Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

tal vez sea mentira pero sigue siendo amor por Kagami Dennise

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

El sonido, olor, su presencia. Todo me hacia preguntarme qué demonios estaba haciendo ahí.

-por…favor…-mire su rostro blanco, sucio por las lagrimas, y tan rojo como la sangre vivía-…detente…-su voz estaba corrompida por la lagrimas, apenas veía su rostro escondido por las sabanas-…ya no puedo más…

-aun me quedan quince minutos, así que cállate-mi voz se oía como veneno, sabía que debía parar, pero, no podía hacerlo, simplemente no podía, comencé a moverme más rápido, oí sus gemidos, nuestros cuerpos chocando, el sonar del reloj, mi corazón, su voz implorando que parara. No lo culpaba, desde hace dos horas que estábamos teniendo sexo.

Minutos después de caricias, sudor, llanto, temblores y estocados, estaba fuera de él, mire su cuerpo –tembloroso, blanco y a la vista de cualquiera, puro--, la puerta se abrió y vi a una chica, en bikini, en el marco de la puerta.

-Midorima-sama, su tiempo se acabo…-la mire, era hermosa, de eso ninguna duda. Mire a asía la cama donde un pequeño y frágil cuerpo intentaba recuperarse por lo que habíamos hecho, lo vi hundir su cara aun más en las sabanas y vi su cuerpo temblando, mientras un liquido blanco escurría de su entrada. Mientras me cambiaba no pude apartar mi vista de él, me sentía como escoria, aunque no lo admitiera, acerque mi mano a su espalda para acariciarlo y disculparme, pero la voz de la chica me detuvo.

-si lo toca, le cobrare la media hora siguiente, aunque no lo use-no tenía ni un solo centavo encima por lo que aleje mi mano, tome mi abrigo y antes de salir esa chica me detuvo, coloco sus manos alrededor de mi cuello y me beso furtivamente. Coloque mis manos en sus muslos y los acaricie, se sentía extraño, me hacía sentir como un idiota, o algo más, cuando me detuve vi como los ojos de mi “acompañante” anterior me taladraba la nuca.

-tal vez la próxima vez podríamos conocernos nosotros dos, Midorima-sama-su voz era tan sensual y excitante que me sorprendió que no me produjera ningún sentimiento.

-lo pensare-dije para salir casi corriendo asía la salida.



Durante el camino del “puticlub” a mi casa, me di cuenta de lo hijo de puta que era ¿Cómo demonios se me había ocurrido hacer algo como eso? ¿Cómo? ¿Cómo había hecho eso? Mi teléfono me saco que mis pensamientos.

-¿diga?

-¡hola!-esa hermosa voz la conocía tan bien que no había razón para mirar quien era la persona que me llamaba-siento llamarte tan tarde, pero, quería preguntarte algo, no pude decir ni una sola palabra hace un rato asi que-su voz se oía diferente, se oía…normal-sabes siempre que hago eso, no me dejan articular ni una palabra.
-¿siempre?

-si, no creas que eres el único, aunque no puedo creer que aguantaras tanto, me duele el abdomen y las piernas, ¡cielos! Nunca había conocido a nadie tan bestia como para poder correrse tantas veces-sabía que tenía que disculparme, pero las palabras no salían-en fin, ¿Cómo es que sabes donde trabajo?-su voz se torno fría, nunca había escuchado su voz de esa forma, tan serio. Quise responder algo como “quería saber un poco de ti, así que investigue un poco” pero en lugar de decir eso, lo único que salió fue.

-¿Cómo es que sabes tú todo sobre mi?-ni siquiera mi voz se oía como yo quería.

-¿ha? Tú me lo has dicho todo.

-ambos sabemos que no es cierto, mi primer nombre, mi numero, dirección de correo, mi dirección, comida favorita y color favorito, todo eso y mucho más, yo nunca te la dije.

-bueno…yo…

-si quieres que te responda, respóndeme eso primero.

-¡no es justo! Yo pregunte primero…

-no me interesa-después de colgar, reafirme el hecho de que no era, ni de cerca, bueno con las palabras, no podía expresarme como quería, no podía hacer nada.




Las palabras “soy un maldito idiota” no paraban de salir de mi boca en un susurro, incluso cuando llegue a casa y me encerré en mi habitación esas palabras no dejaban de salir.

