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Chaos 3 +Destiny+ por q-feuille

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Notas del capitulo:

+PERSONAJES EN MI PAGINA DEVIANTART+ (mi pagina esta en ingles ¿ok?)




Personajes en este Chaos:

Daegon
http://q-feuille.deviantart.com/art/Daegon-7-539778933

Kiba
http://q-feuille.deviantart.com/art/Kiba-8-539778789

Milfey
http://q-feuille.deviantart.com/art/Milfey-9-539778513




Mi pagina Deviantar:
http://q-feuille.deviantart.com/

-La vida, el mundo, el futuro… todos ellos, nos dieron una segunda oportunidad. Tenemos todo para seguir adelante, pero claro, lo haremos a nuestra manera, a nuestro tiempo

Tres muchachos, parados en medio de un pilar de cuerpos en el suelo, cuerpos de criaturas aterradoras, los KiraGamis.

Milfey: Buen trabajo chicos, ahora podemos descansar

El joven Milfey, era un chico rubio de cabello ondulado, denominado como coqueto, delicado, de “clase”.

Daegon: Regresemos al refugio…

El joven Daegon, un muchacho de origen asiático, cabello corto y negro, de carácter serio-preocupado. Como si escondiera miles de secretos.

Kiba: Si, lo sabemos, no tenes que repetirlo una y otra y otra vez, enserio te pones molesto

Y por último Kiba, cabello color marrón café, ojos sin brillo. Su rostro expresa con claridad como retiene necesidades variadas. Ropa maltratada, sucio, un tanto rebelde.
Regresan a su refugio lentamente. Mientras, en la caminata.

Kiba: Milfey…

Milfey: …

Kiba: Te estoy hablando…

Milfey: ...

Kiba se le acerca, es entonces que apunto de llamarlo nuevamente es empujado por el rubio, tan bruscamente que Kiba cae en un charco de agua.

Milfey: No te me acerques, estas muy sucio

Esto enfada a Kiba, sin levantarse se queda mirando a sus compañeros como se apartaban de él, enseña sus dientes, golpea el charco con su puño izquierdo, se vuelve a poner de pie.

Se esconden en un lugar similar a un almacén, grande, cuidado, ventanas selladas con madera, puertas bloqueadas con varias mesas, sillas, muebles, las ventanas más pequeñas mantenían su mugriento cristal, nada se podría ver del otro lado.
Al entrar los muchachos se encuentran con una fogata esperándolos, una fogata cuyo fuego era débil, a punto de apagarse.

Daegon: Voy por más libros

Milfey: Toma los de esa esquina, ya me cansé de leerlos

Se escondían en una librería, sus libros lucían como nuevos y eran incontables.

Milfey: Kiba, ponte cerca del fuego, así te secas

Kiba: Me hubiese bañado si no te hubieras gastado toda la maldita reserva de agua Milfey…

Milfey: Cállate

Daegon: Milfey, fue egoísta de tu parte usarla para darte un baño, podemos llevar tiempo sin comer… pero sin agua…

Milfey: Tomen del charco donde cayó Kiba

Daegon: Voy a… voy a hacer ejercicios matemáticos

El joven de cabello negro se la pasaba resolviendo cuadernos con ejercicios matemáticos. Era el más inteligente del trio, pero débil, el más débil en combates, por lo que debía ser constantemente protegido.

Estaban en una madrugada fría, la más fría que les tocó experimentar. Les costaba dormir.

Daegon: Hace… hace frio

Se levanta, la fogata estaba apagada, los muchachos no estaban a su alrededor. Poniéndose muy nervioso toma su arma con fuerza, mira a su alrededor, escucha quejas provenientes de Milfey.

Daegon: ¿… Qué sucede? ¿Chicos…?

Se acerca a una habitación pequeña, sin puerta, el suelo era casi cubierto por basura. Antes que pudiese asomarse escucha un grito, proveniente de Kiba. El muchacho asiático se asoma.
Allí estaban ellos dos, en el suelo, uno sentado apartándose del otro. Milfey se pone de pie y guarda su arma, reteniendo la ira que empezaba a sentir cada vez más y más.

Milfey: Nunca… nunca vuelvas a tocarme

Empuja a Daegon, este no se demora en acercarse a Kiba y pedir una explicación. El joven Kiba se tomaba la mejilla izquierda con ambas manos.

Kiba: Ese gatito tiene garras… y muy filosas

Daegon:… ¿Acaso esperas que él te mate? Sabes que no es de ese tipo

Kiba: Lo es… y quiero hacérselo

Daegon: ¿Hacérselo? ¿De qué hablas Kiba?

