Estar en los brazos de Claude era lo que más quería, necesitaba sentir su calor, sentir el latir de su corazón si es que aún latía; pero lamentablemente no era así él sólo amaba a Ciel y él amaba a Sebastián.
Hacia lo posible porque me amara o al menos tener su atención, me vestía de forma provocativa y hasta a veces vulgar sólo para que se fijara en mí y simplemente no lo lograba.
Me estaba autodestruyendo tenía que ponerle fin a esta situación, no podía seguir viviendo sabiendo cómo eran en verdad las cosas.
Esa noche soñé que llegaba Ciel a mi mansión gritando que amaba a Claude y él se le acercaba diciéndole que el siempre le amó, que las noches que pasó conmigo sólo lo hacía por el contrato porque nunca sintió algo por mí.
En ese momento se besaron enfrente de mí sin importarles mis sentimientos, cuando se separaron se miraron directamente a los ojos; yo empezaba a gritar furioso pero ninguno de los dos me volteaba a ver y se iban dejándome en el suelo llorando arrodillado.
Cuando desperté sentí un vacío en mi interior realmente le amaba y rompí a llorar, quería que mi vida dejará de existir y dejar de sentirme así, lo busque en mi cama lo hacía en vano pues sabía cuál era la respuesta simple, no estaba. Me levanté directo al baño a lavarme la cara estaba a punto de amanecer y no quería que me viera así de frágil eso jamás lo permitiría; al mirarme note que mi rostro estaba enrojecido, mis ojos muy irritados e hinchados. Me lave la cara espere a que se me bajará para que nadie notará lo que pasó, cuando vi que ya no era notable salí y subí otra vez a la gigantesca cama, era enorme cuándo él no estaba.
No quería verlo, él sabría que estaba así por él y se burlaría en mi cara, me recosté y cerré los ojos fingiendo dormir; después de 15 minutos exactamente escuché los pasos firmes de Claude, entró y fue directo a las ventas a recorrer las cortinas.
-Señor -dijo en tono neutral como siempre- es hora de levantarse, por favor Señor tiene muchos documentos que firmar
Por que siempre era así? No se da cuenta que me lástima con su indiferencia? Al menos podría fingir una estúpida sonrisa delante de mí, a caso no era lo suficiente para él?
Sin más levante y empecé a tallarme los ojos intentando parecer molesto por levantarme cuando aún tenía sueño.
-Vamos Claude, déjame dormir un poco más estoy muerto-dije con mi tono característico para fingir que toda estaba normal conmigo.
-Lo lamento señor, tiene muchos pendientes. Así que por favor- seguía con su rostro serio mirando hacia la nada, podía ver que en sus ojos había un destello de luz. Así que otra vez.
-Tks... Está bien- me acerqué a la orilla de la cama y empezó a vestirme, sentía como sus manos rozaban sin querer mi piel y él con su estúpida indiferencia. Mi atuendo era el de siempre, unos pantaloncillos extremadamente cortos, unas medias que llegaban más arriba de las rodillas, una camisa blanca con un chaleco verde, mi típica capa violeta y mis botas, como me desagradaba vestirme así pero lo así por él.
Cuando terminó se levantó y sus mirada estaba clavada en la nada.
-Señor quiere el desayuno en el comedor? O prefiere algún otro lugar? -Dijo con voz fría
-Sólo retírate, por favor. No quiero desayunar- dije mirando al suelo
-Sólo le recuerdo que tiene que tener energías para que no se enferme
-No te preocupes, no me dejaré morir para que puedas obtener mi alma, así que por favor retírate. Es una orden- está a punto de llorar otra vez, como pude hice que mi vos no sonara quebrada.
- Yes, your Highness- dijo en su típica reverencia, sin más salió como sí nada
Por que fui tan estúpido en enamorarme de una persona tan fría e indiferente? A caso era un masoquista?
Avance lentamente hasta la ventana, el jardín era precioso tenía que admitirlo aunque odiaba las rosas blancas que había hacían una hermosa combinación. Sin darme cuenta otra vez bajaban lágrimas por mis mejillas, unos golpes me sacaron de mis pensamientos.
-Joven, abra. Soy Hannah-dijo con voz suave y algo preocupada. Me limpie la cara me mentalicé para lo que viniera y abrí. Traía un carrito con mi desayuno.
-Dije que no quería desayunar- dije en tono arrogante y ella sin esperar a que dijera algo entró a mi habitación, me quedé estático y cerré la puerta.
-Mis más sinceras disculpas, pero aún es joven y tiene que comer para estar sano- sonrió de manera maternal.
Sin querer me fui a abrazarla y ella correspondió abrazándome aún más fuerte- ya mi niño, no lloré más que me lástima verlo así
- Hannah lo amo, no puedo dejar de hacerlo
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