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Secretos por estheyaoista

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Notas del capitulo:

Bien, aquí una nueva entrega, espero que siga siendo de su agrado, muchas gracias por sus comentarios que siempre me animan a seguir adelante y espero no haberlos hecho esperar mucho...El tema de este cap es una melodía que me gusta mucho, espero que si tienen la curiosidad de escucharla la pongan y lean en el momento indicado...y para quienes ya la han escuchado, simplemente es hermosa... Bueno, espero que les guste.

11.- “Schindler’s list” 

 

En una habitación grande y elegante, un par de sirvientas colocaban tazas de té en aquella hermosa mesa de color marfil que se encontraba en el centro, observando todo minuciosamente para que ningún detalle se escapara de sus manos. Dos personas aparecieron en la habitación siendo recibidos cordialmente por aquellas mujeres que sostenían las charolas a la altura de sus pechos, los dos hombres tomaron asiento y las mujeres se retiraron, dejando a ambos en el inmenso y calmado silencio de la habitación.

 

Uno de los hombres, el de mayor edad, tomó su taza de té y bebió con tranquilidad su contenido, sin despegar la vista de su acompañante, mientras este solo entrecruzaba sus manos por encima de su regazo y sonreía levemente.

 

-Así que lo has encontrado.

 

-Sí, ha sido una vuelta del destino, no esperaba que me lo entregaran en bandeja de plata.

 

-¿Estás seguro que lo puedes seguir manejando solo?

 

-Claro que sí, puedo con esto, es solo un juego de niños.

 

-Pero recuerda que ahora no solo es ese mocoso, también has metido a ese otro muchacho.

 

-Por eso te he dicho que no tienes de que preocuparte, él es el pilar fundamental de este plan, puede ser un arma demasiado importante en nuestra misión.

 

El hombre de cabellos canosos sonrió satisfecho por lo dicho anteriormente, parecía que esa era la respuesta que buscaba desde que entraron en la habitación y tomaron asiento uno en frente del otro.

 

-Entonces lo dejaré todo en tus manos, solo asegúrate de mantenerme al tanto de sus movimientos, no me quiero perder ni una sola lágrima que derrame por tanto dolor.

 

-No se preocupe, será informado de todos nuestros movimientos.

 

-Me alegra saber que llevas mi plan por buen camino.

 

-¿Cómo no hacerlo? Después de todo, soy tu hijo ¿No?

 

Asentó la taza encima de la mesa y se acarició levemente sus cabellos, es verdad, era su hijo, y como su hijo, debía de ayudarlo en esa misión, su plan perfecto debía de ser terminado como diera lugar, incluso estaba marchando mejor de lo que había esperado.

 

-Tienes razón, has hecho hasta ahora un muy buen trabajo, es uno de los mejores hasta ahora, continúa así, me enorgulleces—Le regaló una sonrisa tierna y miró para otro lado, mordiendo su labio inferior mientras contenía una risa triunfal, esa guerra ya la había ganado sin mover un solo dedo—Ya verás que me desquitaré por todo el daño que me hiciste, el desgraciado de tu padre la pagó, pero tú no tendrás la misma suerte que él, tu muerte será desde adentro, una muy lenta y dolorosa muerte que desearás acabar con tu vida por ti mismo.

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

Cecile acomodaba su ropa en una maleta de forma apurada, corría por toda su habitación apañando lo que imaginaba necesario para ese momento, la preocupación en su rostro era visible y la angustia podía sentirse a kilómetros de ella. A la habitación entró Meiko, que de igual forma se encontraba con algo de desesperación en su rostro, intentaba detener a Cecile pero esta era insistente en seguir guardando sus pertenencias en la gran maleta. Meiko tomó de los hombros a la rubia mujer y la sentó de sopetón en el filo de la mullida cama, mirándola con ojos firmes sin dejarse doblegar.

 

-Cecile-san, tranquilícese de una vez.

 

-No, Meiko, no puedo, debo recoger todo, el tiempo, el tiempo se acaba.

 

-El tiempo está completo, Cecile-san, no se angustie de esa forma, hará preocupar a su hijo si sigue así de nerviosa.

 

-Pero…

 

-Sin peros, Cecile-san, le he dicho que se tranquilizara ¿No es verdad?

 

-Chery-sama, mi abuela tiene razón, debe tranquilizarse, incluso yo que sé lo que está pasando ha hecho que me sienta nervioso. Wolfram puede preocuparse si la ve así.

