Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Just a memory of us -MakoHaru- por Kikyome

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Esto es algo que escribí para una amiga y pensé en compartirlo...

Desde muy pequeño Haruka sentía que era diferente a los demás, más reservado y callado por fuera pero en sus interior nunca estaba tranquilo, siempre observando a los demás, las personas eran algo incomprensible para él, diciendo una cosa y luego actuando diferente, guardándose lo que realmente sentían o pensaban, problematicas, las personas eran problematicas para él, no eran como el agua, simpre clara, tranqula, en ella podía dejarse ir sin preocupaciones, nunca se sentía rechazado en el agua y era el único lugar donde su mente estaba en completa paz.

 

Pasar la vida sintiéndose como un extraño, sin jamás compartir con otras personas, cada día volviénose más y más cerrado, pensó que así sería su vida siempre hasta el día en que lo vio, un par de ojos esmeraldas entrando por la puerta de su salón, tan expresivos como un libro abierto, podía ver el nerviosismo en ellos, casi a punto de llorar, su pequeña boca torcida en un puchero completando el cuadro, al principio sólo le pareció otro chico más, Makoto era su nombre y conforme pasaba los minutos a su lado, podía notar que era alegre, cuando su boca sonreia sus ojos tambien lo hacían y parecía de algún modo ser....especial.

Sin embargo Haruka no era del tipo de chicos que buscaba la compañía de los demás y por más especial que este Makoto pareciera no se arriesgaría a romper la paz de su vida rutinaria.

 

Una tarde, una de las ultimas del verano, el clima ya estaba cambiando y los suaves rayos del sol no eran suficientes para calentar el ambiente, Haruka estaba como de costumbre contemplando la tranquila agua de la piscina de la escuela, ahora ya no podía nadar en el mar ni aqui, esa época le parecía complicada y habría seguido detenido en sus pensamientos si no fuera por aquella voz alegre que lo trajo de regreso al mundo real.

"Es una lastima que ya no se pueda nadar  verdad?"

 

Esas habian sido las palabras dichas por el castaño, quien lo contemplaba alegremente con una sonrisa como un cachorro a la espera de su recompensa. Lo miró analiticamente por varios segundos, no entendía por qué le hablaba ni que quería, aunque en realidad  parecía no querer nada, parecía puramente amistoso, pero no podía estar seguro, antes de que pudiera seguir en su monologo interior, lo vio hablar de nuevo.

 

-ah! Lo siento~ sólo pensé que a Haru-chan debe gustarle mucho el agua~ siempre estas  viendo la piscina y me preguntaba si no has pensado en entrar en el club de natación de la ciudad!!-

 

Cada palabra dicha con emoción e inocencia, aquella puresa le recordaba lo cristalino del agua en los rios, sin ocultar ninguno de sus secretos, este chico, que era mas o menos de su porte, y sin embargo se sentía algo impresionado por algo que no sabía identificar, sólo asintió sin cambiar la expresión de su rostro, incluso dejó pasar por alto lo de "Haru-chan" y que fuera la segunda vez que parecía contestar a una pregunta que bailaba en su mente, como si pudiera entenderlo, su rutina estaba cambiando y prefería alejarse antes de que fuera demasiado tarde.

 

Dio media vuelta sin detenerse a ponerle un fin a aquella  conversación que él no había iniciado, ese fue su primer error, ya que Makoto aceleró sus pasos y comenzó a caminar casi a su lado, obviamente tomando su silencio como una invitación a continuar caminando juntos.

 

Tras unos minutos en que el castaño no había dejado de hablar la paciencia de Haruka se iba acabando y en cuanto estaba a punto de abrir la boca para decirle algo, el pequeño de ojos verdes, ahora preocupados, torció su boca en una mueca que no supo descifrar y respondió la pregunta que Haruka llevaba en su mente.

 

-Lo..lo siento! Es que....mi casa también queda por aqui.......se....se que a Haru-chan le molesta estar con otras personas pero.....a veces Haru-chan parece sentirse solo y por eso...por eso yo....yo.....-

 

Aquella voz se fue apagando hasta que los ojos verdes estuvieron clavados en el suelo, las jovenes manos del chiko fuertemente aferradas a su mochila y algo que hizo el pecho de Haruka doler lo empujó a decir aquellas palabras sin darle tiempo a si quiera pensar lo que decía: "no...es molestia..." y tan solo con eso la brillante sonrisa del otro volvió más radiante que antes, se sintió reconfortado y molesto a la vez, sentía que ese chico estaba aí a su lado, dentro del mundo paralelo en que siempre le pareció habitar sólo, donde nada más que el agua podía abrazarlo y llegar a hacerle compañía, sentía que Makoto podía entrar en él, se sentía inquieto, como una sacudida que atormentaba su pecho.

