Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor imposible por SholeSuperKawaii

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Espero les guste! :DD y no olviden pasarse a mi pagina para ver mis proyectos *-*

http://www.facebook.com/SholeSuperKawaii

Notas del capitulo:

Hola :33 adivinen quien vino con otra historia SouMako ¬u¬ adivinen, adivinen eue

No adivinaron? :c bueno no les traigo nada ¬n¬ kasdjaksdjksdj okno xDDD

Bueno chicas y chicos xD aqui les traigo un pequeño one-shot que salio de mi cabeza xDD hace tiempo que quería escribir un sonfic inspirado en la cancion de Shé "Amor Imposible" pero no sabía de que pareja hacerla .n. hasta que hoy, luego de llegar de un paseo familia, bañarme, acostarme y quedarme transpuesta escuchando la cancion, se me ilumino xDDD asi que mande al carajo el sueño y me puse a escribir kasjdkadjks

Espero les guste! :33 es un poquito triste u.u pero ñeee :DD

Las personas que han leido mis escritos saben que me gusta el drama *¬*
No les jodo mas xDD asi que

A leer~! <3

… Llora porque no la puede ver, se pasa todo el día pensándola hasta el anochecer. Llora porque no tiene sus besos y un triste recuerdo, es un amor imposible igual que un viaje sin regreso…

 

La semana volvía a comenzar. Era día lunes y como siempre, a las seis de la mañana en la Academia Samezuka un chico de cabellos negros como la noche y ojos claros de color verde agua comenzaba su rutina diaria. Todos los días despertaba una hora antes de lo que se requería para poder estar listo para las clases, pero desde un tiempo, exactamente desde que conoció a cierto chico de cabellos cafés y ojos verdes esmeraldas, tomó la decisión de comenzar a levantarse a esa hora, para salir a correr o entrenar un poco. ¿Qué más daba? Al fin y al cabo aunque quisiera no podría dormir, ese chico le había quitado completamente el sueño.

Literalmente.

 

… Cada mañana se despierta y la recuerda porque la chica que ama es la novia de su colega. No sabe que decir, qué pensar ni hacer, el chaval solo sueña con desaparecer…

 

Le tomó tan solo cinco minutos poder levantarse definitivamente de la litera que compartía con su amigo de infancia Rin Matsuoka, quien aún dormía plácidamente, como todas las personas normales, o como todos los “enamorados que son correspondidos”. Suspiró al tener ese último pensamiento. En verdad su amigo no tenía la culpa de que de la única persona que se había enamorado hasta ahora le correspondiera. Claro, tampoco tenía la culpa de estar saliendo con ese tal Nanase, pero a veces quería estar pasando por una situación parecida que la del pelirrojo.

Volvió a suspirar mientras se dirigía al baño, llevando entre sus manos su buzo negro y polerón negro con plomo y naranja.

Al llegar vio su semblante en el espejo. No se entendía para nada. ¿Cómo es que se pudo enamorar de la pareja de su amigo Kisumi? No era que fueran lo mejores amigos ni mucho menos, pero aun así, eran amigos y la amistad debía respetarse, no tenía por qué posar su ojos en él.

Pero estúpidamente, lo había hecho.

  • Quiero morir por la mierda – susurraba mientras hacia su mano un puño y se lo llevaba a los ojos. Su vista comenzaba a nublarse y sus ojos arder. Sabía perfectamente qué era lo que significaba aquello.

¿Cuándo se había vuelto tan débil? Supóngase que cuando comenzó a sentir aquello que significaba más que cariño de amigos hacia una persona, cuando comenzó a depender de una persona para que su felicidad estuviera completa, cuando comenzó a anhelar la compañía de alguien a su lado. En ese momento, su indiferencia y fuerza decayeron, dejando a un chico completamente expuesto, completamente herido, que con lo más mínimo podía derrumbarse y solo quedar escombros y cenizas.

 

… Es un amor imposible, tal vez no lo sea y su amigo lo trate como un socio de billar. Es un amor imposible, tal vez si lo sea y su amigo lo valore y sea digno de respetar. Son dos caminos; la amistad o el amor, dos historias diferentes que terminan en dolor. Él tan solo mira sus fotos a escondidas, maldiciendo lo que siente, dudando sobre su vida…

 

Todos los días tenía el mismo debate consigo mismo, ¿sacaría algo diciéndole a aquel castaño lo que sentía? ¿Se arriesgaría a perder a un amigo por un amor? ¿Pero qué pasaba si él nunca fue en realidad su amigo, o en el caso contrario, qué pasaba si en realidad le apreciaba como tal? ¿Qué debería elegir; seguir junto a su amigo o seguir a su corazón, luchar por la persona que ama? ¿Amor o amistad?