 

Yuuri se encontraba de pie, arrimado en el marco de la puerta mientras observaba a Cecile y su atolondrada situación. Habían pasado tres días, días en los que Yuuri se había recuperado, aunque no del todo, pero al menos podía levantarse de la cama y hacer las cosas por su cuenta.

 

-Debes de comprenderme entonces, Yuuri-kun, debes comprenderme porque me encuentro así, después de todo…después de todo es mucho tiempo el que no pasa algo como esto.

 

Cecile se levantó de la cama y corrió a su armario empacando toda clase de zapatos, dejando caer unos cuantos al piso y recogiéndolos con gran desesperación.

 

-Demonios, que nervios que tengo.

 

-¿Mamá? ¿Qué sucede?

 

Yuuri volteó al sentir a Wolfram parado detrás de él, le sonrió y con ambas manos, lo tomó de los hombros y lo acercó más a la puerta, para que su madre pueda explicarle.

 

-Wolffy, esto…esto… ¡Maldición, estoy tan nerviosa que no puedo ni hablar!

 

-¿Pero qué sucede? ¿Por qué empacas todas tus cosas?—Miró a su Nana y ella le sonrió nerviosamente, a su lado también habían unas maletas que al parecer eran de ella, regresó la mirada a Yuuri y este la esquivó instantáneamente, entonces supo que era algo grave.

 

-M-mamá, por favor dime que sucede ¡Me estas asustando!—Se volteó y tomó a Yuuri de la camisa, mientras temblaba de la desesperación y unas cuantas lágrimas se empezaban a formar en sus ojos—Yuuri, por favor, dime que no es nada malo, dime que no tiene que ver con nada de eso.

 

-Wolf, tranquilo—Acarició una de sus mejillas y regresó la vista molesto hasta Cecile—Por todos los cielos, Cecile, dígale de una vez lo que pasa, lo va a hacer morir de la angustia.

 

-¡Ah! Que lindos que se ven así.

 

Yuuri y Wolfram sintieron que caerían si no se sujetaban mutuamente, para Wolfram, el comentario de su madre había sido fuera del lugar y para Yuuri simplemente era una estrategia que había ideado para poder evadir la pregunta.

 

-Madre, por favor, no hagas comentarios fuera del lugar, quiero saber ahora que es lo que está sucediendo.

 

-Hijo—Miró de forma preocupada a su hijo y un suspiro salió de sus labios para luego tomar asiento en la cama e invitar a su hijo a que se sentara a su lado. Wolfram miró a su madre y la siguió, miró de reojo a Yuuri y este solo le sonrió, pudo entonces asegurar que no tenía nada que ver con el secreto que ambos sabían—Hijo, escucha. Tengo que viajar a una importante reunión en la oficina principal de nuestra compañía en Inglaterra.

 

-¿Por qué? ¿Qué sucedió?

 

Cecile bajó la mirada y apretó sus manos por encima de su vestido, debía de decirle el porqué, aunque no fuera fácil.

 

-Lo que sucede es que tu tío quiere tomar las riendas de la compañía completamente, ya que dice que no soy digna de seguir en la cabeza de la empresa. Pero yo no lo quiero así, esta empresa fue fundada por tu padre y por mí, fue fruto de nuestro esfuerzo y valor. No puedo dejar que nadie más tome las riendas de nuestro trabajo, Wolf, es por eso que debo viajar.

 

-¿Mi tío hizo eso? ¿Entonces si sucede esto yo no podré verlo más?

 

-Claro que lo podrás ver, después de todo es tu tío, lo único que cambiará es la forma en la que nos tratemos, además, no va a ser grande el cambio, ya sabes, él siempre me ha odiado, por muchas cosas.

 

-¿Y qué tienes que hacer específicamente?

 

-Me tomarán un examen de conciencia, para saber qué nivel de intelecto tengo, en base a eso, los asociados a nuestra empresa verán si es factible que yo siga en la cabeza de la empresa como dueña única o cederle el puesto a tu tío.

 

-Es algo injusto, mi tío no debió hacer eso.

 

-No lo odies, Wolffy, es tu tío después de todo—Miró con ternura a Wolfram mientras acomodaba unos mechones rubios de su cabello—Iré con Meiko, es por eso que te quedarás en casa con Yuuri, espero se puedan cuidar solos. No quiero que me llegue alguna noticia de los bomberos diciendo que han apagado el fuego ocasionado en la cocina por una simple tortilla de huevo.

