Muchas veces a lo largo de mi vida me he preguntado porque la vida suele ser tan injusta con muchas personas; algunas personas parecen que nacieron con todo lo necesario para ser felices mientras otras tienen que buscar el significado de su existencia ya que la vida es tan miserable que la esperanza es representada por simples frase.
“todo sucede por una razón” o “quizás algún día todo valga la pena”.
Es normal que las personas busquen alguna razón en todo lo malo que les pasa, pero hay ocasiones en las que no encuentras algún motivo por la cual naciste siendo tan miserable, simplemente naciste así, no hay más. Aun me pregunto porque sigo autocompadeciendome, supongo que es porque el día está nublado y hace mucho frio, debo admitir que este tipo de clima me agrada pero a la vez me deprime de sobremanera.
-¡Hey! Cuidado con el balón.
-¿He?- estaba tan absorto en mis pensamientos que ni siquiera me di cuenta que el balón venia hacia mí. Si, los deportes no son lo mío.
-¡Entrenador, Beyond está herido!
-N-No se preocupen, estoy bien.- Vaya que si me ha dolido pero no fue tan grave, de cualquier forma consigo levantarme del suelo pero creo que mi nariz está sangrando.
-¿Qué? ¿Quién le ha dado con el balón? –El entrenador se acerca a la cancha hasta estar frente a mí y me extiende un pañuelo.- Ve a la enfermería Beyond, creo que te han roto la nariz.
- Fue Matt, yo lo he visto.- un chico rubio contesta entre risas, creo que se llama Mihael.
-¿Pero qué carajo Mello? ¡Si has sido tú! –este chico debe ser su mejor amigo, los he visto todo el tiempo juntos desde el comienzo del curso.
-Entrenador, no tiene que castigar a nadie. Fue mi culpa, estaba distraido.
-¿Estás seguro? Si fue alguno de ellos dos tienen que por lo menos ofrecerte una disculpa.
-No hace falta, ¿puedo ir a la enfermería?
-Claro, lo veo la próxima clase. Los demás 10 vueltas a toda la cancha.
-¿Qué? Pero si ya ha dicho que fue su culpa.- al parecer el chico rubio tiene un carácter algo agresivo.
-No me importa ¡a correr joven Kheel! –así que ese es tu apellido, supongo que ya no importa. Lo único que quiero es llegar a la enfermería, esto realmente duele mucho.
Supongo que debe ser por este pasillo, si no mal recuerdo estaba pasando la sala de profesores. Genial, la encontré.
-Hola ¿puedo ayudarle en algo? Oh su nariz está sangrando, por favor siéntese en esta silla.
-¿Mi nariz está rota?
-Al parecer solo no, solo debes presionar este pañuelo en tu nariz y mantener tu cabeza un poco hacia arriba hasta que se detenga el sangrado. Te daré unas algunas pastillas para el dolor.
-Gracias.- Solo tomé las pastillas y me dirigí a mi salón de clases, aun faltaban como 10 minutos para que terminara la clase, supongo que podre relajarme un poco más.
Me dirijo a mi asiento, el cual se ubica a lado de la ventana. Es curioso que en la mayoría de las series anime/manga el protagonista siempre se ubica a un lado de la ventana, como si eso hiciera que el resto pasara a un tercer plano y toda la atención se concentrara en el, pero lamentablemente eso no me pasa a mí. Desde hace dos meses me mude con mi familia a esta ciudad pero no he conseguido adaptarme ya que al parecer muchos ya se conocían de sus antiguas escuelas, pero no es como si no me notaran. Claro que lo hacen pero eso se debe a que poseo unos intensos ojos rojos y al parecer eso los asusta, no es como si con este color de ojos fuera el anticristo.
-¡Te digo que ese chico debe tener algún pacto con el diablo! ¿De qué otra forma explicas sus ojos demoniacos? –al parecer es Mihael acompañado con su mejor amigo. Quiero imaginar que no se refieren a mí.
-M-Mello, ejem, creo que no deberías decir eso.
-¿Qué? ¿Por…? –Solo me limite a mirar por la ventana, de cualquier forma ya me he acostumbrado a ese tipo de comentarios. Ellos se sientan en el fondo del aula.