  • Elija cual elija, terminaré perdiendo a alguien – susurraba mientras veía una fotografía que le había mandado hasta hace unos segundos su amigo pelidamasco, mostrándole el rostro sonriente e iluminado de Makoto al ver un delicioso postre en una cafetería. El chico no lo hacía con mala intención. Él no sabía nada y no tenía por qué saberlo – maldición – apretó su celular entre sus manos, tratando de quitar en ello todo lo malo que sentía en esos momentos.

 

… Necesita los besos de ella y los sábados con él, como no lo escucha nadie lanza gritos al papel. Dibuja a su amigo y a su amada dentro de un corazón, luego lo rompe y se encierra en su habitación…

 

  • Lo último que me faltaba – mascullaba mientras releía las líneas que había dictado su profesor de Artes aquel día durante la clase – “retrata en un pequeño lienzo lo que piensas que es el amor” – leyó por enésima vez, mientras se masajeaba las sienes – supongo que es lo que ellos sienten, ¿no? – comentó a la nada, con una amarga sonrisa en sus labios.

No supo en que momento su mano y lápiz tomaron control y vida propia. Sin darse cuenta, había dibujado un pequeño corazón en un extremo de la hoja, para luego escribir “M&K” en letras latinas. Cuando por fin volvió en sí, abrió los ojos abruptamente, lanzó el lápiz lo más lejos que pudo y arrancó la hoja, haciéndola mil pedazos. Lanzó la silla de su escritorio lejos al momento de pararse, tomó sus audífonos y celular, y se recostó en su parte de la litera. Necesitaba distraerse y borrar cualquier tipo de pensamiento no deseado.

 

… Una tarde más él se llenó de valor y decidió contarle a esa chica lo que sentía, pensando en su amigo pero sin ninguna salida, quiso arriesgarlo todo y así saber que perdía…

 

El tiempo seguía pasando y las cosas no habían cambiado mucho. De vez en cuando durante los entrenamientos, el club de natación de Iwatobi venía a Samezuka para hacer entrenamiento en conjunto. Lamentablemente, o tal vez afortunadamente, siempre en todos los entrenamientos era igual; Rin iba con su novio Haru, Nagisa pasaba el rato con Rei, Nitori ayudaba a Momo y Sousuke… pues Sousuke compartía momentos en los que no era molestado para nada por nadie, y siempre Makoto llegaba hasta él. Tal vez porque pasaba por lo mismo que el pelinegro que sus amigos le dejaban solo o simplemente porque se sentía más confiado cuando estaba con aquel chico que con cualquier otro de la Academia Samezuka.

Fuera cual fuera la respuesta, Sousuke no se sentía nada mal al estar junto al chico de lindos ojos verdes.

  • ¿Cómo has estado Yamazaki-kun? – era con la típica pregunta con la que siempre comenzaba Makoto cuando quería estar junto al chico de ojos verde agua.

  • Ya te he dicho que no es necesario que me trates con tanta formalidad – era la típica respuesta que este le daba, mientras dirigía su mirada a la del chico. Este como siempre estaba con una sonrisa en el rostro. No le gustaba que le dijera por su apellido, sentía que era un tipo de indirecta por parte de él, el decirle que aún están muy lejos el uno del otro, a pesar de estar respirando el mismo aire y compartiendo la misma banca – no hay nada peor que sentirte a kilómetros de esa persona, siendo que está solo a unos cuantos centímetros a tu lado – susurró sin pensarlo, mientras le miraba directo a los ojos.

  • ¿Eh? ¿Has dicho algo Sou-Sousuke? – le preguntó este con un pequeño sonrojo en sus mejillas, al no escuchar perfectamente lo que el pelinegro había comentado o pensando que había sido su imaginación aquellas palabras que alcanzó a sentir en un ligero murmullo, que fue llevado por el viento y tapado por el ruido del lugar.

Algo en ese momento crujió dentro del pecho del chico de negros cabellos, ¿qué pasaba si le había alcanzado a escuchar? ¿Hacerse el desentendido o decir por fin las palabras que tanto ha anhelado por fin decir a aquella persona?

En ese momento, aquella tarde, frente a la persona que ama, decidió por fin luchar por lo que quería, luchar por la persona que habitaba en su corazón desde hace un tiempo.

… La duda, el estrés, los nervios, la pasión, las ideas, el vientre y el corazón, se unieron con fuerza para salir del camino; amar a una persona o respetar a su amigo…

 

Un par de días habían pasado desde que el último entrenamiento en conjunto con Iwatobi había sucedido, y en su pecho aún seguía el valor y valentía que se habían posado aquella tarde. Por un lado la culpa le carcomía el alma, no quería perder a uno de sus amigos, pero por otro lado quería ser egoísta, pensar una vez por él e intentar ser feliz.

