>> ¿Cómo fue que esto termino de esta horrible manera?<<
Era la pregunta que Sungmin se le pasaba por la mente, hace unos cuantos meses atrás estaba viviendo un precioso romance con el maknae de su grupo, ahora a menos de unos días se casaría con una ¡mujer! Nunca le había echo ascos a nada, vivía su sexualidad en su esplendor claro eso siempre con los cuidados necesarios, pero ese no era el problema, el jodido problema aquí era que al que amaba era a Kyuhyun, no a la chica con cara de niñata.
Toda la culpa la tenían esas malditas visita que Kyu le hacía a su maldito amigo Changmin, le habían llegado rumores de que los habían visto entrar en un hotel y el como buen tonto fue a creerlos, se enfureció, aventó el celular en la pared haciéndolo añicos, empaco pocas de sus cosas y se fue con un amigo que había hecho en la obra, no regresaría a los dormitorios porque estaba claro que Kyu lo buscaría ahí, no quería verlo. Era un maldito.
Y tenía razones –exageras- para dudar de su novio y creer en esos tonto rumores, hacía más de dos semanas que él había tenido que quedarse más tiempo en la compañía arreglando algunas canciones con los demás, salió ya avanzada la madrugada, lo único que quería era echarse en su cama y sentir los brazos de Kyuhyun rodearlo. ¿Pero que había encontrado al solo abrir la puerta? A Changmin y Kyuhyun demasiado juntos en el sofá, estaba claro que habían bebido, si solo se notaba al no poder contar las latas de cerveza que había en el suelo y en la pequeña mesa de centro.
No había dicho nada se fue directo a su habitación y cerro de un portazo, Kyuhyun esa noche no fue para nada a explicarle las cosas, él era así de bruto y estúpido, no solo lo ignoraba a veces en el escenario, sino que también en su vida privada y él estaba empezando a dudar. Lo peor fue cuando a la mañana siguiente no había rastros de ningunos de esos dos malditos borrachos por toda la casa, ni cuando llego al ensayo en la compañía, el muy tarado llego hasta que habían pasado más de cuatro horas, haciendo enojar a Leeteuk.
Y como siempre su “Miahne Hyung” con el que creía que podía solucionar las cosas cuando hacía algo mal, líder lo dejo pasar pero ni a Sungmin le dirigió un “Miahne” ni algún “Te amo”, ni ninguna miradita en ningún maldito minuto que duro el ensayo.
La siguiente semana fue muy dura para él, no entendía nada, vale pensaba que se había pasado un poquito la noche en cuestión… “la puta mierda” grito en su mente, no se había pasado en nada, Kyuhyun ni siquiera había tenido las desfachatez de avisarle que su “amigo” iba a ir a su casa, cuidaban mucho ese detalle ya que sus fans, había que temerles solo faltaba que supieran que marca de condón era el que usaban y de que sabores. Solo muy pocas personas eran los que sabían la ubicación de su nidito de amor. Y Kyuhyun podía haberlo arruinado al llevar a otro idol a su casa.
Cuando pasaron tres días ahora si ya se habían puesto raras las cosas, Kyuhyun ya le hablaba, sí, pero muy distante, su cabeza trabajaba a mil por hora buscándole una explicación a las cosas, a la actitud tan fría que tenía Kyu hacía con su persona, y solo era con él. Tenía que saber de una vez por todas.
Esa misma noche cuando llego a casa, busco a Kyuhyun pero no estaba ni en la habitación, ni en la sala jugando videojuegos, fue al pequeño estudio y ahí estaba, frente al computador, con los cascos puestos y hojas encima del escritorio. Se acercó despacio para no asustarlo, rodeo su cuello con sus brazos y le dio un beso en la mejilla.
>>-He llegado –y otro beso.
>>-ujum –fue la única contestación que salió de sus labios, siguió moviendo el ratón y tratando de escribir algo en la hoja.
