlos en orden, claro.

-Pues son hermosas, deberías aburrirte más seguido, o ¿yo debería ser más callado?

-No Tetchan, no serviría de nada, incluso cuando tu no estas, mis pensamientos sólo me hablan de ti, o ¿de quién crees que hablan estas canciones? –se acercó una vez más a Tetsu para besarlo y Hyde sintió como éste lo guiaba al sofá, pero una vez ahí lo detuvo… -Tetchan, no me has respondido, ¿llamaras a los chicos?

Tetsu se incorporó, y sin dejar de acariciarle la mejilla, dijo…- De acuerdo, yo creo que una semana es más que suficiente para terminar con la papelería y solucionar los problemas que surjan en el estudio, -dijo mientras tanteaba con su dedo índice la cien, como haciendo cálculos, con la mirada perdida en el techo, bajó su mirada hacia Hyde y dijo con una sonrisa –¿Feliz?

-Si Tetchan, gracias, muchas gracias, te lo compensaré, lo juro.

-Más te vale porque yo no tendré vacaciones, ¿sabes? –Dijo con fingida molestia, a lo que Hyde correspondió con una sonrisa, sabía a qué se refería, y le encantaba la idea.

-Descuida Tetchan, cuando te sientas muy tenso, yo haré que te relajes.- Le lanzó una mirada pícara y se acercó para seguir besándose. Ahora era él quien lo atraía para quedar recostados en el sofá.

 

 

A primera hora de la mañana recibió un mensaje de Hyde “HECHO, NOS VEMOS EN UNA SEMANA, PERO DEJA QUE TETSU TE AVISE, ¿DE ACUERDO?”

Cuando Ken vio el mensaje sólo pudo sonreír, una semana le parecía demasiado, pero lo aprovecharía, tenía que pensar qué hacer, cómo acercarse a Yukihiro, eran amigos y podía utilizar cualquier pretexto, pero tenía miedo, miedo de meter la pata y arruinarlo todo, ¿cómo se le dice a tu mejor amigo que estás enamorado de él? Ken tuvo muchas oportunidades pero le faltaba el valor, él se convenció de que Yuki siempre estaría a su lado como amigo, y una parte de él se sintió conforme, pero ahora, Yukihiro se le iba de las manos y no quería que eso pasara, lo quería con él, no quería compartirlo, quería que fuera sólo suyo y que nadie más lo tocara, sólo esperaba que no fuera demasiado tarde.

Un par de frases rondaba la cabeza de Ken “Yuki es diferente a cualquier chico o chica con la que he estado antes”, “pero después del concierto de cierre pretendo esforzarme mucho para cambiar las cosas”, esto había dicho Sakura y entendía a qué se refería, Ken sintió como la sangre le hervía, había querido gritarle que no se acercara a Yuki, que lo dejara en paz, que le pertenecía a él, por un segundo lo pensó y se dio cuenta que no era cierto, Yuki era libre y podía elegir a quien quisiera, y entonces se arrepintió de no haberle confesado sus sentimiento entonces, cuando él estaba seguro que Yuki le correspondía, ahora, ahora no estaba tan seguro, y otra vez sintió miedo, miedo a perderlo, no quería perder la guerra sin siquiera haber luchado la batalla, se negaba a perderlo así de fácil, y por eso tenía que intentarlo.

 

 

-Jajajajaja, si vi los videos, Hyde me los enseñó, aunque a Ken no le hizo mucha gracia.- Yukihiro no solía reír mucho, pero cuando lo hacía su rostro se iluminaba de una manera que...

-Me imagino. Y seguro se le lanzó a Hyde para golpearlo por haberte mostrado los videos y a ti por reírte, o ¿me equivoco?- no podía dejar de admirar esa sonrisa. Ahora entendía por qué Ken se la pasaba haciendo tonterías, él mismo se lo había dicho, le gustaba ver al baterista sonreír. Ahora comprendía.

-No, no te equivocas, así es Ken, muy impulsivo, -y de repente se quedó callado, y en su mirada había nostalgia y Sakura se percató de esto, pero no dijo nada, sólo se deleitaba con ese gesto, y después de unos segundo Yukihiro prosiguió- Sabes Sakura, al principio, cuando ellos hablaban de ti me sentía incómodo, y trataba de cambiar el rumbo de la conversación, o cuando se reunían para ver los lives de tu época, siempre buscaba una excusa para salir de ahí, tenía miedo de que te extrañaran tanto que terminaran dejándome atrás para que tú volvieras, y no quería abandonar a mi familia, así nació cierto resentimiento hacia ti, -con la mirada baja, dijo- lo siento, ahora que te conozco mejor, me arrepiento de haber pensado así, por favor perdóname, sinceramente espero que podamos llegar a ser grandes amigos.

- …mmm… De acuerdo, te perdono, -Yukihiro levantó enseguida la mirada- pero a cambió me acompañarás a un bar, ¿qué te parece?, y así podemos comenzar a fortalecer nuestra amistad –le guiñó un ojo- conozco uno muy bueno, no hay mucha gente, es algo oscuro, así que podremos pasar desapercibidos, tocan buen rock y lo más importante, sirven buenos tragos, ¿qué dices?

-De acuerdo, pero te advierto que yo no tengo mucha resistencia al alcohol, y tendrás que cargarme de regreso a casa –sin querer lo dijo en un tono coqueto y se arrepintió en seguida, pero ya era demasiado tarde, Sakura lo había notado y sonreía, era una sonrisa de satisfacción, lo que asustó a Yukihiro.

-Será un placer Yuki, pero tengo una duda… ¿a tu casa o a la mía? –y dicho esto Yuki no pudo evitar sonrojarse, al notarlo Sakura estalló en carcajadas, ésta era la principal diferencia entre Hyde y Yuki, Hyde era la persona más extrovertidas, coquetas, que había conocido, extrañamente esa parte era la que más le atraía de Hyde, y ahora era esta timidez la que más le atraía de Yuki, que extraño, ¿no?

-Sakura….- bajo la mirada completamente sonrojado.

 

Cuando llegaron al bar Yukihiro se asombró un poco, el ambiente era bastante gótico, no era un lugar muy común, o al menos no era el tipo de lugar que él frecuentaría, efectivamente era bastante oscuro, tanto que tuvo que tantear las paredes al entrar para no tropezar y sin embargo Sakura se movía con tanta rapidez y confianza que le sorprendió, era obvio que había estado ahí demasiadas veces. Entraron, cruzaron la pista de baile sorteando algunas personas y llegaron a una escalera que los conduciría a la segunda planta, donde había mesas. Un chico se acercó a Sakura, lo saludo y le preguntó si la mesa de siempre, a lo que éste sólo asintió y los condujeron a una mesa un tanto aislada, pero desde donde se podía ver perfectamente la pista de baile.

-Qué te parece Yuki, ¿te gusta? –Preguntó Sakura, mientras se sentaban uno enfrente del otro.

-Este lugar es interesante, la música... es buena, pero aún falta probar los tragos.- Dijo Yuki, casi gritando para superar el sonido estridente de la música y sonriéndole amablemente.

-Tienes razón –levanto la mano y cuando el chico se acercó le susurro un “lo de siempre”, unos minutos después regresó con unos tragos, los puso delante de ellos y luego de una reverencia se marchó.

-¿Qué es esto…? –preguntó, Yuki haciendo un gesto de repulsión.

-Pruébalo –levantó su trago y lo tomó de un solo sorbo, e hizo un seña para que él hiciera lo mismo. 

Levantó su vaso, lo observó un rato y – ¿Pero qué es?- volvió a preguntar

-Créeme no quieres saber, ahora pruébalo, te gustará, ya verás.

Y lo probó, lanzó un gruñido e hizo un gesto ya que la bebida le había raspado la garganta, bajó el vaso, y miró a Sakura, que estaba divertido con los gestos de hacía Yuki.

-Prefiero una cerveza- dijo al final, aun haciendo gestos de amargura.

-Jajajajaja, de acuerdo, pero te advierto que aquí hay una tradición, esta bebida debe ser la primera y la última que tomes, pero no te preocupes, la segunda vez ya no raspa tanto, te lo aseguro.

-Yo creo que lo que tú quieres es emborracharme, pero te advierto que no te será tan fácil.- otra vez ese tono coqueto. “¿Pero qué rayos te pasa Awaji?”, se preguntó mentalmente.

-Ah… Yuki-chan… me ofendes… -se llevó las manos al pecho fingiendo ofensa por esas palabras, pero por su rostro Yuki pudo darse cuenta que estaba bromeando, aun así algo pasó dentro de él, cuando escuchó el “Yuki-chan”…. así sólo lo llamaban Tetsu, Hyde y muy en especial Ken, y se sentía diferente, tan diferente cuando Ken lo llamaba así, y no pudo evitar pensar en él.

Luego de más de media docena de cervezas Sakura intentaba convencer a Yuki de que fueran a la pista de baile, pero éste se negaba diciendo que nunca había bailado con otro hombre, y Sakura se defendía diciendo que no bailarían juntos que cada uno bailaría por separado sólo que en el mismo espació, la verdad era que después de tanto alcohol ya ninguno razonaba de forma coherente, así que no supo cómo pero Sakura terminó convenciéndolo.

Él se movía al ritmo de la música, su corazón y caderas estaban sincronizados a las vibraciones del instrumento que tanto le gustaba, la batería, y luego su cuerpo se estremecía al sonido de la guitarra que le recordaba a él… a Ken, y sin poder evitarlo entro en un estado de ausencia, por un segundo se olvidó de todo y de todos, sólo se dejaba llevar… hasta que sintió unas manos que lo sujetaron de la cadera y lo obligaron a despertar, por un segundó creyó, no, deseó que fuera él, pero cuando volteó y vio a Sakura que lo sujetaba e intentaba seguirle el ritmo, se asustó o decepcionó, no estaba seguro, y se sintió mal, así que disculpándose con Sakura huyó hacia el baño.

Cuando llegaron a la pista Yuki parecía tenso, pero cuando la música empezó, entro en un estado de trance, su cuerpo de movía de cierta manera que terminó hipnotizando a Sakura, no podía despegar los ojos del cuerpo de Yuki, su rostro, con los ojos cerrados y esa media sonrisa…. Se veía tan sensual, era… no sabía qué era pero le encantaba. Sin pensarlo mucho lo tomo de las caderas y cuando él abrió los ojos pudo ver algo, quiso preguntar pero para cuando se dio cuenta Yuki ya iba camino al baño, así que él regresó a la mesa, para esperarlo.

Cuando llegó al baño, corrió al lavamanos, abrió el grifo y se mojó el rostro un par de veces, como si con eso pudiera apartar ciertos pensamientos, pero era inútil, “que estás haciendo Yukihiro, él está enamorado de otra persona, él mismo lo dijo, olvídalo, no puedes seguir así, no puedes, no puedo….” Pensó. Pero el sonido de la puerta abriéndose lo sacó de sus pensamientos, era Sakura, otra vez. 

