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Un ramo de Zinnias y una Rosa de chocolate. por Seufzer

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Notas del capitulo:

Espero sea de su agrado, en serio me esforse en hacerlo y creo que uan asi nos e como salio, solo espero que sea de su gusto.

Había llegado ese tan esperado día para los enamorados que ingenuamente creía que solo por ser 14 de febrero serán correspondidos pero en ocasiones eso no sucede así, aunque hay muy pocas excepciones que a pesar de todo pronóstico logran ser correspondidos.

- Wow joven Alibaba realmente eres muy habilidoso en esto – alabo uno de las cocineras que trabajaban en su casa – su chocolate sé muy bien – no era el típico corazón de chocolate, sino este tenía la forma de una hermosa rosa de color lavanda y  unos cuantos chocolates en forma de unas graciosas caritas de sus amigos – sinceramente le deseo lo mejor – termino de decirle la mujer sinceramente.

- gracias Sabina – agradeció el chico a la dulce mujer que era una de las dos personas que lo trataba bien desde que llego a vivir a casa de su padre después de la muerte de su madre cuando apenas tenía cinco años y fue su socorro cuando su padre siguió a su madre dejándolo a merced de los maltratos de su medio hermano mayor – guárdalo por favor, si lo ve Ahbmad es capaz de tirarlo – pidió a la mujer que tomo el dulce y lo oculto – me voy a dormir mañana será un largo día – dijo con una sonrisa nostálgica y triste.

Este año San Valentín caía en sábado y eso no ayudaba mucho a su estado de ánimo el hecho que amaneció con una ligera llovizna ocultando el reconfortante calor  del sol – será mejor apresurarme – se dijo cuando vio que eran pasadas las ocho y media de la mañana, se aseo y arreglo desde hace ya dos años se dejó crecer su cabello hasta la cintura resaltando su figura esbelta como su piel blanca y si ojos mieles haciéndolo ver sumamente atractivo y que no aparentara menor de sus diecinueve años – buenos días Sabina – saludo a la mujer que le regreso el saludo mientras le servía su desayuno que se acabó en seguida – podrías darme los dulces – pidió para guardarlos en su mochila que llevaba a excepción de dos de los chocolates pequeños – este es para ti – le dio uno de los chocolates y le dio un beso en una de sus mejillas – gracias por estar conmigo – agradeció con una gran sonrisa para salir corriendo.

- bueno días Alibaba – salido su hermano Sahmbad el segundo hijo de su padre, él lo trataba como su hermano y en ocasiones lo defendía.

- buenos días hermano, toma este es para ti – le dio el segundo chocolate que no había guardado – no le digas a Ahbmad – termino de decir para salir de la casa.

El rubio camino tranquilamente con su sombrilla para no mojarse con leve llovizna hasta una florería – buenos días – dijo entrando a la tienda y cerrando su sombrilla – buenos días Alibaba – escucho que le decían desde el interior del local donde salía un moreno de cabellos blancos semi-largos y ojos verdes que cargaba un arreglo floral de rosas – hola maestro se ve que están muy ocupados – dijo al ver que había varios arreglos esperando a ser cargado a la camioneta de reparto que era manejado por el esposo del moreno – si este día es uno de los ajetreados que tenemos, aún tengo que empezar a hacer otros diez arreglos como este – señalo al que hace unos momentos tenía en sus manos que era un ramos de más de cien rosas – en ocasiones me arrepiento de no haber abierto una escuela de esgrima, no creo ser mal maestro después de enseñarte a ti – se quejó mientras masajeaba uno de sus hombros – vas a querer lo mismo de todos los años – pregunto el mayor tomando un pensamiento.

- este año quiero un ramo de Zinnias – pidió con una pequeña sonrisa que sorprendió al mayor – si sigo así Kassim y Miriam se enojaran conmigo – dijo con un sonrojo.

