Habian despertado luego de tantos años humanos, ya que para ellos fue un simple parpadear, aún así no habian dormido ni habian sido sellados completamente, él Hypnos dios del Sueño, seguía presente en los humanos, tranquilo, calculador, quien sí creía que los humanos sí podían llegar a alcanzarlos pero con mucho esfuerzo y espiritu eso lo hacia sentir sastifacción cada guerra santa aparecian nuevos caballeros atenienses, que lograban ser buena competencia. Sus ojos eran dorados igual que las hebras de sus cabellos, siempre los creyentes lo dibujaban como alas en las cienes é en la espalda, alas blancas lo cúal le hacia parecer más a un Ángel que al Dios peligroso que era, en cambio su hermano gemelo Thanatos de ojos grises obscuros, al igual que sus cabellos, impulsivo, impaciente pero bastante inteligente, Dios de la muerte sin violencia que ironia ¿no? El despreciaba a los humanos, eran seres insignificantes que no tenian comparación con los poderes inalcanzables de los dioses ante sus ojos oscuros, En fin, según Pandora habia encontrado el cuerpo perfecto para la resurreción del Dios del Inframundo, Hades.
Luego de un discurso por parte de su hermano, se decidio ir él mismo, el Dios de la Muerte, para verificar si era ese el elegido.
Tomo su par de lentes, observando a su hermano que seguía sentado frente a aquella mesa, con una taza de té, cruzado de piernas al igual que brazos.
-Estó será fácil.
Pronunció, caminando hacia las puertas de salida de aquella catedral, por su parte Hypnos, escucho
el sonido de las puertas abrirse y cerrarse nuevamente, suspiró girando el té con su cuchara, su gemelo estaba perdido ante la oscuridad del señor del inframundo, esté por su lado se interesaba por sus juecez ú otro espectro en cada reencarnación, Aún así...
El Sueño se enamoró de La Muerte.
-Thanatos.
murmuró, girando sus hermosos ojos, sabia que a Hades le valia su hermano, solo que cada guerra un Ateniense se enamoraba del ojigris, la guerra anterior habia sido un tal Hishu de Dragón, se preguntaba que caballero sería esta vez.
-Solo hay que esperar.
Thanatos, entró a aquel pueblo ante su mirada miserable, en demacia, gente egoísta, niños huérfanos. "No valen la pena, por ello mismo morirán de forma natural" decidió mentalmente, al parecer nadie notaba su gran presencia que ahora era "disfrazada", luego de caminar unos minutos por esas inmundas calles llegó a su objetivo : La Iglesia.
Golpeó, ya tenia una citación, con otro nombre por supuesto, a los pocos segundos un hombre de mayor edad con barba también cabello blanco con el mismo estilo de ropa que él mismo abrió la puerta de la iglesia haciendole seña con la mano para que pase, ambos empezarón su recorrido donde estaba el joven, en los pasillos se podian apreciar paredes enteras con pinturas exelentes, y mismo en el techo habia un gran collage de vidrios de colores con dibujos biblicos diseñados por todo el techo.
Por fin, después de tanto recorrido llegó a su asiado objetivo, el joven tenia el cabello algo largo por los hombros desmechado de hebras rubias, también llevaba la misma túnica que él portaba, habia varíos frascos en el suelo de diferentes tonalidades, cuatro pinceles en su siniestra mientras pintaba aquel mural con diestra, era un ángel envolviendo con sus alas una multitud de personas y tres cruzes. Avanzó unos pasos, cruzandose de brazos apreciando aquella verdadera obra de arte, él se deleitaba con las creaciones humanas.
-Es mejor de lo que dicen los comentarios... Parece como si estuviera vivo.
Afirmo, llamando la atención del joven, el cúal dejo de pintar, volteando a ver al que habia halagado su pintura.
-Quién es usted...?
El anciano, se acerco un poco más a Alone, sonriendo para presentar al recién llegado.
-Te lo voy a presentar, es un sacerdote que vino de la catedral del bosque... Vino hasta acá por que está muy interesado en tus dibujos.
Alone se sorprendió un poco, era algo extraño " De la catedral del bosque...? Que raro yo siempre voy ahí pero nunca lo ví..." pensó, un ruido lo quito de su pensamientos, vió al padre de la iglesia en el suelo, soltó rapidamente sus pinceles para ir a ver que le habia ocurrido cuando paso por a lado del "Sacerdote" esté cruzó un brazo frente al rubio, atrayendolo de la cintura, envolviendo su brazo en esa pequeña é delicada cintura, y ahí los vió esos ojos azules profundos como el mismisimo óceano que rodea a Atlantis, como el mismo cielo que sostiene a Zeus, tan puros y limpios de maldad, tan hermosos en todos los sentidos, se bajo los lentes lentamente y antes de acercarse, volvio a esos ojos no demostraban desprecio, desesperación, incómodidad, ni nada de ello, estaban calmos fijos en sus ojos grises, acerco sus labios a aquellos que parecian pedirle a gritos ser atendidos, tonalidad, suavidad y delicados como una rosa, ¿las espinas? Se preguntaras, La espina es que besaba los labios del ser más puro de la tierra, su futuro señor, el Rey.
Sus manos recorrieron con ansías el fino y blanquecino cuerpo del joven, lamiendole los labios para que abriera los labios un poco más introduciendo su lengua en su cavidad bucal, saboreando cada rincón, hasta chocar con la lengua contrario dandose una batalla entre estás, el vencedor fue él por experiencia el otro aún era un niño, sintió al rubio huír de sus brazos y caminar hacia atrás hasta chocar contra el mural, sonriendo ampliamente colocando una mano tras su nuca, desabrochando su túnica ante los ojos del Dios, haciendole señas invitandolo a pecar y a cumplir su mayor fantasía.
Así fue como terminaron ambos piel a piel, cansados de tanto placer, manchados por la pintura del suelo, cubriendose con las túnicas que habian quedado por hay.
La muerte abrió sus ojos con lentitud, ese mismo día habia hecho el amor con el futuro cuerpo del mismisimo Rey. "Pandora se equivocó, no es tan puro cómo aparenta..." pensó entrecerrando los ojos.
-Buenas noches Thanatos, ¿dormiste bien? Por lo que oí tu sueño sonaba muy placentero...
Thanatos abrió sus ojos, ¿cómo? ¡¿Cómo?! Estaba en su cama, en aquella catedral, le parecia imposible, jamás habia visto a ese joven angelical por lo cúal como iba a soñarlo, entonces empezó a calcular...Hypnos le dijo que vaya...Hypnos lo vió irse...Hypnos estaba sentado en la cama...Hypnos lo despertó...¡¡HYPNOS LO JODIO!!
-Maldito idiota, quién carajos fue a verificarlo?
-Yo mismo, fue como tu sueño...-Thanatos lo miro frunciendo el ceño, logrando una risilla por parte del gemelo-...sin la parte de sexo, obviamente... ¿Quién más que yo puede lograr un sueño así?
-Me compensas...
-Nyx se molestara..
-Ya no existe, ahora somos nosotros dos.
se sentó detrás del de hebras doradas, abrazandolo por la cintura apegandolo a su cuerpo, susurrando suavemente en su oído-...solo tú y yo, querido hermano.
Hypnos volteó la cabeza para encontrar aquellos prohibidos pero exquisitos labios, para así cumplir lo hecho anteriormente en el sueño creado por el pelidorado.
Y Así...
El Sueño consigió a La Muerte por primera vez.
FIN~
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