-¿Estas bien?, ya me estaba preocupando, tardabas mucho.

-Sí, lo siento ya termino -dijo dándole la espalda, cuando sintió a Sakura detrás de él- ¿Qué haces?– Dijo un tanto nervioso- ¿qué estás haciendo?- repitió.

-Yuki…. Me gustas, me gusta estar contigo, y he notado que a ti también te pasan cosas conmigo, dime, ¿por qué no darnos una oportunidad, Yuki-chan? -Yuki se había dado vuelta y ahora estaban frente a frente, los ojos de Sakura eran tan profundos, que Yuki creyó ahogarse en ellos, por un segundo sintió miedo de esa mirada tan fuerte, y cuando Sakura se acercó para intentar besarlo, ese “Yuki-chan” volvió a resonar en su mente y sólo atinó a voltear el rostro.

-…. lo siento,  yo... –Dijo en un susurro.

-No, yo lo siento, supongo que fue muy repentino, no tienes que contestarme ahora, tomate tu tiempo, ¿sí?, piénsalo pero no demasiado, ¿de acuerdo? Mira que no soy muy paciente –diciendo esto con una sonrisa se separó de él y caminó hacia la puerta- ¿nos vamos?, pasan de las tres de la mañana y tú no estás muy acostumbrado a desvelarte, ¿cierto? –Y le guiño un ojo.

Yuki se sintió muy aliviado, por un segundo temió haberlo lastimado, haber herido su orgullo, pero esa sonrisa parecía sincera, y con un asentimiento lo siguió a la salida. Había intentado que dividieran la cuenta, pero Sakura se negó alegando que así ganaría puntos a su favor, y Yuki sólo sonreía algo apenado y sonrojado, y Sakura se divertía con esa situación.

 

 

Esa mañana se levantó más temprano que de costumbre, la verdad era que él también extrañaba a sus compañeros de banda, su familia.

Hacía cuatro días que había recibido una llamada de Tetsuya, su líder, justo al día siguiente del incidente en el bar, le había dicho que debían reunirse para hablar sobre el gran regreso de L’arc en Ciel a los escenarios, que sería una reunión de amigos, nada de productores o managers, sólo ellos cuatro.

Era extraño, cuando llegó al Estudio, cuando saludó a la recepcionista, cuando se acercó a los elevadores se sintió… nervioso, él no había pensado en cómo se sentiría al ver a Ken y a Hyde después de lo que había pasado con Sakura, o lo que no había pasado, no estaba seguro. Así que cuando cruzó la puerta del estudio y vio a Tetsuya sentado en la mesa hojeando unos papeles y Hyde sentado frente a él jugueteando e intentado distraerlo, los nervios desaparecieron, pero no por mucho tiempo, justo unos segundos después volvieron con más fuerza y concentrados en su estómago cuando escuchó la voz de Ken a su espalda dándoles los buenos días.

 -Buenos días chicos, ¿me extrañaron? –decía un Ken muy efusivo, sonriendo y lanzándose a molestar a Hyde, como era su costumbre. –Ya estoy aquí enano, ya no llores, sé que me extrañaste no lo niegues- y tanto Yuki como Tetsu sólo lo miraban y sonreían divertidos.

-Claro que no Ken, en realidad yo le pedí a Tetchan que llamáramos a KAZ para tocar con L’arc pero KAZ no quiso, así que no quedó de otra y te llamó a ti –decía intentando molestar a Ken, siguiéndole el juego.

-Pues claro que no quiso, Enano del demonio, ya le debían de urgir unas vacaciones lejos de ti, mira que soportarte durante tanto tiempo sin explotar, sólo por eso se merece mi respeto- decía riendo a carcajadas, mientras veía en mohín de enojo fingido de Hyde, que en realidad estaba divertido.

-Ya basta chicos, venimos a trabajar, ¿recuerdan?, pero que haces allá Yuki –dijo Tetsu mirando a Yukihiro que seguía de pie frente a la puerta- ayúdame a poner orden, no me dejes sólo que no puedo con los dos.-

-Buenos días, lo siento, es sólo que realmente ya los extrañaba. –decía mientras se acercaba a su lugar, aún lado de Tetsu, frente a Ken, siempre frente a Ken.

-Pero más a mí, ¿no Yuki-chan?

-Obvio Ken, -y no lo decía del todo en broma.

-Cómo que extrañaste más a un simple guitarrista que a tu vocalista, Yuki, ¿sabes?, podemos encontrar muchos guitarristas, pero Hyde solo hay uno, sabes Yuki, debías tener mejor definidas tus prioridades – Y le sacó la lengua a Ken, mientras Yuki se reía. Yuki era muy serio, y casi nunca sonreía, pero cuando lo hacía era capaz de iluminar toda la habitación, o eso le había dicho Ken a Hyde una vez y entonces Hyde lo comprendió, comprendió que Ken estaba perdido.

-jajajajajaja- Tetsu y Yuki no podían dejar de reír.

Pasaron toda la tarde hablando, riendo, jugando, poniéndose al tanto de los acontecimientos de cada uno en sus respectivos trabajos en solitario. Tetsu les había mostrado las letras que Hyde había escrito y comenzaron a discutir sobre melodías, Ken incluso había descrito un PV para una de las canciones. En algún momento Ken y Tetsu se habían escapado a la sala de ensayos, Ken quería probar algo y arrastró a Tetsu para mostrarle su punto.

Hyde y Yuki quedaron solos en el estudio, Yuki seguía hojeando maravillado las letras de Hyde, realmente le sorprendía esa facilidad que tenía el vocalista para escribir, iba a decir algo, pero el vocalista se adelantó.

-Y… ¿cómo has estado Yuki?, ¿sabes? Hace unos días me topé con Sakura –había dicho con toda la intensión de incomodar al baterista, quería ver su reacción, no era verdad pero conociéndolo no se atrevería a confirmarlo directamente con Sakura, algo que a Hyde le agradaba del baterista era precisamente lo predecible que podía llegar a ser.

-Ah, ¿de verdad? –Yuki se tensó por completo en el momento justo en que escuchó la palabra “Sakura”, y aunque trató de aparentar normalidad, Hyde ya se había percatado del nerviosismo de éste.

-Sí, ¿te gustaría saber de qué estuvimos hablando? –seguía intentando incomodarlo, y lo estaba logrando- sabes, me contó algunas cosas interesantes…. –canturreaba.

-…..- suspiró - …Hyde, no es lo que parece, -y se rindió, la verdad era que Yuki era muy fácil de atrapar, demasiado inocente para su gusto- ni siquiera yo sé qué fue lo que pasó, la verdad es que no he hablado con él desde esa noche y no sé qué hacer – había mantenido su cabeza gacha desde que había empezado a hablar, lo miró de reojo y como no escuchó nada decidió seguir- ¿estás molesto conmigo?-

Hyde no sabía qué decir, estaba pasmado, cuando Ken le había dicho que “algo” pasaba entre Yuki y Sakura no creyó que ese “algo” fuera… bueno no pensó que ellos… no en tan poco tiempo, no era que le molestara, no, es que él estaba seguro de que Yuki también sentía algo por Ken, por eso se negaba a creer que Yuki se comportara así. –Claro que no, porqué crees que me molestaría, ustedes son adultos y solteros y pueden hacer lo que quieran, cuándo quieran, cómo quieran y con quién quieran… -y se encogió de para restarle importancia.

-Espera, ¿qué exactamente te dijo Sakura que pasó? –se dio cuenta enseguida de que Hyde estaba malinterpretando las cosas y se negaba a creer que Sakura hubiera contado algo que no pasó sólo para alardear, no lo conocía mucho pero estaba seguro de que no era ese tipo de personas.

-Pues… eso, que salieron y que pasaron… cosas –hacía ademanes con las manos, como invitando a Yuki a que le contara exactamente lo que había pasado.

-Habíamos estado saliendo, tu sabes, como amigos pero hace casi una semana, fuimos a un bar y Sakura intentó besarme…- inspiró profundo -lo rechacé, me pidió que saliera con él y le pedí tiempo para pensarlo, desde entonces no he hablado con él, ayer me pidió que nos viéramos hoy y le envié un mensaje diciéndole que estaríamos trabajando y no podría verlo por un tiempo. La verdad es que no sé qué hacer, qué decirle, Hyde… -la mirada del baterista era intensa, confusa, y Hyde sólo podía compadecerse de éste- sé que es muy cruel de mi parte, después de lo ustedes tuvieron, pero, ayúdame, aconséjame, ¿qué debo hacer?-

-Pero qué dices, Yuki, entre Sakura y yo nunca hubo nada, y aunque así hubiera sido, ahora estoy con Tetchan, y las cosas por fin van bien entre nosotros, además, no entiendo por qué me pides concejos a mí, si normalmente tu concejero personal es Ken -y lo había dicho con toda la intensión del mundo- ¿por qué no le preguntas a él?, además, Ken se lleva mejor con él que yo.-

La verdad era que ya no podía más, tenía que decírselo a alguien, Hyde siempre decía que si se guardan tantos sentimientos y tan intensos dentro de una persona, llegará el momento en que ésta explotará, y eso sentía Yukihiro en este momento, si no le contaba a alguien todo lo que sentía, terminaría explotando en cualquier momento.

-No puedo Hyde… -suspiró para darse ánimos y continuar- tengo miedo de lo que Ken pueda aconsejarme, no quiero escucharlo decirme que le diga a Sakura que sí, que debería salir con él, me moriría de tristeza en ese momento. –Un suspiro más y se le escapó de los labios. -Lo amo, Hyde hace tiempo que me di cuenta de los sentimientos que tengo por Ken-.

-Te complicas demasiado Yukihiro Awaji, deberías decírselo, deberías arriesgarte, ¿qué es lo peor que pudiera pasar?-

-Perder su amistad… y no quiero perderlo como amigo, pero tampoco puedo quedarme así, esperándolo eternamente, ¿cierto? Una parte de mi me dice que debería darme una oportunidad con Sakura pero cuando lo pienso nace un sentimiento de traición hacia Ken, ¿no soy tonto? –sonrió amargamente

-Sí, ambos lo son-

Yuki iba a agregar algo, pero en ese preciso momento la puerta se abrió dándole paso a Ken y a Tetsu quienes se quedaron en silencio al notar el ambiente que se había creado alrededor de del baterista y vocalista. Hyde sonrió cuando notó el sonrojo en las mejillas de Yuki cuando éste sintió la mirada de Ken sobre él, Yukihiro se levantó y, literalmente, huyó hacia el baño dejando olvidado su celular en el sofá.

Hyde se dio cuenta cuando éste sonó con la entrada de un mensaje y la ver en pantalla que se trataba de Sakura no pudo evitar entrometerse y leerlo, lo estaba citando en el mismo bar de hacía varias noches, el mensaje decía “te esperare toda la noche de ser necesario”, Hyde se las ingenió para convencerlos a todos de ir a ese bar, y aunque el que más resistencia puso fue Yukihiro, Ken se encargó de convencerlo.

