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Ya No Te Amo por Lady Lenore

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Notas del fanfic:

Holiwis (o^o)/

me extrañaron hace siglos q no uso esta pagina pero intentare utilisarla mas seguido oki 

este fic esta vasado en echos netamente reales (solo que yo cambie algunas cosillas kukukuku) pero sin mas retrasos 

!A LEER!

Hetalia le pertenece a un respectivo dueño. Si fuera mio las cosas serian diferentes y habria mas yaoi. ¬3¬

Notas del capitulo:

Feliz San Valentine!!!!!!

 

Era un día lluvioso, los empañados vidrios lentamente dejaban de dar visión al mundo exterior afuera de la casa del americano.

Alfred entro al salón y Kiku alzo su adormilado rostro, sonriendo inmediatamente a la vista de su prometido.  Alfred sonrió se acerco a él, extendiendo sus brazos para levantarlo y sentarlo en su regazo.

-¿Cómo has estado?- pregunto Alfred, dejando un beso casto en su mejilla.

-Cansado, creo que me he quedado dormido al menos unas tres veces mientras veía la lluvia caer, simplemente no puedo tener los ojos abiertos por más de cinco minutos- el solo se limito a soltar una risita.

-Es normal, según el doctor, te tomara un poco de tiempo acostumbrarte a todas estas sensaciones nuevas- Kiku meneo su cabeza y observo a su novio, Alfred admiro como el negro cabello caía sobre sus ojos y el bonito color marron obscuro. El japonés sonrió ante su mirada y l atrajo suavemente, besándolo con tanta delicadeza que Kiku tembló, recordó otros labios unos más demandantes y apasionados. Poso sus manos lentamente en su cintura mientras bajo un poco mas topándose con el abultado vientre del japonés, el moreno gimió y se separo con pesar.

-Sabes que no podemos ir más allá, mi amor-Alfred asintió acariciando su cabello.

-Lo que sea por nuestros bebes, cariño- cariñosamente depósito un beso en su mano y Kiku sonrió con un leve rubor en las mejillas.

*********************

Alfred miró vacíamente hacia la puerta, su mente se había quedado congelada en ese momento y su cuerpo se negaba a responderle, parecía que todo se hubiera apagado dentro de él. Hace un momento, su amante por años había salido por esa misma puerta, diciendo unas frases incoherentes a sus oídos, con sus ojos verdes mirándolo pero sin observarlo realmente, como si Arthur no estuviera realmente ahí, como si le estuviera hablando al aire, como si él no fuera nada, como si en estos momentos no estuviera en agonía. Sintió la humedad en sus mejillas, sintió el dolor en pecho, un dolor tan fuerte que tuvo que bajar la mirada para comprobar que todo siga en su sitio, para ver si él no le había clavado un cuchillo directo en el corazón antes de marcharse con su esperanza, con su felicidad, con su amor…

-¿por qué?-murmuro-¿Por qué, Arthur?....

Limpió sus mejillas y tomó una gran bocanada de aire, tenía que regresar a casa y no podía dejar que nadie lo viera de esta manera. Manejó su auto hasta su departamento con la mente en las nubes, estuvo a punto de chocar varias veces por su distracción pero al final llegó con bien a su casa. Subió al departamento, lanzó las llaves sobre su mesita y se metió directo a su cama, sin sacarse la ropa ni nada. Se tapó hasta la cabeza y cerró los ojos con fuerza. Hoy no se levantaría. Hoy... hoy lloraría todo lo que había por llorar y después olvidaría. Después.

*********************

-Matthew nos invito al babishower, es el domingo, vendrá mucha gente-dijo Kiku, Alfred solo gruño- ¿Iremos, no?

-Si a si lo quieres, mi amor- sonrió y beso su mejilla.

-Te amo- susurro el japonés abrasando su cuello hundiendo su cabeza en el pecho del rubio.

-Yo te amo más…-

*********************

-¡No, Alfred!-gritó Arthur mientras el rubio le lanzaba un montón de harina-¡Se supone que estamos cocinando!

-Y eso estamos haciendo-sonrió el rubio cogiendo más harina, Arthur soltó un grito agudo y salió corriendo para evitar la harina, Alfred se rio y salió detrás de él, persiguiéndolo por todo el apartamento y tratando de atraparlo para llenarlo de harina.

-¡Alfred idiota, basta!-se quejó Arthur, escondiéndose detrás de una puerta, Alfred siguió su voz y volvió a entrar en la cocina, buscándolo; el ingles salió en ese momento, derramando la mezcla de los huevos sobre su cabeza.