 

Wolfram miró con un puchero a su madre, pensaba que no podía cocina, bueno, y pensaba bien, pero sabía al menos que no lo intentaría así el mundo se le viniera encima y todos los restaurantes estuvieran cerrados.

 

-Madre, no seas cruel, claro que no intentaré cocinar.

 

-Si es por comida, no deben preocuparse, yo al menos se hacer unos cuantos platillos que mi madre me enseño—Yuuri sonrió orgulloso de al menos poder decir que puede cocinar algo.

 

-¿De verdad? Oh, estupendo, creo entonces que podré viajar en paz sabiendo eso.

 

-¿Pero en verdad lo puedes hacer? Digo, tú siempre has sido algo torpe.

 

-Abuela, no sea cruel usted también.

 

Los cuatro en la sala rieron tras el comentario de nieto-abuela mientras Cecile relajaba sus angustias, iba a ganar el caso, claro que lo iba a hacer, después de todo, esa empresa era lo único que le quedaba como recuerdo de su gran amor, bueno, después de su adorado hijo.

 

-Entonces, nos vemos, son las tres, el vuelo sale a las cuatro y es media hora viajando hasta el aeropuerto, llamé un taxi, no debe demorar en llegar. Todo lo necesario y el número de la empresa en Inglaterra están pegados en la nevera. Cualquier complicación no duden en llamar.

 

-Si mamá, no te preocupes, no es como si te fueras por un largo tiempo. Son apenas unos días.

 

-Sí, tienes razón, es solo una semana ¿Qué puede salir mal lejos de casa por una semana?

 

-¡Una semana!—Ambos chicos gritaron asombrados por la declaración, dos semanas eran mucho tiempo para dos adolescentes que no sabían bien cocinar— ¿No cree que es mucho tiempo, Chery-sama?

 

-No, Yuuri-kun, es poco tiempo, debía ser un mes completo, pero lo acorté a una semana.

 

-P-pero madre…

 

-No hay tiempo, Meiko, vámonos, el taxi está afuera.

 

-Sí, enseguida. Cuídense chicos, espero podernos contactar apenas lleguemos al aeropuerto. Estaremos de vuelta el próximo miércoles, los queremos.

 

-Abuela…espera…

 

-Tranquilo, podrán sobrevivir una semana. Suerte.

 

Y se retiró, dejándolos sin poder articular ni una sola palabra, parados en el centro de la habitación con miles de dudas en su cabeza.

 

-¿Y ahora qué?—Preguntó Wolfram mirando por la ventana como su madre y su Nana se subían al taxi para luego emprender el viaje al aeropuerto.

 

-No lo sé—Fue la respuesta de Yuuri mientras salía de la habitación—Tenemos la casa sola, debe ser un poco aburrido estar sin nadie en esta enorme casa.

 

-Mi Nana siempre ha ayudado a mi mamá en los asuntos de la empresa, cuando ellas salen por todo un día a la empresa, paso solo y lo único que hago es ver televisión o leer un libro.

 

-Supongo que también pintas en tiempos de calma.

 

-No mucho, dejé de hacerlo cuando mi padre falleció.

 

-¿Y cuantos años tenías en ese entonces?

 

-Cinco años.

 

-¿Pintaste todos esos cuadros que están en la sala cuando tenías solo cinco años?

 

-Sí, mi padre amaba la pintura, después de todo lo heredé de él, también le gustaba la música, el piano para ser exacto, pero a mí me gusta más lo que es el violín.

 

-Cielo, ya se entonces que vamos a hacer hoy.

 

-¿Eh? ¿Y qué vamos a hacer?

 

-Tu—Dijo tomándolo del hombro derecho y encaminándolo hasta su cuarto—Vas a tocar el violín y yo te voy a escuchar.

 

-¡¿Qué?! No, no, no, no y no, yo no voy a tocar el violín ahora—Se negó mientras se retiraba del agarre—No he ensayado en un buen tiempo y más que seguro se me debieron olvidar algunas notas, imagínate que me encuentre desafinado, no señor, no voy a tocar el violín así.

 

-Wolf, por favor, quiero escucharte tocar el violín. Te debo decir algo—Se acercó hasta Wolfram y le miró con ojos de tristeza—Mi padre también tocaba el violín, me gustaba siempre escucharlo tocar cuando era pequeño. Todas las noches lo hacía y yo descansaba bajo las hermosas entonadas de aquellas notas de la canción que no voy a olvidar nunca “Schindler’s list” de Itzhak Perlman.