                                                                                                                    

 

Cuando llegaron al bar Yuki tuvo una sensación de deja vú, seguían el mismo caminó que él había recorrido con Sakura. Él iba de último, al frente Ken y Hyde armaban alboroto, Tetsu detrás de ellos riendo, de vez en cuando Hyde le lanzaba miradas furtivas a Tetsu y él sólo se sonrojaba y Hyde reía más alto al ver la reacción de éste, en algún momento Yuki se había sentido celoso de la relación de ellos, ¿por qué no podía ser él un poco más como Hyde y arriesgarse?, ellos habían sufrido mucho, Hyde había arriesgado mucho por Tetsu y éste nunca arriesgaba más de lo necesario, y así, el miedo de Tetsuya y el orgullo de Hyde les habían traído muchos problemas, pero ahora ya todo era pasado, por fin podían estar juntos sin importar qué, ya no había orgullos o miedos, ya sólo quedaba el amor que se tenían, todo el sufrimiento había valido la pena.

Yuki suspiró por enésima vez en el día.

Subieron las escaleras y cuando llegaron a una de las mesas, lo vio, lo pensó un momento antes de decidirse y acercarse, y es que no esperaba que fuera acompañado, pero no podía dejar pasar esta oportunidad, tenía que arriesgarse, así que se acercó cautelosamente, susurró un “hola” en el oído del baterista e hizo que éste se sobresaltara.

-Sakura, hola, que sorpresa encontrarte aquí… -dijo, realmente sorprendido.

Al escucharlo todos voltearon hacia ellos, todos igualmente sorprendidos, todos menos Hyde que se divertía con la cara que habían puesto, sobre todo Ken.

-¿Qué haces tú aquí? –no pudo evitar sonar algo molesto.

-A mí también me da gusto verte Ken, ¿cómo estas Tetsu?, ¿Hyde?

-Bien Sakura, gracias. –saludó, siempre respetuoso Tetsu.

-Hola Sakura, que coincidencia, ¿por qué no te nos unes?, ¿sabes?, estamos celebrando, -Hyde estaba tan absorto que no se dio cuenta de la chispa de celos que apareció en la mirada de Tetsu, Sakura sólo le sonrió y se acercó a la silla al lado de Yukihiro.

La noche avanzaba entre copas y risas, en algún momento Hyde se había dado cuenta de que Ken intentaba acaparar la atención de Yuki, y cómo Sakura de vez en cuando se entrometía entre la plática de éstos, notó la mirada de celos en Ken cuando Sakura, para llamar la atención de Yuki, ocasionalmente le tentaba la pierna, así que intentando ayudar un poco a su guitarrista, inició una plática con Sakura. Tetsu no pudo evitar un nuevo pinchazo de celos, pero no dijo nada y se limitó a pedir otra cerveza.

Cuando la mesera se acercó con la nueva orden, además de dejarle la cerveza a Tetsu, deslizó una servilleta al lado de Ken, y le dedicó una sonrisa bastante coqueta; cuando Ken tomó la servilleta notó un nombre y un número telefónico escritos en ésta y supuso que eran de ella, porque cuando volteó ella seguía mirándolo y le dedicó otra sonrisa y Ken no pudo evitar devolvérsela.

Sakura se dio cuenta de esto- Se parece mucho, ¿no crees Ken?,¿ por qué no vas y la invitas a salir?-.

-¿A quién se parece? –Preguntó Yukihiro al notar el duelo de miradas entre Sakura y Ken.

-Ya sabes, ¿no te acuerdas?, la persona de la que Ken está enamorado, ella se le parece, ¿no crees Ken-chan? –le sonrió descaradamente- complexión pequeña, cabello rubio, boca y ojos pequeños, mmm… talvez le falta un poco de timidez, pero en general se parecen mucho, ¿no crees? –seguía mirándolo fijamente, desafiándolo.

-Sakura, ¿tú la conoces? –Preguntó Yuki, con el corazón acongojado y la mirada dolida, una mirada que Sakura pudo notar, pero que Ken no vio porque estaba demasiado sorprendido, algo le decía que él sabía de sus sentimientos por Yuki- ¿Quién es, la conozco? –Aunque la pregunta iba dirigida al guitarrista no podía apartar la mirada de Sakura.

-Yo diría que sí -contestó el ex baterista de L’arc.

-Sakura…. –siseo Ken, en un tono de advertencia.

Hyde se dio cuenta y decidió intervenir, ayudar un poco más a su amigo guitarrista- llévame a bailar Yachan, como en los viejos tiempos, ¿te acuerdas? –se lo había pedido porque así podría dejar solos por un rato a sus amigos, necesitaban estar solos para poder hablar, sabía que el bajista no iba a importunarlos, pero no se dio cuenta que a Tetsu no le había hecho gracia la idea.

-De acuerdo, vamos –él tampoco se había dado cuenta o tal vez era que no le había importado.

Se levantaron de la mesa y se dirigieron a la pista, Tetsu los veía alejarse, Sakura decía algo y luego Hyde reía a carcajadas, y él no pudo dejar de sentir los mismos celos que sintió en aquella época, cuando su vocalista y ex baterista eran inseparables, y por un segundo tuvo miedo, pero antes de cometer cualquier estupidez, decidió regresar a casa solo, ya hablaría con Hyde después de todo esto, porque no quería cometer los mismos errores que en el pasado. Se había prometido que esta vez haría todo de forma diferente. Se levantó, se disculpó con Ken y Yuki alegando que no se sentía muy bien y se dirigió a la salida.

Ken y Yuki lo vieron alejarse, se dieron cuenta que algo no estaba bien pero no dijeron nada y sólo asintieron y acordaron decirle a Hyde cuando regresara. Y así se quedaron solos.

Un incómodo silencio se instauró entre ellos.

-Oye, Yuki-chan, -mientras hablaba no pudo evitar desviar la mirada hacia la chica que seguía observándolo-¿qué te parece si este fin de semana visita….

-¿Por qué no vas con ella, Ken?, es obvio que te mueres de ganas de estar con ella, ve, no te preocupes por mí –lo interrumpió, sonó más frío de lo que pretendía.

-No quiero estar con ella si no con….

-Entonces, deberías ir y decírselo y dejar de acostarte con cada mujer que se le parece, no puede ser sano –volvió a interrumpir, no quería sonar tan grosero pero es que dolía tanto.

-……- Ken no sabía que decir, después de todo, lo que le estaba diciendo no era mentira. Y la mirada, el rostro entre asombro y tristeza y aflicción… Yuki lo miró y por un segundo se arrepintió de lo que había dicho.

-Lo siento, Ken, no quería decir eso, es que… no entiendo por qué te comportas así, tu nunca has sido del tipo tímido, cuando alguien te gusta… pues no lo piensas tanto. Así que ella debe ser realmente especial, muy especial para que te comportes de esta manera, realmente debe valer la pena, ¿no? –esbozó una sonrisa amarga-. ¿Quién es ella, Ken? Tal vez pueda ayudarte.-

Ken quería decirle la verdad, arriesgarse, decirle que sí tenía razón que esa persona era muy especial, que esa persona era él, que hacía mucho tiempo que se había dado cuenta de sus sentimientos. Quería disculparse por no habérselo dicho antes pero es que había tenido miedo, él nunca había sentido nada igual, por nadie, y un sentimiento tan intenso lo había asustado, pero ahora eso ya no importaba, las únicas palabras que resonaba en su mente ahora era ese “deja de acostarte con cada mujer que se le parece”  nunca se había sentido tan avergonzado de su pasado, pero ahora….

-Tengo miedo –por fin susurro.

-¿A qué? –lo miró con compasión, se veía tan abatido.

-A que me rechace Yuki-chan, tú me conoces, conoces mi pasado –rio amargamente-  de haberlo sabido no me habría acostado con tantas chicas, ¿sabes?-

-Ken… no digas eso, dime, ¿la conozco?, ¿la he visto?-

-mmm… déjame pensar… sí, yo diría que vez a esa persona todos los días – lo miró con una sonrisa traviesa, volvía a ser el Ken de siempre.

Yukihiro iba a decir algo pero Sakura irrumpió, se sentó en su lugar al lado de Yuki y le dijo algo al oído y éste asintió, después volvió la mirada a su bebida, Ken no logró escuchar y eso realmente le molestó.

-¿Y Hyde, dónde está? –preguntó enseguida Ken.

-Creo que se fue con Tetsuya, no estoy seguro –contesto haciendo un ademán con la mano para restarle importancia- supongo que a su querido líder no le hizo mucha gracia que Hyde y yo bailáramos, supongo que sigue paranoico- sonrió al recordar viejos tiempos.

Minutos antes.

En la pista de baile, dos cuerpos se movían al sonido de una melodía estruendosa, estaban demasiado juntos,  movimientos erráticos y difusos, pero no importaba, se estaban divirtiendo. De pronto lo vio por el rabillo del ojo, desvió su mirada y ahí estaba, ahí estaba Tetsuya observándolo. Por fin notó la mirada turbia, esa que desviaba para correr hacia la salida.

-Lo siento Sakura, ahora vuelvo. –Se disculpó y corrió en dirección a Tetsu -¡Tetchan¡ -gritó- ¡Tetchan, espérame, a dónde vas, Tetchan ¿qué te pasa?¡-   

-Te veo en casa, Haido, ¿sí? –se volvió a él, y por sobre el hombro de éste pudo ver la sonrisa socarrona de Sakura y eso lo molestó aún más.

-No… qué te ocurre Tetchan, ¿por qué estás molesto? –Tetsu sólo lo llamaba “Haido” cuando estaba molesto, aunque daba gracias a Dios de que no le dijera “Hideto”, sólo lo llamaba así cuando realmente quería matarlo- ¿qué tal si volvemos con los demás?- 

-Hablamos en casa, Haido –hizo el ademán de irse, cuando sintió que lo sujetaba del brazo.

-Tetchan, volvamos, ¿sí? –dijo en tono de súplica, pero Tetsu se zafó del agarre con un movimiento un tanto violento.

-No voy a quedarme para verte coquetear con él, sabes –suspiró- vuelve, te están esperando, en casa hablamos, ¿de acuerdo? –le dijo tratando de tranquilizarse y se dirigió a la salida.

Sakura seguía en la pista, observándolos, y vio como Hyde regresaba hacia él mientras Tetsuya salía del bar.

-Perdón Sakura debo irme, despídeme de los chicos, ¿quieres?, después hablamos.

-¿Estarás bien?, realmente se veía molesto –un asentimiento y una sonrisa fue todo lo que recibió del vocalista- entonces… suerte.

Ya en el estacionamiento, sólo podía pensar en la forma en que Sakura se comportaba cuando Hyde estaba presente, odiaba sentirse celoso, por eso evitaba ir a cualquier lugar donde pudieran aparecer Sakura, Gackt o Yasu, la forma en que estos se comportaban para llamar su atención la odiaba, aunque muy, pero muy en especial a Gackt, la devoción que tenía para con Hyde era… demasiado. De acuerdo, tenía que reconocerlo, odiaba la forma en que Hyde los alentaba, pero era Hyde, era parte de su naturaleza, era una de las razones por las que tanto lo amaba, no podía evitarlo. Y a lo lejos lo escuchó…

-¡Tetchan, espérame¡ -corría para alcanzarlo.

