La primera vez que Tao lo vio supo que algo andaba mal con el…
La primera vez que Kris lo vio supo que algo andaba mal con el…
Tao había observado como aquellos hombres que tenía enfrente masacraban a sus padres de tal forma que ni tiempo les dio de gritar que corriera, según lo que había escuchado, le debían tanto dinero que terminaron por cobrársela arrebatándoles lo que más amaban…
Su precioso hijo ZiTao
El otro no tendría más de 9 años cuando lo metieron dentro de esa camioneta negra prendiéndole fuego a la casa simulando la muerte de todos los que estaban adentro como algo accidental…
Esa fue la primera vez que tao sintió miedo de lo que le pudiera pasar, lo llevaron a rastras a un sitio en medio de lo peor de la ciudad donde lo encerraron en un cuarto obscuro donde otras personas esperaban por el riéndose de el de forma macabra, aquellas personas eran las personas que habían matado a su familia y que solo habían esperado el momento perfecto para saciar su venganza tomando lo único que le quedaba al pobre chico…
Allí fue donde Tao supo lo que era el dolor, lo que era el gritar sin ser escuchado, lo que era ser violado y no solo físicamente, también su mente fue llenada de cosas desagradables que no alentaban en lo mínimo alguna cosa buena; ese día supo que todo había terminado.
En ese momento se dio cuenta que se había vuelto un objeto a la espera de ser usado, con el paso de los años el pelinegro entendió que nadie le haría caso, que por más que se empeñara en rescatar su antiguo yo más sufriría así que para no enloquecer no retenía ningún recuerdo lindo que pudiera entristecerlo, solo se quedaba con el dolor y al igual que un animal recordaba el dolor de cualquier acción para no volver a cometerlo…
Fue entonces cuando después de terminar con un cliente a sus 12 años emprendió el camino de vuelta a su habitación con el autoestima por los suelos y un labio partido que no dejaba de sangrar, odiaba ser golpeado sin más…
El no recordaba a ver hecho algo para recibir aquel impacto…
Era tan injusto que no dejaba de darle vueltas al asunto limpiándose las lágrimas con el torso de la mano agradeciendo estar solo, odiaba que alguien más lo viera llorar de esa forma, la obscuridad del pasillo le permitió admirar con claridad la silueta de alguien sentado de forma transversal al pasillo pareciendo dormir o algo similar, no recordaba a ver visto a alguien así hasta que a unos pasos se dio cuenta que si lo recordaba, le habían repetido demasiadas veces que su nombre era Kris y era extremadamente peligroso, en realidad a él nunca le había preocupado eso porque prácticamente él ya estaba muerto, preocupado se acercó acuclillándose a su lado notando que tenía los parpados cerrados, no iba a negar que su perfil era hermoso viera por donde lo viera.
Apenas hizo el ademan de acercársele el otro reacciono yéndosele encima colocándole el frio metal afilado en la garganta pero se sorprendió al notar que no se veía asustado, por primera vez en su vida alguien no grito ante su acción dejándolo asombrado, siempre lo habían tratado como u perro diciéndole que debería hacer o a quien debería matar porque para eso lo habían entrenado, no recordaba la vez que alguien se le había acercado sin lastimarlo o sin querer que lastimara a alguien mas
-¿Estas bien?- Kris entrecerró los ojos notando el labio roto del otro dándose una idea del porqué, siempre le habían repugnado ese tipo de chicos y se mantenía lejos pero por alguna razón aquel era diferente, parecía ser consciente de lo que estaba haciendo y de que por más que intentara luchar no conseguiría nada más que dolor…
De alguna forma se identificaba o de lo contrario ya se habría ido porque no siempre se podía escapar de su calvario de esa forma
Había visto la oportunidad de escapar y la había tomado pero luego recordó que no tenía nada así que decidió detenerse a recordar algún motivo para dejar ese lugar que tanto lo había destruido, era como si cada parte de su ser dijera que no servía para otra cosa que no fuera ser humano
-¿Por qué debería importarle a una puta como tú lo que me pase a mí?-Para su sorpresa Tao sonrió en lugar de sentirse ofendido, no iba a negar lo que era porque solo sería engañarse a sí mismo
