Un nuevo año estaba iniciando dándoles a nuestros personajes la perspectiva de nuevos horizontes. Mirando hacia atrás había sido un camino complicado, lleno de encuentros y desencuentros, dudas y certezas, celos y confianza, llantos y risas.
El último año había sido por demás intenso para escritores, profesores, editores, vendedores, mangakas y estudiantes. Veamos un pequeño resumen de cómo se desarrollaron los sucesos entre las felices parejas:
Los románticos habían blanqueado su relación enfrentándose a sus familiares quienes después de comprobar que no se trataba de una broma y que era más una firme decisión, un veredicto que nadie iba a poder revocar, accedieron a darles el consentimiento y hasta asistieron a la boda. El mayor seguía arrasando con récords de ventas y se iba ganando popularidad y prestigio fuera de Japón también mientras que disfrutaba de la compañía de su esposo quien seguía estudiando mientras trabajaba a medio tiempo en Marukawa a pesar de que el escritor intentó que lo olvidara ahora que era oficialmente su esposo después de casarse en USA. El desacato a su pedido le valió al castaño atenciones especiales cada vez que tenían la posibilidad recibiendo el llamado de una exótica cigüeña que cambiaria sus vidas y el escepticismo del escritor.
Los egoístas habían sido atrapados en unos vaivenes caóticos que los mantuvieron de hospital en hospital, recurriendo a distintos profesionales ante la noticia que casi le da un infarto al profesor cuando supo que estaba embarazado de tres meses y esperaban el fruto de su amor. Los cambios en su cuerpo y desestabilidad emocional lo alejaron el resto del embarazo de su labor docente lo que casi lo hizo caer en una fuerte depresión sumado al hecho de que sus padres todavía no podían asimilar la novedad. Fueron duros los últimos meses con el temor latente de que tanto el progenitor como el bebe pudieran fallecer pero por suerte, a los siete meses le realizaron una intervención de urgencia y luego de luchar por salvar a ambos, al cabo de un mes les dieron el alta y estaban más que agradecidos con quienes sean que fueran estaban iluminándolos desde el cielo.
Los terroristas habían estado en un punto de quiebre tan fuerte a causa de los acosos del menor hacia el profesor inconstante y no tan comprometido con su relación, que cuando el menor había decidido dejarlo porque se había cansado de intentarlo, el pelinegro lo sorprendió diciéndole que había decidido contarle a su familia sobre su relación. Esta determinación lo envolvió en felicidad sabiendo que ahora seria correspondido como tanto anhelaba pero también lo llenó de miedos. Aun así y contra todo pronóstico la familia Takatsuki aprobó la relación pero ninguno de sus familiares se las harían tan fácil, ellos sabían de la tristeza del menor quien les había hablado de marcharse al extranjero por problemas de pareja ahora suponían, así que para asegurarse de echarle la soga al cuello al profesor nuevamente y esperando que esta vez fuera definitivo, les exigieron que se casaran. La ceremonia había sido sencilla pero bonita, a la cual siguió una apasionada luna de miel que acabaría dándoles una noticia que dejó al menor caminando por las paredes mientras que el mayor alucinaba con la idea de ser padre, De hecho no se despegaba del vientre del menor y le cumplía casi todas las noches como declaración de amor.
Los mistake ahora estaban al frente de la empresa y sus familias que estaban al tanto de su relación estaban felices a pesar de las diferencias de estatus y posición económica, lo único que les importaba era la felicidad de sus hijos y además ambas consuegras se llevaban de maravilla. Cierto es que tan bien fue aceptada su relación que sus padres les propusieron llevarlo a términos legales fuera del país pero Isaka se negó porque no estaba a favor de esas tonterías de que un papel diga que tan listo estas para compartir tu vida al lado de la persona amada y como Kaoru simplemente era feliz al lado de su oji-púrpura no hubo problemas al respecto, aunque sí una gran desilusión en la familia que querían regodearse en un casorio. Según la pareja, no necesitaban nada más en su relación en completa sincronización y armonía hasta que unos insufribles malestares atacaron el bienestar físico del menor de estatura, dándole más de una sorpresa después.