Se detuvo al lado de su coche –Hyde… ¿pero qué haces?- dijo algo sorprendido, no esperaba que lo siguiera, antes nunca lo había hecho.

-No quiero que te vayas molesto conmigo- decía jadeando, intentando recuperar el aliento- no entiendo por qué te enojaste, no estaba coqueteando con nadie, Tetchan.-

-Hyde… -bufó- te vi, la forma en que le sonreías, te pasaste toda la noche hablando con él, y si tenías tantas ganas de bailar, pues, me lo hubieras pedido a mí –levantó la voz, no pudo evitar el reclamo.

-Tetchan, no es lo que tú crees, yo sólo… no puedo decírtelo, pero, por favor confía en mí –la mirada de desconsuelo lo estaba matando, pero, ¿qué era lo que no le podía decir?, eso sólo servía para aumentar su enojo.

-Olvídalo Haido, vuelve con él, con ellos –subió a su auto, bajó la ventanilla y sin observarlo dijo- mañana llamaré a los chicos para decirles que el regreso de L’arc se pospone, si en cada reunión tú querrás celebrar, y si en cada celebración nos encontraremos a alguno de tus “fanboys” mejor lo dejamos para después, ¿no crees?.

-…¿Qué?.. –por fin levantó el rostro para verlo y pudo notar cómo el rostro de Hyde se llenaba de incredulidad, de dolor, de decepción - ¿realmente crees que te pedí regresar a la banda sólo porque quería encontrarme con Sakura? – se dio la vuelta y subió al auto y suspiró un par de veces para tranquilizarse y no decir algo de lo que pudiera arrepentirse después- yo quería hablar con Sakura a solas y supuse que en la pista sería un buen lugar –dijo en murmullo, pese a lo que todo el mundo pensaría Hyde era realmente malo mintiendo- pero supongo que me equivoqué, yo… lo siento-. 

-Hyde… eres malo mintiendo –notó los ojos brillantes de su vocalista, temía que en cualquier momento rompiera en llanto- lo siento, no sé qué es eso que no puedes decirme, pero… es sólo que tengo miedo, miedo de cometer los mismo errores del pasado, y no quiero perderte, no otra vez –tomó las manos de Hyde entre las suyas y las besó- perdóname, no quise decir eso es solo que…

-No Tetchan, tienes razón –le concedió- no más mentiras, fue lo que prometimos, ¿cierto? –y le regaló una tierna sonrisa- son Ken y Yuki, sólo intentaba ayudarlos, por eso yo… perdóname Tetchan es que ellos me pidieron guardar el secreto. –suspiró y prosiguió- al parecer Sakura está interesado en Yuki, Ken quiere impedírselo y Yuki no sabe qué hacer, no sabe cómo enfrentar sus sentimientos por Ken.- 

-Ok… -no comprendía nada de lo que Hyde le estaba diciendo, y lo conocía demasiado, así que también sabía que no le estaba mintiendo- así que ellos hablaron contigo y te pidieron que no me dijeras nada. –Hyde asintió- Ok… Doiha, no entiendo por qué sólo yo no puedo saberlo-.

-No, Tetchan, no es por ti, cada uno me lo contó por su cuenta –comenzó a explicarle como si fuera un niño de ocho años- Ken no sabe lo que Yuki siente por él y ahora que sabe que Sakura está interesado en nuestro Yuki, pues tuvo celos y me pidió que te convenciera de reunir a la banda para separarlos un poco y así buscar una oportunidad para acercarse a Yuki y decirle lo que siente.

 Hace unas horas- prosiguió- Yuki me contó que está confundido, Sakura le pidió que saliera con él pero él está enamorado de Ken y no sabe qué hacer, tiene miedo de decirle lo que siente, de que lo rechace, después de todo es Ken. –Mientras decía todo esto hacía movimientos con las manos intentando explicarse mejor, cómo si con ese gesto Tetsuya entendiera lo que había en la mente de Hyde y que no podía explicar con palabras. -Yo sólo intenté ayudar, creí que con Sakura presente los celos le darían el valor necesario a Ken para sincerarse con Yuki, noté lo incomodo que estaba nuestro querido baterista y por eso decidí ayudarlos otro poquito, llevándome a Sakura lejos, supuse que con Sakura lejos y ellos tan juntos, pues tal vez… y con el alcohol necesario pues… no sé… tal vez…-

Después de unos minutos en silencio, intentando asimilar todo lo que Hyde le había dicho, encendió el motor y se puso en marcha, sin decir una sola palabra, sólo conducía. Hyde lo observaba también en silencio, sabía que Tetsu necesitaba tiempo.

Justo cuando cruzaron el umbral, mientras Hyde colgaba su chaqueta en el perchero, escuchó una risa burlona de Tetsu mientras murmuraba un “par de idiotas, cómo complican las cosas”. Mientras él se dirigía a la cocina le gritó un “lo sé”.

Mientras colocaba la tetera en el fuego sintió unos brazos abrazándolo por la espalda, no se sobresaltó, sabía de quién se trataba; sintió un rostro descansando en su hombro, justo en la curvatura de su cuello, así que sonrió cuando éste lo besó justo allí.

-Perdóname Doiha, lo que te dije allá, yo… -pero Hyde se dio vuelta y lo cayó con un beso.

-Lo sé Tetchan, -le sonrió traviesamente- pero Tetchan “¿fanboys?” –se rio de forma irónica, intentando molestarlo- vamos Tetchan “¿fanboys?”, ¿en serio? –esa risa burlona y los ojos entre cerrados, se veía tan adorable.

-Doiha, estaba celoso, enojado, no sabía lo que decía –dijo estrechándolo más contra sí mismo y volviéndolo a besar- Te amo Hyde, -le susurró aún cerca de su rostro cuando el beso terminó, mientras le apartaba unos mechones rebeldes del rostro para colocarlos justo detrás de su oreja- te amo tanto…

-Y yo a ti Tetchan –y volvieron a besarse- yo también te amo.

 

 

-¿Qué?

-Yuki, ¿te sientes bien?, has estado muy distraído durante toda la reunión. –Tetsuya estaba preocupado, sabía de antemano el porqué del estado de Yuki, pero lo que realmente le preocupaba era que los sentimientos de sus compañeros intervinieran con su trabajo. Hyde lo había convencido de que ellos eran profesionales y sabrían separar su vida personal de la profesional; pero sinceramente, justo ahora, lo estaba dudando un poco.- Creo que Sakano-san no se dio cuenta pero se nota que estás en otro mundo, amigo, cuéntame, que te pasa, tal vez pueda ayudarte.

Yukihiro lo observo durante un tiempo, la verdad era que le encantaría contarle todo, pero tenía miedo, ¿qué pensaría Tetsu si le dijera que estaba enamorado de su guitarrista y que el baterista a quien sustituyó lo estaba cortejando?, no pudo evitar una risa irónica, era increíble lo complicada que se había vuelto su vida, pero como siempre prefirió guardarse todo.

-No es nada Tetchan, es sólo que no se me dan las desveladas, y con lo que tomamos anoche yo… bueno no me siento muy bien eso es todo, pero ya verás que con una siesta se me pasa. –posó una mano en su hombro confirmando lo dicho.

Tetsu iba a agregar algo pero Hyde entró y con un gesto le recordó la petición que le hiciera la noche anterior “por favor Tetchan deja que ellos hablen contigo, ¿sí?, debe haber una razón por la que no han querido contarte nada” había dicho; Así que sólo suspiro y asintió con una sonrisa de apoyo para su tímido baterista.

Tetsu tenía razón, no había podido concentrarse en toda la mañana, pero es que lo que había pasado la noche anterior, cuando salieron del club, no podía dejar de pensar en la forma en que Ken lo había mirado, y esa mañana cuando llegó al estudio y vio a Ken platicando con la recepcionista, él simplemente…

Entró a la sala de recreativo y aprovechando que ésta se encontraba vacía se recostó en uno de los sillones y simplemente cerró sus ojos. Las imágenes llenaron otra vez su cabeza.

La noche anterior:

-¿Te llevo a tu casa Yuki-chan?

-No te preocupes Ken, prefiero tomar un taxi, además vivo más lejos que tú y no quisiera molestarte. –La verdad era que no quería estar a solas con él, la plática que habían tenido unas horas antes aun le daba vueltas en su cabeza.

-Descuida Ken, yo lo llevo, además nosotros tenemos muchas cosas de que hablar, a solas… ¿cierto Yuki?- dijo Sakura aprovechando la situación y tomando del brazo a Yukihiro.

-No es ninguna molestia Yuki, sabes que cuando se trata de ti, nunca es una molestia, por el contrario- sonrió- además tú eres el que siempre cuida de mí, ahora es mi turno, ¿no crees? –dijo, ignorando por completo a Sakura e intentado que Yuki entendiera el verdadero sentido de sus palabras.

La mirada intensa de Ken, lo perturbó, por un segundo creyó haber visto algo en sus ojos, creyó haber notado algo en sus palabras, pero… no… no podía ser, tal vez eran sus propios deseos que mesclados con el alcohol lo hacían desvariar.

-Descuida, Ken, yo lo hago con gusto. –reunió todo el valor que le quedaba y miró directamente a los ojo a Sakura y dijo-  Hablaremos en otra ocasión, ¿de acuerdo?-se dio media vuelta y justo cuando pensaba avanzar sintió que lo sujetaban otra vez y por un momento creyó que era Sakura pero…- Ken…

-¿De qué tienes que hablar con él?- lo apuntó con un gesto.

-Eso es cosa nuestra, Ken- tomó suavemente el brazo de Yuki para apartarlo del de Ken.

-¿De qué tienes que hablar con éste -esta vez le lanzo una mirada furibunda- Yukihiro?

“Yukihiro” nunca lo llamaba así, algo en su pecho había dolido y mucho. –Nada que te importe, Ken- bajo la mirada y se separó de ambos- Hablaremos otro día Sakura, Nos vemos. –desvió la mirada hacia el guitarrista- Te veo mañana Ken- y salió corriendo en busca un taxi.

Suspiró. Se había propuesto hablar con Ken esa mañana, no sabía qué le diría, pero quería hablar con él, no le gustaba que estuvieran enojados y lo que había sucedido esa noche… quería aclarar todo, incluso si eso significaba exponerse, pero cuando llego al estudio… cuando lo vio en la recepción… no pudo evitar notarlo, todas las palabras de Sakura… y lo que había dicho Ken… todo se arremolinó en su mente, entonces la vio.

