~*~KAI~*~
Cuando era un adolescente y mi madre soñaba despierta con las bondades de una casa llena de nietos, nunca mencionó lo agotador que era cumplir con esa utopía… Ahora que lo pienso, creo que incluso pudo haber exagerado un poquito cuando decía: “Tener una familia grande es el sueño de cualquiera”.
Madre probablemente hablaba así porque tenía un solo hijo y por demás tranquilo.
—¡KAI… APURATE CON ESA LECHE! ¡TUS HIJAS NO DEJAN DE LLORAR, AYUDAME! ¡¿DÓNDE DEJASE LAS LONCHERAS DE LAS PRINCESAS?!
—¡¡¡PAAAPÁAAAAAAAAAAAA!!!
Tal vez lo que madre no vislumbro en su utopía, era que en lugar de formar una hermosa familia con una hacendosa mujer de estatura promedio, terminaría cayendo en los encantos de un rubio de baja estatura.
¡Y eso si era una enorme diferencia!
~*~RUKI~*~
—¡PAPIIIII!¡TIO REITA ME ESTA JALANDO EL PELO!
—¡Akira, haz el favor de dejar a mi nena tranquila! —Corrí, casi materializándome al oír a una de mis bebés quejarse.
—No le estoy jalando el pelo… Sólo se lo estoy cepillando.
—¡Pero me estas jalando tío!
—Akira, la esas despeinando. ¡Deja que Kaolu la peine entre cada toma!
—¡Pero se le había desacomodado su flequito! Yume no puede andar por la vida así, ¡mírala que bonita!
Akira se derretía de amor por mis hijas. Cosa que no podía controlar cuando bajista y guitarristas estaban cerca. Si no era uno, era el otro quien quería jugar a las muñecas con mis bebes. Esto era cosa de todos los días…
~*~8 años atrás~*~
El concierto más importante para nosotros, hasta el momento, había terminado con un enorme éxito. Sólo vi a Kai caer a unos cuantos pasos de entrar en el camerino, una chica del staff como siempre, corría a ayudarle y colocarle las manos en una cubeta con hielos.
—Taka…
Entre el barullo de mis compañeros, los fuertes brazos de Reita sujetándome, y sus besos una y otra vez topando en mi cabeza, me distraje y no note cuando alguien puso una toalla sobre mis hombros. Solo al escuchar su agitada respiración y su voz agotada pronunciar mi nombre, fue que me di cuenta que ya estaba tirado sobre un sofá.
Me deje caer al piso y me arrastre hacia él, hasta colocarme detrás de su espalda, acomodé mis piernas a sus costados y sentí como acomodó éstas en sus antebrazos, y volvió sus manos a la cubeta entre sus piernas. Yo parecía un pequeño koala colgado de piernas y brazos.
—Hiciste un excelente trabajo. Estoy muy orgulloso de ti. —Besé su nuca mojada, luego él se acomodó para que besara sus labios.
—Todo esto no sería posible, si tú no estuvieras como maniaco para que todo salga a la perfección. Y te amo por eso. ¿Lo sabes?
—Pensé que me amabas por cómo te la chupaba… —Susurré en su oído, para que nadie más nos escuchara.
—Jajaja… En realidad me casaré contigo por ese delicioso detalle.
Tal vez fue por la adrenalina, por la enorme felicidad, o simplemente porque esa noche estaba predestinada a ser especial, pero me perdía en mi mente al notar que sus besos y sus caricias sabían mucho mejor.
—Kai… —Sentía sus labios recorrer mis pequeños muslos, y sus enormes manos apretar mi trasero. —¡Kai…!
Kai, siempre fue gentil y cuidadoso conmigo. Teníamos poco menos de un año como pareja y habían sido contadas las veces que tuvimos relaciones sexuales, la banda aún no podía darse el lujo de tener a mucha gente trabajando para nosotros, así que terminábamos bastante cansados durante las jornadas laborales.
Pero esa noche Kai, fue imparable. Si él me hubiera mencionado alguna vez el ingenio que tenia para tener sexo, seguramente me lo habría pensado dos veces.
—¡Me duele…! —Boca abajo como me encontraba, ahogaba mis lamentos sobre la almohada mientras él, ponía pomada de bebés en mi entradita.