 

Wolfram sintió un leve apretón en su pecho, era como una súplica que le estaba haciendo, sabía lo duro que era perder a un padre y peor si algo le había quedado de recuerdo, como era en ese caso a Yuuri, aquella canción que bien sabía era hermosa.

 

Dio un suspiro y entró en la habitación, tras la mirada de Yuuri, buscó en un baúl que tenía bajo la ventana de su habitación y sacó el estuche que contenía dentro su violín.

 

-Wolf.

 

-Que sepas, que lo hago como disculpa.

 

-¿Eh?

 

-Después de todo, por mi culpa has puesto ese rostro de tristeza.

 

-No…yo…eh—Yuuri observó a Wolfram acomodando su violín y el arco, sonrió, era su forma de complacer indirectamente un capricho de un amigo, no sabía cómo hacerlo, ya que era una persona sin amigos en el colegio. Debía de comprenderlo entonces—Gracias.

 

-Como sea—Acomodó su violín y Yuuri se sentó en la cama, observándolo detenidamente, con cada movimiento lleno de elegancia podía recordar la sonrisa de su padre antes de entonar alguna hermosa canción. Sintió una opresión en su pecho, quería llorar, derramar unas cuantas lágrimas por el recuerdo de ese gran hombre que lo supo criar hasta sus siete años, pero estaba en frente de Wolfram, el que también estaba sufriendo mucho, no debía doblegarse a nada y hacerle saber que era incluso más débil de lo que aparentaba. Debía ser fuerte.

 

Wolfram miró unos minutos a Yuuri para luego cerrar sus ojos y empezar a tocar la linda melodía que esperaba, pudiera reconfortar un poco a Yuuri.

 

Yuuri por el contrario abrió sus ojos con sorpresa, no lo podía creer, era la hermosa entonación de las mismas notas y el mismo tono de aquella canción que su padre le tocaba cuando era pequeño, las lágrimas no se pudieron contener más, el hermoso toque del arco con las cuerdas que hacía Wolfram era perfecto, incluso podría decir que era casi el mismo movimiento que hacía su padre en ese momento en que se sumergía en las notas, salvo la diferencia de que Wolfram lo hacía con más sentimiento, como si viviera cada una de sus notas.

 

El arco se movía con elegancia, mientras recordaba vagamente los pequeños detalles que su profesor le hacía notar, una sonrisa surcó sus labios al momento de poder revivir esos recuerdos, tiernos recuerdos de cuando su padre lo llevaba de la mano hasta el curso de música al que había sido inscrito en el tiempo que vivieron en Tokio. El anhelo de volver a ese momento y poder abrazarlo como nunca lo había hecho, sabiendo que era su última oportunidad de hacerlo vino a la mente y corazón de Wolfram.

 

Cuando la canción dejó de sonar, Wolfram abrió los ojos y pudo ver a Yuuri con sus ojos cerrados y derramando leves lágrimas que surcaban sus mejillas mientras mantenía una leve sonrisa en su rostro.

 

-Yuuri.

 

-Gracias, Wolf—Abrió los ojos y le dedicó una tierna sonrisa—De verdad, gracias, esa canción siempre me conforta cuando recuerdo que mi padre no está conmigo.

 

-Debes tener un grato recuerdo tras esta canción ¿No es así?

 

-De hecho, no—Bajó el rostro mientras suspiraba—El último día que entonó esa canción, la primera y última vez que la escuché, fue cuando lo asesinaron.

 

-¿Qué?

 

-Sí, recuerdo que empezó a tocarla tranquilamente, aquella noche sus notas me parecieron tan profundas que conseguí dormirme enseguida, pero lo que soñé no fue algo lindo, fue un adiós que luego comprendí, que sería para siempre.

 

…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…

 

Aquel sueño en el que había caído era tan hermoso, el sonido del violín de mi padre me acunaba como nunca lo había hecho, sentí la brisa de verano en mi rostro y pude ver a mi padre, tocando en el filo del lago al que siempre íbamos cuando eran vacaciones. Sonreí, intenté acercarme hasta su lado, pero algo me impedía, mi madre me mantenía sujeto del hombro y unas cuantas lagrimas recorrían sus mejillas, yo la miré confundido, después de todo no comprendía en lo absoluto lo que pasaba.

 

-Despídete de tu padre, Yuu-chan.

 

-¿Por qué? ¿A dónde va mi papá?

 

-Emprenderá un largo recorrido, donde podrá tocar su violín todo el tiempo

 

-¿Tiene un concierto?

