A.C. 193
Nanashi de 13 años se encontraba saliendo del transbordador que recién llegó a la colonia L-3, miro a su alrededor para encontrarse con aquella cara conocida. Desde que se fue de la tierra hace 3 años debido al fiasco con Middie Une, había vagado a una de las colonias uniéndose a otro grupo mercenario. Ahí había conocido a Ralph Kurt pero apenas un año después, Ralph se fue del grupo para trabajar en la colonia L-3, diciendo que ahí se encontraba una oportunidad más grande para él pues le habían ofrecido un trabajo como mecánico. Manteniéndose en contacto con Nanashi, Ralph le había platicado lo bien que le había ido y lo convenció de irse a la colonia L-3 para trabajar juntos.
Ralph había sido la única persona - aparte de Middie Une - que le había hablado sin que fuera alguna orden, habían conversado y le gustaba mucho su presencia. Era amable y se preocupada por los demás, hasta ahora era el único que se había ganado su confianza. Y ahí se encuentra él ahora, justo frente suyo. Esperándole con una sonrisa, sus manos en los bolsillos de su pantalón. Se veía nervioso, inseguro pero feliz de verle.
Nanashi se acercó y extendió su mano para saludarle, "Kurt"
Ralph sonrió y saludó su mano, "Nanashi"
Hubo un par de segundos de incomodidad mientras se miraban a los ojos y sus manos se apretaban. Ralph sonrió nuevamente soltándole, "¿tu equipaje?"
Nanashi frunció el ceño y miró detrás de su espalda donde llevaba un pequeño morral cruzando su hombro.
"oh claro" dijo Ralph, "¿que más ibas a traer? Somos mercenarios, con una simple arma sobrevivimos. Ven"
Ralph se dio la vuelta y Nanashi le siguió en silencio. Tenía tanto que contarle, quería abrir su boca y solo platicar de cosas sin mucha importancia. Su vuelo, el año que estuvo ausente del grupo mercenario, todas las cosas que habían ocurrido... preguntarle, que había hecho, como le iba en el trabajo, ¿porque lo invitó a él y no a Chris? Pero se lo guardó, como lo había hecho toda su vida. Miró al suelo solo siguiendo los pies de Ralph, ¿que caso tenía preguntar esas cosas? No harían una gran diferencia, no le tornaría su vida de arriba para abajo, no había necesidad de hacerlo. Era la única lección de vida que había obtenido, tener lo necesario y hacer lo necesario.
"¿Nanashi?"
Nanashi volteó a verlo, no se había dado cuenta en el momento que subió al taxi. Se regañó mentalmente, ¿como no podía estar atento a su alrededor? No, espera. Ralph habló de nuevo y no le escuchó. 'rayos'
"¿Dime?"
Ralph frunció el ceño pero sonrió, "¿Como estuvo tu vuelo?"
"Bien" respondió Nanashi mirando fuera de la ventana.
"Claro" dijo Ralph mirándolo. Quizás Nanashi no estaba interesado en esas cosas, claro que era un chico de 13 años que ya había perdido casi todo el sentido de humanidad que le quedaba, pero tenía hormonas. ¿No?
No se había dado cuenta que era... ¿Lindo? Ojos verdes, linda nariz, labios entreabiertos. 'Bien Ralph... estás pensando con tu otra cabeza, basta'
"¿Que?"
Los ojos de Ralph encontraron aquellos verdes, "Nada"
Y sin poder resistirlo, solo se volteó.
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"Déjame ver si entendí" dijo Trowa Barton, "no tienes nombre"
Nanashi negó con la cabeza.
"Tu ‘curriculum’ son... batallas"
Nanashi asintió.
Se encontraba en una oficina... bueno, no exactamente una oficina, era más un hangar con cajas, piezas, una fila de desempleados, un escritorio en el centro y una silla. Desde arriba, Ralph lo veía sonriendo apoyándose en el barandal con un viejo a su lado que susurraban de vez en cuando.
"Kurt me dice que puedes reparar todo tipo de Mobile Suits, ¿es eso cierto?" Barton suspiró aburrido apoyando su espalda en la silla.
Nanashi nuevamente asintió, no sabía que ganaba Barton con todas estas preguntas.