- Alibaba – nombro a la vez que lo abrazaba – mi pequeño sabes que cuentas conmigo – después de decir esto se dedicó a hacerle un hermoso ramo con todo tipos de zinnias y en medio de ellas una hermosa Camelia – aquí tienes – le entrego el ramo con una gran sonrisa.

- gracias maestro – agradeció al mayor después de pagar – salúdeme a Masrur y dígale que ya quiero ser tío – dijo con una sonrisa juguetona al ver que su maestro se sonrojo.   

- Harrkan – llamaron en la entrada donde se encontraba su esposo que vio a Alibaba con un ramo diferente al que siempre pedía en esa fecha dedicándole una pequeña sonrisa – me alegra que estés bien – dijo en forma de saludo – Harrkan te dije que ya no recibieras más pedidos hoy, es necesario que empieces a cuidarte más – regaño a su esposo que hizo un tierno puchero, sintiéndose un poco fuera del lugar salió del lugar sin molestar a su maestro.

Con sumo cuidado llevaba el ramo de zinnias con una mano y con la otra la sombrilla para no mojarse, si darse cuenta alguien que conocía lo vio caminando con una sonrisa, empezando a seguirlo. La sonrisa del rubio se iba borrando mientras llegaba a su destino quedando parado en una lápida – hola Kassim y Miriam – saludo como si ellos le fueran a contestar – con este año ya son cinco años desde que dieron su vida por mí – dijo mientras acomodaba el ramo frente a la lápida familiar de sus amigos – pero ahora sé que no debo culparme más por sus muertes. Perdónenme por tardar tanto en comprender en que debo seguir adelante y siempre recordarlos con una sonrisa y no con lágrimas, Kassim me he enamorado de un hombre que es arrogante, excéntrico, ególatra y un mujeriego pero a pesar de todo eso él no me desprecia por ser hijo de una criada que se enamoró de su jefe o porque me crie en los barrios bajos  hasta que mi padre me recogió, pero eso no quiere decir que me olvidare de ti, yo siempre te seguiré amando – confeso con una sonrisa que era opacada por sus lágrimas que fluían – les pido que me cuiden desde donde estén, les prometo que viviré plenamente y tendré una gran familia que amare con todo mi ser – termino de decir secando sus lágrimas con la manga de su sudadera que traía y de su mochila saco unos chocolates que dejo en la lápida y se fue de ahí sin saber que había dos personas que lo veían desde lejos..

- Alibaba – lo llamaron a sus espalda sorprendiéndose que era Aladin y Morgiana que al verlo se lanzaron a abrazarlo tirándolo quedando sobre él.

- ¿Qué sucede chicos? – pregunto el rubio mientras se sentaba junto a sus amigos que estaban llorando a moco tendido – no lloren amigos – pedía acariciando sus cabezas – les tengo algo – dijo llamando la atención de los menores – los hice especialmente para ustedes – los chocolates de ellos eran sus versiones en pequeños – espero les guste, gracias por ser mis amigos – agradecía con una gran sonrisa – será mejor ir a buscar un lugar más cómodo para platicar – sugirió el rubio.

Los tres chicos fuero a una cafetería donde platicaron – Alibaba, Hakuryuu me pidió que saliera con el – dijo la chica haciendo  que sus amigos la vieran sorprendida.

- ¿y que le respondiste? – pregunto el oji-miel aun sorprendido.

- que lo pensaría – respondió antes de llevarse su emparedado a su boca.

- yo diría que lo tomaras con calma, a pesar de que Hakuryuu es nuestro amigo hay algo que sé que está mal con él y no nos ha dejado ayudarlo – aconsejo el más bajo de ellos.

- tomare tu consejo – afirmo la chica para terminar de comer – bueno Alibaba hoy nos toca trabajar y toma de nuestra parte – le dieron una cajita – esperamos que te guste – dijeron con una sonrisa ambos jóvenes, al abrir vio que se trataba de un pequeño prendedor de cabello dorado de forma de una pluma que le colaron sus amigos en uno de sus mechones que en ocasiones ocultaba uno de sus ojos.