Me recosté en mi cama y me pregunte como era que había terminado de esa forma. Hasta hace unos meses la existencia de Takao Kazunari no era más que solo un nombre en la lista de mi clase. Takao había sido transferido a mi clase una semana antes de las vacaciones de invierno –antes de que Kagami salvara a Kuroko—durante ese pequeño plazo de tiempo, Takao se había mostrado como alguien frio y solitario, sus ojos –azul plateado-- sin vida era lo que más me había llamado la atención de él, durante el transcurso de esa semana Takao fue solo alguien que llenaba un asiento tras de mi, solo eso y nada más, pero, después de las vacaciones ese nombre paso a ser la molestia más grande que había conocido en mi vida. Estaba todos los días a todas horas molestándome, se la pasaba haciendo preguntas y no respondía a ninguna de las que yo le hacía.

Después de tanto tiempo me acostumbre a su presencia, tenerlo lejos era extrañamente doloroso, había aprendido muy pocas cosas de él, por ejemplo que los lunes y viernes siempre tenía que hacer “algo”, siempre estaba solo cuando no se encontraba conmigo, su color favorito era el verde, y según una conversación entre algunos maestros, el no tendría un buen futuro. Siempre que intentaba saber algo más el evadía la pregunta, utilizaba cualquier método para esquivarla.

Estaba más que harto de que el supiera tantas cosas de mí y yo no supiera nada sobre el que me dispuse a buscar información por mi cuenta, lo que me parecía más importante de saber de él era el lugar al que iba todos los lunes y viernes. Lo había seguido en muchas ocasiones, pero siempre lo perdía de vista en el tren. Un día había podido averiguar en cual parada bajaba y al día siguiente él no se presento a clases, cuando por fin se presento –el miércoles—se había saltado la clase de deportes y pude notar que no podía caminar bien y vi un pequeño moretón en su hombro, intente averiguar cómo se lo había hecho, pero igual que en las otras ocasiones, el no había dicho nada. El viernes de esa misma semana por fin averigüe el lugar a donde iba. Un prostíbulo, un maldito prostíbulo que se encontraba frente a la compañía a la que Kise iba a modela.


Al leer el gran letrero del prostíbulo busque a Takao con la mirada, vi una sombra en el callejón a un lado del gran edificio, me dirigí hacia allí y pude ver como Takao entraba a por una puerta al gran edificio, me acerque un poco y la puerta se abrió de nuevo, una mujer de grandes pechos y sonrisa encantadora me miro.

-lo siento, pero no puedes estar aquí-dijo con voz dulce.

-¿eh? No... Yo-

-no te podremos dar servicio gratis, lo siento, lindo.

Sentí como la sangre se me subía a la cara y no pude evitar echarme a correr. Durante toda la siguiente semana intente que Takao me digiera que era lo que hacía exactamente esos días, pero no lo hiso, me ignoro y no pude aguantar más, por lo que recorrí a mi última opción.



Toque la puerta tres veces hasta que pude oír una afirmación de la persona que se encontraba al otro lado.

-¿se te ofrece algo?

-si, yo quiero que busques información acerca de alguien.

-¿información? Es raro ver que tienes interés en alguien, Shintaro.

-no, tienes que decirlo, yo tampoco lo puedo creer, ¿lo harás, Akashi?

-claro-una sonrisa se le formo en el rostro y no pude evitar sentir terror-¿Qué recibiré a cambio?

-un favor-dije, rogando que fuera aceptable por el gran Akashi Seijuurou

-¿un favor? ¿el que sea?-me limite a asentir, y su sonrisa se expandió-en ese caso acepto, te tendré la información en unos días.

-¡¿días?!

-así es… todas mis fuentes se están encargando de buscar información sobre alguien, así que estarán ocupados…¿tienes algún problema?

-no…yo solo…pensé que me la darías esta noche, siempre lo haces así.

-si, lo se, me disculpo, pero esta vez será diferente, bien, dime su nombre-lo vi sacar su teléfono y comenzar a marcar un numero.

-Takao Kazunari.

-entiendo, puedes irte-lo vi hablar por teléfono, tan breve como pudo y después colgar, salí de su habitación antes de que se molestara y me pregunte si en verdad estaba bien hacer eso.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).