Los nostálgicos habían sido unos de los más golpeados por ese extraño año. Ritsu había sido presionado hasta el límite para que se casara de una buena vez por todas con Ann-chan. Esto lo había destrozado por completo puesto que él había reunido el valor suficiente para decirle a Takano de sus sentimientos, solo estaba esperando una buena oportunidad y de pronto ¡zácate! Justo en la felicidad de vivir con el ser amado nuevamente. Pero cuando menos se lo esperaba, Masamune lo secuestró desapareciendo sin dejar rastros, incluso en Esmeralda que parecía desmoronarse lentamente otra vez sin las aptitudes de su jefe. Sabían que estaba mal y que no era lo más afortunado pero si esa era la única forma de estar juntos se aferrarían a esa posibilidad hasta las últimas consecuencias. Fue entonces cuando Ritsu supo que no existe la ocasión perfecta sino que hay que crearla, y fue la misma noche que admitió sus sentimientos por el pelinegro que le dio la noticia de que iban a ser padres. Todo fue felicidad hasta que los síntomas se hicieron más fuertes con constantes mareos, náuseas y vómitos que se volvieron imparables, obligándolos a regresar y encontrándose con la familia Onodera que desistió de tomar acciones legales contra “el secuestrador” al saber la noticia. Ellos esperaban que murieran de un infarto ahí nomas pero nunca sucedió, al parecer ahora albergaban la esperanza de tener un heredero en el niño, en vista de que su padre se había vuelto un rebelde sin causa, aunque también esperaban que con la paternidad el castaño recapacitara y entendiera que todo lo que habían hecho era para velar por su seguridad y bienestar.
Los domésticos continuaban viviendo sus “tranquilos” días entre manuscritos que no se hacían, fechas a término aplazadas, nervios destrozados y un apetito voraz de Chiaki que arrasaba con todo lo que había en el refrigerador. Ese año les deparaba una situación muy incómoda por afrontar, la hermana del mangaka oficialmente se le había declarado a Hattori argumentando que ya no era una niña, era una mujer hecha y derecha que se sentía en condiciones de poder expresarle sus sentimientos y estar en su compañía. Por supuesto que él amablemente se encargó de rechazarla convenciéndola de que era una mujer maravillosa que no se merecía seguir ilusionándose con alguien que nunca iba la a poder amar porque su corazón le pertenecía a otra persona. Esto la desbastó en cierto modo pero al cabo de un par de meses ella había entendido que mientras él fuera feliz como le había dicho que era al lado de su persona amada, ella también lo sería. Pero grande fue su sorpresa al enterarse de que esa persona era nada más ni nada menos que su hermano. Ese fue el momento en que se rindió por completo al darse cuenta de que no podía ni quería competir con él. Hattori se empeñó en demostrarles a las familias que sus intenciones eran las mejores y que no se trataban de sentimientos mediocres sino de un amor albergado por muchísimos años que solo se había alimentado de su amena compañía cuidándolo. La familia de él si bien se sintió desanimada y desbordada por la situación comprendió que después de tanto tiempo compartiendo juntos era un poco tonto no haberlo notado y oponerse sería estúpido, mientras que la familia de Chiaki reconoció que no habrá nunca mejor persona que él para cuidar de ese irresponsable. Y cuando las campanas de boda sonaban en el aire todo se postergó al recibir la buena nueva.
Los eróticos se decidieron a viajar a Sapporo, Hokkaido por iniciativa del castaño de llevar a su novio a conocer a su familia. Allí todo transcurrió con tranquilidad y alegría hasta el pequeño malentendido con el pelinegro al confundirse a los hermanos Yukina casi idénticos por escabullirse en la ducha cuando uno se estaba bañando, tomarlo desprevenido sin fijarse demasiado y casi practicarle sexo oral a su cuñado, aunque todo se aclaró y quedó como una anécdota divertida y algo vergonzosa. El resto fue más de lo mismo, andar a las corridas para compartir algo de tiempo juntos, algunas citas fallidas, los nuevos retratos que hacía Yukina de su David cual Miguel Ángel, y sexo (mucho sexo). Ambos tenían el hobby de “hacerlo” para recuperar el tiempo perdido por el estudio y el trabajo además del tiempo que llevaron sin conocerse ahora y desde sus antiguas vidas… todo era buena excusa para darle rienda suelta a sus hormonas alocadas. Y todo hubiera seguido así en sus vidas si una mañana Kisa no fuera hospitalizado de urgencia debido a que su mala alimentación y ritmo de vida habían provocado que la pequeña criatura que yacía en su interior sin ser notado, casi se llevara toda la poca vitalidad que le quedaba. A continuación de eso siguió en observación hasta que dieron con un especialista que iba a ocuparse de su situación . Lo que siguió a continuación fue un sofocante cuidado, haciéndolo sentir un niño indefenso, por parte de su preocupado novio y sus carismáticos familiares que irradiaban alegría por saber que habría un nuevo príncipe o princesa en la familia. Pero eso no era la gran cosa una vez que Kisa se acostumbró a la idea de tener la cocina llena de humo o la panza hinchada como quieran decirlo, siendo que no solo se alejaría un poco del trabajo con goce de sueldo por justificativo médico impidiendo que lo vean en ese estado, sino que además seria consentido y mimado en todos sus caprichos. Pero el tema era que los extrovertidos de su suegra y cuñado habían ido entablado amistad con medio mundo en lo que se turnaban con Kou para cuidarlo y habían abierto la boca para expresar su alegría por el milagro ocasionando que su caso se divulgara y fuera más conocido de lo que nadie podría haber imaginado. El castaño al saberlo quiso regañar a su familia pero lo cierto es que al pelinegro le importaba un reverendo comino los prejuicios de quienes pudieran llamarlo fenómeno y pronto le encontró el lado positivo cuando cayó en la cuenta de que ahora oficialmente Yukina iba a ser marcado como su propiedad privada ante cualquier hombre o mujer que posara sus ojos en el. Y de pronto todo se volvió aun mejor cuando tuvo entre sus brazos a ese pequeñito encantador.