Sungmin siguió abrazado a su cuello, había extrañado tanto su aroma, su calor, su piel, era como estar en el cielo, metió las manos dentro de la camiseta azul que llevaba su maknae, le encantaba decirle así y hacer enojar a Kyu. Necesitaba tanto de él, necesitaba tener sexo o acabaría volviéndose loco. Lamio y mordisqueo su oído, para después bajar hasta su cuello en el cual hizo lo mismo. Sus manos fuero bajando más queriendo llegar hacia aquello que le volvía realmente feliz, pero cuando sus dedos llegaron al borde del pantalón, Kyuhyun le tomo la mano con fuerza.
>>-Maldición Sungmin, puedes dejarme solo un momento –y sin más le aventó su mano lejos de él.
Sungmin nunca se había considerado una niñita llorona, pero esa noche había llorado tanto que pensaba que se le iban a secar los ojos, espero más de dos horas y su maldito novio no salía de la habitación, tomo su bolso y salió de casa con el corazón doliéndole demasiado.
Llego hasta el departamento del amigo de la obra, se arrepintió cuando la puerta se abrió y se dio cuenta de que tenían una fiesta, giro sobre sus talones para irse en ese lugar habían mas celebridades y alguna que otra persona que de seguro lo conocería y el en tremendas fachas, con los labios hinchados de tanto morderlos para retener las sollozo, los ojos hinchadísimos a causa de las lágrimas y de seguro la nariz como el puto Rodolfo el reno, pero una mano en torno a su muñeca se lo impidió.
>>-Hey Min, pasa, pasa -el dueño del departamento lo jalo hacia dentro – ¿Estas bien? –pregunto examinándolo con la mirada.
>>-Si solo me dio algo de alergia. –le restó importancia tallándose la nariz.
Se dedicó a saludar gente que conocía, algunos más que no, varias copas pasaron por sus manos sin el ser consciente ya por ahí de media noche llego Saeun, su coprotagonista en la obra y con la que se había llevado bien, se hablaron largo tiempo, bailaron también recuerda, después alguien que lo ayudaba a ir a la habitación, oh si quería dormir se sentía muy cansado, la sorpresa fue a la mañana siguiente cuando abrió los ojos, estaba en la misma habitación pero no estaba como llego, ¿A dónde se había ido la ropa? Busco en la cama con la mano tallándose los ojos, le dolía la cabeza.
Su mano agarro una pierna, oh vale, había compartido cama tal vez con alguien, ¿Ese alguien le desvestiría? Se tallo más los ojos y su visión se fue componiendo. ¡Oh santas deidades! Se cayó de la cama al ver a Saeun a su lado en las mismas condiciones que él ¿Qué había pasado? Se levantó sobándose el trasero recordando las leves escenas de la noche anterior.
No recordó nada fue por eso que salió como alma que lleva el demonio de ese departamento, se fue directo a la compañía, necesitaba despejarse y algo de trabajo le haría bien.
Kyuhyun trato de acercarse en cuanto lo vio llegar pero lo llevaba claro si creía que esta vez le iba a perdonar así como así su maldita estupidez, aparte que no cuando lo veía le dolía el pecho ¿Lo había engañado? Los hechos decían que sí, pero su mente no lograba procesar nada. Estuvo distraído bastante tiempo, por su culpa se había parado el ensayo, cosa que los demás le agradecieron.
Esta bebiendo su café tratando de calmar sus atolondrados nervios, le temblaba todo.
>>- Min, yo quería disculparme por lo de ayer –Kyuhyun se recargo a su lado.
>>-Como quieras –Se levantó de la silla y se fue hacia la azotea del edificio, necesitaba aire.
Y hacia unos días más pasaron, cada día más distantes uno de otro, hasta ese día donde recibió la llamada, Eso fue lo que había acabado con sus nervios, ahora entendía por qué Kyuhyun había estado distante con él, porque no le dirigía ya miradas, porque no le tocaba, porque no quería tener sexo, fue hacia el lugar de uno de sus más terribles problemas.
