Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ciel ¿Es infiel? por SebbyPhantomhive

[Reviews - 116]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este nuevo fic que surgió de repente en mi mente espero sea de su agrado, pues no hay una pareja definitiva sino mediante se vaya desarrollando la historia...

Espero contar con su apoyo como siempre 

^^

gracias 

Notas del capitulo:

Este primer capitulo abre esta historia que ni yo sé como terminará :D 

Eran aproximadamente las diez de la mañana y en una habitación de una prestigiosa mansión en las afueras de Londres se veían unas siluetas recostadas en la cama bajo las blancas sabanas, seguramente acurrucados por el frio que hacía o por la simple razón que se mostraban cariñosos, no sé sabia… pero de repente un murmullo se escuchaba bajo las sabanas.

-Sebas… Sebastian… llamaba en un susurro una voz juvenil.

-¡Oye ya es tarde…!- Le gritó enseguida al destaparse y ver la claridad del dia que se colaba por una de las cortinas del gran ventanal. –Oye…!- Le gritó de nuevo sacudiéndolo con fuerza al ver como lo ignoraba.

-¿Qué sucede? ¿Por qué el escandalo?- Decía entre bostezos un hermoso hombre sentándose en la cama con pesadez. –Debe ser tarde…- Murmuraba malhumorado Ciel tratando de levantarse de la cama pero una mano lo detuvo.

-Ciel… es temprano, quedémonos así un rato más- Le rogaba el demonio sutilmente recostándolo de nuevo para abrazarse a él y seguir durmiendo.  -¿Cuándo te convertiste en un demonio ocioso?- Cuestionó el jovencito con mala cara pero aun así se dejaba consentir por el cálido abrazo de su demonio.

-Desde el día que nos enamoramos, cariño- Respondió con una bella sonrisa Sebastian haciendo sonrojar al conde con esa declaración, -No me metas en tu ocio, solo te aprovechas porque de cierta manera no puedo negarte nada- Refutó con fingida molestia y un pequeño puchero que fue deshecho por un apasionado beso de su demonio, aunque tratara de resistirse era imposible el hacerlo estaba a la entera disposición de Sebastian, no tenía más remedio, estaba enamorado de él que era difícil negarle un beso, un abrazo, una caricia…

-¿Qué hora es?- Decia Ciel entre besos, sintiendo como su cuerpo desnudo comenzaba a excitarse, ya habían pasado hasta altas horas de la madrugada en una sesión por demás amorosa, y parecía que empezarían la rutina matutina. –No sé… el reloj está en el chaleco que arrojaste anoche por allá- Respondia divertido el demonio señalando el chaleco en un rincón de la habitación.

-Fue un buen lanzamiento…- Dijo jactancioso con una sonrisa Ciel al ver la distancia de su lanzamiento teniendo sobre él a su fiel mayordomo que se perdía en su sonrisa atrapando sus labios de nuevo. –Es en serio Sebastian, es tarde… recuerda que tenemos una cita con esa persona de la información…- Con dificultad aclaraba el conde pues sentía como los cálidos y húmedos labios de su amante besaban con ferocidad su cuello y oído, haciéndolo sutilmente tiritar de placer.

-Basta… Sebastian…- Le gritó Ciel al ver que la situación se tornaba más candente, y de verdad esa era una cita importante que no podían perder, el demonio lo miró fijamente y dejó de besarlo, resentido se levantaba dejando ver su desnudez al jovencito, que veía su espalda y trasero tan bien esculpidos que morbosamente el los contemplaba mientras mordía sus labios. –Sebas… no te enojes…- Decía  Ciel con cariño tratando de calmar a su demonio parándose en la cama lo abrazaba obligándolo a verlo, pero el perspicaz mayordomo sabía que ese actuar cariñoso tenía otras intenciones ocultas.