-No lo sé ¿Por qué debería importarme un asesino como tú que esta tirado en el suelo inmóvil?-Kris escuchó un ruido al extremo opuesto del pasillo sintiendo que cada nervio de Tao se tensaba empujándolo a un costado, por inercia el pelinegro lo empujo dentro de su habitación escuchando como su jefe lo llamaba acercándose a paso furioso al chico que empezaba a incorporarse, Kris maldijo de todas las formas posibles ese acto observando como tao le dedicaba una leve sonrisa articulando la palabra “Solo escapa” antes de ser levantado con rudeza porque alguien había pagado por sus servicios de nuevo, el otro tomo una bocanada de aire dejando de llorar, si alguien lo veía así solo conseguiría empeorar las cosas
Por otro lado el asesino se quedó quieto aun sentado en el suelo del cuarto sintiéndose extraño, ese tipo era completamente distinto al resto, de a ver sido cualquiera hubiera dicho “Sácame de aquí” pero no, el claramente le dijo que lo dejara, no vio por sí mismo. Eso era algo raro en aquel ambiente por múltiples razones que no tenía cabeza para enumerar
Y si…
Cerro los ojos con fuerza recordándose que no podía confiar en nadie, confiar solo lo había transformado en esa bestia insensible que todos odiaban, levanto la mirada notando un par de hojas sobre el catre deshecho del chico lleno de sangre, el sabia de donde debía provenir o al menos la razón del porque estaba allí pero lo ignoro, para su sorpresa esas hojas arrugadas eran fotografías que mostraban a un pequeño niño siendo abrazado por 2 adultos cuya cara estaba rayoneada y llena de puntitos, solo una se mantenía presentable; Se podía observar con claridad como en aquel pedazo de papel, el mismo niño sonreía radiante mientras abrazaba por el cuello a su madre a la vez que su padre lo cargaba, algo dentro de su pecho latió de nuevo preguntándose qué sentiría estar en su lugar, que se sentiría tener a alguien que te dijera lo especial que eres o que te hiciera sentir seguro cuando el miedo se hiciera presente, era estúpido que después de tanto tiempo pensara así sin embargo no quería que destruyeran al chico como lo habían hecho con él, de forma hábil doblo la fotografía guardándola en su bolsillo de la sudadera dejando que el cuchillo bajo su manga se escurriera hasta su mano, se pasó la lengua por el labio inferior sacando su instinto depredador rastreando al muchacho por el sonido de su voz, no tardo demasiado en escuchar sus gemidos ahogados posiblemente por una mano sintiendo la ira característica en el fondo de su vientre curioso, debía darles crédito a esos prostitutos por aguantar semejante calvario, afortunadamente (o no) a él no le había tocado eso, desde pequeño se le instruyo para acabar con los demás sin sentir remordimiento alguno…
Sacando un pasador que encontró tirado en el cuarto del muchacho forzó la cerradura sin hacer ruido yéndose encima del tipo que no dejaba de embestir de forma brutal al otro tapándole la boca para que no gritara, él podía ser una bestia pero los verdaderos monstruos eran ellos, las lágrimas corrían por la cara de aquel desgraciado haciéndole sentir esa euforia asesina que no le impidió clavarle el cuchillo a un costado de la garganta tirándolo de espaldas al suelo, por inercia tomo una lámpara azotándola más de un par de veces contra su rostro valiéndole el manchar todo lo que tenía a su alrededor de rojo riéndose, amaba ese color por muchas razones pero la principal porque era lo que le recordaba que seguía siendo humano, ese rojo cobrizo le hacía sentir normal por decirlo de algún modo. No aro hasta que esa parte anatómica dejo de parecerlo, se incorporó con lentitud topándose con el otro que seguía en lo suyo gimiendo de dolor. No podía sacarlo semidesnudo así que rápidamente rebusco en los cajones topándose con un pants de su talla que le serviría por ahora, con lentitud le ayudo a ponérselo cargándolo como una princesa notando que estaba al borde de la inconciencia por el dolor que sentía, no entendía porque le importaba pero se excusaba diciendo que no quería estar solo. Al menos con esa excusa pensaba que cualquier sujeto era bueno y ese aún más porque no le estaría jodiendo todo el día como uno de los otros.