Mientras cruzaba la puerta del edificio donde estaba el estudio, lo vio, iba a llamarlo pero en ese momento soltó una carcajada y notó como Midori, la recepcionista, se sonrojaba, entonces recordó las palabras de Sakura: “complexión pequeña, cabello rubio, boca y ojos pequeños, mmm… talvez le falta un poco de timidez, pero en general se parecen mucho, no crees?”, no pudo evitar seguir mirando un poco más y entonces recordó las palabras de Ken cuando le preguntó si él la conocía: “déjame pensar… sí, yo diría que vez a esa persona todos los días”.

 Se golpeó una mejilla, ¿cómo era posible que no lo hubiera notado antes? Era exactamente como Sakura la había descrito, todo, incluso era en extremo tímida. Entonces se dio cuenta, recordó que todas las mañanas Ken hacía lo mismo: al llegar al edificio lo primero que hacía era correr hacia la recepción y molestar a Midori, “Mi-dori-chan” así la llamaba Ken, después, justo antes de comenzar con las tareas del día, Ken se la pasaba hablando de ella, de cómo se había sonrojado al decir tal cosa, de cuán inocente era, de cuán delicada parecía, siempre creyó que lo hacía por molestarla pero ahora…  

Cuando llegó a la sala de reuniones Hyde y Tetsu hablaban de algo que él no logró escuchar, saludó y se sentó en su lugar. No pudo evitar desviar la mirada hacía sus compañeros y notó que tenían las manos entrelazadas, y la mirada de Hyde… la forma en que sus ojos brillaban mientras Tetsu hablaba, y la sonrisa de Tetsu ante los berrinches de su vocalista. Nunca lo había notado, pero cuando estaban juntos brillaban, al darse cuenta de sus pensamientos no pudo evitar sonrojarse violentamente. En ese momento el guitarrista entró contándoles lo fácil que era sonrojar a Midori con unas cuantas palabras pícaras. El guitarrista se había dado cuenta del sonrojo de Yuki y el resto de la mañana, antes de que llegara su manager, se la pasó interrogando al baterista.

Abrió los ojos de golpe, ya lo había decidido, si no podía confesarle sus sentimientos a Ken, pues ahora estaba convencido de que no era correspondido, al menos lo ayudaría para que fuera feliz, lo ayudaría a confesarle sus sentimientos a Midori y que ella notara la clase de persona valiosa que era Ken.

Escuchó la puerta abrirse, supuso que era Tetsu, su líder que siempre se preocupaba por el bienestar de sus miembros, no se movió de su lugar, sintió un cuerpo sentarse a su lado y suspiró.

-¿Qué ocurre Yuki?, has estado muy raro todo el día, y ahora pareces triste.

-Ken… -Se sobre salto al escuchar su voz, no lo esperaba- ¿qué… qué haces aquí?

-Yuki, cuéntame, ¿qué te ocurre, quién te tiene así?, eh?- le sonrió, esa sonrisa marca Kitamura.

-No tengo nada, ya se los dije, es sólo que no estoy muy acostumbrado a ir de juerga, no soy tú Ken- sonrió juguetonamente- pero…- agregó al notar la mirada dolida, muy mal fingida, que le lanzó- sólo necesito práctica, ya verás que te supero, Ken-chan-.

-No digas eso, por favor, no queremos otro “yo” en la banda, conmigo tienen, además tu eres perfecto, a mí me gustas tal y como eres Yuki-chan- se acercó peligrosamente y no pudo más que alejarse y convencerse, otra vez, que eran ideas suyas.

- Ken, ¿qué piensas de Midori?, es muy bonita, ¿no crees?

-¿Qué?... si a decir verdad, me parece muy bonita, me gusta mucho su personalidad, ¿pero, a qué viene eso? –realmente le pareció extraña la pregunta, a él le agradaba mucho Midori, principalmente porque le recordaba al baterista, aunque para él no había nadie como Yukihiro, la serenidad con la que actuaba, tenía una manera de hablar que era capaz de tranquilizar cualquier mente perturbada, su mirada era tan pura y su sonrisa tan sincera que eran capaces de sosegar cualquier alma atormentada. Para él no había nada mejor que un buen par de piernas torneadas y una par de pechos generosos, pero incluso el cuerpo de Yuki, que aunque plano, pero bien ejercitado gracias a la batería, le parecía aún más atractivo que el de cualquier chica voluptuosa, ni siquiera él mismo lo comprendía del todo, sólo sabía que lo amaba, por el simple hecho de ser Yukihiro Awaji, nada más.    

-Bueno, es que, ¿sabes?, pronto será el cumpleaños de Sakura y está planeando una fiesta, supongo que los invitará a todos, pero me preguntaba si quisieras invitarla, estoy seguro que si tú la invitas no se negará.

-¿Tú quieres que la invite?

-S… sí- dudó, o mejor dicho, el tono incrédulo con el que había preguntado lo hacía dudar- si tú quieres, claro.

-Claro, por qué no- regresó a su posición inicial en el sofá, y volvía a ser el Ken de siempre, el Ken despreocupado y desfachatado de siempre- Además es muy linda- le guiñó el ojo y le sonrió socarronamente- ya verás que todos me miraran cuando entre con ella. –Esperaba que el baterista reaccionara, que mostrara indicios de celos, algo que le diera la pauta para arriesgarse, pero nada, no parecía reaccionar. Aunque no se daría por vencido, su límite sería esa fiesta, ya lo tenía decidido, llevaría a Midori a la dichosa fiesta e intentaría provocar a Yukihiro.

-Yuki… ¿qué era lo que tenías que hablar con Sakura?- Yuki intento hablar, pero Ken lo detuvo- Ya sé que no es de mi incumbencia, pero… no quisiera que te lastimaran, ¿sabes?, tú eres un tipo bastante bueno… y…

-Basta Ken, no tengo 15 años, ¿sabes?- rio divertido por la escena que estaban montando- me haces parecer un adolecente inexperto.- se levantó y le tendió la mano- Debemos regresar con los demás, Tetchan debe estar bastante enojado, hoy no hemos avanzado nada.-

Regresaron a la sala de reuniones ya Tetsu y Hyde se encontraban ahí hablando con el manager, se les unieron y al cabo de unas horas, por fin terminaron los arreglos necesarios para comenzar a organizar fechas y demás asuntos para el regreso de la banda. Mientras se alistaban para salir, Hyde habló de ir a celebrar.

-Doiha… -le lanzó una mirada reprobatoria.

-Lo siento Hyde, realmente estoy cansado, sólo quiero llegar a casa y dormir, tal vez en otra ocasión, ¿sí?-

-Vamos Yuki-chan, no seas aguafiestas- una mirada brillante y un puchero marca Takarai- Ken se sentirá solo si no vas-.

-¿Y quién dijo que yo iría, Akuma?, tengo planes, ¿sabes?-

-Ah, ¿una cita?, ¿con quién?, ¿la conozco?, dime Ken-chan, cuéntame.- Utilizó el tono más infantil que pudo, Suponía que su amigo intentaba darle celos al baterista, un recurso desesperado, uno que él mismo había usado en contra de Tetsu.

-mmm… déjame ver, sí, conoces esa persona, pero aún tengo que convencerla primero de que salga conmigo, así que necesito tiempo para planear mis “movimientos”, así que no, no puedo decirte quién es, aunque, ya debes saberlo- le guiñó un ojo, Hyde le estaba siguiendo el juego- cuando convenza a esa persona, lo primero que haré será presentárselas- miró a Tetsu.

-Vamos Yuki, solo seremos nosotros tres, más bebidas para nosotros, ¿sí?-

-Doiha, basta, ¿cómo es que aun tienes energías, para celebrar?, todos estamos cansados.- notó la mirada afligida de Yuki y no pudo si no sentir pena por él.

-Sabes Tetchan, también tengo energía para “otras cosas”- una mirada pícara, y bastó para sonrojar a su bajista- Ok, ok, la salida la dejamos para después, pero a cambio yo quiero una fiesta privada en casa, eh, Tetchan.-Tetsu sólo negó con la cabeza y sonrió, no podía evitarlo, ese era Hyde.

-Nos vemos mañana, chicos.- dijo Yuki sonriendo divertido, ya se había acostumbrado a sus compañeros, a esas escenas, le parecían tan cotidianas.- ¿Te llevo Ken?-

-No Yuki-chan, prefiero caminar hoy tengo mucho en qué pensar…, tengo que ver cómo hacer para invitar a Midori-chan a esa fiesta, así que… - dijo cruzando la puerta- nos vemos mañana.-

Supuso que era su venganza por haberlo rechazado la noche anterior, pero cuando bajo al lobi lo primero que vio fue a un Ken muy divertido hablando, otra vez, con la recepcionista, Midori. Ken… una pequeña vocecita que intentaba decirle algo pero la calló, no podía dejarla hablar, no ahora, no cuando ya se había resignado, tendría que acostumbrarse a esto, ya había tomado una decisión, pues Ken la había elegido a ella y si el guitarrista era feliz, entonces él también lo sería.

 

 

Los días pasaron, el trabajo los consumía, se concentraban tanto, lo disfrutaban tanto que perdían la noción del tiempo. Entre discusiones, bromas e indirectas y una que otra mirada furtiva, y no sólo entre Hyde y Tetsuya. Ken por fin sentía que había avanzado con Yukihiro, por fin sentía que podía sincerarse. Todos los días buscaba el momento oportuno pero, pareciera que el universo conspiraba en su contra, pues en el momento justo algo o alguien los interrumpía.

Esa mañana Ken había decidido, que sin importar qué, hablaría por fin con Yukihiro, había ensayado sus palabras tantas veces… así que llegó temprano pensaba interceptar al baterista en el elevador, de esa forma evitaría que huyera, pero para cuando llego ya todos sus compañeros lo esperaban en el estudio; entonces pensó que la hora del almuerzo sería lo mejor, pero justo ese día a Hyde se le había ocurrido cocinar para todos. Así que como fuera hablaría con él antes de terminar el día, pensó, pero…     

-¡Hola¡- se escuchó la puerta abrirse.

-¿Qué estás haciendo aquí?- sonó más rudo de lo que esperaba, pero es que al escuchar su voz no pudo evitar ese pinchazo de celos, el mismo que sintió Tetsu al verlo.

-Vaya Ken, últimamente tus saludos dejan mucho qué desear. Hola Haido, ¿cómo estás? –Otra vez esa sonrisa traviesa- Tetsu, espero que estés mejor, cuando te marchaste del club no te veías nada bien… Hola Yuki-chan, ¿cómo has estado?, te vez bien.- la forma en qué había dicho “Yuki-chan”, no había pasado desapercibida para Hyde y Tetsu que al momento compartieron una mirada de entendimiento, y por su puesto mucho menos para Ken, no le gustó cómo sonó.

-Gracias Sakura, ¿qué haces aquí?- cuando Sakura empezó a caminar hacía Yuki, Ken se colocó a su lado, Sakura sólo sonrió al notarlo.

-Nada, vine a visitarlos, ¿acaso molesto?- Dijo, haciendo un gesto de inocencia que nadie creería.

-Para nada Ya-chan. Pero tú pagarías por no pisar este lugar, así que debe tratarse de algo importante, -Hyde le lanzó una mirada suspicaz.

