-Mi nombre es Leo, tengo 26 años y soy un miembro de los Rebelión Hunters.
- Chicos, ustedes son personas asombrosas. A temprana edad optaron por unirse a nosotros, demuestran ser personas de corazón y capaces de cumplir con las misiones que se les otorgarán
-No irán en contra de una orden dada por un superior ni la cuestionaran. Ayudarán a todo aquel que no pueda defenderse, pelearan y darán la vida si es necesario
-Y jamás tengan miedo ¡Jamás!
Un muchacho, sentado sobre la rama de un árbol, contemplando una brillosa luna llena, recordando.
-¡Excelente discurso! No puedo creer que el Hunter Dorado nos haya elegido
Leo: Daegon, llámame Leo, Hunter Dorado es bastante largo y formal…
-Yo no lo haré, le diré como lo hice desde que me eligió… mi señor
Leo: Qué remedio contigo Milfey…
El muchacho llamado Leo, tenía cabello rubio, un rubio bastante fuerte, queriéndose oscurecer. Ojos de un hermoso color verde, tez blanca y suave, era una piel perfecta, salvo por varias marcas en su rostro y cuerpo; signos de golpes y cortadas leves. Vestía con su uniforme de Hunter, color negro y dorado, una bufanda negra y percudida cubriendo su cuello.
Siente una noche tranquila, con un cálido viento y silencio absoluto.
Leo: Que estupidez… íbamos a ser los nuevos patrulleros de las calles y nos trajeron este apocalipsis. Kiba, Daegon, Milfey… los entrene bastante bien para que se mantengan vivos, no veo el momento de encontrarlos.
Mira su arma, una espada de estilo medieval, solo dos de los tres Hunter superiores eran los elegidos para tenerlas. Una espada de esas, color dorada en el filo, la tenía el líder. La otra, de color plateada en el filo indicaba que sería el sucesor del líder. Pero al pasar el tiempo, todo lo mencionado dejó de tener importancia, valor, respeto. Solo era una simple arma para luchar.
Leo baja de aquel árbol daño un salto y empieza a caminar sin una dirección exacta.
En una zona repleta de árboles y escombros se podían escuchar suaves suspiros y gemidos. Tanto Milfey como Welkin habían elegido aquel lugar para llevar a cabo el encuentro sexual. El rubio se encontraba arrodillado, con sus manos en el suelo, desnudo, con sus guantes blancos puestos. Detrás de él estaba Welkin, este solo llevaba puesto sus guantes, su pantalón desabrochado y sus zapatos negros. Haciendo el papel del activo no era nada gentil con aquel hermoso joven, sus movimientos eran fuertes, muy fuertes. Aquella transformación le dio una fuerza similar a la de un Kira. Milfey comenzó a adaptarse a su agresivo ritmo y a disfrutarlo.
El peli negro lo da vuelta y clavando sus uñas en la tierra se mueve mucho más rápido. Su fuerza aumenta al punto que se escuchaba como lo golpeaba por dentro, él mismo se vio obligado a gritar debido a su brusco ritmo; Milfey no pudiéndose controlar grita con el mismo tono de pasión y dolor, todo ese placer se convirtió en dolor y aun así no querían detenerse. El rubio pone ambas manos en el pecho de Welkin y lo intenta rasguñar, es entonces que el peli negro da un gruñido parecido al que Kaleido hacia cuando tenía sexo con Milfey y en un último movimiento finalmente acaba.
En el momento que termina, Welkin cae exhausto sobre el rubio. Siente como Milfey respiraba agitadamente. Lo mira a los ojos.
Milfey: Jamás… lo había hecho de esa manera. Estuvo increíble…
Welkin: … Tú eres increíble
El sol comenzó a salir, los chicos durmieron hasta que un leve rayo del sol los despertó. Últimamente caminaban durante el día, en las noches descansaban o hacían el amor de vez en cuando. La transformación que Welkin había sufrido servía para despejar zonas y pasar la noche. Su instinto para encontrar Kiras y combatirlos era muy útil.
Mientras se vestían, Milfey se vio pensativo, en como ellos terminaron siendo iguales a dos amantes.
Habían pasado dos días después de lo ocurrido en Hope Place. Ellos caminaban a la deriva hasta que anochecía. Welkin le pidió al rubio dejarlo solo un momento. Milfey esperó en un lugar donde lo podía ver si se asomaba; y lo hace, ve al peli negro sentado sobre un árbol caído, con la cabeza baja. No pasaron diez minutos y Milfey fue a verlo.