Solo al intentarlo sabría qué es lo que pasa con aquel chico, qué es lo que piensa, saber si es correspondido, aunque sea por lo más mínimo. ¿Qué era lo máximo que podía perder? Su amigo, la persona que ama, las dos cosas o…

 

… Salió de casa y fue corriendo a buscarla, se olvidó de todo tan solo quería abrazarla, cogerle la cara, mirarla a los ojos, decirle que se muere cada día por besarla. Que la piensa a cada instante, que su amor es sincero y por mucho que le duela no puede seguir así, que la vida son dos días y él ya ha malgastado uno, pensando en el futuro pero ha llegado hasta aquí…

 

Por fin había llegado el día que había decidido dar el paso definitivo. Las ansias le carcomían por dentro. Quería saber por fin todo lo que ha pasado este tiempo entre ellos, quería saber si aquellos ojos le miraban como siempre ha querido, si aquellos labios desean ser rosados por los propios, tal y como él también quiere, si también le piensa como él lo hace todos los días, todas las mañanas, todas las horas. Quería decirle muchas cosas, profesarle su amor, hacerle ver que no era un juego, demostrarle por fin lo que es capaz de hacer por ver una sonrisa en su rostro, por conservar aquel hermoso brillo que siempre está impregnado en sus esmeraldas orbes.

El día por fin había llegado…

 

… La chica se dio cuenta de que su novio no era el tipo de persona que ella estaba buscando, porque él apenas le prestaba atención, se mostraba algo frío y no llenaba su corazón…

 

Era fin de semana y Makoto quería pasarla junto a su novio Kisumi, por lo que temprano por la mañana le llamó para quedar con él, pero como ha pasado últimamente, este le dijo que estaría ocupado y que no podrían verse ese día. Se despidieron y cada uno siguió con lo suyo.

La duda se había posado en el corazón del pelicastaño. Hace ya un tiempo la persona que se hace decir “su novio” le había estado evitando, no le llamaba con tanta frecuencia como antes, casi ni se veían y siempre tenía una excusa por su parte para no hacerlo.

No sabía con claridad que era lo que estaba pasando con su relación.

 

… No sentía lo mismo por él, el tiempo pasaba y no sabía qué hacer, los besos de su chico ya no le sabían a nada, las lágrimas de ella recorrían toda la almohada. Después de tanto juntos nada era igual, decidió que tenía que acabar y cambiar de rumbo. Después de tanto tiempo puede que salga mal, pero lo único que le queda a ella es arriesgar…

 

Las cosas no habían cambiado. Se habían visto un par de veces con Kisumi, como siempre; se saludaban, daban alguna vuelta por el parque, centro comercial o la playa, pasaban a comer algo, compartían un par de abrazos y besos, y se despedían, yendo cada uno por su lado. Pero este le hacía sentir como la persona más miserable al ojiverde.

Lo sabía, lo tenía más que claro; ya no sentía lo mismo por el pelidamasco. Se sentía la persona más repugnante al seguir compartiendo momentos así con él, pero aún no tenía la valentía suficiente para hacer aquello, no se sentía aún lo suficientemente preparado para dar el corte definitivo a la relación, y eso, le oprimía el corazón, eso le provocaba que todas las noches cayeran unas cuantas lágrimas desde sus ojos hasta la almohada donde descansaba su atareada cabeza.

Decidió un día, que ya era suficiente, que ya era hora de por fin terminar todo, de que su relación ya no daba para más tiempo, que ya no podía seguir haciéndose daño, y a la larga, dañando a Kisumi también.

 

… Decidió llamar a su novio para cortar, pero en ese mismo instante a ella le llegó un mensaje, era del amigo de su novio y sin pensarlo no hizo caso porque ella necesitaba llamar…

 

Tomó su móvil entre sus manos,  mientras buscaba entre los contactos el nombre del ojimorado, pero su tarea fue interrumpida cuando llegó un mensaje a su correo. Rápidamente vio el nombre de quien lo mandaba, esperanzado de que tal vez fuera Kisumi, pero sus ilusiones decayeron al leer el remitente.

  • ¿Sousuke? – susurró sorprendido, mientras veía la pantalla – lo siento, luego lo leeré – dijo en el mismo tono, mientras se salía rápidamente del buzón de entrada de su móvil y volvió a los contactos. Por fin llegó hasta el nombre deseado. Lo marcó y espero que al otro lado de la línea contestaran – Kisumi – nombró cuando sintió como el chico le contestaba la llamada.