-jajajajaja, no cambias, Akuma, tienes razón, vine a invitarlos a una fiesta en mi honor, por mi cumpleaños, no pueden faltar, ¿de acuerdo? –se sentó en el sofá con aires de grandeza, mientras observaba a Hyde- Te encantará Haido, sólo irán amigos cercanos, algo íntimo,- desvió su mirada hacia el guitarrista y acentuó su sonrisa- ¿sabes Ken? Tampoco me olvidé de ti, invité a unas cuantas modelos, apuesto a que te divertirás, como siempre, ya sabes…- lo había dicho con toda la intensión de incomodarlo, y lo logró, no sólo a él, el baterista desvió la mirada ante el comentario.

Al final no pudo decirle nada, era increíble, pero se sintió avergonzado, Sakura era su amigo, su compañero de juergas, era… -suspiró- lo había puesto en evidencia frente a Yukihiro, no es qué él no supiera, pero… eso era jugar sucio.

Cuando salieron del edificio, cuando Yukihiro se ofeció a llevar a Sakura, cuando Sakura aceptó y sonrió de esa manera, quiso hacer algo para evitar que se fueran juntos, pero… definitivamente el universo conspiraba en su contra; Midori lo alcanzó en el estacionamiento y alegando que su auto no funcionaba, le pidió a Ken que la llevara. Obviamente éste no pudo negarse, así que no le quedó otra que esperar a la dichosa fiesta, como era su plan original, aun cuando hubiese querido evitarla a toda costa.   

Una vez que subieron a su auto, Yuki intentó aparentar normalidad, pero era inútil. Sakura le tomó del brazo, aprovechando un semáforo en rojo, habría posado la mano en su rodilla pero no sabía cómo reaccionaría y mucho menos  quería que por su culpa tuvieran un accidente; sutilmente, el baterista, deshizo el agarre, y le envió una mirada de disculpa. El transcurso fue tranquilo, cuando llegaron al edificio aparcó sin apagar el motor, temía hacerlo.

-Gracias por el aventón, Yuki-chan, ¿te gustaría pasar a tomar algo?, tengo, té,  café o cervezas, si prefieres…

-No Sakura, gracias,  estoy cansado y lo único que me apetece es irme a la cama.

-Aquí también tengo una cama y está a tu servició- se acercó mucho al rostro del baterista, y la forma en que sonrió… Yukihiro no pudo evitar sonrojarse intensamente.

-…Sakura…

-Sólo bromeaba, jajajaja, eres tan adorable, Yuki-chan- se separó un poco, sólo un poco- pero, ¿por qué no apagas eso?- dijo, atravesándosele y apagando él mismo el motor- aún me debes una respuesta, ¿sabes?

-Lo sé… yo… -la cercanía realmente lo ponía nervioso.

-En mi cumpleaños.- lo interrumpió.

-¿Qué?... –parpadeó, confundido

-En la fiesta me darás la respuesta, ¿de acuerdo? –acortó la distancia, intentó besarlo, pero el baterista fue más rápido y desvió el rostro, Sakura sonrió y se conformó con besar su mejilla, aun así, eso bastó para dejar en shock a Yukihiro, que no atino si no a asentir una vez que Sakura se hubiera bajara del auto y con un ademán se despidiera de él antes de entrar a su casa.

 

 

Esa semana la tenían libre. Tetsu les había dicho que debían descansar. Habían trabajado muy duro todo ese tiempo, sin descanso alguno y ya comenzaban a resentir la dura jornada.

Este día sería el día, el límite que él se había puesto. La fiesta de Sakura sería esa noche y ya lo tenía todo preparado, ya había invitado a Midori, ya se había puesto de acuerdo con Hyde, pues éste le ayudaría en su plan, ya todo estaba dispuesto, esta noche sería “morir o matar”.

Era extraño, se sentía… nervioso. Se levantó temprano, no pudo desayunar, y en su mente había una sola cosa, o mejor dicho, una sola persona… Yuki…

A medio día recibió un mensaje de Hyde, suplicando que hablara con Tetsu, pues una parte del plan rezaba que Hyde debía mantener ocupado a Sakura, y no quería tener problemas con su pareja, la forma en que había reaccionado la noche del club… no quería que se repitiera.

“De acuerdo nos vemos en treinta minutos, hablaré con él, pero tendrás que apoyarme enano” había sido la contestación de Ken.

Cuando llegó al departamento de sus amigos, no pudo evitar sonreír ante su nerviosismo, cualquiera diría que iría a hablar con el padre de la novia. Tocó el timbre.

-Pasa Ken, Tetchan está en la cocina, ¿quieres un té?- dijo Hyde guiándolo hacia la cocina.

-¿Tendrás algo más fuerte?, necesito algo que me dé valor, enano.- susurró, para que Tetsu no lo escuchara, colgándose de los hombros de Hyde, dándole a su rostro un rictus de seriedad muy mal disimulado.

- Ken… - Hyde rio divertido, cruzando la puerta, yendo por unas tazas para los tres.

-Hola Ken, ¿estás bien?, te vez algo… tenso.- Tenía la vista perdida en unos papeles, y sólo levantó la vista cuando lo sintió sentarse, frente a él.

Ken se sentía como un niño, sentado frente a su padre, esperando el regaño que sabía muy bien, merecía. No sabía cómo empezar a hablar y la mirada de Tetsu no ayudaba mucho. Comenzó a balbucear incoherencias, Tetsu no entendía nada, aunque él ya lo sabía todo, y Hyde sólo asentía cada vez que Ken lo miraba, en señal de apoyo; pero cuando Tetsu escuchó el: “porque cuando tú y el enano” casi quiso reír, pero se controló lo mejor que pudo. Cuando vio que su amigo ya había sufrido lo suficiente le regaló una de sus mejores sonrisas y una mirada de compasión.

-Lo sé todo, Ken. Lo que no entiendo es por qué no me lo dijiste antes. Se supone que eres mi mejor amigo, yo también te hubiera entendido y te hubiera ayudado.- Se quedaron en silencio. Hyde no pudo evitar reír ante la cara de asombro del guitarrista.

-¡Enano del demonio, se lo dijiste¡- No, no era una pregunta. –Te pedí que no le dijeras nada a nadie, y se lo dijiste.- De pronto, la visión de Hyde hablando con Yukihiro en el estudio la tarde de la primera reunión vino a su cabeza- Haido… dime que no le dijiste nada a Yuki, estuvo actuando muy raro los últimos días después de la primera reunión, por favor, dime que él no sabe nada.- dijo desesperado.

 -No Ken, te juro que no le dije nada. Aunque sigo pensando que hace mucho que debiste decírselo.- suspiró- Además, no quiero tener secretos con Tetchan-.

-No te enfades con él, Ken,  prácticamente yo lo obligue a contármelo-.

-Yo no le dije nada. Este Akuma…- apuntó con un ademan, fingiendo estar enojado- lo descubrió todo. Él lo notó antes que yo.- sonrió al recordar el intenso interrogatorio al que fue sometido por el demonio con alas de ángel.

-Aun me parece increíble, Ken, ¿cómo empezó? ¿Cuándo te diste cuenta de lo que sentías?- Preguntó Tetsuya.

-¿No te contó eso Haido?- dijo en tono irónico, recibiendo una mirada asesina por parte del vocalista.- No sé cuándo empezó.- Suspiró. –De pronto, pensaba todo el tiempo en él, sin darme cuenta empecé a extrañarlo cuando no lo tenía cerca, me era difícil concentrarme cuando lo tenía a mi lado, un día me descubrí mirando sus labios en lugar de sus ojos cuando me hablaba, empecé a adorar su sonrisa, tanto que yo sonreía cada vez que él lo hacía- sonrió cuando el rostro sonriente del baterista apareció en su mente- un día, salí con una chica, como siempre, hice reservaciones en un hotel, al rato ya la tenía desnuda sobre la cama, esperándome, cuando me acerque a ella la imagen de Yuki apareció en mi mente, y no pude… ¿puedes creerlo?- otra sonrisa irónica- ella estaba lista, pero yo deseaba que fuese Yuki esperándome en esa cama y no esa chica, y luego… la sensación de traición que atacó mi pecho… entonces lo supe… ya estaba perdidamente enamorado de Yukihiro.- una risa melancólica se le escapó junto con un suspiro. -nunca había sentido algo así por nadie, ni siquiera por mis ex esposas.  Entonces, hui de mis sentimientos, tuve miedo… y ahora tal vez sea muy tarde…

-Nunca es tarde, Ken-chan- Dijo Hyde mientras entrelazaba sus dedos con los de Tetsuya, quien le sonrió y asintió ante su comentario. –Nosotros te apoyamos, y te ayudaremos. ¿Verdad Tetchan?- Tetsuya volvió a asentir.

 

Había llegado demasiado temprano al hotel donde se llevaría a cabo la fiesta. Al llegar había felicitado a su amigo, un “feliz cumpleaños hermano” y un fuerte abrazo fue todo lo que le ofreció. Buscó a Yukihiro por todos lados pero fue inútil, no lo encontró por ninguna parte. Le hubiera preguntado a Sakura, pero no, su orgullo se lo impedía. No le quedaba otra que vigilar la entrada hasta verlo llegar.

Midori no dejaba de hablar de lo mucho que había tardo en encontrar el vestido perfecto para la ocasión. Ken sólo asentía y le repetía que había valido la pena, pues se veía hermosa, la chica se sonrojaba y Ken le sonreía.

 A lo lejos lo vio entrar, lo vio acercarse a Sakura, felicitarlo. Notó cómo Sakura disfrutaba del abrazo, los vio hablar y vio a Yukihiro reírse. Sintió celos, quiso ir y separarlos, llevárselo de ahí y… y… No, debía controlarse, no podía hacer eso, no en un lugar donde había muchos conocidos. Debía esperar por los demás para comenzar con su plan.

-¡Ken llegaste temprano¡- dijo Yuki con una gran sonrisa –Eso es extraño, tu nunca llegas a ningún lado a tiempo. Dime, ¿quién eres tú y qué has hecho con mi Ken-chan?- Los nervios lo habían traicionado. Verlo con Midori, iba a ser más difícil de lo que esperaba. No dijo nada, sólo esperó que Ken no lo notara, aparentó normalidad.

-No sé, no estoy seguro, pero espero que yo igual te sirva de algo. –dijo complacido por el comentario de Yuki, olvidándose por un segundo de la chica que lo acompañaba.

-Buenas Noches, Awaji-san.

-Buenas Noches, Midori-chan, te vez muy linda esta noche.- La chica se sonrió agradecida por el comentario.

-Oh, lo siento Midori,- dijo saliendo de su ensimismamiento -¿quieres algo de tomar?, voy por algo.- Ni siquiera esperó a que ella contestara, tomo a Yuki del brazo y lo guio con él.

-Ken, ¿Está bien que la dejes sola?

-No te preocupes, Yuki, ya es mayor, ya sabe cómo cuidarse sola.