"¿Que te hace pensar que voy a elegir a un niño que no tiene ni padres a gente que tiene una familia que alimentar?" dijo Barton viendo hacia la fila de hombres detrás de él.
"A usted no le importa eso" dijo Nanashi sin chistar mientras que Barton alzaba una ceja, "No debería importarle si la madre de alguno está enferma o no, que si su hijo no puede ir a la escuela... a lo que a usted le importa, es el trabajo que se supone que haré, solo hare lo que tengo que hacer y lo que me pida"
Barton sonrió, tomó una pluma y anotó algunas cosas en el papel, "Bienvenido"
Nanashi solo lo miro y luego se volteó hacia Ralph que sonría contento y alzó el pulgar de su mano y le guiñó el ojo.
Eso lo contentó.
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"Felicidades Nanashi" dijo Ralph sonriente mientras que Nanashi ahora llegaba a donde estaba Ralph en el pasillo del barandal.
"Gra-
Lo abrazo. Ralph estaba abrazándole, fue corto, simple pero significó mucho para él.
"Gracias"
Entonces un anciano se acercó a la pareja y asintió entre ellos, "ah cierto, él es el Doctor S"
Nanashi asintió como señal de saludo.
"El gusto es mío Nanashi... verás, te tengo una propuesta" le dijo directamente el Doctor.
"¿Porque no mejor nos movemos a alguna otra área un poco más... privada, para conversar?" dijo Ralph y los tres comenzaron a avanzar en silencio sin saber que Barton los observaba desde abajo.
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"Nanashi, Kurt me dice que manejas mobile suits desde los siente años, ¿es eso cierto?"
Nanashi asintió.
Se encontraban en una sala de juntas, con una gran mesa y varias sillas, casi todas vacías. Ralph bebía un café al lado de Nanashi mientras que éste estaba sentado frente al doctor.
"Queremos... entrenarte, a escondidas de Trowa Barton. Para que manejes el Gundam HeavyArms 03, como sabes Barton es quien debería de pilotearlo. La Operacion Meteoro es su oportunidad para ejecutar a miles de personas y que llegue al poder como heredero de su fundación pero no podemos permitirlo. La Operación involucrará a otros cuatro pilotos Gundam, si decides aceptar estar dentro de la operación tu deber será infiltrarte con los demás pilotos y destruir las bases militares de Oz en la tierra.
La verdad y en mi opinión personal, preferiría que mantuvieras en cuenta la seguridad de los demás pilotos. Sé que esto es arriesgado pero considéralo parte de tu misión... mantenerlos con vida incluso si es a costa de la tuya.”
Ralph abrió los ojos impacto, el Doctor S no le había comentado esto para nada.
“No tienes que aceptar Nanashi”
“La razón por la que te pido esto es la siguiente, es posible que al ser entrenados por separado haya cierta desconfianza y diferentes formas de actuar frente a una situación. Al tener en sus manos una misión tan importante es posible que los demás pilotos arriesguen y comprometan la vida de sus compañeros para cumplirla. Necesitamos un piloto que pueda lidiar con esto, cuídalos de ellos mismos”
“Nanashi no es una niñera”
“Será su decisión, solo pido que lo tome en cuenta durante la Operación. Si crees que no debas actuar de esta manera continua con tu mejor criterio.”
“¿Qué pasara con Trowa Barton?”
“Necesitamos de su trabajo todavía, si se da cuenta de este plan antes de que se ejecute la Operación dentro de dos años será un fracaso total. Sería conveniente incluso que ni trabajes cerca del Gundam, pero una vez que se acerque el día de iniciar con la misión él tendrá que ser... forzado a retirarse. Tomarás el Gundam HeavyArms y te desearé la mejor de la suerte”
Ralph suspiró frustrado, no sabía el peso que el Doctor colocaría sobre los hombros de un niño de 13 años. Si tan solo él fuese mejor piloto, con gusto tomaría su lugar.
"¿Porqué yo?" preguntó Nanashi.
"Por la misma razón que Barton te acaba de contratar"
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"No estás enojado, ¿o si?" preguntó Ralph mientras entraban a su habitación.
Nanashi estaba acomodando su cama mientras que Ralph se desplomaba en la cama individual a su lado.
