Sólo por esta vez.
Sólo por esta vez déjenme llorar hasta que ya no pueda, sólo por esta vez dejen que me ahoque en mis lágrimas saladas como este amargo momento, yo sólo pido eso, que me dejen sólo por esta vez.
En estos momentos me encuentro enfrente de lo que a partir de ahora será tu lugar para descansar, ¡ah! Pero déjame decirte que no es como los otros que te rodean, esta es una linda lapida blanca con un ángel muy hermoso y rodeado de hermosas flores, y que siempre estará así, llena de flores porque de eso yo me encargaré.
-Tetsu, es hora de irnos- escucho la voz de Shin llamándome, que ahora es tu viudo esposo, pero la verdad la oigo tan lejana que no me tomo la molestia ni de ver si de verdad él está lejos o no.
Yo sólo quiero quedarme aquí, enfrente de tu tumba recordando los momentos tanto felices como tristes que pase a tu lado, quiero seguir a tu lado, poder recostarme en tus piernas y sobre todo quiero sentir tus manos jugando con mi cabello y con tu linda voz cantándome una canción para arrullarme. Por favor mí querida hermana dime que todo esto es un mal sueño y que pronto despertaré en la cama y tú a mi lado sujetando mi mano, como deseo que de verdad esto sólo sea una pesadilla, pero una mano en mi hombro hace que vea la realidad.
-Hey Kuroko, Shin te está esperando afuera, ven vamos a casa.
¿A casa? Ja para que, si ya no hay nadie que me reciba en ella. Volteo a ver al dueño de dicha mano y me encuentro con una mirada marrón que me mira con preocupación, ¡ohh! Ya recordé no soy el único que está aquí mi querida hermana, mis amigos aún se encuentran aquí, ellos y yo, nadie más, claro en un principio había otras personas como tus amigos, conocidos, etc.
-Tetsu-kun por favor hazle caso a Origawa-kun, y vayámonos.
Ahora volteo a ver a la dueña de esa peculiar voz, mi amiga Momoi jamás me dejo sólo, que linda es, mmm no, no sólo ella me acompaño, sigo recorriendo con mi mirada todo el lugar y me percato de dos cosas: 1- que el cielo esta oscuro y que al parecer se avecina una fuerte lluvia y 2- que ellos siguen aquí.
-No se preocupen por mí, en un rato voy, si lo desean ustedes ya se pueden marchar, gracias por acompañarme en estos momentos- Como puedo digo todo esto de golpe y hago una reverencia.
-Tetsuya, acaso no has oído, han dicho que YA nos vayamos.- Akashi parece un poco molesto al decir esto, aunque realmente no lo está, de eso estoy seguro. Simplemente lo dice en ese tono porque está preocupado por mí y sabe que alguien debe de tomar ese papel de “duro” para que pueda reaccionar.
-Kuroko, te vez muy pálido enfermaras si no descansa un poco.- Ahora es Kagami quien trata de razonar conmigo.
-Estoy bien- No es cierto pero es lo único que puedo decir para que por lo menos me dejen de molestar un poco, y aunque no sea verdad es que simplemente no deseo irme de este lugar.
-Mientes, y ya deja de jugar Tetsu que me harás enojar y te sacaré de aquí a tirones si es necesario.- No es necesario dudar de eso estoy seguro que lo hará, después de todo es Aomine.
-Kurokochii, sé cómo te siente, pero por favor estamos muy preocupado por tu salud, desde hace unos días no quieres comer nada.
-Kuroko, si sigues así te enfermaras.- Escuchar a Midorima decir eso es un poco raro.
-No lo haré, enserio estoy bien.
-Kuro-chin~ si sigues así harás a tu onee-san llorar.- Dice con ese tono infantil de siempre, Murasakibara.
-¿Por qué dices eso Murasakibara-kun?- Frunzo un poco el ceño y mi voz se nota la molestia, ¡pero qué va! Eso me ha molestado, él no es nadie para meter a mi hermana en esto.
-Mmm porque Kuro-chin está comportándose de esa manera y lo único que hará es que se enferme y eso nadie quiere que pase eso~.