-¡Arthur!-gritó Thor, sacándose la espesa mezcla del rostro mientras el rubio de ojos verdes se reía-¡Estás muerto, Kirkland!

-¡Solo si puedes atraparme, Jones!

********************

Alfred y Arthur llevaban saliendo un seis años cuando el americano se enteró de Francis. Fue una gran discusión, llena de gritos, disculpas, lágrimas y cosas rotas. Arthur había logrado abrasar a Alfred para detener su ataque de rabia, partiéndosele el corazón cuando escuchó los sollozos ahogados de su amante.

-Lo siento, lo siento, lo siento...-murmuró en su hombro-Siempre he buscado la aprobación de mis padres, lo sabes, mis hermanos siempre han sido los favoritos para ellos y yo siempre intenté ser mejor. Francis... Francis es solo otra forma de ganar su aprobación, sentar cabeza y todo eso-Arthur depositó un beso en su cuello-. Voy a dejarlo, Alfred, no me importa ya lo que piense mi familia, te amo y quiero estar contigo-el rubio tomó varias bocanadas de aire antes de bajar la vista.

-¿Me juras que vas a dejarlo? ¿Qué el es solo un teatro?

-Te lo juro-respondió con sinceridad, Alfred  lo miró a los ojos unos momentos antes de asentir, Arthur  volví a esconder su rostro en su pecho.

********************

-Estoy embarazado-Alfred se quedó hecho piedra- es de Francis, ya se lo dije hace unos días. Mis padres ya están planeando la boda, será dentro de un mes para dar la ilusión de que el bebé nació dentro del matrimonio. Yo... no podemos seguir viéndonos, tengo... tengo que pensar en mi hijo ahora, en lo que es mejor para él-Alfred tenía la vista fija en la pared, incapaz de encontrar los ojos verdes de su amante-. Sé que te dije que iba a dejarlo pero ahora es imposible, espero... espero que algún día puedas perdonarme-el ingles se movió hacia la puerta y se detuvo frente a ella,Alfred apretando los puños para resistir el impulso de ir donde Arthur, besarlo y huir de todo-. Adiós, Jones...-murmuró finalmente, abriendo la puerta con fuerza y cerrándola de un portazo.

Alfred solo se quedó parado ahí.

********************

-¡Kiku!-saludó Matthew sonriendo ampliamente.

-Matthew-chan-sonrió el nipón. Kiku le tenía un cariño especial a su hermano, ya que le recordaba a su hermanita menor, que por el momento terminaba sus estudios al otro lado del mundo; Matthew era dulce, hermoso y paciente, siempre lo hacía sentir querido y aceptado en la familia desde el principio.

-Kiku-kun-saludó Gilbert, poniendo una mano en su hombro. Gilbert también era una persona especial para él, solía ser como un niño y un narcisista de primera pero siempre se había portado con Matthew como un hombre serio y (sobre) protector, por lo cual estaba muy agradecido.

-Gilbert-san-respondió, dándole una sonrisa. Alfred  se acercó a saludar a su hermano y cuñado, todos pasaron a la sala a esperar a que llegaran los demás invitados como el hermano del alemán junto a sus amigos y parejas. Matthew y Kiku estaban que se preguntaban de todo sobre el embarazo y Alfred le contaba sus dudas de padre primerizo, el Alemán contestaba a todas sus preguntas con broma y familiarísmo. La puerta de la casa se abrió veinte minutos después y dejó pasar a dos personas. 

********************

Kiku caminó distraídamente por el campus, tenía entre sus manos un grueso libro de literatura que necesitaba estudiar para su examen de la tarde, los ojos le picaban por haber estado leyendo toda la noche pero al menos este era su último examen y después podría descansar dos semanas enteras antes de los resultados, un bostezó, cerrando los ojos por un pequeño momento pero fue suficiente para no ver al chico que se movía rápidamente, soltando varias hojas en el camino, con una taza de café en la mano; el moreno soltó un pequeño grito cuando ambos chocaron y observó con shock como su libro se manchaba con el café.

-Oh... Oh, Dios... ¡Lo siento! ¡Juro que no te vi! Yo...-el muchacho de ojos índigo  decía nerviosamente, observando el desastre que se había hecho.

-……..-Kiku solo se levanto, recogiendo su libro solo para lanzarlo contra él, furioso, luego se dio media vuelta y se marchó. El rubio lo siguió con la mirada.

*********************

-Hola, Marie-saludó Alfred, entrando a la cafetería.