 

-Sí, debes decirle lo mucho que lo quieres, Yuu-chan, siempre sonriendo debes decirle que lo quieres.

 

-De acuerdo.

 

Me acerqué a él como mi madre me lo había indicado, con una sonrisa que demuestre mis verdaderos sentimientos, me acerqué a él y lo tomé del filo de su saco negro, el que siempre llevaba cuando iba a dar una interpretación.

 

-Papá. Ten un buen viaje, te quiero mucho.

 

Mi padre me regresó la sonrisa y me acarició los cabellos, bajando su violín hacia un costado y mirándome fijamente.

 

-Donde esté, Yuuri, te veré crecer, se bueno con todos, cuida de tu madre que en verdad te necesitará, y por favor, ayuda siempre en lo que puedas a las personas que lo necesitan.

 

-Lo haré, pero vuelve pronto por favor.

 

-Lo intentaré.

 

Bajó su mano de mi cabeza y se marchó, aunque yo sonreía, quería llorar porque no iba a estar conmigo.

 

El constante movimiento que sentía hizo que me despertara de inmediato, vi a mi madre llorando mientras me levantaba con brusquedad. Intenté descifrar lo que pasaba, pero no lo comprendía. Ella me tomó de la manga de mi camisa y me hizo entrar debajo de la cama, sin darme explicaciones, solo me pidió que no saliera hasta que ella me venga a ver.

 

Y así lo hice, pude escuchar como mi mamá lloraba y pedía que dejaran la casa, pero las risas de varias personas se hacían presentes. Cuando al fin pude escuchar tranquilidad, fue cuando se hizo presente el sonido de las patrullas. Un hombre entró a mi habitación, yo estaba asustado, de verdad que lo estaba, no quería salir, varias veces habían entrado a la habitación con mi madre llorando, pero esta vez era alguien solo.

 

-Pequeño, ya puedes salir, el mal ha pasado.

 

Vi que era un policía, entonces todo había sido controlado, salí con su ayuda y me llevaron junto con mi mamá, que lloraba desconsolada en la sala.

 

-Mamá

 

-Oh, Yuuri.

 

-¿Qué pasó? ¿Dónde está papá?

 

-Yuuri.

 

Miré donde mi madre había visto sin darse cuenta, había una camilla en el centro de la habitación, yo me asusté, la sabana que cubría el cuerpo de aquella persona estaba un poco teñida de rojo. A paso lento me acerqué y quite la sábana, corroborando que era mi padre.

 

-Papá, mamá está bien, levántate.

 

Nada.

 

-Papá, deja de estar acostado, levántate.

 

Nada. Unos hombres me intentaron sacar de ahí, pero me negué.

 

-¡Papá! Por favor levántate, dime que está todo bien ¡Papá! ¡Papá!

 

…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…R…

 

Wolfram mantenía la mirada baja, el violín colgaba de una de sus manos y miraba con tristeza a su amigo.

 

-Entonces, cuando vi a mi mamá llorando y a mi padre sin responder, supe que en ese sueño, mi padre se había despedido de mi—Yuuri sonrió mientras lloraba—No tuve remordimiento, después de todo pude despedirme de él como se lo merecía. Y él pudo decirme que iba a estar a mi lado por siempre.

 

­Las lágrimas se fueron intensificando, Yuuri no podía contenerse un poco más, cada que escuchaba esa melodía, solo podía pensar en su padre y lo único que hacía era sonreír y recordar, no podía llorar, pero en ese momento, al escucharla con las notas y la entonación tan parecida a la de su padre, solo pudo dejarse llevar.

 

Wolfram se sintió culpable, había tocado esa melodía aunque él no se lo hubiese pedido, verlo llorar de esa forma, no lo conocía bien, pero lo estaba haciendo, en esas semanas que compartieron juntos había sabido reconocer cuanto dolor puede albergar una sonrisa en sus labios, ahora incluso podía presumir que él era el que más lo conocía, cada gesto, cada movimiento, cada palabra, conocía más del moreno conforme pasaba el tiempo y ellos congeniaban un poco más. Por ejemplo estaba ese momento, pudo conocer sus ojos llorosos, sus sentimientos y ese triste recuerdo, por un momento se sintió feliz de que le pudiera mostrar esas expresiones solo a él.

 

Sin reparo a las aún presentes heridas del moreno, Wolfram soltó el violín y corrió hasta donde estaba Yuuri, lanzándose a su regazo y abrazándolo lo más fuerte que pudo, dejando a un pelinegro completamente sorprendido.

