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¿Volverás? por AGR

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Notas del fanfic:

Informo que los personajes de Saint Seiya no son de mi dominio.

Notas del capitulo:

Nunca es fácil dejar ir aquien amas. Aveces uno se arrepiente en otras solo se supera, pero ello depende de cada quien.

¿Volverás?

 

 

 

Escuchar el sonido que emite mi corazón, pausado en un inicio, pero en cada frase que destilan tus palabras, se acelera logrando que mi mente se aturda sin poder dejar de negar todo eso que profesas consiguiendo que sea una vaga lágrima salga tras el flequillo de mis cabellos los cuales el viento suele jugar.

 

Ya esta por caer el ocaso y el frío azota con fuerza anunciando la llegada de un verano que ahora es solo el más cruel invierno que me haces adquirir con la convicción de un adiós sin retorno a una oportunidad para sanar lo que pude hacer mal. Quiero gritar y sujetarte contra mi cuerpo para que no te alejes, que dejes esas maletas para corresponder este abrazo que solo se encuentra en mis pensamientos.

 

          –¿En que instante todo cambió? Me estás destrozando con esas gélidas palabras, carentes de un poco de calor. ¿En que he fallado?

 

          –Ya no te amo, es todo lo que puedo decir, no veo el motivo para hacer de esto un circo. Ya no debemos hacernos más daño, todo pasa y lo nuestro ha culminado. Tendrás quien te ame, pero ese no soy yo. 

 

 

 

Hoy me dices que te vas 
que te marchas de mi vida 
que es la única salida 
y que tengo que olvidar 

Que me voy acostumbrar 
que de amor nadie se mure 
y que la verdad no hiere 
que la tengo que aceptar 

 

 

Nada te prepara para algo así y que lo diga mi corazón que se encoge cada vez más, sin poder evitar dar vueltas en la entrada de aquella estación de tren intentando calibrar por un momento que esto solo puede ser un mal sueño, pero es mentira; ahí está tan frío e imparcial como el mismo hielo del Ártico. ¿Yo? Suplicando un poco de ese amor que se escapa como la arena entre los dedos sin poder retenerla.

 

Tus manos se vuelven puños, inhalando con fuerza el aire que se detiene dentro de tus pulmones por quizá un par de segundos para dejarlo salir ya exasperado ante este decadente intento por no dejarte ir.

Continuos alegatos de la falta de amor, pero no comprendes que te necesito aquí, que sin ti no puedo seguir, pero te burlas ante lo que llamas frases trilladas, mostrando la sonrisa más sórdida, cómo si intentarás explicar a un chiquillo de cinco años los motivos por el cual no obtendrá su caramelo.

 

Aquí estoy viendo pasar no solo los minutos, si no el amor que esta por terminar y aquí estoy sin aceptar lo que me esta matando. Un año y de la nada todo se apagó, pero late aún mi corazón late por ti, pero no lo vez.

 

          –El amor no se encuentra de la noche a la mañana Hyoga, no puedes decirme tales cosas, cuando es a ti a quien amo. ¿Por qué no lo puedes comprender? ¡Maldición! Te amo, dame solo una oportunidad más.

 

Pero ahí estaba su silencio, mientras que intentaba alejar de rostro el cabello en un acto de desesperación como nunca antes había sentido en tiempo atrás.

No sé si es masoquismo perseguirte sabiendo realmente que piensas dejarme aunque intente negarlo con ese terrible sentimiento que ahora solo marca la pauta del dolor más fuerte que me embriaga de una amargura absoluta.

 

 

Que fácil es hablar así 

que fácil es pensar por mi 
que fácil para quien va a partir 

Los sueños de una vida juntos donde ambos pudiéramos compartir todo aquello que conlleva el destino, nuestros dedos entrelazados, pero solo veo lo impaciente que estás por marcharte lejos de tantos recuerdos, sentimientos que en algún momento debiste sentir por este al que ignoras con el más galante desplante de lastima y aún así crees que todo están fácil y si lo es para ti, que enfriaste el corazón.

 

          –Piénsalo, no tires lo que hemos construido en todo este tiempo. Aún estás a tiempo para retroceder a esta locura, te lo estoy pidiendo.

 

          –Ikki, ya no más, debes comprender que todo ha terminado entre los dos y si pensaste en venir a dejarme aquí en la estación con el fin de hacerme cambiar de opinión, te has equivocado. Yo necesito mi libertad, necesito vivir y a tú lado no lo hago, solo me hundo más y más en mi propia desgracia como ser humano.

El impacto de una bala directa a la cabeza resulta mejor que su verdad, cual puñal se clava hiriendo, pero no mata, solo quema, y digo quemar ya que no encuentro palabras para describir el formal diálogo que entre dientes y sonrisas de hipocresías tenemos frente a tantas personas que miran curiosos tú ya definida frialdad y lo osco en el porte que he adquirido conforme platicamos.

