Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Flores blancas por TrancyAlois

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Con especial dedicación a Rikotan Es por tu cumpleaños, y aunque esta un muy atrasado y la primera historia la perdí; te dedico algo que es completamente a mi estilo. 

Notas del capitulo:

Otra vez vengo a publicar mis historias deprimentes. Esta vez mi inspiración fue mi propia depresión y la canción "UNTITLED" de The GazettE y otras. 

 

Espero que les guste y no me maten por sólo escribir este tipo de cosas... 

POV Kagami Taiga

Me encuentro recorriendo las calles de América; en mi reproductor suena una canción melancólica que me hace recordar el por qué estoy aquí solo, y aunque parezca ridículo, sin alguien vivo a quién amar.

Fuiste un verdadero mentiroso al decir que estarías a mi lado toda la vida; una vez más me engañaste; pues mi vida terminó cuando tú acabaste con la tuya.

Recuerdo ese momento tan claro como si lo hubiese vivido ayer. Arruinaste mi pobre existencia al decirme con tu típica cara de idiota que me amabas y que querías que saliera contigo. Aunque no sé quién de los dos fue más idiota; tú al decirme algo tan vergonzoso, o yo al aceptar esa propuesta tan ridícula.

El aire contaminado de la cuidad, golpea con fuerza mi cara; me refresca  la memoria de la primera vez que visitamos Nueva York juntos; en verdad eras todo un turista que ni hablar inglés podía, recuerdo que yo con mucho esmero te dediqué mis horas libres para que aprendieras a sobrevivir en ésta enorme selva de asfalto.

Aunque parece que nunca te diste cuenta… Te dediqué mi juventud, mis horas de sueño y el poco tiempo libre que me quedaba después del agobiante trabajo; ahora me pregunto porque diablos di tanto de mí, si al final me abandonaste. ¿Qué fue lo que no resultó bien entre nosotros? Quizá fueron las mentiras, o nuestra mutua indiferencia… Pero a pesar de todo yo te seguía amando, incluso ahora que ya no estás aquí para decirte lo estúpido y  lindo que eras; yo te sigo amando.

Es por eso que arruinaste mi vida; porque desde el momento que nuestros cuerpos se unieron, entendí que no había vuelta atrás, y que en serio quería compartir cada segundo de mi existencia contigo. ¿Por qué tú no lo pensaste así? ¿Por qué fuiste tan egoísta hasta el último aliento que soltaste? Incluso después de eso, sigues siendo bastante problemático.

No tienes ni la más remota idea de todo lo que sufrí por ti… Pero ya da igual, después de todo, los muertos no reviven ¿no?

Hay tantas cosas que me faltaron por decirte; y entre ellas, está la frase más común que se dicen las parejas “Te amo”. Yo, compartí la misma estupidez que tú, de mi boca nunca pudo salir esa pequeña y sencilla frase, y aún me arrepiento de ello.

Compré un ramo de flores blancas; ya sé que odiabas el blanco, pero es muy difícil encontrar flores como las que a ti te gustaban aquí en América, así que las tendrás que soportar de aquí a que se marchiten.

Seguí mi camino por las enormes avenidas de la cuidad, ya no faltaba mucho y esto se había vuelto una especie de ritual anual, al fin de cuentas soy Japonés y le rindo honores a mis queridos difuntos…

Por fin estoy llegando al tan odiado lugar, y espero que entiendas que lo odio por tu culpa.

De mis ojos salen gotas gruesas y cristalinas que recorren mis mejillas pálidas y frías, para perderse finalmente entre la comisura de mis labios; saben horrible, lo salado nunca fue mi sabor favorito; y estoy seguro que si estuvieras aquí, me darías un par de bofetadas… Pero ya no estas…

Éste es el décimo año que vengo a verte. Nuevamente cumplí tu capricho, pues tal como lo escribiste en esa carta, deseabas que por lo menos los primeros diez años luego de tu muerte no te olvidara; y después de eso podría ser libre y feliz… ¿En serio creíste que podría serlo? Porque para serte sincero, yo ya no puedo más.

Te estoy dejando las flores anuales, y por un instante quisiera dejar mi sortija de matrimonio junto a esta fría piedra, pero en verdad no puedo, mi corazón se estruja sólo con intentar sacarla de mi dedo anular. ¿Recuerdas cuando me la diste y dijiste tus estúpidos votos? Ni siquiera en un momento así, pudiste ser serio y decir lo que sentías de manera apropiada.

Me siento todo un vejestorio; las arrugas se hacen  notar en mi cara, así como algunas canas blancas en mi pelirroja cabellera. Me hubiera gustado permanecer tan joven como tú…

Es hora de que me despida, ya sabes que aún le temo a estos lugares, además el velador me ha amenazado con dejarme aquí si no me apresuro.

Lo siento, quizá el próximo año venga a visitarte más temprano; aunque eso es lo que te he prometido desde el primer año, me es difícil seguirte saludando, y espero que entiendas que no lo hago con intenciones de evitarte.

Donde quiera estés, espero que no te burles de mí por lo tonto que luzco al llorarte de ésta forma; y también me gustaría que me esperaras, porque aún te sigo amando como en tus veinte primaveras.

Aunque ya no me oigas, lo diré una vez más —Te amo Ahomine— es con la frase con la que siempre me despido de ti, luego de acariciar la fría lapida donde está escrito tu nombre. 

Notas finales:

¿Y que les pareció? Yo sé que de nuevo me lanzaran tomates y objetos contundentes (?) pero en verdad espero que les haya gustado. 

 

Nos leemos pronto y gracias por todo. 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).