-Ken… no lo digas así, no creo que sea buena idea que la dejes sola. Sabes, hemos preparado un par de cosas especialmente para ti, para ayudarte.- Dijo sonriente, intentando ocultar su desconsuelo. En su mente se repetía una y otra vez que era por la felicidad del hombre que amaba.

-¿Hemos…?- Entornó los ojos con sospecha, tenía un mal presentimiento. Algo en la entrada llamó su atención, eran sus amigos, Hyde y Tetsuya por fin habían llegado.

-Sí… bueno… es que… ¿sabes?... le conté a Sakura sobre Midori y tú… y bueno…- Por alguna razón la expresión que había puesto Ken le estaba turbando, parecía molesto, o decepcionado, o… no estaba seguro pero ya no creía que fuera buena idea decirle lo que tenía pensado.

En ese momento Sakura se acercó y se inclinó por sobre el hombro de Yukihiro, tomándolo por la cintura.

-¿Ya te lo dijo Yuki?- Preguntó Sakura con una sonrisa burlona.

-Aún no, estaba a punto de decírselo.- Dijo apenas ladeando el rostro para ver a Sakura.

-Vamos Yuki… ¿aún no le das la buena noticia? Sabes Ken, Yuki me contó lo tuyo con la recepcionista y decidimos ayudarte un poco.- Se separó de Yukihiro y se colocó a su lado.

-…No….- Fue todo lo que Ken pudo balbucear. Su corazón empezaba a latir muy rápido.

 

A lo lejos Hyde y Tetsu sólo los observaban.

-Allá están Tetchan, vamos- Jaló a Tetsuya del brazo, pero éste lo detuvo.

-Espera, ¿qué vas a hacer?

-Vamos a felicitar a Ya-chan, y aprovecho para alejarlo de ellos, Ken necesita estar solo con Yuki.

-No Hyde, no creo que sea buena idea, observa a Ken- Desvió su mirada hacía donde estaba el guitarrista, y agregó en un tono totalmente serio, preocupado. -Mira su rostro, no creo que debamos interferir, aun.

Hyde los observó y pudo notar a lo que Tetsu se refería. –Entonces, ¿qué hacemos?- Notó que otra persona también los miraba con curiosidad. –Ahí está Midori-san, ¿Qué hacemos?-

-Yo voy con ella, tú quédate aquí. En el momento que creas conveniente intervenir, intercepta a Sakura, ¿sí?- Dijo con voz de líder, esa que utilizaba cuando debía tratar los asuntos más delicados de la banda.

-Hm- Hyde sólo asintió.

 

Sakura seguía hablando. Ken sólo observaba a Yuki y éste sólo asentía, alternaba la mirada entre ambos. Y Ken sólo lo miraba. Entonces lo escuchó, lo que tanto temía, lo escuchó.

-Y… ¿qué dices Ken?, ¿te doy la llave?, no tienes por qué preocuparte, ya todo está dispuesto.- dijo Sakura con una gran sonrisa.

-Es linda la habitación, Ken. Hay un gran balcón y la vista es hermosa.- A Yuki le dolió decir esas palabras, no quería imaginárselo ahí con esa chica, pero sus siguientes palabras dolerían aún más. –Sabes Ken, yo sé que la amas, -bajó la mirada para que no pudieran notar su sufrimiento. –no tienes por qué pasar a la cama directamente, no lo arruines.- Instintivamente se acercó a Sakura en busca de consuelo. 

-La verdad es que reservé dos habitaciones- Sakura amplió aún más su sonrisa. –Espero poder utilizar la otra yo mismo, bueno con Yuki, todo depende de la respuesta que me dé hoy.-

Los ojos de Ken casi se salieron de sus orbitas al escuchar eso. Esa fue la señal que Hyde necesitaba, buscó a Tetsuya con la mirada y notó que seguía platicando con Midori, así que corrió hacía sus amigos.

-¡Ya-chan, muchas felicidades¡- Lo abrazó y besó su mejilla- Ese fue mi regalo- Sonrió pícaramente y le lanzó un guiño. –¿De qué estaban hablando?

-No cambias Haido- Bufó. –lo que pasa es que Yuki y yo reservamos una habitación para Ken y su linda acompañante.-

-No gracias.- Ken había dicho, saliendo del shock. –No la necesito.- Apretó los puños.

-Vamos Ken, me sé todo el ritual, la invitas a salir, la llevas a un baile o a una cena o en este caso a una fiesta, y de ahí a la cama, ¿no?

-Te equivocas Sakura, hace tiempo que Ken dejó esos malos hábitos.- Hyde lo defendió. –Sakura, ¿me acompañas por algo para beber?, realmente necesito algo fuerte o no resistiré, ¿por qué invitase a esta gente?- Sakura rio por las ocurrencias de Hyde y entre risas lo guio hacia la barra, no sin antes despedirse de Yukihiro con una caricia en el brazo y con un ademan hacia Ken.

-Entonces… ¿piensas subir a esa habitación con Sakura?, dime Yukihiro, ¿Estás saliendo con él?-

 Ken no sabía que decir, no podía creerlo. Su mente se había cerrado, no pudo escuchar nada más luego del “La verdad es que reservé dos habitaciones, Espero poder utilizar la otra yo mismo, bueno con Yuki”. Su corazón empezaba a doler, se le acababa el tiempo.

-¿Qué?... no… bueno- suspiró –Sakura me pidió que saliera con él, pero aún no he dicho que sí. Pero Ken, hoy no debes preocuparte por mí, hoy tienes que concentrarte en Midori-chan, debes confesarle tus sentimientos, deberí….

-¡¿De qué rayos estás hablando Yukihiro?¡- Ken lo interrumpió -¡¿Cuáles sentimientos?, la única persona con la que realmente quiero estar, está a punto de irse a revolcar con otro en una “linda habitación con una hermosa vista”¡- dijo sarcásticamente, estaba furioso.

-Ken…- ¿qué era lo que había dicho, habría escuchado mal? -perdóname, yo sólo quería ayudarte, yo…- No estaba entendiendo por qué se ponía tan furioso.

-¡¿Ayudarme?, ¿Ayudarme con qué?, Yukihiro, ¿acaso tú quieres que me acueste con esa mujer?, ¿es eso lo que quieres?¡

-…Ken… no… yo…- sintió cómo lo tomaba del brazo y prácticamente lo arrastraba hacia el estacionamiento. –Ken, ¿qué haces?, ¿qué te pasa?

-¿Realmente no lo sabes, o no quieres entender?, ¿realmente no lo has notado?- seguía tirando de él.

-No Ken, no te entiendo, ¿por qué te molesta tanto que quiera ayudarte?, suéltame.- De pronto la mirada furiosa de Ken lo estaba asustando.

-No era con Midori con quien yo quería estar, no era ella, yo la traje para darte gusto, para ver si así reaccionabas, yo quería…. No voy a permitir que Sakura, o cualquier otra persona te…– Dejó de habar, aún no era el momento. Sintió que el baterista intentaba zafarse y apretó el agarre, lastimándolo un poco.

¿Reaccionar?, ¿lo había escuchado bien?, ¿era por Sakura que estaba así?, ¿acaso él debía haber notado algo? -¡Suéltame, Ken, me haces daño¡- No quería ilusionarse, tal vez su mente le estaba jugando una cruel broma, o tal vez era Ken, quien estaba bromeando.

-No, no voy a soltarte hasta que me escuches, y vas a escucharme aunque tenga que atarte a un poste,¿ entendiste?.

Llegaron al estacionamiento, entre gritos y forcejeos. Ken se aseguró que estuvieran solos, y siguió caminando hasta encontrar un lugar lo suficientemente privado. 

 -Suéltame imbécil.

-No¡

-Déjame Ken, que rayos crees que estás haciendo, con qué derecho haces esto.

-No Yuki, con qué derecho haces tú esto –no podía evitar gritarle.

Y Yuki no podía evitar sonrojarse, pero es que Ken estaba tan molesto, no era normal en él, él nunca se enojaba, y menos por una tontería como esa, pero es que….

-¿Por qué? –Preguntó  yuki en tono lastimero- ¿por qué Ken?, no lo entiendo.-

 En ese preciso momento Ken se acercó lentamente hacia él, lo tomo del rostro y lo besó, apenas un rose, suave, tierno.

 Yukihiro estaba en shock no dijo nada solo permaneció inmóvil. Cuando Ken se separó de él, lo miró con extrañeza, con una sonrisa burlona, pero tierna a la vez, era tan diferente a las sonrisas que Ken solía expresar, nunca lo había visto de esa manera, nunca había notado ese brillo en los ojos de Ken, esos gestos tan sutiles que lo hacían ser tan….. tan…. Ken….

-¿Y ahora, ahora lo entiendes?

-…..- no obtuvo respuesta.

-Yuki-chan… pero qué lento eres, eres más lento que yo, ¿sabes?  -y no pudo evitar reírse.

No supo en qué momento pero sus brazos ya rodeaban el cuello de ken.

-ah… ya recuerdo – pensó. Y ahora fue Yuki quien eliminó la distancia que los separaba. Y se besaron por primera vez, un beso de verdad, uno que contenía todo, pasión, ternura, amor…

Cuando el beso hubo terminado, no se separaron, Ken no lo permitía, lo mantenía cerca.

-No lo entiendo, Ken, ¿por qué…?-susurró.

-Porque te amo- volvió a interrumpir- no me preguntes cosas que no sé.-

-Ken… pero tu dijiste que estabas enamorado de Midori-chan- deshizo el abrazo y lo miró a los ojos. Estaba totalmente rojo. –En el club, cuando Sakura la describió tu dijiste que…-

-No estaba hablando de ella, estaba hablando de ti. Yukihiro Awaji, yo estoy enamorado de ti.- Acarició su mejilla. –Sakura te estaba describiendo a ti.-

-¡¿Quieres decir que Sakura lo sabe?¡-   Sus ojos se abrieron enormemente, la idea de que Sakura o cualquier otra persona estuviera al tanto de su vida personal no le agradaba mucho pero… -¡¿pero cómo?, no entiendo ¿acaso tú le dijiste?¡-

-Claro que no, no sé cómo se dio cuenta, supongo que soy muy obvio- se llevó la mano al cabello, deslizándola hasta su nuca y esbozó una sonrisa de disculpa- pero ya te dije que no me preguntes cosas que no sé.- Volvió a acercarse a él y lo abrazó- Supongo que le dirás que me elegiste a mí, ¿verdad?, porque yo soy el elegido, ¿cierto Yuki-chan?- y volvió a besarlo, no como si fuera la primera si no la última vez que pudiera hacerlo.

-Hablaré con él, en cuanto volvamos- dijo aún sobre los labios de Ken, esbozando una sonrisa, y sonrojándose a más no poder.

Ken no podía dejar de besarlo, quería, no, necesitaba memorizar el sabor de Yukihiro, había soñado tanto con este momento…

Yukihiro solamente se dejaba hacer, Ken lo besaba de una manera que… ah, y sus caricias… Ken siempre hablaba de lo rudo que solía ser con las chicas con las que salía, pero a él lo besaba y acariciaba con una ternura imposible.