Los enigmáticos habían vivido su relación de una manera muy intensa. Cuando Yuu se había convencido de que nada valía la pena porque si el sentimiento más hermoso según todos pudo desvastarlo hasta el punto que miles de veces deseo estar muerto para parar su dolor, una mano amiga lo había ayudado a levantarse cuando tocó fondo en todos los sentidos posibles. Mino a fuerza de perseverancia y comprensión se había ido instalando en su vida desde que descubrió que su corazón olvidado en lo frío de la soledad ansiaba entregarle sus latidos. Yuu no estaba muy a la labor al principio ya que estaba empecinado en regodearse eternamente en las ruinas de su alma en pena por aquel que nunca le correspondería, pero si algo le había enseñado la vida era que si después de cada golpe que recibía podía ganar la fuerza suficiente para levantarse, podía darse la oportunidad de intentar de seguir adelante por él y por ese intruso sonriente que se había ganado un lugar en su vida y sus pensamientos. Así es, había encontrado en él una hermosa brisa en el calor de verano, alguien que simplemente estaba si lo necesitaba ya sea para arroparlo por la noche, para despertarse a su lado en la mañana, para darle una palabra de aliento cuando quería tener una nueva recaída depresiva o para solucionar el actual desorden de lo que se había convertido su vida. A pasos agigantados se fue instalado en sus pensamientos recordando en el día sus alegres pláticas, los gestos tiernos o incluso las palabras de reproche cuando se dejaba estar con su salud. Él se había vuelto su compañero inseparable a pesar de que su trabajo se llevara gran parte de sus energías pero aun así él solo quería estar a su lado. En un principio su persistente interés lo hizo rabiar e incluso asustarse en cierto modo al punto de ponerle una orden de restricción pero todo eso quedó atrás un día que se dio cuenta cuanto lo podía llegar a necesitar cuando la nostalgia y la tristeza lo golpeaban donde mas dolía. Tiempo después y aun con las dudas en su mente por el miedo a que todo acabara de la peor forma, se decidió a abrir su remendado corazón a quien le había demostrado sus sinceros sentimientos. Se convenció de que él también merecía ser feliz y corresponderle a aquel que se había desvivido por salvarlo y su entrega en una noche de lluvia le pondría el broche de oro a su declaración de amor.
Los trifectos pasaban sus días tranquilamente mientras Yokozawa podía pasar a visitarlos, Hiyori podía cocinar cosas deliciosas junto con él y Kirishima podía antes y después de fin de ciclo arreglárselas para acosar al pelinegro. Todo marchaba en orden hasta que un día de lluvia trajo consigo unos nubarrones que amenazaron con perturbar la dichosa paz. Ocurrió que un día el rubio estaba muy aburrido y no tuvo mejor idea para entretenerse que centrando toda su atención en su pareja pero de una forma particular. Tenía en mente tomarlo desprevenido poniendo en práctica un juego de roles. No, esta vez no había intenciones “sexosas” detrás de eso, al menos no desde el principio. Lo que él quería era jugar al espía con Takafumi. Lo cierto es que se estaba haciendo el tonto para agrandar su álbum de fotos de su osito pero fue entonces cuando lo estaba espiando que descubrió el plan ultra-maquiavélico de su archienemigo doncella. Lo que pasó es que el ojiazul no solo estaba al tanto del secuestro que tenía pensado realizar Takano sino que además él era su cómplice aunque nadie lo crea y lo ayudaba con los preparativos como sacar los boletos de avión que encontró Zen husmeando entre sus cosas, después de escuchar sus conversaciones extrañas y los encuentros clandestinos de ambos pelinegros para terminar de arreglar los preparativos. Finalmente el rubio concluyó que los ex amantes habían vuelto a las andadas y Takano se quería fugar con su oso gruñón. Una brillante deducción que solo podría ser digna de producirse en el cerebro descocido del rubio en un ataque de celos. Entonces todo explotó el dia de la operación ‘secuestro de Onodera‘, cuando Zen fue a reclamarle al jefe de Esmeralda que alejara sus manos de su verdadero amor porque no le iba a permitir que se lo llevara a ninguna parte, básicamente fue a pelear como perrito para recuperar su hueso y dejarle bien en claro con puntos y señales que era SUYO. Takano que no sabía nada de la relación de los Trifectos y con todos los nervios encima, entendió que hablaba de Ritsu y ahí nomas se armó un tole-tole en el edifico del pelinegro que casi finaliza en la comisaria intentando desenredar sus cuernos recién “descubiertos”. Por suerte el malentendido no pasó a mayores y para evitar futuros inconvenientes o cualquier locura del buscapleitos mayor, Yokozawa accedió a mudarse definitivamente con los Kirishima.