Kiba: No te hagas Daegon… sabes que es lo que traté de hacerle. Era perfecto, tú dormías, él dormía, yo vigilaba…

Kiba nota en una de las manos del joven asiático un papel muy bien doblado. Lo mira intentando adivinar que era, Daegon se da cuenta y se lo guarda en uno de sus bolsillos.

Daegon: Tenes… tenes que vigilar, no hacer otras cosas

Kiba: … ¿Qué tienes ahí?

Daegon: ¿Ahí… dónde?

Kiba: Ese papel… ¿Qué es?

Daegon: Ah eso… eso…. Son cálculos, uno que no puedo resolver…

Kiba: Cálculos…

Daegon: …

Kiba: A ver, muéstrame…

Daegon: No los entenderías… no los… no los entenderías

Para Kiba El tono de hablar de Daegon no era algo de llamar la atención. Siempre nervioso, siempre tartamudeando ¿Algún día cambiará? No, lo que en verdad llamaría la atención era si estuviese serio, si estuviese hábil, si fuera más un Hunter y no una gallina, pero claro, él tenía sus motivos, llevaba consigo algo que nadie tenía.
Al día siguiente, Daegon despierta por sonidos de fuera, parecía que alguien estuviera luchando contra KiraGamis. Se levanta y con su arma en manos sale fuera.

Daegon: ¿Sobrevivientes…?

Milfey: …No

Kiba se enfrentaba a dos de esas criaturas y no le estaba yendo bien.

Kiba: ¡“Chicos”!

Daegon: ¡Tenemos que ayudarlo!

Milfey: No lo haremos, tú quédate aquí

Daegon: ¡Pero… pero Milfey no podemos-!

Milfey: Dije que no, y se acabó

El joven Kiba cae arrodillado debido al agotamiento, Daegon no lo podía dejar a su suerte. Sale corriendo, ignorando al rubio.

Milfey: ¡Daegon, regresa!

El peli negro clava su gruesa Jutte en la nuca de uno de los monstruos, es allí que Kiba se pone de pie y acaba con el restante, decapitándolo en segundos, con una velocidad y habilidad inesperada. El encuentro termina. El rubio camina rápidamente a los chicos, estaba enfurecido.

Daegon: Lo lamento, no podía permitir que-

Una fuerte abofeteada lo interrumpe.

Milfey: Te dije que lo dejaras pelear solo ¡No me desobedezcas!

A punto de darle otra abofeteada su mano es retenida por Kiba, quien lo miraba serio, no enfadado, simplemente serio.

Milfey: Suéltame…

Kiba permanece en silencio, lo sujeta con más fuerza. Milfey se queja al sentir dolor.

Kiba: … ¿Esperabas verme morir? ¿Eso querías?

Milfey con su otra mano se defiende usando su arma, una filosa navaja nuevamente usada para lastimar a Kiba, en el rostro, en el mismo lugar que la noche anterior. Consigue que su compañero lo suelte. Sorprendido pero aun manteniendo su enojo, el joven rubio se toma de la muñeca derecha. Daegon no se demora en intentar ayudar al castaño.

Daegon: ¿Qué es lo que pasa contigo Milfey?

Kiba: Maldito…. Me- me atravesó la mejilla…

Daegon: Regresemos, intentaré curarte…

El pelinegro mira serio a Milfey.

Daegon: Escucha por favor… somos un equipo, es ahora que tenemos que estar unidos, no de esta manera

Kiba: … ¿Unidos? ¿Equipo? Esto no es un equipo… esto es una maldita bomba de tiempo

Daegon: Kiba, basta

Kiba: ¿Basta dices? ¡Mira todo esto! Sin comida, ahora sin agua, solo salimos del escondite para matar al primer monstruo cretino que vemos acercarse. Escapamos de peores lugares ¡¿Por qué actuamos como si el tiempo se hubiese detenido?!

Daegon: Porque ahora sabemos que necesitamos y a donde tenemos que ir… tenemos miedo, yo más que ustedes, y saben bien por qué

Kiba: Si… lo sé, eres un portador A

El rubio da media vuelta y regresa al escondite.

Milfey: No me interesa nada de eso… Estoy en pie porque tengo que encontrarlo… tengo que hacerlo. Él debe estar vivo…

Así era, el grupo desequilibrado, sin las esperanzas suficientes como para seguir adelante y llegar a su destino ¿Cuánto tiempo ha transcurrido desde que el mundo se devastó para ellos? ¿Cuándo fue la última vez que actuaron como el pequeño grupo que eran? Les esperaba un viaje duro, cruel, arriesgado y casi mortal. Había que estar bien preparado para iniciarlo. Pero hasta ahora, ellos estaban detenidos en su crudo presente.


Episodio 1

Notas finales:

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