A los pocos segundos el resto de la clase entró acompañados con el profesor de filosofía, fue bueno tener unos pocos minutos de paz, después de todo solo faltan dos horas para las 3:00 y entonces no tendré que soportarlos. No es que alguien del salón me desagrade, es solo que no me gusta convivir con muchas personas.
-Bueno faltan 10 minutos para que finalice la clase, así que solo les dejare que hagan una tarea en parejas. La tarea consiste en ver una película en la que se puedan apreciar algunas dudas existenciales que suele hacerse las personas a lo largo de su vida, después tendrán que hacer un reporte de dicha película. Los equipos los formare en este instante de acuerdo a la lista.
Realmente no me importa quién sea mi compañero, de cualquier forma es solo una simple tarea. No es el fin del mundo.
-Beyond, tu harás el trabajo con Mihael.- Supongo que en ocasiones si puede parecer el fin del mundo. La clase comenzó a murmurar ¿tan malo era hacer equipo con el “chico demoniaco”?
-Disculpe profesor ¿podría hacer el trabajo solo? –ese chico parecía realmente inconforme con la situación, después de todo el cree que tengo un pacto con el diablo. Qué tontería.
-No.
El profesor continuo con el resto de los nombres, mientras tanto yo solo podía escuchar como el rubio se quejaba con su amigo pelirrojo así como los demás le decían cosas como “deberías llevar una cruz o agua bendita haha”…
-Muy bien ya que los equipos están formados, nos vemos la próxima clase.
El profesor salió de la clase y todos seguían murmurando cosas, de alguna manera sabia que estaban hablando sobre mí y la mala suerte que debía de tener Mihael al tener que pasar tiempo conmigo.
-Mello hoy no nos iremos juntos a casa, tengo que ir a hacer la tarea con Linda.
-Sí, que suertudo Matty.
-Haha vamos Mello quizás puedan invocar un espíritu o algo así.
-Que gracioso Matty, creo que debería de borrar esa sonrisita tuya de un golpe.
-Hehe no hace falta Mello, me voy. Nos vemos mañana.
-Sí, adiós.
El chico rubio se despidió de su amigo, al parecer se conocen desde hace mucho tiempo, incluso se llaman por sobrenombres…
-Bien, ya que el trabajo se entrega mañana, supongo que deberíamos hacerlo hoy.-la expresión de este chico es como si se forzara a actuar de forma intimidante.
-Sí. Mis padres no llegan a casa hasta altas horas de la noche, podrías venir a mi casa si gustas.
-Solo te diré algo. Si intentas algo no dudare en golpearte.
-Claro…-¿Qué rayos pasa con este chico?
-Bien, vamos.
El camino a casa fue demasiado incomodo, ninguno de los dos dijo una palabra. El solo mantenía su expresión intimidante y yo solo me limitaba a una expresión seria. Juro que el camino a casa no parecía tan largo cuando vengo solo, pero a lado de este chico parece como si caminara al otro lado de la ciudad…que incomodo.
-¿Cuánto falta?
-Nada, ya hemos llegado.
-Tu casa es muy grande ¿vienes de una familia adinerada?
-No, mi madre heredó la casa por parte de una de sus tías.
-Vaya, que suerte.
-Mi habitación esta por aquí, sígueme.- subimos las escaleras y entramos a mi habitación.- puedes prender mi computadora y buscar la película para el reporte, yo iré a pedir una pizza.
-Está bien, aquí espero.
Narra Mello:
¡Vaya! Aun no puedo creer que este en esta casa con este chico, el ambiente es realmente incomodo. No sé cómo voy a sobrevivir estas próximas horas, además este chico me da algo de miedo pero tengo que mantenerme firme para que no lo note. Su habitación es algo grande aunque tiene muy pocas cosas.
Tiene varios libros en una pequeña estantería, un armario, una mesita de noche, una cama, una computadora y hay varios cuadernos, no parecen de la escuela. No es que sea entrometido pero realmente tengo curiosidad.
Tomo uno de los cuadernos y comienzo a ojear las paginas, hay demasiados dibujos, debo admitir que es un gran dibujante. Parece que el resto de los cuadernos también contienen dibujos, bueno buscare la película. Prendo la computadora y no veo nada fuera de lo normal, parece que me estuve alarmando por nada, solo es un chico como cualquier otro…bueno ahora puedo estar relajado.
-Volví, no sabía que bebida traerte así que te traje agua.
