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Entre el Reino y yo por namidatagani

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Notas del fanfic:

¡Hola! Mucho tiempo sin leernos,

 

Después de terminar de ver la segunda temporada de Free! no pude evitar poner a mi mente a trabajar en una retorcida creación que dio lugar a éste nuevo fanfic.

 

Advierto que habrá mucho drama, comedia y tal vez, lágrimas. He estado leyendo DEMASIADO shoujo los últimos meses y eso me ha impulsado a querer hacer mi propio romance, y como eso de lo hetero no se me da, decidí venir con un yaoi. Todavía no sé si tendrá partes xxx pero les aseguro que pasión no les va a faltar.

 

DISCLAIMER: Los derechos de autor de los personajes aquí citados no me pertencen. Ésta es una obra no real y cualquier parecido con personas, acontecimientos, lugares reales es pura y mera coincidencia. No obtengo ningún beneficio monetario de ésto, por lo que pueden considerarlo sin fines de lucro.

Notas del capitulo:

Presentación oficial del plot.

Prólogo

 

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El reino de Fiore siempre fue reconocido por los demás reinos, no sólo por su exuberante belleza sino también por la prosperidad que había alcanzado desde que el Rey Laxus comenzó su gobierno.

 

 

 

Sin embargo, había quienes juzgaban mal las acciones del Rey y de sus sucesores, pues reclamaban que la prosperidad de la que tanto alardeaban no se debía a ellos mismos sino a matrimonios arreglados con los reinos vecinos generación tras generación. Pues era bien sabido que toda la familia real poseía una belleza inigualable y un amor por su país que no tenía precedentes.

 

 

 

Además, siempre contaban con los mejores asesores del reino, conocidos por su mente brillante y astucia para la resolución de problemas y conflictos dentro del reino. Ellos conformaban el equipo de élite que asesoraba a la realeza y, porque no decirlo, se encargaba del arreglo de los matrimonios al valorar cual sería el beneficio que obtendrían ambos reinos.

 

 

 

No obstante, la gente del pueblo le daba muy poca importancia a ese tipo de dimes y dirites; pues para ellos lo importante era que la casta real se siguiera manteniendo y que el reino continuara con su ambiente de prosperidad y desarrollo.

 

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-¿Madre?

 

 

 

 -…

 

 

 

-Nuevamente mi imaginación.

 

 

 

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que soñé con ella, sus hermosos ojos azules que reflejaban el vasto mar, su sonrisa tan alegre y cautivadora. Extraño sus besos, sus abrazos y sus canciones que me arrullaban cual viento al sauce.

 

 

 

“¿En dónde estará ella?” “¿Está bien?”

 

 

 

Pensamientos llenos de incertidumbre y temor invaden mi mente siempre que la recuerdo. Mi madre, mi tan amada madre. Todavía desconozco los motivos por los cuales abandonó la casa real; los sirvientes nunca me dicen nada al respecto; y de mi padre no puedo esperar algo que no sean regaños e insultos cada vez que me atrevo a hablar sobre ella.

 

 

 

Han pasado 4 años desde la última vez que la vi. Ahora tengo muchas responsabilidades como futura cabeza del reino; debo aprender sobre economía, ciencias políticas, etiqueta y muchas otras cosas que han sido características típicas de la enseñanza dentro del castillo.

 

 

 

Cada día, sin falta alguna, mi profesor privado y yo leemos libros y más libros, después él me hace un examen de lo aprendido, se despide con una reverencia y se despide dejándome solo en esas frías cuatro paredes o por lo menos así era mucho antes de conocer a su hijo, Makoto Tachibana.

 

 

 

Makoto se ha convertido en mi única y más preciada compañía durante los últimos años, siempre atento y amable conmigo. Sin mencionar que, gracias a que toda su vida la ha dedicado al estudio, puedo platicar con él de cualquier cosa y siempre, siempre disfruto de sus comentarios brillantes y pequeñas bromas perversas.

 

 

 

Sé que está mal que alguien como él ocupe mis pensamientos noche y día, sé que está mal que cada que lo vea no pueda evitar pensar que me encantaría pasar el resto de mis días a su lado; sé que está mal permitirle a mi corazón tales sentimientos pues en menos de un mes conoceré a la persona con la que deberé formalizar matrimonio y dar a luz a un nuevo sucesor, por el bien de mi pueblo y de mi casa.

 

------

 

-¡Joven Rin! ¡Joven Rin!-gritaba una señora con extrema preocupación-¡Su profesor de equitación está aquí y pregunta por usted!

 

 

 

-Mmm

 

 

 

-¿Debo interpretar ese “sonidito” como un “no me molestes que soy un condenado niño mimado y quiero seguir en mi camita”?-dijo de repente un sujeto parado en el arco de la entrada con fuete en mano.

 

 

 

-No-dijo abriendo los ojos-debes interpretarlo como un “¿A quién carajos se le ocurre despertar a alguien que se durmió hace apenas 2 horas gracias a sus ca-pri-chi-tos de maestro papanatas?”, o algo por el estilo, ¿no le parece?

 

 

 

-Jajajaja-el hombre con fuete en mano arremetió a carcajadas.

 

 

 

-Con su permiso mis señores-se despidió la señora.

 

 

 

-¡Vamos Rin! Con esa actitud tuya nunca lograrás “pasar tus genes de súper atleta”-continuó bufándose del príncipe.

 

 

 

-Eso ya me lo dijiste ayer, ¿se te acabaron tus bromas?-su tono de voz comenzó a volverse más serio-basta de jueguitos, espérame afuera por tan sólo 15 minutos y estaré listo para las clases-le señala la puerta-y por favor, no vuelvas a utilizar a Miho-san para buscarme.