Una voz conocida los sacó del embeleso, aun así se separaron lentamente, sin sobresaltos y esperaron a que la voz desapareciera para volver a la fiesta.

Una vez de regreso, Ken no podía dejar de sonreír, y esa sonrisa y el sonrojo de Yukihiro fueron las señales que Sakura necesitaba para entender lo que había pasado. Ken por fin le había contado lo que sentía a Yukihiro. A pesar de que esto no le gustaba, no podía molestarse, se había dado cuenta de los sentimientos que tenía su símil por el guitarrista, además él realmente había llegado a sentir algo por Yuki, lo suficientemente fuerte como para dejarlo ir y que fuera feliz con quien realmente quería estar.

Aun así, aparentando que ignoraba todo, se acercó al rubio y le susurró al oído un “aún me debes una respuesta”. Yukihiro no pudo evitar tensarse, pues lo que menos quería era lastimar a Sakura, pero debía ser sincero, se lo debía. Caminaron hacía un rincón del salón. Yuki sintió el par de ojos que los seguían y de inmediato supo a quién pertenecían.

Justo en la barra estaba Ken intentando disculparse con Midori por haberla dejado sola, mientas la chica sólo asentía y le repetía que no se preocupara que ella lo entendía perfectamente, agradeciéndole el haberle presentado al bajista, se disculpó con él y fue hacia Ein, el bajista que Ken le había presentado al llegar. En ese momento vio a Sakura acercarse a Yukihiro, susurrarle algo, y después los veía alejarse. Hizo el amago de seguirlos, pero una mano lo detuvo, Hyde… él y Tetsuya lo convencieron de dejarlos hablar, a solas. Hyde alegaba que Yuki debía dejar las cosas claras con el baterista para que en un futuro pudieran seguir siendo amigos, pero a Ken le molestaba, quería estar apoyando a su ahora pareja, aun así no tuvo otra opción que darle la razón al vocalista. Después de unos minutos ambos bateristas se acercaron a Ken.

-Sabes, Ken. Creí que serías tan idiota como para dejarlo ir.- Dijo Sakura con enojo fingido, señalando a Yukihiro que sólo lo observaba con cierta ternura. –Felicidades Ken, fuiste el elegido-. Le sonrió y se acercó para decirle en secreto. –Será mejor que no lo arruines, Ken, estaré esperando tu error para atacar de nuevo, ¿eh?- y le dio un fuerte abrazo.

-Entonces, ¿estamos bien?- dijo Ken sorprendido por el comentario de su amigo, la verdad era que había esperado algo de hostilidad, ya se había preparado mentalmente para los golpes.    

-Claro, como siempre.- Se despidió de ellos y antes de que estos se alejaran lo suficiente agrego con sarcasmo. -Esperaré tu llamada, querido líder, claro, cuando termines de jugar con tu “otro” grupo.

-jajaja, No cambias Sakurazawa.

Ken y Yukihiro salieron de la fiesta sin dirección alguna, sólo caminaron, hablaron, de vez en cuando Ken lo jalaba para robarle un beso, una caricia… uno que otro sonrojo… todo esto era nuevo para él… le encantaba, estaba feliz, por primera vez en mucho tiempo se sentía realmente feliz.

-Yuki…

-¿Mm?

-¿Puedo hacerte una pregunta?

-Ya lo hiciste.- Lo miró de reojo, sonriendo.

-Ja ja, muy gracioso- se acercó y lo besó, y aun muy cerca de sus labios agregó –te estás juntando mucho conmigo Awaji. Ya en serio, el día del club, ¿lo recuerdas?- Yuki lo miro con extrañeza y asintió –cuando regresó Sakura- Yuki no pudo evitar sonreír –bueno, él te susurró algo al oído, ¿qué fue lo que te dijo?

-Ken…- amplió su sonrisa –no lo puedo creer, estás celoso…- no era una pregunta.

Frunció el ceño y bajo la mirada, estaba avergonzado, lo habían pillado. Suspiró. Se sentó en la banca más próxima y con un ademán lo invitó a hacer lo mismo y comenzó a hablar.

-Sabes Yuki, desde hace tiempo me di cuenta de lo que sentía por ti. Me avergüenza reconocerlo, pero tuve miedo. Y terminé convirtiéndome en alguien realmente despreciable.- Yukihiro estaba a punto de decir algo cuando… -Déjame terminar, necesito decirte esto.

                Para cuando acepté mis sentimientos me pasaba el día pensando en ti Yuki, tú ocupabas toda mi mente, todo mi tiempo. Buscaba excusas para pasar más tiempo contigo,- levantó la vista y noto la mirada enternecida del baterista, y le sonrió –empecé a notar cosas a las que antes nunca les di importancia y comencé a fantasear contigo.-  Sonrió ampliamente al notar el sonrojo en Yukihiro, quien seguía escuchándolo en silencio. -¿Sabes?, siempre haces “eso”- hizo un gesto con la boca y la nariz –cuando estás nervioso.-

Se acercó a él, tomo sus mejillas entre sus manos y pasó el pulgar por sus labios. –Me preguntaba a qué sabía tu boca. Cuando me llamabas, intentaba imaginar cómo  se escucharía mi nombre con tu voz llena de excitación. Después de los conciertos tiendes a recargarte en el sofá y cerrar los ojos, inflando tus mejillas- sonrió -bueno, pues al ver tu rostro tan sereno, me preguntaba cuál sería tu expresión mientras te hago el amor, o cuáles serían tus gestos al momento de alcanzar el clímax.-

-Ken… yo… no…- susurró un tanto dudoso, nervioso, avergonzado.

-No te estoy pidiendo nada Yuki,- lo interrumpió –ya sé a qué saben tus besos, por ahora…- sonrió pícaramente -lo demás lo descubriré cuando estés listo.

-Ken-chan… eres un idiota. – Estaba totalmente rojo.

-Me resigné. Creí que jamás lo sabría, y me conformé con tu amistad. Entonces llegó Sakura y un miedo terrible a que él lo descubriera me invadió. No tienes idea de cuánto me molestaba pensar, saber que él podría descubrir el sabor de tus besos, escuchar tu voz o ver tu rostro llenos de lujuria, -frunció el ceño y apretó los puños. –no tienes idea de lo mucho que llegó a asustarme.

-Me preguntó  si quería irme de ahí, y dije que no.- Después de la confesión que había hecho Ken no sabía qué decir, quería decirle tantas cosas pero no era bueno con las palabras. Miró a Ken con gran amor, lo abrazó, le besó la mejilla y susurró cerca de su oído. –Quería estar cerca de ti el mayor tiempo posible. Yo quería estar contigo, a tu lado, aunque fuera como amigo, no importaba realmente.- y Lo besó profundamente.      

Continuaron caminando, hablando, tenían tanto que decirse. Pasaron horas, para cuando se dieron cuenta ya estaba amaneciendo.

Se despidieron. Un último beso, uno que durara lo suficiente, hasta que volvieran a verse.

 

 

Esa mañana recibió un mensaje: “PASO POR TI PARA IR AL ESTUDIO, TE VEO EN VEINTE MINUTOS”. Suspiró. Tenía que acostumbrarse a esto, era extraño, las sensaciones que comenzaba a experimentar, sobre todo esa sensación en el estómago y el nerviosismo que le provocaba. Aun así lo esperaba con ansias.

Una vez que llegaron al edificio, saludaron a la recepcionista y entraron al estudio, se dieron cuenta que eran los primeros en llegar. Ken no perdió el tiempo, sujetó al baterista de la cintura y lo atrajo hacía sí y comenzó a besarlo. El baterista intentaba deshacer el agarre, aunque no con mucho esfuerzo, cuando escucho unos pasos justo detrás de las puertas, aunque sabía a quiénes pertenecían, se separó bruscamente del guitarrista.

-Buenos días… ¡¿Ken, llegaste temprano?¡, maldición, algo malo está a punto de pasar.

-Ja, ja, ja,- dijo sarcásticamente. –muy gracioso enano.-

-Buenos días chicos, espero que hayan descansado, porque no habrá descansos hasta que el primer sencillo salga.- Mientras Tetsu hablaba, Hyde no apartaba la vista de Yuki, quien no había dicho nada en todo ese tiempo, y el sonrojo en las mejillas cada vez se hacía más intenso.

-Buenos días Yuki-chan- Todos en la habitación se volvieron hacia el vocalista, quien lo había dicho divertido, ladeando el rostro, acompañado de unos ojos llenos de suspicacia. –Y dime Yuki, ¿qué hacían ustedes dos, antes de que nosotros llegáramos?-

-Doiha… basta de tonterías- decía Tetsu mientras sacaba los papeles para empezar a trabajar. -ellos pueden hacer lo que quieran. Pero…- agregó mirándolos fijamente, en especial al guitarrista. –en su tiempo libre, ¿de acuerdo? No quiero problemas en el trabajo, Ken…-

-Y ahora yo qué…

Todos soltaron carcajadas al unísono.

-Tetchan, eso quiere decir que tú lo sabías.- No era una pregunta. –¿No estás molesto con nosotros?-

-¿Qué?, claro que no Yuki,- esbozó una tierna sonrisa –en realidad, lo único que me molesta es que no me lo hayas dicho tú mismo o al menos antes que a Doiha, se supone que yo soy tu líder, pero por sobre todo soy tu amigo.-

-Tetchan… - Hyde lo llamó de la manera más infantil que pudo, rostro incluido. -¿nosotros también podemos hacer lo que queramos?- Soltó otra risilla, al ver el sonrojo que había provocado en su “líder”.

Mientras, Yuki y Tetsu se dirigían a la mesa para empezar a trabajar, atrás de ellos Hyde y Ken seguían riendo y escucharon perfectamente el nuevo comentario de estos.

-Oye Ken, ahora si podremos tener esa orgía que teníamos planeada desde hace tiempo, ¿no crees?- dijo lo suficientemente fuerte para que los otros lo pudieran escuchar.

-Claro, pero me tomará un tiempo conversarlo, y es que él es de un tímido insoportable, ¿sabes?- otra sonrisa socarrona.

Ambos miraban de soslayo hacía los otros dos esperando ver sus reacciones.

-Créeme, Tetchan- susurró –no sé cómo haré para soportarlo.-

-Créeme, yo sí sé cómo.- le sonrió.

Y Yukihiro asintió, lo había comprendido totalmente, estaba de acuerdo, y una vez más se sonrojó. Entonces miró al guitarrista, una mirada cómplice, totalmente llena de amor.

Volvió a sonreír, ahí estaban, esas miradas furtivas que tanto había envidiado en sus amigos. Y por un momento tuvo miedo, pero el mismo desapareció cuando miró a sus compañeros, a sus amigos, no estaba sólo. Miró otra vez a Ken, no, definitivamente no estaba solo.  

 

 

FIN.

Notas finales:

Realmente espero que sea de su agrado.

Y por favor no sean dur@s con las criticas, es mi primer fic. 


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