 

-W-Wolfram.

 

-¡Perdón!

 

-¿Eh?

 

Wolfram se aferró más al cuello de Yuuri, hundiendo su rostro en medio de este, dejándose así el gusto de volver a sentir el aroma de su querido amigo bajo su nariz.

 

-Perdóname, Yuuri, por haber tocado esa melodía. Aunque me dijiste que te recordaba a tu padre la he tocado, soy un inconsciente.

 

-Wolf, no te preocupes, es más, te iba a pedir que la tocases. Nunca había llorado al escuchar esa canción, pero ahora que la has entonado tú, he podido sentir el mismo tono y notas que las de mi padre, aunque sentí que tú lo tocabas con más sentimiento, vivías cada nota con euforia. Wolf, tocas hermoso.

 

Wolfram se sonrojó, pudo sentir las manos de Yuuri posarse en su espalda para consolarlo, no sabía en qué momento había empezado a llorar de esa manera, tan desconsoladamente mientras se aferraba al cuerpo de Yuuri.

 

-Yuuri, gracias por compartir esto conmigo.

 

-Eso es porque confío mucho en ti, y te quiero tanto, eres mi mejor amigo.

 

-Tú también lo eres, Yuuri.

 

-¿Puedo hacerte una pregunta?

 

-Claro—Dijo mientras se incorporaba del abrazo y limpiaba sus mejillas.

 

-¿Cómo tomaste la muerte de tu padre?

 

Wolfram miró sorprendido a Yuuri, no esperaba que le preguntara eso de forma libre, esperaba que en algún momento lo hiciera, pero no así de sopetón, sintió un poco de nauseas, solo recordar ese momento, le hacía sentir que lo vivía de nuevo.

 

-Estuve presente cuando lo mataron, tenía cinco años en ese entonces. No fue, la mejor escena que pude haber presenciado, pero es la que recuerdo con mayor solidez.

 

-Wolf.

 

-¿Quieres que pidamos pizza? Cuando bajé por agua noté que mi Nana no había hecho la cena, de seguro y no le dio tiempo para hacerla.

 

Yuuri comprendió que no quería seguir hablando del tema, así que lo respetaría, luego tendría el valor para contarle, después de todo, él había presenciado la muerte de su padre, no pudo despedirse como lo hizo él con su padre. Sonrió levemente y asintió.

 

-De acuerdo, pidamos pizza y vemos una película en la sala ¿Qué te parece?

 

-Será mejor si rentamos una, una que no hayamos visto ninguno de los dos.

 

-¡Ya se!—Dijo Yuuri sonriéndole al rubio—Podemos ir y tomar la primera película que veamos, tú ves una y yo otra, después de todo, estamos en vacaciones, no tenemos deberes y la casa está sola, sin que nos molesten, tenemos todo el tiempo que queramos.

 

-Eso suena muy infantil viniendo de un universitario.

 

-Oye, si no quieres solo dilo, no me insultes.

 

-No te insulto—Rio divertido—Acepto.

 

Yuuri sonrió a Wolfram y asintió. Ambos bajaron, tomaron sus abrigos y salieron directo al centro de la ciudad.

 

“Yuuri, de verdad debo agradecerte por todo lo que has hecho por mí, tu padre debe de estar orgulloso de ti, eres lo que él quería, un hombre de bien. Espero, que lo sigas siendo cuando te enteres de mis secretos, porque pienso decírtelos, mereces saber qué clase de persona aceptaste como amigo, y si eso significa romper nuestra amistad, al menos moriré feliz de saber que tú lo supiste, Te quiero mucho, Yuuri”

 

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.

 

Continuará.

Notas finales:

¿Qué pasará después? Jejeje quisiera decirles pero quedará en incógnito. Bueno, estos dos permanecerán unos días solos en la casa, espero que ALGO suceda XD todos esperamos eso...como que están un poco lentos ¿No creen? pero bueno, poco a poco, tiempo al tiempo que ya mismo viene lo más importante de toda la historia...Una pregunta ¿Quién creen que será el primero en darse cuenta de que está enamorado del otro? ¿Será Yuuri o quizás Wolfram? Mmmmm ¿Y que pasará en el siguiente cap? Solo les dejaré esta información: 

Un personaje que salió hace unos pocos caps va a hacer su aparición triunfal y va a hacer que la vida de estos dos "Amigos" empience a tambalearse...¿Quién será?

 

 


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