 

          –Debiste pensar todo esto antes de que me enamorará como un verdadero idiota de ti. ¿Sabes el daño que me haces? Se me desgarra el corazón en cientos de pedazos que no sé si podré algún día reparar, pero fuiste tan egoísta en pensar solo en ti y de pasó hacerlo por mí, sin saber lo que yo necesito.

 

          –Yo no quería que esto terminara de esta forma, me lastima verte así, pero nada puedo hacer. No puedo seguir con esto, quiero irme, quiero ser libre ya te lo dije. No hagamos tediosa esta espera, mejor vete Ikki.

  

 

Con el corazón en la mano 
hoy vengo a tu despedida 
te pido que te lo lleves 
o quítale aquí la vida 

con el corazón en la mano 
hoy vengo a tu despedida 
te vas cuando mas te quiero 
como una desconocida 

Todo te resulta fácil ya que lo sabías y ahora solo quiero que te lleves este corazón con todos estos recuerdos, sentimientos que solo me torturan y tú solo dices que te vas, que deseas esa libertad.

Mírame solo una vez más antes de partir, antes de darte la vuelta para subir a ese tren y regresar. ¡Solo mírame! Que me estás matando con ese adiós cargado de soledad. La idea de correr tras de ti de pronto no resulta tan mal, pero mis piernas están ancladas en el mismo lugar mientras que el sonido agudo de la sirena avisando que el tren comienza partir robando el aliento de un grito que no sale, pero solo se materializa en una lágrima que es llevada por ese viento que me trae por última vez el aroma de tú piel o quizá a añoranza de lo que no puedo recuperar, dejando en mi mente el repicar de sus palabras –Buena suerte Ikki.-

 

 

          –¡HYOGA!...

 

 

Que no estas para el amor 
que ser libre es importante 
que hay un mundo por delante 
y es mejor para los dos 

que me voy acostumbrar 
que de amor nadie se muere 
y que la verdad no hiere 
que la tengo que aceptar 

Grito, corro, corro, grito, tras el tren, pero es muy tarde, jamás volveré a sentir su cuerpo unido al mío, besar sus labios, ver como se entregaba en cada faena y así ha dicho que desea ser libre, que no me ama ¿Cómo se puede entregar a alguien de esa forma si no la amas? Hyoga, solo regresa, solo una vez más.

El roce de la mano del guarda me hace sonreír tras sacarme de esos tormentosos pensamientos anunciando que debía retirarme. ¿Pero como hacerlo si aún el tren se puede detener?

 

 

          –¡NO LO ACPETO! No puedo aceptar que no me ames, no puedo aceptar que olvidaré todo lo que eres. Sí para ti fue tan fácil para mi es la condena a la muerte. No resulta fácil decir a mi corazón que deje de sentir cuando este late solo por ti. Te amo.

 

 

Que fácil es, hablar así 
que fácil es, pensar por mi 
que fácil para quien va a partir 

          –Recuerdo muy bien el año cuando así, como tú observé como el mismo tren me alejaba del ser que tanto amo. Aún puedo ver sus orbes esmeraldas como su cabellera que era agitada por los vientos del mes de enero. Todo el mundo se me hundió dejando un mar de dolor aquí adentro del pecho. Ese mismo día pedí trabajo en la estación, porque tenía la esperanza de que un día volvería, pero Shion jamás regresó.

 

 

          –¿Esperas consolarme con tú historia anciano?

 

          –No. Intento decirte, que no te hundas en ese dolor. El tiempo no retrocede y cuando lo quieras hacer ya todo habrá terminado. Recuerda chico, hay personas que han nacido para ser libres y otros morimos de amor.; deberás elegir.

 

   

Con el corazón en la mano 
hoy vengo a tu despedida 
te pido que te lo lleves 
o quítale aquí la vida 

con el corazón en la mano 
hoy vengo a tu despedida 
te vas cuando mas te quiero 
como una desconocida 

Ciertas fueron sus palabras, mientras que miraba el horizonte donde ya ni se podía ver el humo de esa locomotora, mientras que me retiraba con ese hombre a mi lado, buscando enseguida caminos distintos el en su trabajo de esperar el próximo tren que no traería a su viejo amor dejando en claro que éramos del tipo de personas que morimos de amor, pero aún quiero guardar la esperanza de si volverás.

 

Con el corazón en la mano 
hoy vengo a tu despedida 
te pido que te lo lleves 
o quítale aquí la vida.

 

 

 

Notas finales:

Gracias por leer mi fic. Espero que sea del agrado de ustedes.

KISUS PERVERTIDOS.


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