Escapar no fue difícil porque supo burlar a todo el mundo aprovechando como distractor su ausencia y la del asqueroso tipo que había matado, no le remordía la conciencia en lo absoluto e inclusive lo volvería hacer de manera más brutal si pudiera repetirlo
La calle fría les dio la bienvenida, la luna en lo alto era la única que sabía de donde provenían, tao pensaba que estaba muerto así que por esa razón estiro un poco el brazo limpiándole los restos de salpicaduras de sangre del rostro al otro escuchando un ligero gruñido que no le importo, mientras menos llamaran la atención mejor así que continuo hasta que recupero la mayoría de sus fuerzas para intentar caminar por su propio pie, odiaba sentirse inútil
Kris por otra parte lo seguía desde atrás notando la forma en la que se tambaleaba atento por si se caía, le sorprendía lo fuerte que era pero aún mas que no quería rendirse…
Empezaba a caerle aquel chico pero no debía fiarse, apenas y lo conocía
Algo agotados consiguieron un refugio en una habitación de hotel donde por obvias razones llamaron la atención, al día siguiente podrían irse más lejos a la ciudad contigua para ver que conseguían, lo primero que hizo Tao al llegar fue tumbarse sobre un sillón pegando las rodillas contra el pecho acostumbrándose al dolor observando al otro examinar a detalle todo el lugar como si fuera un perro, no entendía porque lo había sacado si parecía que no quería volverlo a ver en su vida, el silencio a su alrededor duro demasiado hasta que el psicópata se percató de ello sosteniéndole la mirada con intensidad cortándole la respiración al otro, en serio era incomodo aquello
-Porque…-
-No sé, quise matar a alguien y pensé que aquel sujeto era perfecto. Tu solo eres la reserva por si quiero hacerlo de nuevo – su tono despreocupado lo puso nervioso y aún más cuando empezó a acercarse hasta detenerse a su lado jadeando como un perro sufriendo algo similar a un ataque psicótico que tao solo había visto en películas cuando era un niño, en realidad no le tenía miedo a la muerte y mejor si era a manos como las de Kris
-No me importa, si quieres matarme estás en tu derecho de hacerlo…-
-¿Alguna vez al menos intentaras pelear por salvarla? – No le parecía divertido acabar con alguien que no ponía resistencia, Tao sonrió encogiéndose de hombros, eso no se lo esperaba aquella mueca era linda, le ponía nervioso porque no sabía cómo lidiar con eso porque nadie le había sonreído y mucho menos dejado acercarse tanto ¿Por qué tao si? ¿Qué tenía ese mocoso suicida que le gustaba tanto?
-No lo sé, supongo que eh olvidado lo que es la felicidad al Igual que tú, me da igual si respiro, si quieres puedo irme para que alguien más me mate si quieres- Kris sonrió como solo el sabía hacerlo sintiendo que parte de su libido reaccionaba ante ese reto, el único que podría matarlo sería el así que mejor ni intentara hacerlo…
Anhelaba tanto a ese sujeto que había descubierto que por eso lo había sacado de ese infierno
-Quédate, si te saque es porque en lo más remoto de mi cabeza me atraes, no esperes que te amé, sería demasiado estúpido de tu parte creer eso. Ten en cuenta que si escapas te arrastrare de vuelta y que además matare a todo aquel con el que hayas tenido contacto ¿Esta claro? –
-Supongo, no tengo problema- Algo dentro de su cabeza hizo clic llenándole la cabeza de la idea de que probablemente con el cerca pudiera controlar sus impulsos asesinos, necesitaba solo algo de tiempo para acoplarse a la forma de ser de Kris si es que vivía lo suficiente para ello, de lo único que estaba seguro era de que no escaparia…
No porque tuviera miedo si no porque algo lo atraía tambien hacia el, se sentía a gusto después de mucho tiempo
¿Qué tan difícil seria convivir con un psicópata?