“No, ¿Por qué lo preguntas?” respondió Nanashi haciendo una pequeña charla. Era Ralph, no había necesidad de ser tan callado.
"Siento que te atraje a algún tipo de trampa... pero no era mi intención. El Doctor S no me comentó nada hasta ayer y al parecer no era todo... no tienes que hacerlo si no quieres"
"Quiero hacerlo" respondió Nanashi después de unos momentos, "Siempre quise manejar un Gundam... parecía un sueño, son como una leyenda... pero si tengo la oportunidad de ello la tomaré"
"Nunca te había escuchado hablar tan... feliz"
Nanashi encogió el hombro y sonrió un poco. Ralph se rio y se levantó de la cama, "Nanashi tengo que decirte algo"
Nanashi lo volteó a ver y cuando se sentó a lo largo de la cama y sintió un poco incomodado.
"No quiero que pienses que te invité a trabajar conmigo por la Operación, te invité porque no quería que estuvieras con los otros soldados"
Nanashi frunció el ceño, no era como si estuviera físicamente en peligro con el otro grupo mercenario. ¿O sí?
"Sé que no te das cuenta... tienes solo 13 años, pero ellos son hombres Nanashi. Podrían haberte... obligado a hacer algo que no querías, desesperados por la guerra... con métodos desesperados-
"Lo sé" dijo Nanashi, "tu-
"a mí me importas mucho" susurró Ralph, "si algo te pasa no me lo perdonaría, cuando aceptaste venir conmigo... estaba- estoy feliz, te tengo aquí y por el momento, es lo único que me importa"
Ralph parpadeó varias veces al darse cuenta de lo que había dicho, pero ya no importaba todo lo demás, estaba con él y eso era todo... nerviosamente apretó sus manos y rápidamente rozó sus labios en contra de los de Nanashi, sin darle realmente tiempo para reaccionar se miraron a los ojos y por tan extraño que parezca, Nanashi dio su primera sonrisa real.
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Habían pasado seis meses desde que Nanashi comenzó el entrenamiento para manejar el Gundam, era cansado ya que tenía que cubrir su trabajo diario y por las noches, aprender sobre el mecanismo y la programación del Gundam pero lo más pesado era que HeavyArms estaba calibrado para la fuerza de Trowa Barton, no de un niño de 13 años.
Sus brazos se sentían pesados, sus piernas atrofiadas y las pocas horas que tenía de descanso no bastaban. Ralph le había modificado su dieta para tener más energía en su día, y poco a poco se convirtió de un niño delgado a un muchacho con sus hombros más anchos, sus piernas más largas y su cara más afilada.
“¡Oye, Nanashi!”
Escuchó una voz gritar detrás de él.
“Barton” murmuró mientras se volteaba. Trowa Barton era un hombre asqueroso, en estos meses que lo había conocido aprendió que aunque sonreía y al parecer trataba a sus hombres con respeto había una mirada despectiva en él. Como si los demás fueran bichos que estaba dispuesto a aplastar con sus pies pero el momento que tuviera el poder de un Gundam esa pisada sería mucho peor.
Barton rodeó con su brazo derecho su cuerpo y lo acercó peligrosamente a él. Nanashi tuvo que luchar fuerte contra el impulso de alejarlo y golpearlo justo frente a él, pero no podía sospechar. Barton ya dudaba del doctor y debía creer que él estaba de su lado.
“Quiero enseñarte algo” dijo Barton caminando por el pasillo del hangar, pasaron varios mobile suits pero al final, se veía el Gundam Heavy Arms aún en construcción.
Llegaron frente a él y Nanashi lo observó asombrado. Sabía que Barton lo estaba juzgando cuidadosamente, cada expresión... debía cuidar lo que decía si no, sabría que ya estaba familiarizado con el Gundam.
“Es una belleza ¿no? Cuando esté terminado tendrá un poder impresionante de alcance. Estoy hablando de destrucción pura para esos idiotas de la tierra. ¿Sabes que me gusta de ti? Cuando asesine a alguien estaré calmado de que no serían tus padres”
Trowa Barton rio cruelmente, aunque había cierta verdad en sus palabras había un gusto no natural por la muerte. Pronto sería su deber pero, no tendría que disfrutarlo. ¿Verdad?