-Hola, gringo-saludó la muchacha de origen mexicano-¿Expresso cargado?

-Me conoces muy bien-dijo el rubio con una sonrisa agradecida.

-Por supuesto, eres mi cliente favorito-dijo ella son sarcasmo mientras reían ella y el americano, sentándose en su mesa de siempre. Después de tomar un café, tendría que ir a las clases extras por el retraso de esta mañana-¡Aquí está!

-Gracias, Marie...-Alfred cerró los ojos mientras tomaba su café tranquilo cuando de golpe abrió sus ojos, miró fijamente la puerta de ingreso donde entraba un muchacho de rasgos asiáticos.

-¿Qué...?

Nunca había visto algo así, es decir, sabia de los intercambios con el extranjero, pero ese muchacho era mas que hermoso, su baja estatura, su cabello azapache corto, su piel blanca y suave como la porcelana, pero esos ojos marrones obscuros eran tan ipnotisantes seguro se verían dorados en el sol. Lo vio pedir una bolsita de Muffin de pasas y un mocca con chocolate, para luego retirarse, le recordó al instante era el muchacho con el que había chocado la semana pasado el cual le había lanzado el libro de pasta piedra a su cabeza (para ser exacta en plena cara).Lo saco de su mochila y lo reviso había horarios incluso la dirección de la biblioteca donde fue comprado, sin decir adiós salió rápidamente del local dejando a una María gritando el por qué no le había dejado la propina.

**********************

-Tienes otro mensaje hoy-dijo María con voz tintineante y una sonrisa de oreja a oreja, demasiado maliciosa, Kiku casi le arrancó el papel de las manos en su apuro de leerlo. Él y Alfred habían estado hablando a través de notas por dos semanas, para la burla de María y Juan (el hermano menor de María) quien era el que hacía de repostero en el pequeño café.

Todavía recordaba cómo había comenzado eso hace dos semanas atrás.

Flash back

-Un chico vino a dejarlo hace media hora, me dijo que “por favor” te lo entregara- Kiku tomó el libro y cuando lo abrió, encontró una pequeña nota adentro que decía "Lamento lo de hace una semana, te compré un nuevo libro ^^, vi tu horario dentro del libro y me tomé la libertad de dejarte este libro aquí. En serio lo lamento. Alfred. O el chico que te tecleo el otro día." Kiku se quedó mirando el pedazo de papel hasta que escuchó a los mellizos reírse entre dientes-Parece que alguien tiene un admirador...-cantó María mientras dejaba el Mocca y se iba. Kiku se sonrojó.

Fin Flash Back

Kiku  abrió la nota y leyó: "Hoy no me siento muy bien por lo que me han dado descanso en el trabajo (o eso es lo que piensan) ¿Te gustaría tomar un café conmigo?"-¿Qué dice?

-Me ha preguntado para tomar un café-murmuró sonrojado cual vil tomate.

-¿Para cuándo?

-Bueno...

-¿Qué tal ahora?-preguntó una voz detrás de ellos y Kiku casi saltó, dándose la vuelta rápidamente. Alfred estaba ahí, era más guapo de lo que recordaba e imaginaba y Kiku se sonrojó involuntariamente-Me alegra conocerte sin que me lances un libro-sonrió el blondo y el moreno se sonrojó aún más.

-Él piensa lo mismo-intervino Juan cuando el moreno no respondió y este la fulminó con la mirada antes de volver a mirar a Alfred.

-¿Te apetece tomar el café ahora?-Kiku asintió y ambos se fueron a una mesa

Mientras en el fondo la rokola empezó a tocar una canción romántica y nostálgica.

***********************

Arthur sonrió por la canción, tan cursi pero Alfred y él la adoraban, siempre la que la escuchaban se recostaban en el sillón de la salita  y ahora que era su aniversario de un año, parecía aún más importante todavía. Su relación era perfecta, Arthur siempre había sido reservado y un poco antisocial pero Alfred iluminaba sus días, lo hacía sentir fuerte, feliz.

-Te amo tanto...-susurró Alfred y Arthur lo besó con suavidad.

-Yo también,  siempre-dijo él, apoyando su cabeza en su hombro. Cuando la canción acabó, los dos se sentaron en la mesa y tomó un poco de vino.