—Tal vez no debimos hacerlo la cuarta vez. —Dio un ligero besito en mi nalga izquierda, mientras acariciaba la derecha con sumo cuidado.
—En realidad fueron seis veces si contamos el oral del inicio y el 69. —Giré mi cabeza para mirarle y entrelazar nuestras manos.
—Yo me refería al sexo en el recibidor, contra el espejo, en la regadera y la de antes de dormirnos.
—Y sigo sin entender cómo es que seguimos vivos… Eso que tienes ahí, es un arma mortal. No debe ser legal.
Habíamos pasado la madrugada y casi todo el día teniendo sexo. Estar con él me hacía sentirme seguro, y eso me encantaba.
Nuestra agenda marcaba que debíamos sacar un sencillo, grabar un álbum, salir a Europa regresar a presentar el single para una película... Todo sonaba muy lindo, pero había un pequeño detalle: había un tour por nuestro País y yo no me encontraba en mi mejor condición. Entre el 2006 y 2007 había una enorme cantidad de trabajo y yo a estas alturas, no hacía más que vomitar por las mañanas… ¡y querer sexo con mi novio a todas horas!
—¿A dónde vamos Kai? —Mientras él manejaba, yo me entretenía durante el camino mordisqueándole la oreja, el cuello y manoseando todo lo que estaba al alcance de mi mano.
—Al hospital…
—¡Que excelente idea! Últimamente he pensado que deberíamos experimentar lugares y roles.
—Taka… Vamos a que te hagan un chequeo general y saber porque te sientes tan cansado y vomitas tanto. Además has adelgazado mucho a causa de eso y no quiero que tengas algo malo y lo pasemos por alto. ¡Y No tendremos sexo en un hospital!
En realidad, si me preocupaba mi estado de salud, pero apenas olía a Kai, y cualquier malestar se me olvidaba, dando paso a una sed por sentirle a él. Así que una vez que llegamos a la sala de espera, para distraerme un poco, di lectura suelta a una revista de avances médicos que estaba sobre la mesita. Había un artículo sobre manipulación genética y poder modificar las características de tu bebé, a modo de que concibas el bebé de tus sueños. Me llamó tanto la atención que podían modificar desde el color de los ojos, hasta el que tu hijo naciera sin herencia cancerígena o de VIH. ¡Estaba asombrado!
—¿Qué lees? —Kai dejó de lado su laptop con la que adelantaba papeleo de la banda, para asomarse un poco a la revista.
—Cómo es que ahora, puedes hacer un costoso tratamiento para tener al bebe perfecto. Da un poco de miedo.
—Pero para algunas personas debe ser formidable saber que tu bebé nacerá sano. Es una garantía a largo plazo de que tus hijos tendrán una mejor calidad de vida. ¿Qué te gustaría cambiar de ti, en tus hijos?
—No lo sé… Nunca me habría imaginado que eso se pudiera. ¿Los ojos?
—Yo pienso que viniendo de ti, serian unos bebés perfectos.
Sonreí como bobo al escuchar esa afirmación, pero más, al sentir sus deliciosos labios tan llenos de confianza.
Pero si en la actualidad ya hay hombres pariendo bebés, ya se puede esperar cualquier cosa de la evolución humana. ¿No?
~*~KAI 2013~*~
Era muy difícil concentrarme sabiendo que los amores de mi vida estaban en terreno peligroso. Así que Ruki y yo, sabiendo el peligro que puede ser un set de grabación, acordamos que primero se rodaran las escenas de él con las bebés, y al final las mías.
¡Taka es el típico ejemplo de la mamá aprensiva! Por eso es que fue su idea de que Yume y Nori, todo el tiempo estuvieran detrás de él, así podría estar seguro de que nada les pasara y yo, podría estar al pendiente por si algo necesitaban. Mi razón primordial, era que mi parte en el pv, no era algo que me gustaría vieran mis hijas en vivo y a todo color.
¡Para un padre no es fácil que sus hijas le vean como sodomiza y azota a otro hombre para un video musical!
—Acaba de llamar tu madre y avisó que ya están las bebés cenando. —Ruki me abrazó por la espalda, encorvándose para besar mi cuello y meter sus manos en mi camisa semi-abierta. —¿Te he dicho que me excita cuando te sientas así, con la espalda hacia atrás y las piernas abiertas?