“Acompáñame”
Ambos se dirigieron hacia el elevador, Trowa siempre insistiendo en estar demasiado cerca de Nanashi pero intentaba alejarse lo más posible con la excusa de admirar el Gundam más de cerca.
Ralph caminaba junto con otros mecánicos revisando los reportes de calidad que le entregaban. Casi por impulso volteó a ver al Gundam HeavyArms no le tomó importancia hasta que notó el elevador con cierta pareja en él.
“Llévalo a mi oficina, lo leeré después”
“Pero Señor Kurt –
“Después”
El mecánico suspiró frustrado y se retiró dejando a Kurt apoyándose en el barandal. Se encontraba lejos así que no sabía qué barbaridad podría estar diciendo Barton.
“¿Qué estás haciendo Barton?” murmuró Ralph para sí.
Nanashi y Barton al nivel cerca de la cabina del piloto y se detuvieron frente al Gundam. Barton se adelantó y abrió la cabina. “entra”
Nanashi lo volteó a ver dudoso, “yo...
“dijiste que podías pilotear cualquier cosa, ¿o no? Entra y... siéntete cómodo”
“No entres” susurró Ralph.
Barton colocó su brazo en la espalda de Nanashi y lo condujo hacia dentro. Nanashi entró actuando como la primera vez que se sentó en aquel Gundam meses atrás. Mirando casi confundido entre todos los cables y botones que hay dentro.
“Este botón va a abrir el compartimento frontal del Gundam, con 30 cohetes listos para disparar con este otro...
“¿Por qué me dices esto?” pregunta Nanashi.
Barton sonrió, “aunque el plan está cuidadosamente trazado...”
‘eso crees’
“Y mi sobrina esté lista para subir al mando junto conmigo... me gustaría que tú también pertenecieras a la Fundación Barton y si en un momento eso significaría que tu pilotearas ese Gundam por el bien de esta fundación... te enseñaré todo lo que se”
Nanashi sonrió levemente.
Por fin después de 6 meses, había una oportunidad para sentenciar a Barton. Pero debía ser cuidadoso, estaba jugando con un arma de dos filos.
En el momento en que Barton comience a confiarle información que ni le mencionaba al Doctor S – infiriendo que lo que decía era verdad – más fácil sería llevarlo a su muerte.
“¿tendría un propósito?”
Barton sonrió, “te daré un propósito”
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Ralph entró furioso a su habitación encontrando a Nanashi descansando en su cama. “¿Qué diablos fue eso?”
Nanashi lo volteó a ver sin expresión alguna.
Ralph camino rápido hacia Nanashi y se lanzó encima de él sosteniéndole del cuello. No lo suficientemente fuerte como para ahorcarlo y no dejarlo hablar pero si para inmovilizarlo en su lugar.
“Respóndeme o te consideraré un traidor y te mataré en este mismo momento”
“si me matas, Barton sospechará porque te deshiciste de alguien tan cercano a ti. Especialmente después de haber hecho un movimiento tan importante en su estrategia.”
Ralph apretó los dientes enojados y levantó el cuello de Nanashi para después azotarlo con la cama, frustrado. “Responde”
“pensé que querían que me infiltrara”
“Responde mi pregunta”
“¿Cómo quieren que me infiltre si ni siquiera confías en mí?”
“Maldita sea, contéstame Nanashi”
Nanashi suspiró y lo miró enojado, “me hablo sobre el Gundam”
“¿Por qué?”
“Quiere que este dentro de la Fundación Barton como alguien de su...” Nanashi sonrió, “... confianza”
Ralph soltó su cuello y retrocedió. “no...”
“Seguro intenta no comentarle nada al Doctor pero es tan chismoso, a partir de ahora no me puede ver cerca de él o su paranoia me va a delatar. Habrá que ingeniar una manera de comunicarnos sin que nos vea. ¿Seguro puedes hacer tú el trabajo? Ahora no solo S me va a entrenar sino que Barton al parecer está muy dispuesto en hacerlo también.”
“¿a qué costo?”
Nanashi lo miró con duda.
“Barton no hace nada por buena voluntad, ¿Qué quiere de ti?”
“aún no lo sé”
“ten cuidado”
“confía en mí” respondió.
Ralph sonrió y asintió. Lentamente se acercó a Nanashi y le besó levemente en los labios quien no se alejó. Poco a poco se fueron recostando en la cama sin romper el beso.