-Solo porque masajea mi trasero de esa manera, lo perdono- Murmuró pícaramente Sebastian dejándose manosear de Ciel que con disimulo en ese abrazo había colocado sus manos en el firme trasero de su amante. –Tch… yo no tocaba nada… mis manos resbalaron- Murmuró con fingida inocencia el jovencito, viéndose los dos se daban un dulce y firme beso como saludo para empezar bien ese día, segundos después se veía a Ciel recoger sus ropas que estaban esparcidas por la habitación cuando escuchó la voz de su demonio llamarle.

-¿Qué sucede?- Preguntó con duda. –Son las diez- Dijo el demonio con recelo.

-Te dije que era tarde, maldito ocioso- Refunfuñaba Ciel buscando de prisa ropa limpia para ponerse y salir pues esa cita era a las diez y ya estaban atrasados. –Ahora todo es mi culpa- Murmuraba malhumorado Sebastian buscando su ropa también, escuchaba refunfuñar a su amo que presuroso se vestía.

-¡Buen día  joven amo…! Minutos después le saludaba muy alegre Finny en el jardín al ver salir de prisa a su amo junto a Sebastian que presurosos salían al carruaje quienes lo ignoraron y se fueron enseguida. -¿Por qué estas triste? Dice Emily- Se escuchaba decir a Snake que salía al jardín y notar el rostro triste del jardinero al sentirse ignorado.

-El joven amo me ignoró- Respondía triste el jardinero y sus ojos amenazaban con llorar,  -que hermosas flores, son las favoritas de Emily- Decía en un murmullo Snake mirando las flores que tenía Finny que seguramente eran para el amo, pero este lo había ignorado.

-¿Tu crees que son hermosas?- Cuestionó con una sonrisa el rubio olvidando el desplante anterior. Snake desvió la mirada y se notó un pequeño sonrojo en sus palidas mejillas. -¿Crees que al joven amo le hubieran gustado? Decia muy ilusionado Finny con los ojos que le brillaban, era un tipo de admiración que más parecía amor, Snake deduciendo lo que pasaba sintió un poco de coraje en su interior.

-No sé- Dijo en voz baja y se alejaba de él, Finny lo veía alejarse y no entendió por qué se había molestado Snake, quedándose con esa incertidumbre seguía cortando las hojas de las flores. Así pasó la mañana y parte de la tarde en un camino cercano de la mansión se veían dos seres que se besaban descontroladamente tratando de ser silenciosos, saciaban sus labios de pasionales besos.

-Shhh… Sebas… tian… Se escuchaba el murmullo agitado de Ciel sintiendo como Sebastian en el asiento del carruaje lo devoraba a besos, -Cuando lleguemos a… la mansión…- Susurraba con dificultad el conde cuando fue callado por un beso. –Déjame hablar, idiota- le dijo molesto deshaciendo el beso.

-¿Cuando lleguemos a la mansión… puedo hacer todo lo que quiera?- Dijo Sebastian. -¿Eso ibas a decir?- Terminaba de decir con una sonrisa lasciva el demonio, Ciel asintió con  la cabeza afirmando aquello y ambos ansiosos nuevamente se besaban, cuando escucharon que el carruaje se detuvo sabían que habían llegado, pretendían disimular su ansiedad pero lo que más anhelaban era llegar de prisa a la habitación principal y saciar sus deseos encerrándose allí hasta la noche, pero sus ímpetus fueron calmados cuando en la entrada de la mansión estaban los sirvientes con cara de sorpresa.

-¿Qué hicieron ahora?- Aclaró con molestia el conde sospechando que algo habían hecho sus sirvientes, cuando le mostraron una canasta. -¿Qué con esa canasta?- Cuestionó Ciel con extrañeza al ver una común canasta, todos le indicaron tanto a amo y mayordomo que se acercaran,

-¿Qué significa esto?- Murmuró extrañado y sorprendido el conde y una idea cruzó su mente al ver lo que esa canasta guardaba, y esa idea lo enojó mucho mirando con odio a su demonio que estupefacto no acertaba que pensar se le notaba en el semblante.

Notas finales:

gracias si leyeron este primer capitulo esperaré los reviews sabiendo su opinión... el primer capitulo es importante y es lo que da a saber si es de interes o no

gracias por leer y esperaré ansiosa su review

besos :*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).