Milfey:… Welkin ¿Qué ocurre?
El peli negro se pone de pie enseguida. Acomoda sus gafas e intenta no mirarlo. Milfey se le acerca para poderlo ver a los ojos.
Welkin_: No es nada… solo pensaba… que camino… tomar y-
El rubio lo interrumpe abrazándolo en silencio. Welkin se asombra como nunca, tiembla y no puede evitar largar el llanto como un niño. Welkin no lloraba desde que era muy pequeño. Se había guardado mucho dolor en tantos años y finalmente sus lágrimas cayeron, abraza a Milfey con todas sus fuerzas, incluso le clavó sus afiladas uñas en la espalda, realmente precisaba ese abrazo, realmente necesitaba llorar así.
Milfey le acaricia la espalda como ayuda para consolarlo, Welkin comienza a calmarse, acerca su cara cerca del oído izquierdo de su compañero y respira boquiabierto para retomar el aire. Entonces lleva su mano izquierda a tomarlo del cabello suavemente y comienza a besarle el cuello, en ningún momento Milfey hizo algo al respecto, al contrario, quería que continuase.
-¿Escuchaste?
Sus recuerdos son interrumpidos. Milfey voltea.
Milfey: … ¿Qué?
Welkin: …Decía que nos vamos a movilizar por donde salió el sol
Milfey:… Ah, claro…
Welkin: ¿Qué sucede?
Milfey: Nada, solo…
El rubio se sonroja, Welkin se le acerca y con una sonrisa apenas notable le roba un beso.
Welkin: Está bien, vámonos…_
Ellos jamás se consideraron pareja o amantes. Seguían siendo compañeros, salvo por aquel detalle de tener sexo casi todas las noches antes de dormir ¿Cuánto tiempo paso después de lo de Hope Place? ¿Después de esos dos días donde se conocieron de una manera más íntima? ¿Cuánto tiempo caminaron a la deriva?
Esa fresca mañana pasó a ser una cálida tarde. Se empezaron a aparecer días cálidos.
Milfey: ¿Estaremos en Primavera?
Welkin: No lo creo…
Milfey: Yo creo que sí, estuvo haciendo frio últimamente y ahora-
Welkin: … Espera
Welkin abre bien sus ojos rojos, quedando de pie, como si se hubiese congelado por unos segundos.
Welkin: Hay un Kira cerca…
Podía percibir a los Kiras aun estando lejos de ellos. Con su arma e manos abandona a su compañero. Este último avanza un par de pasos. De arbusto en arbusto, Milfey se encuentra con un pozo lleno de agua, al parecer las lluvias lo habían llenado y el agua e vio limpia y transparente. Era perfecta para tomar agua o darse un baño. Tranquilamente se desviste; y a punto de poner un pie en la fría agua escucha arbustos moviéndose, no se asusta al escucharlo. Si no había rugidos no había duda de que Welkin estaba de regreso.
-… Milfey
Eso sí que lo asusta, voltea al escuchar una voz diferente llamándolo, pero no había nadie. Toma su ropa enseguida y mira de lado a lado. Entonces ve llegar a Welkin.
Welkin: Lo siento, eran más de uno…
El peli negro regresa agotado, sudado, con sus manos y arma ensangrentados. Se merecía un baño en aquel gran pozo de agua.
Welkin: ¿… Estás bien?
Milfey: … Creí haber escuchado a alguien más
Welkin: ¿Alguien más? Somos los únicos aquí, no hay necesidad de taparte. Además…
Se le acerca con una apenas notable sonrisa.
Welkin: No hay parte de tu cuerpo que no conozca…
Se besan por un momento, al rubio no le importó que entre caricias por su cuerpo y rostro se termine ensuciando con sangre.
Detrás de unos árboles, lejos de ellos, se encontraba Leo.
Leo: ¡¿Quién diablos era ese Hunter? ¿Dónde están Kiba y Daegon?!
El muchacho del rostro lastimado comenzaba a tener pensamientos de todo tipo al ver a ese “monstruo” yendo hacía Milfey ¿Tiene a Milfey a la fuerza? ¿Se encargó de Kiba y de Daegon? ¿Por qué lleva esa apariencia tan aterradora e impactante?
Sea lo que sea que esté pasando entre ellos dos Leo debía saberlo. Pero ya que encontró a uno de sus “subordinados” debía llevárselo, y rápido antes que corra peligro.
Episodio 1
Amor Yaoi
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