Ambos sabían que esto solo era un escape de la realidad, que tarde o temprano se separarían tal vez sin la oportunidad de volverse a ver. Pero solo pensaban que por un momento eso no debería de importar.
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A.C. 194
Así continuó unos meses más hasta cumplir el año. Nanashi cada vez se sentía mejorar practicando con el Gundam, sus habilidades ya eran bastante altas pero con HeavyArms era una experiencia completamente distinta. Su confianza estaba a la alza y sentía que nada podría detenerlo, afortunadamente Ralph estaba ahí para mantenerlo humilde pues sabía que sin importar que tan perfecta era una estrategia... solo se necesitaba un error humano para destruirla.
“Nanashi” murmuró Ralph mientras se sentaba frente a él con su bandeja de la cena. “Ojalá Barton invirtiera más en la comida de este lugar en vez de ese Gundam... las cosas cada vez están peor”
Nanashi sonrió, “No creo que el sabor sea tan importante”
“ya se ya se, proteína, nutrientes, carbohidratos... una vez que esto termine, te lo juro que te haré la mejor cena del mundo y con el vino perfecto”
Nanashi lo volteó a ver extrañado, “¿Por qué?”
“Porque es delicioso. Si hay algo que un buen soldado debe aprender a amar es la comida”
“¿y un buen vino?”
“El más caro que pueda comprar” dijo Ralph riendo.
“¿Dónde está Barton?”
“en su oficina” respondió mirando cautelosamente a su alrededor. “¿algo nuevo con respecto al Gundam?”
“no mucho, pero alguien que ha visto a HeavyArms ser completado puede explicar mejor su funcionamiento. No solo desde la programación y los materiales”
“Solo queda un año para que esto termine”
“querrás decir para que esto empiece”
“mata a todos tan pronto como puedas para que puedas regresar”
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Nanashi se encontraba nuevamente en su entrenamiento, eran aproximadamente las 3 de las mañana y se sentía cansado tanto física como mentalmente. “¿estás bien?”
Nanashi abrió la compuerta del copiloto y Barton se acercó a él, “puedes descansar, ha sido un año pesado”
“Estoy bien” respondió recargándose en el asiento y cerrando los ojos, “no será nada una vez que la Operación comience y usted pueda hacer su trabajo”
Barton sonrió, ‘definitivamente haré mi trabajo’
Acercó su mano derecha hacia la pierna de Nanashi, mientras que con la mano izquierda la acercaba hacia el brazo sigilosamente. Sintió su corazón acelerarse tan pronto como lo roso y movió su mano hacia la entrepierna de Nanashi.
No pudo evitar jadear en voz alta.
Nanashi abrió los ojos asustados y se intentó levantar pero la mano izquierda de Barton le aprisionó el brazo y su derecha apretó fuertemente su pierna. Nanashi apretó los dientes y entrecerró los ojos con dolor.
“¿Ni siquiera vas a jadear para mí?”
Nanashi apretó el puño de su mano libre y la dirigió con todas sus fuerzas hacia Barton, pero este le dejo la pierna y le detuvo el golpe. Con una risa macabra, acercó aún más su cuerpo hacia Nanashi colocando ambas piernas a su costado.
Golpeó sus brazos hacia atrás pero Nanashi seguía sin gritar tan siquiera un poco.
“¿Por qué no abres esa pequeña boquita tuya?” susurró Barton en su oído relamiendo sus labios y tocando levemente su oreja.
Nanashi intentó alejarse con una cara de asco.
“¿O acaso creías que te quería solo para así entrenarte? No... Tu eres algo más Nan”
Nanashi cerró los ojos, claro que sabía que quería algo más pero no pensó que Barton fuera tan depravado para intentar algo así. “¿Tal vez te sientas más cómodo con la puerta cerrada? Así podrías gritar lo que quieras, cierra la puerta ¿por favor?”