- gracias chicos – dijo antes que sus amigos se fueran a sus trabajos de medio tiempo. Se tomó su tiempo para terminar su café, mientras observaba como seguía lloviendo con más intensidad que antes, pagando la cuenta salió del local a dirigirse a su siguiente destino, esta vez camino con algo de prisa estaba ansioso por lo que haría, llego hasta una mansión donde vivía la familia Ren tocando el timbre de donde el portero lo dejo pasar al ver que se trataba del amigo de la Señorita Kougyoku, camino hasta la entrada de la casa principal que al tocar no fue recibido por el mayordomo de esto si no por Hakuryuu que al verlo se sorprendió un poco – hola – saludo animadamente – ¿esta Kouen? – pregunto nervioso a su amigo que lo vio con molestia.

- Kouen no se encuentra salió con su prometida – le dijo como si nada al saber que su amigo gustaba de su hermano mayor  y ver su reacción – y no sé cuándo vaya a regresar – termino de decirle encogiéndose de hombros.

- en tiendo – bajo la vista para que el Ren no viera sus ojos cristalizarse por la noticia – en ese caso me retiro – dijo con voz baja.

- ¿en serio creíste que mi hermano estaba interesado en alguien como tú? – Pregunto maliciosamente el menor al ver como el rubio lo vio dolido – alguien carente de carácter y personalidad y causante de la muerte de sus amigos, el solo se divertía contigo al enamorarte – siguió diciéndole – y más al saber que tu madre solo era una prostituta su… - no termino  de decir al sentir como el rubio le abofeteo.

- podrás decir todo lo que quieras de mi madre jamás la insultes, si ella se prostituía para mantenerme a mí y a mis amigos pero eso no quita que me amo como nadie al igual que Kassim y Miriam – termino de decir furioso.

- Alibaba déjate de sentimentalismos y largarte, mi hermano jamás se enamorara de alguien como tú, él ya tiene a alguien de nuestra altura, tal vez tenga el prestigioso apellido Saluja pero solo eres el bastardo de un amorío – termino de decirle con rencor.

- Hakuryuu basta – escucho que le gritaban desde su espalda sorprendiéndose de ver que era su hermana Hakuei y Kougyoku que lo vieron con enfado por su comportamiento.

- Alibaba – llamo Kougyoku al ver que su amigo se encontraba a fuera de su entrada – Alibaba – volvió a llamar al ver como este empezó a correr lejos de la propiedad de los Ren sin importar que era llamado por las jóvenes y ni tampoco se fijó que paso por un lado del auto donde venía los demás integrantes de la familia de los Ren.

- hermano Alibaba estaba llorando – le dijo Kouha con interés viendo la dirección en la que había salido corriendo el rubio.

- miren Hakuei parece que está tratando de  separar a Kougyoku de Hakuryuu – señalo con emoción Koumei.

Cuando bajaron del auto efectivamente los dos menores se estaban pelando sin hacerle caso a la mayor que se desesperó – Kouen no te quedes como un idiota y ayúdame – ordeno a su hermano mayor – Kougyoku deja de golpear a Hakuryuu – ordeno tomándola de la cintura y tratar de separarla de peli-negro y Kouen hacia lo mismo con el de la cicatriz en rostros pero seguían jalándose del cabello después de unos minutos lograron separarlo pero la peli-rosa aún seguía tratando de ir contra el menor.

- déjenme matarlo – pedía furiosa siendo agarrado por sus hermanos mayores del mismo color de cabellos que ella – él le hizo algo muy cruel a Alibaba, solo porque Morgiana lo rechazo – termino de decir llorando de rabia y frustración abrazándose a Koumei que la empezó a tranquilizar.

- ¿eso es cierto Hakuei? – Pregunto el mayor de ellos hacia la chica de cabellos azabaches que afirmo con la cabeza - ¿Qué le hiciste? – cuestiono serio al menor de los Ren que lo veía retadoramente – te estoy preguntando algo Hakuryuu – dijo autoritariamente algo que hacía muy escasamente con sus hermanitos como él les decía – responde – exigió.

