Empezare escribiendo como fue que comenzó todo, cuando era pequeño era un niño normal, común y corriente, con un carisma incomparable que a todos impactaba al ver que nada me impedía desprender aquella hermosa sonrisa que nunca quitaba de mi rostro y que hacía sentir a todos a mi alrededor un poco mejor, comento mi forma de ser porque tiene que ver a como era mi verdadera personalidad.
Cuando cumplí 8 años empecé a padecer con fallos cardiacos cosa que no había tenido antes hasta que 1 año atrás tuve un infarto a lo que los doctores respondieron que era muy raro en personas de esa corta edad, pero como anteriormente había tenido un ataque al corazón estaba propenso a ese padecimiento o que simplemente nací con el problema pero los síntomas no apareciendo hasta a ver pasado ese incidente, mis padres escuchaban con atención pero pude notar por sus expresiones que ellos ya sabían todo eso desde antes de que el doctor les dijera el diagnostico lo cual ahora que lo repaso era muy extraño, también se veían preocupados y mama ni se diga estaba echa una cascada, no paraba de llorar.
Cuando al fin acabo la cita con el medico regresamos a casa, en el transcurso el sol comenzó a esconderse y el color carmesí del cielo se fue esfumando siendo suplantado por uno más oscuro haciendo relucir las hermosas y brillantes estrellas que yo observaba con mucha atención a través de la ventana, claro sin antes hacerles saber a mis padres con gimoteos, gritos y sonrisas lo hermoso que me parecía aquella escena.
Al llegar a la casa mis padres dijeron que fuera a mi habitación para arreglarme e ir a dormir pero como yo en ese entonces era demasiado curioso solo entre a mi cuarto por breves minutos esperando a que pudiera escuchar sus voces lejos y salir al despacho de papa y jugar con el antes de dormir como era costumbre, siempre lo hacíamos sin que mama lo notara y jugábamos hasta más entrada la noche solo que esta vez fue distinto a todas las demás, cuando iba a entrar en esa habitación escuche la voz de mama y me detuve en seco para disponerme a escuchar la charla, la puerta estaba entre abierta así que solo me acerque un poco sin que notaran que estaba ahí para disponerme a escuchar.
Tengo miedo….-mama soltó por lo bajo-. Nunca pensé que aquello que la anciana dijo fuera verdad, ¿que pasara con mi niño? No quiero que termine su vida a tan corta edad, sabemos que ira empeorando hasta que necesite ´´eso´´.- ¿Qué era ´´eso´´?-. Y a como es el, tan expresivo no creo que ayude en mucho.- mi madre no paraba de dar vueltas por toda la habitación mientras se rascaba la cabeza o hacia uno que otro ademan que señalaba su preocupación.
¿Qué tal si solo es una coincidencia? ¡Venga! …tenemos que ser más positivos, él es fuerte, además nosotros también tenemos que serlo, tenemos que apoyarlo en todo.- ahora papa fue el que hablo, trato de hacerla sentir mejor pero… ¿cómo hacerlo? si él también se sentía pésimo en ese momento, hasta había tratado de hacer una broma como era costumbre pero esta solo se quedó atrapada en el aire.
La positividad… ¡no está funcionando ahora! ¡Por culpa de algunos malos actos nuestro hijo está pagando las consecuencias! ¡Entiéndelo!.- grito alterada, ya no podía contener más su dolor, se detuvo y acudió a los brazos de mi padre para que le brindara el calor que tanto necesitaba ahora.
Al notar como su esposa acudía a el no dudo ni un segundo y la estrecho en sus brazos.-Lo siento, yo… yo trataba de no aceptarlo, quería que aquella maldición no fuera cierta y que esto fuera un mal sueño pero veo que no puedo seguir de esa manera…- al parecer papa también se había rendido pero, ¿ante qué? No lograba entenderlo entonces.
Solo esperemos y tratemos de hacer de nuestro hijo una persona alegre, sonriente, y buena, que quiera siempre hacer el bien por los demás. También de que su condición no empeore si no, no tendremos otra solución más que esa-.mama recargo su fina cabellera en el pecho de mi padre.