Nanashi negó con su cabeza mientras Barton acercaba su mano con fuerza hacia el botón que cerraría la compuerta del piloto. “Nn...No”
Barton se sentía más excitado al sentir la respiración del chico cerca de su mejilla. Hizo que Nanashi cerrara la puerta él mismo y sonrió satisfecho. “¿ves? Nada malo ocurre si me obedeces”
Se acercó a besarle el cuello y los movimientos de Nanashi que habían sido leves comenzaron a volverse más erráticos. Sentir ese cuerpo completamente encima suyo en un espacio cerrado comenzaron a cegarlo y comenzó a respirar fuertemente.
“No me digas que esto no te excita” jadeó Barton volteando su cabeza pero este seguía con los ojos cerrados. ‘no importa, no necesitará verme para lo que haré’
Le abrió la chaqueta con su mano rompiendo los botones y le levantó la camisa. “Kurt te ha alimentado bien, recuérdame agradecerle por el favor”
Mordió su cuello más fuerte de lo que debería y Nanashi no tuvo opción más que soltar un pequeño grito. “así me gusta más”
Nanashi sintió un ardor en su cuello, seguro estaba sangrando levemente lo cual le hizo sentir más asco. “detente”
Barton sonrió, era todo lo que necesitaba para continuar. Metió una mano en su pantalón desabrochándolo y comenzar a masturbarse frente a Nanashi al ver tan poca piel expuesta. “Es un lugar pequeño, ¿Qué tan flexible eres?”
Alzó su brazo y empujo la cabeza de Nanashi hacia abajo obligándolo a estar cerca de su miembro.
“abre la boca”
Nanashi negó apretando los labios.
“abre la boca o me aseguraré que Ralph vea la puta que eres antes de dispararle y arrojarlo al espacio”
Nanashi dudó un poco pero siguió sin abrir la boca sintiendo como Barton acercaba su pene a su boca buscando entrar. “con que las amenazas no funcionan contigo, ¿eh?”
Barton apretó fuertemente el cabello de Nanashi y acercó su mano libre a su nariz sin que pudiera respirar. “¿Cuánto aguantas sin respirar? ¿O prefieres ahogarte por falta de aire en lugar de mi pene en esa rica garganta tuya?”
Nanashi sin aguantar más la respiración abre su boca y Barton introduce su miembro jadeando fuertemente. Lo obligaba a tragar cada vez más y más rápido jalando más fuerte de su cabello y empujando con su cadera.
Barton continuó unos minutos más encorvándose hacia adelante para obligar a Nanashi a tragar su esperma cuando se viniera pero cuando vio pequeñas lágrimas en la orilla de aquellos ojos fuertemente cerrados no pudo evitarlo y con un fuerte gemido se vino dentro de la boca de Nanashi que no tuvo más remedio que tragar aquel asqueroso fluido. Barton aventó a Nanashi hacia el asiento respirando fuerte y sonrió.
“La chupas muy rico, ¿seguro que no eres una puta que le encanta el sexo oral?”
Nanashi seguía tosiendo intentando no vomitar encima de su Gundam. “como tienes el pene pequeño es más fácil chuparla”
Barton dejó de reír y lo miró enojado, “eres una puta, Kurt te debe enseñar a lamerla para que le hagas favorcitos”
“Al menos la tiene más grande” Nanashi estaba al punto del quiebre, enojado por el simple hecho que Barton se atrevía a mencionar a Ralph en un momento como este.
Barton le dio un golpe directo en la cara. “debes aprender tu lugar, después de todo lo que te enseñe es mi deber reclamar lo que es mío”
Soltó otro golpe esta vez del otro lado haciendo que se golpeara con uno de los paneles. “ojalá pudieras ver como sangras”
Trowa presionó el botón para liberar la compuerta detrás de él y agarró a Nanashi del cuello y lo aventó hacia fuera del Gundam. “mañana a la misma hora o expulso a Ralph junto contigo de la Operación”
Nanashi cayó golpeándose con el barandal que lo detuvo. Trowa bajó del Gundam y se acercó para darle un rápido beso en los labios pero Nanashi volteó su cara. “¿con que así son las reglas? Bien, quédate con tus besos pues ahora usarás tu boca para otra cosa”
Y con eso, Barton se retiró dejando a Nanashi apoyado frente al Gundam.
¿Valía la pena? Nanashi no podía darse el lujo de dudar a estas alturas, unos meses más y ese bastardo estará muerto y podría luchar por algo realmente importante. Se levantó manteniendo su postura y caminó hacia su habitación.