-¿Qué?- En ese entonces es que soy consciente de lo que trata de decir, todos tienen esa mirada, mis amigos de Seirin, los de Teiko y mi amigo de la infancia.
Ahora lo veo bien yo soy el culpable, pero ¿Qué desean que haga? Es normal que una persona este así cuando ha visto morir a su ser amado, ¿es que acaso tengo prohibido rendirme? Siempre he tratado de no mostrar mis emociones para no molestar a nadie, nunca me he rendido ante nada ni nadie, pero ¿por qué no me dejan sólo por esta vez a hacer algo que jamás he hecho?
-Sólo... sólo por esta vez, por favor dejen que haga lo que quiera, lo prometo mañana ya me verán como siempre, sólo dejen que llore hasta que ya no pueda más, dejen que grite lo que quiera que total no molestaré a nadie, así que, sólo déjeme solo por esta vez...- Ok lo he dicho quizás un poco mal, pero ya que, mi voz se quebró y mis lágrimas no tardaron en salir de su lugar, mis piernas tiemblan; coloco mis manos en mis ojos y lloro, ya no hay vuelta atrás he vuelto a llorar.
-¿Solo? Ni lo sueñes, tu jamás estarás solo si nosotros estamos a tu lado, ¿no por eso están los amigos? Para brindarte el apoyo que necesites, para que sean tus paños que sequen tus lágrimas, para sacarte una sonrisa si es necesario y sobre todo para darte una mano para levantarte si en tu camino llegas a caerte.- Todos miramos al portador de dichas palabras, Kiyoshi Teppei. Y al parecer todos están de acuerdo con sus palabras porque asienten con la cabeza.
-Ahora deja de portarte como un niño y haznos caso, y deja que por esta vez seamos nosotros los que aliviemos tu dolor.- Kagami lo dice tan seguro que convence a todos, me brindan una hermosa sonrisa y empiezan a decirme cosas que ya no puedo oír bien, cosas que estoy seguro son muy lindas y me animan mucho.
-Gr... Gracias por todo, chicos.- Coloco mi mano derecha en mi ojo derecho y con la otra empiezo a limpiar las nuevas lagrimas que brotan de mis cuencas azules, si he empezado a llorar de nuevo, pero ya no son saladas ahora son dulces, porque son lágrimas de alegría, porque ahora sé que de verdad no estoy solo... no, nunca lo estuve.
“Tet-chan me encantan tus ojos, ¿sabes por qué? Porque son como el cielo, son tan luminoso y lleno de vida que hace que quiera esforzarme mucho más en todo y poner algún día tocar ese hermoso cielo, así que, nunca dejes que se apaguen y se vuelvan un mar sin fondo.”
Me sorprendo por un momento porque acabo de recordar la última conversación que tuve con mi hermana y ahora sé porque me lo dijo.
-Bien, entonces vámonos.- Muestro una leve sonrisa pero eso basta para que los demás sonrían aún más y comiencen a encaminar.
Cuando empiezo a mover los pies (por primera vez de ese lugar) siento un aire que me imagino es por la misma lluvia que se avecina, pero no lo es, este aire es fresco, acogedor y es entonces que lo siento aún más, es una leve risa y un leve empujón en mi espalda. No necesito voltear a ver quién es la causante porque está de más. Sonrió.
-Sólo por esta vez dejare que las cosas sean así, pero es sólo por esta vez... Onee-san.- Esto lo digo más bien para mí pero al parecer Kise-kun se percató ya que se encontraba más cerca de mí haciendo que todos volteen a verme.
-¿Dijese algo Kurokochii?- me pregunta Kise preocupado por si me sentía mal.
-No, sólo dije que quiero comer un buen tazón de arroz y beber un rico café.
-OH entonces que así sea.- Me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa.
-Hai.
Todos caminan alrededor de mí y sé que no se separaran hasta verme en mi casa seguro y con un semblante mejor.
Sólo por esta vez... dejaré que ellos hagan lo que quieran conmigo.