Pero ya una vez iniciado el nuevo año, un descubrimiento científico fue sacado a luz. Al parecer en Japón, sobretodo en Tokio, había surgido y expandido un nuevo virus llamado rabbitilus mpregtus que estaba produciendo alteraciones el ciclo normal de reproducción y concepción humana.
Un poquito tarde había llegado la difusión del descubrimiento científico cuando algunos con identidad reservada para los medios, ya eran pruebas fehacientes del hecho durmiendo en sus cunas, otros a punto de nacer, otros dando pataditas en los vientres de su papis y otros recién dejaban saber de su existencia a sus confundidos padres.
Al cabo de un tiempo entre idas y vueltas el séquito de bebés ya estaba listo .
Sora Kusama ("cielo azul") había nacido la mañana del 8 de agosto y de inmediato fue puesta en una incubadora y seguida en observación luego de que los doctores la reanimaran y le salvaran la vida al padre. Ella responde al signo de Leo y es de apariencia semejante a la de su padre Nowaki, desde el cabello hasta el azul de sus ojos.
Rui Yukina ("tesoro, piedra preciosa") nació por la tarde el 19 de octubre bajo el signo de Libra. Le dio casi un día de trabajo de parto a Kisa así que después de conocerse descansaron y durmieron dos días prácticamente. El principito es de cabello negro y sus ojos son de color marrón.
Natsuki Takano ("esperanza") llegó al mundo el 10 de diciembre en su propio hogar, a pedido de sus abuelos quienes querían que naciera en esa casa como su padre y contrataron un servicio médico equipado para cuando el momento llegara. Ella es rubia y de ojos verdes. Es del signo de Sagitario.
Mitsuko Usami ("niña de luz") fue dada a luz en Estados Unidos el 11 de marzo bajo el signo de Piscis. Su parto no tuvo mayores complicaciones a pesar de que la niña se estaba rodeando con el cordón umbilical, pero como la intervención fue realizada a los ocho meses por ese motivo, todo salió bien. Ella heredó el color de cabello y ojos del escritor.
Yudai Hattori ("amable, generoso") nació por la madrugada el 15 de abril horas después de que Chiki se levantara a comer un sandwich de jamón en su descanso y empezara con las contracciones. El niño tiene el cabello castaño claro y tiene los ojos de su padre editor. Su signo es Aries.
Keiko Miyagi ("la adorada") casi nace en el auto del profesor, por ser tan ansiosa e impetuosa como Shinobu, al mediodía el 25 de mayo siendo de Géminis. Su padre mayor presenció el parto y su presión bajó por los suelos en el transcurso pero cuando la escuchó llorar su alegría hizo que recuperara energías y se acercó para besar a su esposo y después cargarla siendo el día más feliz de su vida. La pequeña es de cabello negro y ojos grises.
Hana Asahina ("flor") el 19 de junio sorprendió a sus padres queriendo salir de forma prematura cuando estaban recostados entre las flores de su jardín aprovechando de la paz del lugar. En ese momento salieron corriendo al hospital acompañados de sus madres que intentaban tranquilizar al castaño que se moría de miedo y del dolor. La pequeña del signo de Géminis es de cabello castaño y ojos color púrpura.
Yuma y Yota Mino ("tranquilo, sincero; activo enérgico") llegaron al mundo un caluroso día de verano, el 9 de julio con el signo de Cáncer. Son gemelos con media hora de diferencia entre ellos siendo Yuma el mayor por edad y peso. Yuu que estaba muy sensible lloró todo el día y Mino sonrió en todo momento, por su amado, por sus niños y por él mismo, porque esta vez su sonrisa reflejaba esa felicidad que no le cabía en el pecho. El mayor salió con los rasgos del editor y el menor con los del asistente llorón.
Nadie te enseña a ser padre y ahora ellos deberán ir aprendiendo sobre la marcha.
¿Cómo les ira a los flamantes papis en su nueva labor?