—Creo que lo mencionaste algo cuando grabamos Zetzu, pero no esta demás que me lo recuerdes… —lo atraje hacia mí, dejándole sentado y poder besar sus labios pintados de rojo. Estábamos casi acostados en la cómoda silla, cuando fuimos interrumpidos.
—Más vale que no lo despeines Ruki-san, o de lo contrario dejaré a tus hijas sin madre sexosa. Esa cabellera larga de Kai-san, no se peina sola.
—Eso sólo por un peinado, no quiero ni imaginar lo que me habrías hecho si lo desmaquillaba…
—De gracias que aún no aplicaba ni la base, que con ese labial rojo prostituta que le acabas de dejar embarrado, seguro merecía la pena capital.
—Ruki-san, soy un hombre casado y con dos hijas. Será mejor que no vuelvas a engatusarme con tu labial “rojo pasión ardiente”. ¡Amo a mi esposo de cutis perfecto!
—Hazte el chistosito Kai… Sólo te disculpo porque eres un padre amoroso y un esposo fiel.
Nos costó un poco el separarnos, pero así cómo Taka era muy cuidadoso con las niñas, también lo era conmigo. Así que me acompaño hasta que termine de grabar y luego de una cena a deshora, regresamos a casa para descansar.
Verle dormir tan profundamente, me hizo recordar cómo es que nuestra vida cambio realmente…
~*~KAI 2006~*~
Ahí estaba Ruki, temblando como una hoja al viento. Se puso tan pálido, que tuvieron que medirle los signos para cerciorarse que estuviera bien.
—Yo…
Tomé su mano entre las mías para darle apoyo, él, bajo la mirada para ver como acariciaba sus pequeños dedos, luego subió el rostro hasta que vi sus pequeños ojitos llorosos. Mordió su labio, pidiendo un abrazo silencioso.
—Pero yo… no estoy listo aún.
—Matsumoto-san, tiene 7 semanas de gestación, es el tiempo perfecto si su deseo es no seguir con el embarazo. Pero le informo que pueden quedar secuelas que impidan vuelva a poder gestar con naturalidad en el futuro. Un legrado, es un procedimiento invasivo, el cuerpo de un hombre no está genéticamente apto para someterse a este. Ha habido casos en los que el paciente pudo volverse a embarazar, pero otros en su mayoría, no pudieron cuando lo desearon. Así que si lo prefiere, puede comunicarse conmigo en los próximos días y notificarme su decisión.
—Taka, yo no quiero presionarte pero… Estás listo. Sé que es mi culpa por no haber usado preservativo, ¡pero estamos listos! —Bese sus manos suplicando esta oportunidad. Era una sensación que crecía en mi interior y me decía que no debíamos dejarlo pasar. —Estamos juntos en esto. Por favor… Tengamos al bebé…
—Tengo miedo Kai… Tenemos mucho trabajo, ¡no podemos fallarles a los chicos! ¡Es nuestro sueño Kai! El sueño de los cinco…
—Ten por seguro que ellos estarán felices por nosotros. Los conoces bien, sabes que nos apoyaran. No tengas miedo.
—¿Quieres tenerlo Kai? —Ruki se limpió el rostro con su pequeña mano y me miró con la mirada brillosa. —¿Quieres tener una familia conmigo?
—Sí. Si quiero.
Ahí, en un consultorio cualquiera, con un médico como testigo, unimos nuestras vidas y el futuro de estas. Pusimos toda la atención posible a sus indicaciones, decidimos juntos la fecha de la siguiente cita, salimos de compras y llenamos entre boberías y sonrisas nuestra primera despensa de familia. Desde ese día comenzamos a vivir juntos.
Esa misma noche, la primera en que compartimos como si fuésemos recién casados, mientras tomábamos un baño de burbujas luego de hacer el amor por segunda ocasión, puse en su dedo el anillo que mi madre en su tiempo, me mostrara seria para mi prometida y futura madre de mis hijos.
Taka lloró emocionado y sin dejar de abrazarse a mí y besar mis labios.
Terminado el baño adjudicaría a un arranque por sus hormonas alocadas por la gestación, pero ese mirar especial, lo vi en dos ocasiones más en el futuro.
En el fondo creo que madre no estaba tan equivocada con su utopía…