- le dije que estabas comprometido y que solo jugabas con él – respondió de mala gana.

- eso no fue todo, también le dijiste cosas horrenda sobre su madre y lo acusaste de que el había asesinado a sus amigos cuando no es verdad incluso tú lo trataste como si fuera una escoria –  hablo Kougyoku con voz pesada y cansada – ve a buscarlo hermano, el me había confesado que hoy él se te declararía incluso había hecho algo para ti, él es un buen chico él se fue muy herido no lo dejes solo y menos en este día que fue cuando perdió a sus seres queridos hace cinco años – confeso la chica sorprendiendo a los mayores.

- no te preocupes Kougyoku, veras como lo traeré sano y a salvo después de todo él es a quien he escogido para que sea mi esposo – consoló a la menor que sabía cómo todos los Ran que su hermano ya había tomado esa decisión – me marcho – le dijo saliendo de la mansión para buscar al rubio.

Alibaba  corrió con todas sus fuerzas hasta que sus piernas no dieron más y sentía  que sus pulmones ardían como fuego, llego hasta un viejo parque abandonado en donde jugaba cuando era niño con su madre, Kassim y Miriam, se dejó caer de rodillas agotado – ¡AHHH! – Grito sin importarle el ardor de su garganta o el hecho que estaba en medio de una fuerte lluvia que lo golpeaba sin clemencia alguna llevándose con sus gotas las lágrimas que fluían sin detenerse  - mamá, Miriam – nombraba en un susurro – Kassim ¿Por qué tiene que doler así? – Pregunto al cielo de su mochila saco la caja que contenía la rosa de chocolate y la sostuvo contra su pecho  - lo siento mucho, creo que ahora ya no tienes razón para existir al igual que yo – decía con voz casi inexistente antes de caer en las garras de la inconsciencia.

Kouen recorría cada rincón del pueblo, llamo a los amigos del rubio quienes le dijeron que no lo habían visto desde la tarde en el café, a cada minuto la lluvia empeoraba hasta convertirse en una tormenta – piensa Kouen, debe de haber alguna pista – pensó hasta que recordó algo.

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Caminaba junto al rubio que estaba tarareando una cancioncilla infantil – mira Kouen – señalo el menor a un viejo parque que se podía ver desde el otro lado de la reja donde se encontraban – cuando era pequeño mi madre me llevaba a jugar ahí con mi hermanitos Kassim y Mirian – decía feliz para seguir caminando y volviendo a tararean su canción.

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El peli-rojo acelero cuanto pudo su vehículo para dirigirse al lugar que oraba porque el rubio estuviera en ahí y que nada le hubiera pasado, quince minutos tardo en llegar hasta el deteriorado parque, bajo del automóvil y se adentró no tardo en divisarlo en medio de este inconsciente – Alibaba – llamo corriendo hasta el joven tomándolo en sus brazos vio que abrazaba con fuerza un paquete y no dejaba caer.

- Kouen – escucho que lo llamaba el menor bajamente.

- todo estará bien, ya verás – trato de animar al menor que apenas abrió sus ojos para volverlos a cerras. El mayor corrió hasta su auto y coloco al menor en la parte trasera poniéndole su chamarra para calentarlo ya que estaba helado a consecuencia de estar expuesto demasiado tiempo a la intemperie, tomo su teléfono marcando a su hermano – si le he encontrado pero me temo que estar muy mal, llama al médico dile que es una emergencia y preparen compresas de agua tibias, varias mantas y ropas secas – ordeno para colgar. Cada minuto que pasaba eran eternos para el mayor al escuchar como al rubio le costaba más el respirar – aguanta Alibaba – pedía el líder de los Ren que se apresuraba cuanto podía pero la tormenta apenas si lo dejaba ver un metro más allá de su auto. Cuando llego bajo rápidamente con el rubio que temblaba continuamente y sus ropas estaban totalmente empapadas – lleven todo a mi habitación – dijo llevándose al menor con él.