  • Makoto ¿sucede algo? – preguntó en un tono indiferente. Eso le dio un poquito más de valentía al ojiverde, pero a la vez sintió que su corazón se rompía otro poco.

  • Lo siento… Ya no puedo seguir con esta farsa. Yo sé que tú ya no sientes lo mismo, que el sentimiento al igual que nuestra relación ya se desgasto… No quiero seguir con esto… Gracias por todos los momentos que hemos compartido y que me has regalado, pero esto… Llega hasta aquí – dijo lo último mientras soltaba un suspiro y cortaba, sin esperar una respuesta de la otra persona, que hasta hace unos momentos había sido su novio.

Lanzó el móvil a su cama, sintiendo un peso menos en su pecho, pero a la vez, una pequeña angustia, relacionándola con la reciente ruptura y olvidando completamente el mensaje que le había enviado el chico de negros cabellos hasta hace un momento.

 

… Aquel mensaje ella jamás lo pudo ver, se borró, sin saber porque desapareció, ese mensaje cambió toda una vida pero ella, ella jamás lo leyó…

 

Al otro día, Makoto despertó abruptamente de su sueño, al recordar que el día anterior, mientras buscaba en los contactos el número de Kisumi un mensaje de parte de Sousuke había llegado hasta su celular. Rápidamente lo tomó entre sus manos y fue hasta su buzón de entrada.

Sus ojos se abrieron por la sorpresa.

  • ¿Eh? Qué raro. No encuentro el mensaje que me envió Sousuke – murmuraba mientras apretaba la flecha hacia abajo, buscando entre los mensajes el del chico de ojos verde agua, pero por más que buscaba, los únicos que encontraba eran los de Kisumi, Haru y Nagisa. Pero nada de Sousuke – Ummh… bueno, no creo que haya sido tan importante. El lunes le preguntaré que sucedió, cuando sea la práctica en conjunto con Samezuka – se decía a sí mismo sonriendo, tratando de ignorar aquel sentimiento de angustia que había aparecido en él desde el día anterior.

 

“No puedo seguir así, llevo demasiado tiempo esperando una señal. No sé qué es mejor, si ser fiel a tu amigo o fiel a tu corazón. Esta noche estaré en el puente donde te presenté a tu novio. Esperaré hasta las doce. Si no vienes… me iré yo”

 

Había decidido mandarle un mensaje, esperaba que viniera a su encuentro y poder por fin decirle las palabras que había estado practicando desde hace un tiempo, exactamente desde que decidió por fin decir todo lo que su corazón le pedía y gritaba cuando miraba al castaño.

Esperó y esperó, sentado en la orilla del puente, donde le había dicho que le esperaría, pero así como el brillo de las nubes se estaban apagando en el cielo y daba paso a una oscuridad sin fondo, sus ilusiones se esparcían, se apagaban, volviéndole nuevamente a la realidad, a la realidad que todo este tiempo se esforzó por no aceptar.

Así como había decidido confesarle sus sentimientos, también había pensado en las distintas situaciones que podrían suceder y en los desenlaces en los que podría terminar todo. Aquello último que le había escrito en el mensaje, no había sido mentira. Nunca jugaría con algo como eso.

Las horas siguieron pasando y su reloj de pulsera timbró, anunciando la media noche. Una lágrima escapó de sus ojos, mientras se colocaba de pie.

  • Así que ésta es tu respuesta ¿verdad? – murmuraba mientras miraba hacia el cielo oscuro, con unas pocas estrellas y una luna nueva – bien, es hora de cumplir con mi parte.

Dio uno, dos, tres pasos por el puente, hasta llegar a la línea del tren. En ese momento, la bocina del ferrocarril comenzó a sonar, anunciando que pronto pasaría por allí, advirtiendo de su venida.

  • Uno, dos, tres – murmuraba mientras veía las fuertes luces del tren acercándose a una velocidad impresionante – gracias por hacerme sentir en el cielo. Aunque sea por un instante…

 

… Llora porque no la puede ver, se pasa todo el día pensándola hasta el anochecer. Llora porque no tiene sus besos y un triste recuerdo, es un amor imposible igual que un viaje sin regreso…

 

Notas finales:

No se que carajos pasa con esto que ya no me lo copia y pega bien :T pero bueno (? espero que eso no sea impedimento xDD

 

Y que me dicen? les gusto? me quieren patear? vendran a buscarme con antorchas y tenedores gigantes? xDDD okay,no kadjk pero en verdad espero que les haya gustado :33

Esperare a sus comentarios! :DD me insipiran a seguir escribiendo *¬* kajdksdj

 

Los amo! cuidense y nos vemos! :D <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).