Pero si ya lo tenemos… solo tenemos que conservarlo y hacerlo relucir tanto como podamos y claro que no dejaremos que este mal.-
Yo aún seguía escuchando la charla que mis padres tenían no pude evitar sentirme confundido, triste y decidido, yo haría que mis padres estuvieran orgullosos de mi de ser posible más de lo que aparentemente ya estaban, así que comencé por irme a dormir como mis papas habían mandado antes y que yo había desobedecido.
Cuando estaba dormido tuve una pesadilla sobre brujas, duendes y ramen, soñé que una bruja me había lanzado una horrible maldición que causaría que el ramen fuera como veneno para mí y que los duendes solo aparecían para burlarse de mi enorme desdicha mientras lloraba y peleaba con los duendes para que dejaran de molestarme y cuando lo conseguí un enorme tazón apareció frente a mi ojos y sin dudarlo corrí hasta él, estaba a punto de darle el primer sorbo cuando abrí los ojos de golpe. Me lamente no haber podido comer aquella delicia.
Después de haber tenido aquella pesadilla no volví a tener otra parecida, supuse que ese sueño se había debido a haber escuchado anteriormente hablar a mi papa sobre una dichosa maldición que al parecer a mi me acechaba pero que no tenía ni idea de cómo o porque, me sentía normal, igual que siempre. No quiso contarles a sus papa sobre el sueño porque si lo hacía tendría que terminar diciendo lo indebido que había hecho, espiar y pensé que con eso no cumpliría lo que me había propuesto.
Así continuaron los días, normales, hasta mis padres parecían los mismo de siempre, bromeando, jugando y charlando conmigo, era como si aquellas pequeñas molestias que había tenido antes de espiar a sus papas se hubieran desvanecido pero no por mucho tiempo. Un día al despertar sentí que me faltaba el aire y pronto me senté en la cama tocándome el pecho esperado a que pasara el malestar lo cual sucedió pasados algunos segundos no le tome importancia así que seguí con mis tareas diarias.
Pero cada día iba peor, ya no podía subir las escaleras corriendo como era costumbre para mí, cuando lo hacía me cansaba demasiado y mi respiración era muy agitada, entre cortada y quemaba, afortunadamente mis papas aun no notaban mis complicaciones ya que yo no quería preocuparlos, mas por mi madre ya que al parecer le dolía mucho que yo estuviera pasando por eso, sobre todo por esa extraña ´´maldición´´ de la que había escuchado llamar antes ….pero por más que quisiera esconder los síntomas llegue a un punto en el que ya no podía, al dormir fingía ya estar dormido para que mis papas salieran de mi habitación y así poder amontonar varias almohadas en la parte trasera de su cabeza porque de esa forma le era más fácil respirar por la noche, pero eso era poco, a los pocos días levantarme de la cama, ducharme, cepillar mis dientes y hasta cambiarme eran un reto porque el pecho comenzaba a dolerle y no le entraba suficiente aire.
Fue entonces que mis papas se dieron cuenta.
No dudaron ni un segundo y me llevaron al hospital, al llegar fuimos recibidos por mi doctor de confianza llamado Iruka que de inmediato nos hizo pasar y al ver mi estado me mando de enseguida a una habitación para internarme. Después de esto no recuerdo bien lo que paso en los siguientes días, cada vez me sentía más débil hasta llegar al punto de estar la mayor parte dormido.
[Cambio Narrador a Tercera Persona]
Pasaron varias semanas y el niño seguía empeorando, presentaba hinchazón abdominal, dolores en el lado derecho del abdomen, mareos y falta de apetito. A pesar de que el doctor le daba medicamentos para calmar el dolor no parecían hacer efecto y lo que más le preocupaba al médico era que su paciente no mejorara en nada conforme a esto solo tenía la opción de un trasplante. Dejaron pasar más días aplicando nuevos tratamientos para ver si alguno funcionaba, Iruka no se daba por vencido tan fácil simplemente no quería tener que verse obligado a la opción de trasplante. No paso más de un mes y el niño no mejoraba, sus padres cada vez más preocupados acudían con el doctor para saber de los avances de su hijo que no era necesario preguntar porque ellos lo veían exactamente igual o peor.