Aunque en el camino iba golpeándose mentalmente, él no era mejor persona, ya que se había acostado con una persona que no era Kyu, todo por culpa de su idiotez ¿Porque las cosas se habían complicado tanto? ¿Tendría solución? ¿Kyuhyun le buscaría para explicarle? Eran demasiadas preguntas sin respuesta. Cuando llego a donde su amigo este le recibió con gusto, paso unos cuantos días más ahí, y llego el terrible momento.
Tenía que ir a la compañía y no porque quisiera si no porque tenía que empezar a dejar algunas cosas listas antes de enlistarse, aparte tenía que hablar con Kyuhyun, no lo había buscado en ningún momento y lo agradecía tenía que poner en orden sus sentimientos. Recibió una llamada de Saeun que le altero todos los nervios, le cito en la entrada de la SM en cinco minutos. ¿Esa mujer que quería?
Bien, aun no hablaba con ella desde esa noche así que le haría bien saber que había pasado en realidad, y alejarla por completo de él, bajo rápido y la metió a la cafetería, no podía dejarse fotografiar con ella.
-Necesito preguntarte algo –fue lo primero que dijo.
-Y yo necesito decirte algo.
-Bien tu primero –ofreció Sungmin.
-Te tienes que casar conmigo
-¿Disculpa? –Sungmin estaba como en shock.
-Lo que oíste, o te casas conmigo o daré estas fotos a la prensa. –aventó sobre la mesa unas fotografías, Sungmin las tomo y su boca casi cae hasta el piso, eran Kyuhyun y él, en situaciones muy comprometedoras, ya decía el que hacer esas cosas en la playa no estaba nada bien, ¿Quién les había tomado eso?
>> -Siempre me has gustado y cuando supe que iba hacer esa obra contigo me propuse enamorarte pero por culpa de ese idiota no pude –explico Saeun. – Decide ¿el fin de tu carrera o el fin de tu amorío?
Saeun se levantó de la mesa y le dio un beso en la mejilla, la muy…
-pero no tardes mucho.
Se quedó más de media hora sentado viendo a la nada, hasta que sus ojos dejaron salir las lágrimas retenidas en ese momento, golpeo la mesa con sus puños, maldito día, maldita Saeun y maldito Kyuhyun él había tenido la culpa de todo esto, si tan siquiera hubiera sido honesto con él y decirle sutilmente que ya no sentía nada por él, habrían sido las cosas más fáciles y no ser así de tosco con él y entonces Sungmin no haría tenido la necesidad de ir ese maldito día a ese lugar.
Bien su vida amorosa se había acabado hace tiempo ¿No es verdad? Ahora solo le quedaba salvar su carrera, lo único que le quedaba. Saco el celular de su bolso “Lo haré” escribió y lo envió a esa persona que le había arruinado parte de su vida. Tenía que acabar con esto, cuanto antes mejor, al fin nadie sabría, haría una ceremonia privada y después se largaría a su enlista miento, benditos dos años alejado de todo.
Se levantó de la silla, camino despacio hasta el ascensor, dándose el lujo de derramar más lagrimas ya que cuando llegara hasta donde estaban los demás se tenía que ver seguro en su decisión. Abrió la puerta de la sala de ensayos y todos estaban felices haciendo idioteces mientras calentaban, Kyuhyun estaba en una esquina aventándose con Siwon, reía feliz como hacía días que no le veía. ¿Él había sido el causante de que esa sonrisa se desvaneciera? Tal parecía que si, unos días sin verse y el otro reía como chiquillo, eso le dolió más y un nudo enorme se le formo en la garganta.
-Sungmin que bueno que llegas –Ryeowook se acercó a su lado pasándole un brazo sobre los hombros -¿Qué pasa?
-Tengo que decirles algo –susurro, la voz se le entrecortaba.
-¡Oigan, Min no dirá algo!
Los demás prestaron atención, en especial Kyuhyun sabía que algo le pasaba a su “pequeño” y tal vez el tuviera la culpa por su comportamiento en sus últimos días. Se acercó más quería saber que tenía mal a su conejito.