- hermano las ropas y mantas ya  están en tu habitación – informo Kouha que salía de esta para ir por lo demás con sus hermanos.

El mayor entro de inmediato y sin perder tiempo desvistió al menor sin vergüenza alguna tirándola en algún lugar del cuarto, para ponerle unas secas pertenecientes a Hakuryuu que presto arrepentido, para después meterlo en la cama tapándolo y poniéndole también las mantas extras que le trajo Kouha para también el cambiarse de ropas – hermano aquí están las compresas – informo Koumei  entrando a la habitación, los mayores empezaron a acomodar las compresas , en el cuello, axilas, en ambos lados del torso y en las ingles esto hecho por el mayor y volvieron taparlo cambiándolas constante mente para que su temperatura empezara a recuperar su temperatura – hermano ¿Dónde aprendiste a tratar la hipotermia? Pregunto Kouha mientras regresaba con más compresas tibias que eran preparadas por sus hermanas y Hakuryuu.

- leyendo algunos libros de medicina que encontré en la biblioteca de nuestra madre – les dijo en lo que cambiaba la compresa del cuello.

- doctor ha llegado – aviso apenado el menor de los azabaches que apenas si asomo su cabeza para avisar – pase por favor – dio pasa al doctor de la familia que pidió que salieran todos menos el mayor de estos.

Los cinco hermanos esperaban afuera de la habitación del mayor para saber sobre la condición del rubio – no es gracioso que todos estemos preocupados Alibaba – comento Kouha para quitar un poco la tensión del momento.

- pues es el futuro esposo de nuestro querido hermano y mi mejor amigo – dijo Kougyoku con una pequeña sonrisa.

- es una suerte que se conocieran o de lo contrario tal vez nuestro hermano seria obligado a casarse con una mujer peor que nuestra difunta madre – con ese comentario a todos les recorrió un escalofrió por todo el cuerpo – de la que nos libramos – termino de decir Koumei mientras se flotaba los brazos.

- yo no quiero recordarla – dijo bajamente Hakuryuu haciendo que el silencio reinara.

- chico ¿Quién quiere un poco de chocolate caliente? – pregunto Hakuei llamando la atención de los demás.

- yo – todos respondieron  haciendo reír a la joven yéndose a  preparar la bebida.

- Koumei ¿te puedo preguntar algo? – dijo muy serio el más joven de cabellos rosas

- ya lo estás haciendo – respondió.

- si somos asquerosamente ricos ¿Por qué solamente tenemos a un portero y un mayordomo que ya está casi por ir al más allá? -  cuestiono

- es una buena pregunta – dijo como respuesta.

- Hakuryuu esta vez te perdonare por tratar así a Alibaba y te pido perdón por golpearte – decía la peli-rosa con los brazos cruzados.

- ¡eh! Yo… yo también pido por perdón por mi comportamiento – dijo nervioso – y le pediré disculpas a Alibaba cuando despierte – dijo apenado.

- más te vale, pero la próxima vez que hagas algo tan idiota como lo de hoy te juro sobre mi hermoso cabello que no volverás a lucir ese cabello tuyo por un largo tiempo – amenazo la chica con una tierna sonrisa que hizo que al otro se le helada la sangre y que a los mayores casi les diera un ataque de risa.

- tomen chicos – Hakuei repartió las tazas  con la bebida caliente y dejo la bandeja a sobre una mesita que había en el pasillo.

- esto esta delicioso hermana – alabaron los varones y las más chica no dejaba de saborear la bebida sentada en una de las sillas que habían traído sus hermanos para seguir esperando noticias sobre su futuro cuyano, hasta que escucharon como salía el doctor que se inclinó levemente en forma de despedida.

- desde cuando la entrada a mi habitación se volvió una sala de espera – les dijo su hermano en broma al verlos sentados frente a su puerta y esto los alivio un poco al ver que no era ya nada grave.

- ¿Cómo está? – preguntaron todos tratando de ver más allá de su hermano.

