En cuanto escuche la puerta cerrarse y lo verifique fui directo a la cocina y comencé a preparar el coctel de frutas rojas y vino, tal y como había dicho Kagamicchi prepáralo fue muy fácil. Al terminar de prepararlo, comencé a decorar la mesa algo sencillo –un mantel rojo, bajilla blanca con adornos negros y dorados, cristalería y un pequeño ramo de flores artificiales, al mirarlo no pude evitar en lo que le había dicho. Estaba completamente seguro de que no quería ser lastimado de nuevo, pero, eso me lastimaba aun más, mucho más.
Eran cerca de las diez y algo cuando todas las luces de la casa se apagaron, me quede en el sofá unos minutos y enseguida me dirigí a la cocina por unas velas y linternas. Yo no le temía a la oscuridad, pero, era de noche, estaba solo en una casa gigantesca, y ni la bendita luna le daba a los ventanales. Coloque las linternas y las velas de forma que la mayoría de la sala pudiera estar iluminada, había colocado la comida y el postre en la mesa y me quede sentado en la mesa ojeando una revista intentando no pensar en las circunstancias, cuando el sonido de la puerta abriéndose resonó, me levante tome uno de los tenedores y comencé a caminar asía la puerta y justo cuando iba a clavarle el tenedor al “intruso” este lo detuvo y se acerco a la luz dejándome ver su cara.
-¿Qué haces…Kise?-al verlo la tensión se escapó de mi cuerpo y solté un suspiro enorme.
-Aominecchi me diste un susto de muerte…podrías al menos decir “estoy en casa” por lo menos-dije quejándome.
-si, si, en fin, ¿Qué es todo esto?-dijo después de soltarme y dirigirse a la sala donde la comida se encontraba servida.-¿tendremos una cena romántica?
-¿eh?...no-mi desilusión se podía oír claramente en esa frase por lo que sonreí-es solo la cena, las velas y linternas son solo porque no hay luz, unas fans me dieron el ramo de flores y la comida la preparo Kagamicchi, ¿quieres comer?-pregunte con el tono alegre de siempre mientras me sentaba.
-claro-su respuesta fue cortante, pero no deje que eso me desanimara necesitaría todo el coraje, me levante y le serví la porción correcta para Aominecchi y otra más para mí, la comida estaba deliciosa, sin duda Kagamicchi se había esforzado-¡esto esta delicioso!-dijo mientras tomaba un poco de la bebida que yo había preparado.
-¿te gusto?
-¡por supuesto!
-me alegro-dije suspirando un poco-¿sabes? Yo prepare la bebida que estas tomando-mi sonrisa por primera vez en mucho tiempo, era real.
-¿enserio?
-¡sí!
-no está mal, enséñame a prepárala.
-¡claro!-era el momento perfecto, habíamos terminado la cena, el había hecho un buen comentario del ponche, reuní todo el valor y respire hondo-¿s-sabes, A-aomine…cchi?-estaba nervioso pero me estaba escuchando-y-yo le…pedí a Kagamicchi que preparara esta cena…porque…¡porque!, ¡ahí algo que quiero decirte¡….-dije lo ultimo casi gritando y al final el miedo me absorbió
-¿y eso es?
-¿eh? Es…es que yo…-el miedo y los nervios impedían que las palabras salieran, ¡solo déjalas salir!- ¡ME GUSTAS, AOMINECCHI!
-….
El silencio se apodero del salón y sentí que la carga en mi espalda se desvanecía y una nueva nacía, ¡¿Por qué no respondía?! Levante la cabeza y lo vi levantarse de su asiento y dirigirse asía mí, me aleje un poco y al ver que no dejaría que se acercara hablo.
-Kise…gracias, pero, no tengo ese interés en ti-¿eh? Sentí las lagrimas llenar mis ojos y un grito encerrarse en mi garganta el aire a mi alrededor se volvía pesado y sentí mil emociones llenarme, todo en un instante. Todo en un silencio total-….pero, alguien con tu cuerpo seguro no me necesitas, debes de tener filas de chicas queriendo acostarse contigo detrás- todas esas emociones se juntaron convirtiéndose en un monstruo-no me necesitas-se hacía cada vez más grande- ¡te presentare a una chica súper sexy! Con tu cuerpo seguro ni lo duda- y exploto, se reconstruyo y rujio.