-Me voy a casar –Sungmin lo soltó así sin más.
-¡¿Qué?! – fue la respuesta de todos volteando a ver a Kyuhyun, el cual no salía de su asombro ¿Qué clase de broma era esa?
-Hey men, felicidades –Heechul abrazo a Kyuhyun palmeándole la espalda.
-No… nosotros –trataba de explicarse Kyu pero las palabras estaban atoradas en su garganta.
-¡Me casare con Saeun! –paro todo el “festejo” Sungmin, los demás se veían entre sí, pidiéndose explicaciones unos a otros, las cuales no podían darse.
-¿Y esa quién es? –pregunto Heechul. Pero su respuesta no fue contestada ya que Sungmin salió de la sala siendo seguido por Kyuhyun.
Sungmin corría por los pasillos, llorando como nunca en su vida, necesita aire a bocanadas y que mejor lugar que la azotea, en cuanto llego salió corriendo hasta llegar a la pequeña barda en la cual se sostuvo, el paisaje hermoso, se nublaba por las lágrimas que se arremolinaban en sus ojos. ¿Por qué tenía que ser esto así? Bajo la mirada ¿Y si saltaba? Así se acabaría todo este dolor que estaba instalado en su pecho.
-¿Se puede saber qué clase de broma fue esa? –la voz de Kyuhyun lo hizo girarse.
-Ninguna broma, fue tal como lo oíste, Me casare.
-¿Te has vuelto loco? ¿Acaso es un castigo por como he sido contigo? Si es así, detenlo, lo lamento. Te amo.
-¿Me amas? –Pregunto sarcástico Sungmin - ¿estás seguro de que me amas a mí y no a Changmin?
-¿De qué hablas? –Kyuhyun no entendía nada.
-Ah no sabes, bueno pues te lo diré, que llevas semanas viéndote con él, ignorándome, ya hasta te molesta que te toque, no te das cuenta si me voy horas, días, semanas, mientras Changmin este a tu lado todo va bien ¿no? .
-No sé qué estás hablando Changmin es mi amigo, así como el idiota ese de la obra ¿Cómo se llama?.. . No importa, así como ese imbécil es tu amigo. Max es mío.
-¿Te acuestas con tus amigos?
-¿Qué, ahora de que hablas? –esto era demasiado.
-¡Hablo de que te vieron entrar con él a un hotel! ¡De eso hablo! –Sungmin hipaba por culpa del llanto.
-No sé qué clase de mentira te fueron a contar, y me duele que la hayas creído ¿Tantos años juntos y aun no me conoces? Lamento el cómo me porte contigo en estos últimos días, pero sabes que se acerca mi debut de solista, y estuve haciendo unas canciones, canciones para ti, sí, me vi con Max pero fue en su dormitorio no quería que las vieras antes de tiempo, era una sorpresa.
Y ahora si el corazón de Sungmin de detuvo –literalmente- pero el sintió que era así. Tenía razón Kyuhyun tantos años y aún no le conocía, se sintió mal por haber desconfiado de él, se sintió la pero persona al ver que le había pagado de la peor manera. La culpa no era de Kyu sino de él mismo por haber creído en ese maldito chisme, por haber bebido más y por ultimo por haberse acostado con esa mujer.
-Lo siento, yo…–los palabras se cortaban
-Está bien ¿Podrías explicarme que fue eso de que te casaras?
-Te amo –levanto la vista, tenía que ser fuerte – Sabes que eres la personas que más amo pero lo que oíste es verdad, me casare con Saeun porque… -suspiro, más vale decirle la verdad, tarde o temprano se enteraría.
>>-Me acosté con ella… Kyuhyun espera –corrió detrás de él, el castaño se había girado en cuanto oyó eso y estaba por abandonar la azotea – ¡Espera por favor! –pero el otro no se detuvo, le dejo solo, de nuevo.