Doctor, por favor sea sincero con nosotros, sabemos que nuestro hijo cada vez está peor, queremos saber qué es lo que sigue.- esta vez el padre del pequeño fuel el que hablo, ya no soportaba la impotencia de saber que nada funcionaba en la recuperación de su hijo y que él tampoco hacia algo para cambiarlo.
Su hijo no responde a todos los tratamientos que he intentado, el que le habíamos aplicado hace poco había parecido funcionar por eso no había hablado con ustedes pero ayer por la mañana cuando de nuevo le aplicaron la medicación sorpresivamente volvió lo rechazo, he tratado de hacer todo lo que está en mis manos para tratar de hacer que mejore pero nada funciona y ahora solo me queda la opción de un trasplante de corazón, lo siento mucho.- los padres lo miraron con demasiada preocupación y la madre llorando de la angustia y terror de imagina su vida sin su pequeño.
Entendemos, supongo que ahora estaremos en esa larga lista de espera, ¿cierto?- el padre fue el único que pudo hablar ya que a su esposa las lágrimas se lo impedían.
Lamentablemente sí señor, lo único que nos queda es esperar a que llegue un donador y rápido si no el niño puede morir ya que su estado es muy desfavorable-. Al ver que solo lo observaron de despidió ya que tenía otros asuntos que atender.
Después de lo dicho los padres solo asintieron con dolor y el doctor se marchó dejándolos solos pensando.
Cariño, pero…tenemos eso, ¿recuerdas? hasta ahora se ha cumplido la maldición, eso indica que la única solución es ´´eso´´ no tendremos que esperar, nuestro niño estará bien-. La joven madre no pudo evitar sentir alegría, no tendrían que estar en una larga fila de espera donde seguramente tardaría tanto que su hijo moriría en ese tiempo.
El padre ante lo dicho por su esposa, reacciono, había olvidado ese gran detalle, tendría que actuar de manera rápida para que su hijo no sufriera más de ese horroroso mal que lo acechaba, solo que ahora tendría que cuidar mucho más de él, pero eso era lo de menos, si eso implicaba poder ver a su hijo crecer y sonreír como antes lo demás sobraría9.
Al principio el medico no podía creer la barbaridad que aquellos padres le estaban contando, creía que jugaban una broma con pero tacho esa opción casi al instante al notar los serios rostros de los susodichos.
Señores, sé que están preocupados por su hijo pero, ¿un reloj? Eso es imposible.- La última pregunta sonó boba o al menos para él, ¿que acaso estaban locos? No dejaba de repetirse.
Sabemos muy bien que es demasiado difícil pero no hay ninguna otra opción, los trasplantes no funcionaran y si no hacemos esto nuestro hijo morirá.- esta vez fue la madre quien hablo, tenía que convencer al doctor de que aceptara aquella petición a toda costa.
Usted solo crea en nosotros, sé que las cosas sobrenaturales o fantásticas no entran en la medicina pero esta vez sí que lo hacen aunque sea lo más irreal que parezca, además, no es cualquier reloj, es uno en específico que nosotros afortunadamente tenemos en nuestra posesión así que por favor confié, hasta podemos firmar los papeles que sean necesarios donde aprobamos esta locura.- ahora fue le padre quien interrumpió a su esposa por la misma causa.
Todos guardaron silencio un par de segundos, los padres veían con mucha atención al doctor parecía meditar muy bien lo que le habían dicho, pasaron unos segundo más y el doctor al fin de iba a disponer hablar.
Bien, pero… aceptare la propuesta que el señor dijo, firmaran una serie de papeleos donde ustedes meditaron, pidieron y aceptaron que aquella barbaridad pase pero antes que nada quiero que me traiga aquella pieza tan especial que dice que hará que su hijo mejore. Tenemos que analizarla antes que nada.-Por supuesto, no sabe lo feliz que me hace escuchar esa aceptación, ahora puedo estar más tranquilo- dijo el joven mientras tomaba la mano de su esposa dándole un pequeño apretón intentando hacerle saber sin palabras que todo estaría bien.