- Él ya está mejor, el doctor dijo que las compresas y las maltas ayudaron a que se recuperar un poco y no empeorara – les explico – también le dio algunos medicamento para que su temperatura se empezara a regular también dijo que no tardaría en despertar y que tratemos que beba líquidos dulces y caliente en cuanto despierte – termino de decirles – este ha sido uno de los peores San Valentín que he tenido – suspiro aliviado el mayor

- toma hermano – Hakuryuu le dio una taza de café negro con poca azúcar como siempre lo tomaba – perdón hermano todo esto fue culpa mía – se disculpaba el azabache que sintió como su hermano despeinaba sus cabellos y le sonreía para entrar de nuevo a su habitación.

- vaya a descansar, cuidare de él, les avisare si ocurre algo – les decía antes de cerrar la puerta.

- bueno vamos a cenar algo – sugirió Koumei a lo que los demás hicieron lo siguieron sin duda alguna. 

Dentro de la habitación el mayor dejo su café en la mesita de noche y se sentó frente a su cama en la silla que había ocupado el doctor, tomando una mano del menor comprobando que ya no estaba tan frio como al principio – eres realmente un idiota – reprocho inclinándose hasta dejar reposar su frente en su cama sin soltar la mano de menor – acaso no sabes que yo te necesito más de lo que crees – dijo con  reproche relajándose acomodo las manta mejor tapando al menor mejor y él se arrimó su sillón individual junto a su cama para vigilar al menor y sin darse cuenta se quedó dormido.

- Alibaba – escucho en medio esa oscuridad en la que estaba – despierta – le decían lo que hizo que abriera sus hijo – hola tonto – se burló mientras le saludaba con esa sonrisa de superioridad que tanto lo caracterizaba.

- Kassim – nombro con alegría abrazándolo con fuerzas – te he extrañado tanto – decía llorando siendo consolado por el moreno suavizando su mirar y su sonrisa – no me dejes de nuevo – pedía aferrándose a él.

- sigues siendo el mismo llorón de  siempre – dijo besando la frente del rubio – Alibaba yo siempre estaré  tu lado, nunca te dejare tenlo presente, pero aun no es momento que tu estés con nosotros – le dijo haciendo que el menor lo viera – aún hay mucho por lo que tienes que vivir, ahora hay alguien más que te protegerá en mi lugar, te has convertido en alguien muy amado por esa persona, en este momento está rezando porque regreses a él – le decía mientras secaba sus lágrimas con sus pulgares y le sonreía con cariño – Vive con plenitud y goza cada momento que te de la vida, no importa lo duro que sea no te rindas mi amado Alibaba – termino de decirle para besarlo por última vez – siempre estaré velando por tu felicidad – escucho que le decía antes de desaparecer en una cegadora pero cálida luz.

Sintió como alguien tocaba su mejilla con delicadeza, era un tacto suave y cálido lentamente abrió sus ojos al querer saber de quien se trataba – Kouen – nombro con voz cansada al verlo frente a él y como este le sonreía – Kouen yo – no lo dejo terminar al sentir como el mayor lo abrazaba con fuerzas.

- eres un idiota, no sabes lo preocupado que estaba te prohíbo que vuelvas a hacer una locura como esa, mira que ir a quedarte en media tormenta y en temporada aun invernal – regaño sin soltarle.

- lo siento – se disculpó – pero es que cuando me entere que estabas comprometido y todo lo que me dijo Hakuryuu, yo… yo perdón – volvió a decir comenzando a llorar sin poder contenerse aferrándose al pecho del mayor que suspiro y empezó a darle suaves caricias en la espalda y cabello.