-¡¿ALGIEN CON MI CUERPO?¡-no lo pude soportar, que el me digiera esa, que me lo recordara, era…-¡¿POR QUE?!-demasiado…-¿POR QUE SIEMPRE MI CUERPO?-doloroso-¿QUE TIENE ESTE CUERPO?
-Kise…cálmate.
-¿MI CUERPO? ¡SIEMPRE ES MI CUERPO!-tome un cuchillo- ¡YO NO QUIERO ESTE CUERPO¡ ¡QUIERO DESASERME DE …L-justo cuando sentí la cuchilla rebanar mi piel, el cuerpo de Aominecchi cayó sobre mí, y me obligo a soltar el cuchillo, tomo mis manos y la pequeña herida me ardió.
-¡¿Qué MIERDA CREES QUE HACES?!-me grito en la cara con una expresión molesta y asustada, como si fuera a perder algo valioso.
-yo…yo no lo quiero-mis lagrimas me impedían hablar-no…lo quiero…lo único que me a traído es dolor-mi voz se oía desgarrada, era horrible, sin duda alguna-no lo quiero…nunca lo quise…
Aominecchi coloco su cabeza junto a mi cuello con la frente en el frio suelo y pronuncio algo incomprensible para mi. Coloco su boca en mi cuello y pude sentir sus dientes, labios y lengua concentrarse en una zona, una rara sensación me invadió, sentí el color en mis mejillas crecer y sonidos vergonzosos salir de mis labios, los intente reprimir pero cuando se hicieron demasiado para mi los deje salir, pero al poco tiempo los labios de Aominecchi me callaron, nuestras bocas bailaban y solo se separaron cuando los gemidos provocados por las manos de Aominecchi explorando mi cuerpo se hacían irretenibles. Cuando por fin nos separamos la sonrisa de satisfacción de Aominecchi hiso que me sonrojara.
-¡¿Po-po-por qué hiciste eso?!
-tu dijiste que no querías este cuerpo, ¿cierto?
-….asi es, ¿y?
-ya que tu no lo quieres me lo quedare yo.
-haaa
-sí, eso significa que no podrás hacerle nada a este cuerpo sin MI aprobación. No podrás entregárselo a nadie más, ni podrás hacerle daño, y siempre que tengas que sacar una foto de el me dirás donde, el vestuario y ese tipo de cosas, ¿entiendes?
-¡NO!- grite intentado zafarme, lo empuje y me levante tan rápido como pude, corrí asía las escaleras y justo cuando iba a tomar el picaporte de i habitación unas manos me tomaron de la cintura y me coloco en el hombro de Aominecchi, patalee y le dije que me soltara, pero él era más alto y fuerte. Al llegar a su habitación me soltó en su cama cerró la puerta y me miro de una forma que me provoco escalofríos.
-¿Qué intentas?
-¿no es obvio? Eres de mi propiedad te marcare como tal, inspeccionare tu cuerpo detalladamente para que cuando te inspeccione si algo te sucedió lo sepa al instante.
-¿eh?-se quito la chaqueta y la playera dejando ver su increíble forma. Apreté las sabanas y cerré los ojos fuertemente cuando la innumerable cantidad de mujeres que había pasado una noche en esta cama se apodero de mi mente.
-s-si lo vas hacer…por favor vamos a mi habitación…
-¿Por qué?-pregunta quitándome la remera y desabrochando mi pantalón.
-no quiero que mi primera vez sea en una cama por la que muchas mujeres han pasado ya-me bajo los pantalones y me miro a lo ojos, desvié la vista y el tomo mi rostro y me obligo a mirarlo a la cara. Me beso. De forma diferente, a la anterior.
-nunca he dejado que ninguna mujer se meta en estas sabanas. Tú eres el primero. Y si ya lo hiciste con una mujer entonces no cuenta como primera vez-al escuchar eso no soporte mirarlo a los ojos y desvié la mirada.