La madre no pudo decir nada, ni siquiera un “gracias” ya que estaba igual que su esposo, feliz de esa pequeña gran noticia, ahora no había que perder tiempo y hacer que su hijo se recuperara pronto pensó. El doctor sin más se despidió y se fue a preparar los documentos. La joven aprovechando que su marido tenia tomada su mano lo jalo un poco para que se girara a verla.- iré a verlo-. Creo que eso fue suficiente para hacerle saber que iría con su hijo.-Bien, yo iré en un momento-. Soltó la mano que sostenía para bajar un poco la cabeza y depositarle un suave beso en los labios recargando su frente con la otra mirando fijamente aquellos ojos azul oscuro que le encantaban y lo hacían sentirse reconfortado al instante-.Casi todo está resuelto.- acaricio el cabello de su esposa, ella solo se limitó a asentir sonriendo mientras que unas cuantas lagrimas se filtraban a través de sus ojos, resbalando por sus sonrojadas mejillas.
Esa mañana era una muy importante para los tres, después de que el doctor vio aquella pieza inexplicable noto que su funcionamiento era como el de un corazón normal, claro que con la gran diferencia de que tenía manecillas que extrañamente estaban detenidas, su conocimiento no llegaba a tanto sin mencionar que no se explicaba cómo estaba vivo sin haber estado antes en un huésped que le permitiera vivir pero esos fueron detalles que no pudo resolver por más que intento. Otra cosa que les había preocupado a los padres era que su hijo no soportara la operación cosa que el médico no les negó ya que estaba muy débil pero dijo que aún tenía oportunidad. Ya eran las 7:50 a.m. y la operación se disponía a hacer a las 8:00 a.m. Ambos padres se encontraba en la habitación donde estaba hospitalizado su hijo antes de que lo llevaran al quirófano, solo lo veían y acariciaban sus suaves cabellos con preocupación revuelta con alegría, culpa y esperanza. Mientras seguían haciendo aquello el niño se removió un poco en la cama abriendo de poco a poco los ojos, ubicando a sus padres, noto que uno estaba a cada lado de la camilla tomando sus manos con cariño, él sabía perfectamente lo que pasaría esa mañana ya que sus padres se lo había dicho antes, al ver algo de miedo en los ojos de sus padres no pudo evitar sonreírles y decirles que los amaba, y que él estaría bien.
Los padres al ver aquella sonrisa de su pequeño y las palabras de aliento, no pudieron evitar sentirse orgullosos de lo fuerte que era su hijo.- Claro que todo estará bien, tu eres un niño muy fuerte igual a mí-. Dijo su madre en tono de broma haciendo sonreír a su hijo no como sus hermosas sonrisas de siempre pero si una muy cálida, su papa sigilosamente se acercó lo suficiente para que sus labios estuvieran cerca del oído de su pequeño.- Después de que la operación pase y te recuperes, tenemos que volver a jugar hasta tarde sin que mama se dé cuenta.- dijo en susurros, su hijo al temer de que su mama hubiera escuchado aquello giro la vista un poco deprisa y asustado pero al ver la cara de confusión de su madre supo que su secreto seguían siendo eso.
Lamentablemente ya no pudieron seguir platicando porque varias enfermeras entraron a la habitación haciéndoles saber que ya era la hora.
Los padres se hicieron a un lado dejando pasar a las jóvenes no sin antes dejarle un beso a su hijo, su madre lo lleno de besos mientras que su padre solo los veía sonriendo.- Te amo demasiado, hijo así que se muy fuerte por ambos.- miro a su esposo y devolvió la mirada al niño.
Las enfermeras salieron de la habitación con la camilla del infante y claro, con él en ella, los padres lo siguieron hasta la puerta para entrar al quirófano donde solo se abrazaron y vieron cómo se llevaban a su hijo.