- no tienes nada de que disculparte, el que tiene la culpa es el idiota de mi hermano – comenzó a hablarle suavemente – todo lo que te dijo solo fueron mentiras – lo separo un poco de él e hizo que lo viera a los ojos – escucha Alibaba yo nunca amare a alguien más que no seas tú – declaro sorprendiendo a menor que se abrazó al cuello de mayor y que su llanto aumentara pero esta vez de felicidad – que voy hacer contigo mi querido llorón – decía el mayor con una pequeña sonrisa por el actuar del más joven – ahora detén esas lágrimas y respóndeme – le dijo obligándolo a sentarse que dando frente a frente – ¿me harías el honor de ser mi compañero de toda la vida y después de esta? – Pregunto viendo como el oji-miel apenas si podía mover su cabeza de arriba abajo – tomare eso como un si – dijo para besarlo suavemente y con cariño siendo correspondido torpemente por el menor, el peli-rojo siguió dándole pequeños besos hasta que el rubio seso su llanto.

- Kouen y mis cosas – pregunto el menor con voz ronca y áspera causada por todo el esfuerzo que hizo, el mayor le acerco el paquete con el que lo encontró y se negó a soltar, Alibaba vio que aún faltaba cinco minutos para las doce – feliz San Valentín -  dijo con una gran sonrisa de las que adoraba el mayor, tomando el paquete abriéndolo con cuidado sorprendiéndose al ver su contenido – es un rosa de chocolate – dijo con un pequeño sonrojo – sé que no es algo de gran valor pero – fue callado con un beso que trasmitía sentimiento que no se podían describir con palabras.

-  gracias – dijo viendo ese pequeño obsequio – aun si es una sencilla rosa de chocolate es como tú Alibaba – empezó a decirle mientras pasaba una de sus dedos sobre uno de sus pétalos – el simple hecho de su sencillez y su hermosa fragilidad resistiera todo por lo que pasaron, lo hacen el más precioso tesoro que yo pueda tener – termino de confesarle, dejo con cuidado la rosa sobre su mesa de noche y se dirigió hasta donde se encontraba su chamarra que traía anteriormente sacando una caja negra de terciopelo que contenía un hermoso anillo de oro blanco con ligeros craquelado que puso en su dedo anula de su mano izquierda – este es mi regalo – termino de decirle besando su frente – ya pueden dejar de espiar – grito para ver como abrían la puerta lentamente.

- ¿jejeje como supiste que estábamos ahí? – pregunto apenada Kougyoku mientras pasaba.

- nunca podemos tomarte por sorpresa se quejó Kouha – con las manos en la cabeza.

- me alegro que ya estés mejor – le dijo Koumei a rubio que estaba avergonzado por ser espiado por los Ren.

- Alibaba yo lo siento – se disculpó Hakuryuu  que fue abrazar al rubio que lo perdono pero fue alejado por el mayor haciendo reír a todos los de ahí.

- te traje un poco de chocolate caliente – dijo Hakuei mientras le daba una taza con la bebida que empezó a tomar con tranquilidad.

- ¿y para qué fecha  va a hacer la boda? – pregunto emocionada Kougyoku haciendo que el rubio casi se ahora con la bebida siendo socorrido por su prometido.

- eso lo discutiremos otro día con más tranquilidad entre Alibaba y yo – decía el mayor mientras le daba suaves golpes en la espalda al menor y dejara de toser – te más cuidado – pidió a su rubio – ahora retírense a dormir mire que ya es muy tarde – les ordeno para cerrar la puerta de su habitación – estoy rendido expreso dejándose caer a un lado del rubio que lo veía con un sonrojo, Alibaba se hizo a un lado para que el mayor se acomodara a su lado una vez que apago la luz.

- te amo – confeso el de Saluja – cuando estaba frente al mayor que le sonrió y le dio un pequeño beso en la punta de la nariz – yo igual – contesto para abrazarlo y que este se acurrucara entre sus brazos – seremos muy felices – murmuraron antes de quedar dormidos con una sonrisa al saber que ahora estarían juntos.

  

Camelia: te querré siempre.

Zinnia (mezcla): recuerdo de los amigos ausente.

Rosa Lavanda: me he enamorado de ti. 

Notas finales:

Reviews? seria un estupendo regalo para este cartoce.


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