 

 

 

-¿Lo dices porque yo sabía perfectamente que te encontrabas en tu habitación durmiendo?

 

 

 

-15 minutos por favor-volvió a señalar la puerta.

 

 

 

-Sí, su majestad.

 

 

 

Como era de esperarse ese loco por los deportes no me iba a dejar descansar hasta que no me convirtiera en el mejor jinete de mi reino. ¿Cuántas veces más le tengo que decir que lo que me apasiona de verdad es la natación? Supongo que con la materia gris que tiene por cerebro sería una tarea muy difícil el disuadirlo, pues cuando ese hombre se decidía por algo no había nadie capaz de hacerle cambiar de parecer.

 

 

 

Aunque debo admitir que en ese aspecto, nos parecíamos mucho, y como las cosas eran así no pensé ni por un segundo acudir a sus tontas clases. El día de hoy iría a nadar y punto final.

 

 

 

-¡Príncipe Rin! ¡Ya han pasado los 15 minutos que me permití otorgarle! ¡Salga por favor!

 

 

 

-…

 

 

 

“Demonios ¿nunca se da por vencido? A éste paso me será imposible llegar a la alberca antes de que me encuentre”

 

 

 

Debía pensar en una buena forma de deshacerme del señor belleza, pero ¿cómo?, y justo cuando estaba a punto de optar por correr como si mi vida dependiera de ello apareció un rayo de luz y esperanza, mi querido casi cuñado, Momotaro Mikoshiba. El hombre perfecto para ésta misión.

 

 

 

-¡Ey! ¡Momotaro!-gritó en cuanto entró en su campo de visión.

 

 

 

-¿Qué sucede Matsuoka-sama?-corrió a su encuentro.

 

 

 

-Lo que te voy a confesar es muy serio-lo toma por loa hombros-acabo de descubrir una gran verdad que te dejará impactado. Verás, no hace mucho tiempo descubrí que Ryugazaki sensei tiene sentimientos por Gou, por MI pequeña Gou-chan.

 

 

 

-¡Nooo!-Bufó.

 

 

 

-¡Sii!-también bufó.

 

 

 

-Esto no tiene perdón de Dios, no se preocupe Matsuoka-niisama (en pocas palabras cuñado-sama) yo me haré cargo y velaré por el bienestar de Gou. Déjelo en mis manos.

 

 

 

-Muy bien-contestó satisfecho.

 

 

 

Y, listo. Ahora podía ir a disfrutar de mi día libre sin preocuparme por el cuatro ojos.

 

 

 

Una vez me había librado de Ryugazaki, así que me dirigí a la piscina que mi padre y madre mandaron construir en mi séptimo cumpleaños; y no me preocupaba el nadar solo pues sabía perfectamente que en ese lugar encontraría a mi mejor amigo, Sousuke Yamazaki.

 

 

 

Sousuke, siempre ha sido para mi un ejemplo a seguir, valiente, extrovertido, fuerte, hábil, capaz y sobre todo, un gran amigo. Cada vez que siento que moriré debido a las exigencias que conlleva gobernar un reino él me apoya y me anima a no desistir y a seguir adelante, aunque mi sueño se encuentre en la natación él siempre me dice que una vez que haya cumplido con mis deberes de príncipe podré cumplir los sueños de Rin.

 

 

 

Esas palabras me han acompañado por años y años de duro trabajo en el camino de príncipe, ya que mi reino ahora enfrenta muchos problemas y conflictos, debido al reciente hallazgo de un pozo petrolero y una mina de diamantes en la zona norte de nuestras fronteras.

 

 

 

La posibilidad de guerra es latente y si permito que esas ideas se expandan convirtiéndose en la realidad de mi reino, habré fracasado como persona.

 

 

 

Es por eso que Sousuke se ha convertido en una figura de suma importancia en mi vida, al grado de poder confesar que lo daría todo por ese hombre y todavía seguiría considerando que no es suficiente; mi felicidad y mi alegría siempre tienen su rostro en ellas; no importa que digan los demás, si esto que siento no es amor, entonces he desperdiciado los últimos años mi vida creyendo que lo amo.

 

------

 

[En la cumbre real de los Reinos del país Mare]

 

 

 

-Fiore es el reino más prospero del país y de eso no hay duda.

 

 

 

-En efecto, gracias a la excelente administración del reino y las buenas relaciones que se sostienen con los reinos vecinos, hemos logrado consolidar un gobierno prospero.

 

 

 

-Hermosas palabras para terminar un arreglo de matrimonio, ¿no es así Nagisa?

 

 

 

-En efecto su majestad, el príncipe Haruka responderá a sus expectativas.

 

 

 

-Eso espero, bien ahora ¡brindemos por nuestros reinos!-levantando su copa.

 

 

 

-¡¡Brindemos!!-respondieron-¡¡Viva Fiore!! ¡¡Viva Samezuka!! ¡¡Y que vivan los futuros novios!!

 

 

 

-¡¡Salud!!

 

 *********************

Notas finales:

Y hasta ahí lo dejo, espero haya sido de su agrado. 

No sé ustedes pero espero que los personajes no me hayan quedado OoC de verdad que cambian bastante de la primera temporada a la segunda -según mi parecer- y es difícil plasmar esa evolución aquí. Sin embargo espero no se sientan muy forzadas sus personalidades, sobra decir que me emocina escribir sobre Free! 

Advierto que NO he presentado a todos los personajes, todavía faltan.

Hasta el próximo capítulo.

¡Ja ne!


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