-Tengo un regalo-Arthur alzó las cejas-, tienes que cerrar los ojos-el anglocejon lo miró con una sonrisa y cerró los ojos, Alfred se levantó y lo rodeó, sacando una pequeña caja forrada en azul-. Ábrelos-susurró en su oído, Arthur se estremeció levemente y abrió los ojos. Se quedó mirando un momento la caja y el rubio la abrió, jadeó cuando vio la hermosa manilla de plata -. Cuando lo vi supe que tenía que ser tuyo-Alfred lo tomó y se lo puso con delicadeza en la muñeca, posó una mano sobre él y sonrió.-Te amo, eres el amor de vida-Arthur lo miró con ojos brillantes y lo besó con fuerza.

**********************

Alfred y Kiku estaban en una de las tantas playas de Okinawa, apoyados en una de las barandas del muelle y viendo al sol desaparecer en el horizonte, el cielo ya estaba oscureciendo y pronto sería momento de regresar. Habían decidido pasar una temporada en Japón ya que la familia de Kiku quería conocer a su Koi para darle el visto bueno para asi poder casarse con el pequeño nuna (apodo dado por Yao hermano mayor de Kiku).

-¿En qué piensas?-preguntó Kiku con suavidad. Alfred había estado jugando con la manilla, suspiró y se giró a mirar al azapache.

-Hace tiempo yo había estado muy enamorado de alguien, creí... creí que esa persona era la ideal, la persona indicada, creí que me amaba... pero todo había sido una muy cruel mentira y... todo terminó. Después de él creí que no volvería a amar, pasé bastante tiempo sin querer salir con nadie... hasta que apareciste tú-Kiku le sonrió. Alfred  sacó la manilla y la miro-.Kiku, tú eres tan maravilloso, tan bueno que... que...

-Eso que tú sientes, yo también puedo sentirlo-dijo el nipón, sonrojado, tomando sus manos y uniendo sus manos, entrelazando sus dedos en el acto-. Yo jamás te engañaría. Estoy... estoy enamorándome de tí.

-Quiero creer en ti, Kiku... quiero darme otra oportunidad en el amor, quiero ser feliz...-Alfred lo acercó por la cintura y lo besó, Kiku cerró los ojos, pasó sus manos por su cuello y depositó en ese beso todas sus inseguridades y esperanzas. Ambos se separaron, respirando algo agitadamente luego el moreno se giró a mirar lo último del sol en el mar. Alfred miró la manilla en sus manos y sintió ganas de llorar, llorar por lo que perdió pero solo respiró profundamente y soltó la manilla en el mar. Kiku y él lo miraron hundirse antes de marcharse.

********************

-Francis-sonrió Alfred cuando lo vio, el rubio francés extendió sus manos hacia él y él las tomó.

-Alfred-saludó el a su casi cuñado. No fue una sorpresa ya que años atrás su hermano le dio la noticia de que era novio de un sujeto, un francés, meses después el sujeto termino con su inocente hermanito, dejando en el pequeño un dolor horrendo después de descubrir que su noviazgo había sido por una apuesta, tres años fueron esos de dolor y lagrimas hasta que en una fiesta conoció al explosivo alemán de ojos rojos. Una de las sorpresas que tuvo Alfred al encontrarse con Arthur en  casa de su hermano fue su esposo, un hombre alto y corpulento, Alfred lo odio en el instante y una culpabilidad extraña se sentó en él, nunca pensó en la persona que Arthur lo había engañado, solo centrado en su dolor.-Te ves bien, ¿Cómo lo están llevando?- dijo el ingles quien había dado acto de presencia.

-Cansado, mayormente-Kiku respondió somnoliento ya que la espera había sido como horas para el, Arthur asintió, recordando su propio embarazo, un poco de tristeza se podía ver en sus ojos pero pasó rápido.

-Estoy tan feliz por ti- susurro, él le sonrió.

-Alfred-el ubio americano se tensó un momento antes de poner una sonrisa falsa en su rostro y mirar al rubio ingles.

-Arthur-asintió.

-¿Cómo te va el ser primerizo? Yo... Se te ve muy bien...-Arthur apretó los labios un segundo.

-Gracias, todo está bien-respondió antes de excusarse y marcharse a lado de Kiku quien se alejo yendo con su cuñado.

**********************

-¿Qué estás haciendo aquí?-pregunto Arthur, arrinconándolo en la cocina-¿Qué crees que estás haciendo? ¿Viniste a buscarme?

-Jamás vendría a buscarte, Arthur, baja de tu nube-respondió el americano con una seriedad rara vez vista-no sabía que tú vendrías, ni sabía que tu esposo es el amigo de la infancia de mi cuñado mucho menos el hecho de que el francés sea el ex de mi hermanito.