-y…-dije débilmente-si ¿no lo he hecho tampoco con una mujer?
-¿Qué?
-¿Qué si no lo he hecho tampoco con una mujer, que?
-si no las hecho tampoco con una mujer…significa que soy la única persona con la que tendrás sexo.
-¿única?-sentí sus labios en la punta de mi miembro y me petrifique, sentí su boca deslizarse por mi miembro y los gemidos salir descontrolablemente de mi boca, sus movimientos se hicieron cada vez mas rapidos, arque la espalda y me sentí desfallecer-Aominecchi…quitate…yo-sus movimientos aumentaron y me di cuenta de que no pensaba quitarse, empuje su cabeza contra mi piel y una risa salió de sus labios segundos antes de que llenara su boca.
-eso fue rápido-dijo mientras colocaba su mano en la boca y limpiaba el exceso.
-¿lo tragaste?
-por supuesto, todo tu cuerpo me pertenece, no iba dejar que una parte tan importante se desperdiciara.
-idio-sus labios callaron mi insulto, sus manos recorrieron mi cuerpo y mientras una me atraía mas a el, la otra se dirigió a mi trasero, sentí uno de sus dedos en mi entrada y en el momento que entro, corte el beso para gritar y quedarme si aire.
-en verdad eres virgen.
-ca-callate.
Durante los siguientes minutos su dedos se encargaron de dilatar mi entrada y su mano libre y sus labios de marcar y acariciar mi cuerpo. Cuando por fin Aominecchi creyó que estaba listo se sentó y me sentó sobre él.
-espera.
-no puedes decir eso a estas alturas.
Mientras comenzaba a bajarme comenzó a besarme de forma suave, cuando senti su miembro en mi entrada intente alejarme pero en lugar de eso Aomine me atrajo mas a el. Con cuido me bajo hasta el fondo y cuando por fin mis piernas descansaban en las suyas dejo de besarme y me miro a los ojos.
-Aominecchi…yo no quiero ser con esas mujeres que son solo un acostón para ti, por eso esta será la única vez.
-¿de qué hablas? Tu no eres un acoston, ni ninguna de esas mujeres y por supuesto que no será la última vez-mis caderas comenzaron a moverse sin mi permiso pero al parecer en ese momento a el no le importaba eso-Kise….te quiero, no me acostare con ninguna mujer mientras este contigo, no hare nada que te lastime-el comenzó a moverse y coloque mi cabeza en su hombro-…no te dejare ir, jamás.
Después de eso Aominecchi fue muy atento conmigo se movía lento y con tanto cuidado que me desesperaba, pero sabia que era por mi bien, cuando creyó que estaba listo sus movimientos se intensificaron y comenzó a hacer movimientos bruscos y me besaba a acariciaba y comencé a entender porque las mujeres se acostaban tanto con el.
Al despertar me encontraba cubierto por las suaves sabanas blancas de Aominecchi las tuberías de la casa retumbaban lo que decía que se estaba bañando, me quede acostado un tiempo mas hasta que entro a la habitación.
-asi que ya has despesrtado, lo siento, era tu primera vez y creo que fui un poco duro contigo.
-no, no importa, por cierto que hora es?
-casi las tres.
-ya veo, bueno creo que entonces también tomare un baño-me senté y me pare en el piso para después caer, el intenso dolor de mi trasero y cadera me estaban matando.
-lo siento-Aominecchi me ayudo a levantarme y me coloco en la cama-tal vez no puedas levantarte dentro de unas horas….o tal vez tampoco mañana.
-¿eh?
-bueno, te lo dije, ¿no? Fui un poco brusco y bueno….
-¿QUE? ¡MA—ANA TENGO UNA SECION DE FOTOS!
-sera mejor que canceles.
Me levante y le arroje todo lo que me encostre, termine en el piso pero eso no me detuvo cuando salió huyendo del cuarto me levante y fui tras el, me caía cada dos pasos pero cuando lo veía le arrojaba cosas, ¿Cómo se atrevía? ¡No solo tenía un intenso dolor en el culo, tampoco podría trabajar!
-TE MATO
-¡alcánzame primero!
-LO HARE!
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