-Oh, gracias.- me pregunto que pasara por la mente de este chico, no hay nada raro en la habitación pero hay algo en su apariencia que aun me asusta y no me refiero a sus ojos rojos.
-¿Ya haz encontrado alguna película?
-Bueno, encontré una llamada “en busca de la felicidad”.
-¿Crees que estaría bien ver esa?
-¿Qué más da? Seguro que ni le pone atención al reporte, después de todo tiene que leer varios.
-Supongo...
-¿Puedo preguntarte algo?- Me levanto de mi asiento frente al computador y me parado frente a él.
-¿Dime? –tengo que mirar hacia arriba, el tipo es muy alto pero tengo que mostrarme rudo.
-¿Por qué eres tan serio y aislado?
-No soy aislado, lo que sucede es que todos se apartan de mi por mi apariencia…es gracioso que tu lo preguntes ya que me llamaste demoniaco a mis espaldas.
-Eh…mierda.- Mello, esta vez lo has arruinado.- Bueno, es que es verdad… ¿naciste así o realmente estaba en lo cierto?
-Soy el anticristo.
-¿Qué? –no pude evitar alejarme aterrado ¡tenía razón!
-Hahaha pero hubieras visto la cara que pusiste.- este chico se río, no puedo creer que me haya hecho una broma.
-¿Qué pasa contigo? Con esos ojos cualquiera se lo creería ¡casi me da algo!
-Es lo que te mereces. Primero me golpeas con un balón y después dices de cosas de mí a mis espaldas ¿Qué clase de persona eres?
-Bueno es tu culpa por ser así.-parece que este chico ha sacado su lado agresivo, pero ya no me da tanto miedo.
-¿Mi culpa? No todos podemos nacer con ojos bonitos como los tuyos
-¿Acabas de halagarme? –no pude evitar sonrojarme por ese simple comentario.
-¡No es un halago! B-Bueno quizás si pero ¿sabes algo? Te metes con mi apariencia cuando tu luces como una chica.
-¡Nadie me dice chica!- No pude evitar abalanzarme sobre este tipo, lo que más detesto es que me comparen con una chica ¡tengo que golpearlo!
Narra Beyond:
Este chico está loco, solo me estaba defendiendo y ahora intenta golpearme. De alguna forma logró tirarme al suelo y se puso sobre mí.
-¡No cubras su rostro con tus brazos! Así no puedo golpearte.
-¿Y por que querría que me golpeara una chica como tú? Haha No eres mi tipo, lo siento.
-Hijo de puta, voy a desfigurarte el rostro.- este chico es fuerte pero no lo suficiente, es mal delgado y bajo que yo así que fue fácil invertir la situación y hacer que el quedara debajo de mi.
-¿Ahora quien la chica en peligro?
-Quítate de encima y suelta mis brazos.
-Puedo sujetarte ambos brazos con una mano, tus muñecas son delgadas, eres toda una señorita Mihael.
-¡Voy a matarte!
-¿Ahora qué hare contigo Mello? –me acerqué a oído y le susurré algo que seguro lo hará estremecer.- Podríamos divertirnos un rato ¿no crees? –de forma lenta metí una de mis manos por debajo de su camisa y acaricie su abdomen.
-¿Pero qué haces? Yo no soy como tú… esto no me gusta.- el chico comenzó a forcejear pero no era lo suficiente fuerte para soltarse, esto me está divirtiendo mucho.
-Vamos Mihael, se que lo estas disfrutando.- comencé a besar su cuello de forma lenta mientras seguía acariciándole.
-D-Detente…aah.- no pude evitar asombrarme cuando lo escuche gemir y entonces miré su rostro, estaba realmente sonrojado, incluso parecía otra persona.
-Pensé que no eras como yo…hahaha.- reí con cinismo y sujete su rostro con una mano para después besarlo a la fuerza, al principio se resistió pero de alguna forma pude introducir mi lengua en su cavidad para después lograr que nuestras lenguas se acariciaran en un beso muy apasionado. Pude escuchar leves gemidos de su parte y pude sentir como su respiración se agitaba. Tuve que interrumpir el beso debido a que estaban tocando el timbre, debe ser la pizza…
-Parece que alguien ha roto nuestro mágico momento Mihael, deberías ver lo sonrojado que estas Hahaha.
-C-Cállate Beyond, cuando regreses voy a golpearte.
-Claro…-parece que será una tarde muy divertida.
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