-Es porque él y Gilbert mas Antonio se conocen desde que eran bebes, no sabia lo de Matthew, y además la invitación nos llego solo con el nombre de Gilbert no con la de tu hermano.

-Lo sé, me lo dijo pero jamás me habló de su pasado o de ti, al menos nunca dijo sus nombres.

-Alfred ¿Esperas que me crea eso? 

-No tengo por qué mentirte-replicó el americano, mirando hacia la puerta para ver si alguien venía, Arthur miró nerviosamente hacia allí.

-No sé que es lo que pretendes, pero detente, te dije que se había acabado.

-Arthi, no vine por tí, Kiku y yo estamos en una relación seria desde hace dos años y he venido porque mi familia me invito a esta linda celebración, nada más.

-¿A qué te refieres con relación seria?-preguntó el rubio, con el corazón acelerado-¿Cuánto tiempo se han estado viendo?- sus celos salieron aflote sin evitar ocultarlos.

-Ese no es tu asunto, tú y yo terminamos, me dejaste, tengo derecho a hacer mi vida con quién quiera, que Kiku no te agrade no es mi problema,  que mi hermano sea el ex de tu esposo solo ha sido una coincidencia, nada más. Ahora sal de mi camino-dijo empujándolo y saliendo de la cocina.

*********************

-Así que van a casarse-Alfred voltio al oír la voz de Arthur detrás de él, se giró y enfrentó su mirada.

-Sí.

-¿Es lo que quiere?

-Si no fuera lo que quiere, jamás habría dicho que sí.

-Alfred...- el blondo americano odiaba ese tono triste y ojos llorosos.

-No digas nada, no quiero escucharlo-dijo el ingles sacando lo tsudere de su personalidad, Alfred solo se acercó a él.

-Lo siento……Alfred

-Escúchame-el americano bajo su cabeza para mirarlo-. Te amo, Alfred, sigo amándote a pesar de habernos separado hace tiempo, solo puedo pensar en ti...-Alfred estaba sacudiendo la cabeza, sintiendo como sus ojos se humedecían y sus lentes se empañaban.

-Es muy tarde, Arthur, no hay nada que te pueda dar-el blondo le soltó e intentó marcharse pero Arthur impidió su paso, poniendo sus brazos al rededor de su pecho y pegándose a su espalda.

-¿Me has olvidado, Alfred? Honestamente ¿lo has hecho? ¿Has olvidado mis caricias, mis besos, las noches de pasión y amor que tuvimos...?

-Basta-suplicó Alfred, cerrando los ojos.

-Yo  no he podido olvidarlo, todas las noches sueño con el sabor de tus labios, con el sonido de tu risa, con el color de tus ojos...-las lágrimas empezaron a formarse en los ojos de Arthur-mírame a los ojos y dime si has podido olvidarme, dime si has dejado de amarme...-Alfred soltó un sollozo ahogado y inclino el rostro sin abrir los ojos, Arthur levanto ligeramente y lo besó, Alfred suspiró y se dejó llevar unos segundos antes de separarse y sacudir la cabeza, soltó un suspiro tembloroso y abrió los ojos, mirando directamente a esos ojos verdes bosque que le robaban el aliento.

-Ya no te amo-dijo firmemente y Arthur sintió que su corazón se destruía, Arthur se giró y se marchó.

*********************

-Es hora de marcharnos-dijo Alfred-Kiku necesita descansar, parece a punto de dormir en la silla.

-¡Eso no es cierto!-protestó el moreno pero la verdad era que si sentía el cuerpo cansado.

-Tienen que regresar pronto o nosotros iremos a visitarlos, queremos saber todo de tu embarazo-Kiku le sonrió con cariño a Matthew y le dio un beso en la mejilla.

-Son bienvenidos en nuestra casa, lo saben el awesome yo ira si no vienen más seguido- volvió a apretar su hombro y sonrió. Francis se acercó y estrecho su mano como signo de adiós.

-Cualquier cosa que necesites, me llamas ¿sí?-Alfred asintió dudoso, no le caía el francés este, se despidió de él. Arthur y él se quedaron frente a frente.

-Cuídate, cuida a tu bebé y... como dice Francis, cualquier cosa que te haga falta, nos puedes llamar-Alfred asintió con el rostro cuidadosamente en blanco.

-¿Listo, cariño?-el moreno le sonrió y asintió, ambos salieron de la casa y Arthur se quedó mirando cómo se iban, deseando volver al tiempo solo para hacer la decisión correcta de quedarse con ese cursi y amoroso americano. 

Fin

 

Notas finales:

Les gusto me dan un review


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