Dos días a su boda, todo su mundo se le había venido encima, Kyuhyun no le hablaba, se había ido del departamento, sus compañeros le apoyaban pero no era suficiente, no sabía cómo es que era que las fans se habían enterado de su boda y estaban respondiendo muy mal, ya no le apoyaban, querían que dejara el grupo, el grupo por el cual había luchado tanto, miles de veces había pasado por su mente el terminar con esto, ya no tenía al amor de su vida, ni el amor de sus fans, que era lo que más le motivaba, y a partir de unos días su vida se volvería mas un infierno a lado de esa mujer.
Lo único que le sostenía en ese momento era el apoyo de Heechul, Kyuhyun si saco las canciones que le había escrito y cada que las oía sus ojos se humedecían y el pecho dolía.
La boda había sido algo espantoso, claro que había tenido que fingir demasiado para no salir corriendo, y ahora se venía la luna de miel, pasaría el tiempo con esa mujer pero nunca habría algo de contacto físico, lo único que le alegraba es que estaría separado de ella por dos benditos años, gracias servicio, empaco sus maletas para salir rumbo al aeropuerto directo al infierno.
Kyuhyun paseaba por uno de los tanto lugares a los que había ido con Sungmin, estaba destrozado por que Min se había acostado con esa maldita niñata, maldita mujer, si hubiera sido con un hombre bueno tendría con que competir, pero con un par de tetas, contra eso no había competencia, no había ido a la boda eso estaba claro, aun cuando recibió la invitación pero estaba ocupado en lograr que ese disco llegara al número 1 y vaya que estaba yendo de maravilla.
¿Si las fans supieran que esas canciones eran para Sungmin, también dejarían de apoyarlo? Le dolía todo lo que le estaba pasando a su pequeño y hermoso conejito, esas niñas que tanto daño le hacían a su amor eran unas tontas inmaduras, deberían de mejor irse a oír canciones infantiles y apoyar al dinosaurio gay morado.
Su teléfono sonó y vio que era un mensaje de Heechul “Ven ahora mismo, tenemos que hablar” ¿Y este que se traía? No pregunto y para un taxi para ir a los dormitorios, se tardó menos de lo que esperaba en cuanto abrió la puerta un cojín paso por su lado.
-¿Qué te pasa? - ¿Para eso es que le había llamado, para aventarle un maldito cojín?.
-He estado investigando, porque ya que tú eres idiota y no haces nada por recuperar a Sungmin, yo lo hice y descubrí algo importante.
-¿Qué descubriste chismosa?
-Maldito idiota, si seré chismosa pero en estos cosas ayuda de mucho, bueno ¿Lo quieres saber o no? –Heechul se puso de diva.
-Ya suéltalo, no tengo ánimos y quiero irme a dormir.
-Si, a llorar más bien dicho, pero lo que se te hará ya no llorar más.
-Por dios Heechul, suéltalo y cállate. –como le daba vueltas a las cosas
-Bien ya, me dijo el amigo de Sungmin que Saeun estuvo toda la noche en la sala con los demás y que cuando iba a amanecer dijo que tenía sueño y se fue a la misma habitación donde dormía Min.
-Entonces ellos no… -Kyuhyun sentía una extraña felicidad.
-Si idiota no se acostaron, esa tipa lo engaño.
-¿Dónde está Min, tengo que hablar con él? ¿Ya sabe de esto? –Kyuhyun caminaba nervioso.
-No, acabo de llegar y tenía que decírtelo primero a ti para que hagas algo. Esta rumbo al aeropuerto –le aventó las llaves de su carro y Kyuhyun salió corriendo.
Su “pequeño” no le había traicionado, se sentía con una enorme felicidad, esa maldita desnutrida tendría que darle muchas explicaciones, por su culpa le había perdido una vez pero esa sería la última, lucharía por recuperarlo costara lo que costara, Lee Sungmin era de Cho Kyuhyun. Solo de él y ningún par de tetas volvería a quitárselo.