 

 

Aquel era su recuerdo más preciado, su primera conversación con Makoto, después de ese primer encuentro se daría cuenta que ese chiko no ocultaba nada, era inocente y puro como el agua de las montañas, se adaptaba a la rutina del pelinegro, siempre alegre y brillante como el sol en primavera, en poco tiempo se encontraba sonriendo a su lado y cuando lo convenció de entrar en el club de natación vio más profundo en el ojiverde, aunque siempre optimista podía sentir que guardaba algo en su interior, cuando nadaba no parecía disfrutarlo, no parecía feliz, como si luchara contra el agua, la veia como enemiga, tenía miedo, no podía entenderlo, pero tampoco quiso preguntar.

 

Una de aquellas  tardes se habían quedado un poco más que los demás, Haruka flotaba mientras Makoto lo observaba embelezado, por segunda vez Haruka sintió un pinchazo de dolor.....quería saber, con eso en mente se decidió a pronunciar el nombre de Makoto y mirándolo a los ojos intentó formar palabras de sus pensamientos, sin embargo aquella molesta cualidad que tenía el castaño le ganó de nuevo.

 

Makoto le contó algo muy personal, un recuerdo doloroso, vio sus ojos empañarse y se sintió intranquilo, como agua agitada en un recipiente sin poder huir, quería decirle algo pero no sabía qué, se encontraba complicado con sus emociones y sabía por la sonrisa compasiva que Makoto le estaba dando que entendía muy bien lo que pasaba y no iba a pedir más que eso.

 

En un acto que sorprendió a ambos, Haruka comenzó a nadar, nadó intentando buscar una solución, queriendo que el agua se llevara sus preocupaciones quería calmar el bullicio de su mente, quería poder estar tranquilo para asi transmitirle tranquilidad a Makoto, quería algo que no sabía que era, estar en compañía de Makoto era complicado, pero no como estar cerca de los demás, era diferente y le robaba la tranquilidad, sin embargo sólo cuando estaba a su lado podía sentirse seguro, en paz y aceptado, casi como cuando estaba en el agua, Makoto le daba esa sensación y le hubiera gustado saber como hacerle sentir lo mismo.

 

Para el tiempo en que dejó de nadar no había pensado en ninguna brillante idea, llegó al borde de la piscina y continuaba mirando el agua, no quería ver los ojos resignados de Makoto, aquella sonrisa falsa no le gustaba.

 

"Arigatou~ Haru-chan"

 

Extendiendole su mano el castaño tenía la expresión más dulce que Haruka le hubiese visto hasta entonces, era problematico y sin embargo, se encontró esperando ver aquella mano y aquella sonrisa cada que terminaba de nadar, después de cada entrenamiento y la compañía de Makoto cada tarde de regreso a casa, cada mañana rumbo a la escuela, las palabras que parecían no tener fin como una cascada que desbordaba impetuosidad, era refrescante tenerlo cerca cada día, aunque eso era algo que Haruka jamás admitiría.

 

-FIN-

 

 

 

-Extra-

 

 

"Haru Haru"

 

Aquella voz que había cambiado tanto, al igual que su cuerpo ahora completamente masculino, no combinaban para nada con esa pureza infantil que el castaño mantenía intacta. Abrió los ojos y miró con algo que podría pasar como molestia para cualquiera pero no para Makoto.

 

"Haru~ siempre te vez tan apacible cuando estas en el agua....qué es lo que piensas?"

 

.....

 

En qué pensaba?

No podía decirle que le agradaba perderse en recuerdos de cuando eran pequeños, historias y momentos de lo maravilloso que había sido conocerlo y menos de cómo su mente divagaba recordando el momento en que se dio cuenta de que necesitaba a Makoto a su lado, lo quería, lo esperaba, se sentía intranquilo al no estar a su lado y furioso como el mar cuando otros se interponían en su tiempo junto al ojiverde. Cosas así no podía decirlas pero en momentos como ese, en que clavaba sus ojos azules en Makoto y lo veía sonrojarse y parecer apenado desviando su mirada podía jurar o al menos le gustaba creer que tal vez, sólo tal vez, Makoto sentía lo mismo que él.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).