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Secretos por estheyaoista

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Notas del capitulo:

Hola amores de mi corazón, aquí con mucho cariño dejando un nuevo cap...espero valga la pena... :)

Muchas gracias a las personas que me apoyaron con sus comentarios...se los quiere mucho...

Bien, ahora sí... ¡A leer!

16.- En Marcha.


Gwendal von Voltaire, el Director de la oficina de policía realizaba llamado tras llamado, intentando acomodar todas las patrullas posibles para empezar con el operativo que se le había encargado, revisó varias documentaciones que le habían llegado sobre el caso. El tiempo era corto y no había conseguido tomar todo lo necesario para estar prevenidos. Frunció mucho más el ceño y se llevó una mano a su frente.


-Conrad, asegúrate de que los oficiales de policías sean los más capacitados que tengamos, el operativo va tomando un lado oscuro.


El castaño mencionado miró por sobre la pila de documentos al Director, se notaba cansado y era porque no había dormido en tres días seguidos, intentando tener lo necesario para ese momento, el tiempo se acababa y no habían conseguido ni la mitad de las patrullas que necesitaban.


-Gwendal, creo que con tres patrullas profesionales es más que suficiente.


-¡No digas tonterías! Estamos hablando de la vida de un civil, no podemos arriesgarnos a ir con solo unas patrullas a enfrentarnos a la peor calaña del país como lo son los Matsumoto—El Oficial de policía se levantó y miró severamente al castaño—Debes recordar también de quién estamos hablando, es Wolfram von Bielefeld ¿Lo olvidas? Aquel niño que presenció la muerte de su padre y que ahora sabemos fue a manos de esta misma banda, no podemos asegurar que lo quieran mantener con vida.


Conrad bajó el rostro comprendiendo la gravedad del problema, quizás y si lo había tomado muy a la ligera, pero estaba consciente que no tenían mucho tiempo y Murata se escuchaba muy alarmado cuando los llamó.


-Entonces apurémonos en buscar más patrullas y empezar el operativo, Murata no es de los que se inmutan tan a la ligera, si llamó así de preocupado es porque algo grave está sucediendo.


-Lo sé.


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Yuuri miraba el celular y estaba atento al teléfono, no era posible que Wolfram no haya aparecido en todo el día anterior desde la mañana que se había ido, era Miércoles en la mañana ¿Es que pensaba preocuparlos mucho más? Ni una llamada, ni un aviso o nada parecido. Shion se había quedado toda la noche con ellos, aunque no parecía preocupante la situación, había querido quedarse y darle la noticia a Wolfram lo más pronto posible. Pero nada, ni rastros del rubio.


Megumi miraba las noticias locales, aunque lo quisiera negar, un poco de desesperación se empezaba a formar en su corazón. El aprecio que empezaba a tener por el rubio le hacía sentir inquietud, se había asegurado de pensar en que el rubio no había tenido ninguna segunda intensión con Yuuri, además de lo que Shion le había contado con respecto a su amor secreto de toda la vida.


-Un día y no aparece ¿Es que empezará a preocuparnos más?


-Yuuri, debes tranquilizarte, esperemos a que no le haya sucedido nada y esté con bien.


El problema no era eso, el problema era que Yuuri sabía lo que sucedía con el rubio, con quienes se había ido y porque lo había hecho, él era el único en la sala que sabía lo que en verdad pasaba y por eso su agobio era elevado. Sintió el celular en la palma de su mano, empezaba a sonar y a presentar el nombre de su abuela en la pantalla, de nuevo las insistentes llamadas que no deseaba contestar, no quería preocuparla ni mucho menos hacerlas que regresen a Osaka sin haber cumplido con todo lo que debían.


-Maldición, mi abuela vuelve a llamar.


-Deberías contestarle, Yuuri, la debes de estar haciendo preocupar más de la cuenta. Dile que Wolfram no está y que salió a comprar o algo parecido, pero no la tengas en la duda.


-Megumi tiene razón, Shibuya, es mejor así.


Yuuri miró la pantalla que dejaba de alumbrar y suspiró, no podía mentir de esa forma a su abuela, para ellos era sencillo decirlo, pero para un chico que ha sido criado con los valores de la moral y la ética tan trazados, no podía simplemente decir “Salió a comprar” cuando ni siquiera sabía lo que pasaba.


-Esto me está preocupando demasiado, debo buscar la forma de saber de Wolfram—Shion miró a todos de forma seria, no soportaba un minuto más sin saber de Wolfram por lo que iría a la comisaría para averiguar algo.


-¿A dónde vas?


-A poner un aviso de desaparecido en la policía, eso nos debe de ayudar un poco.


-No, para poder dar por perdida a una persona deben ser al menos cuarenta y ocho horas, Wolfram apenas lleva un día por lo que no lo tomarían de esa forma—Yuuri no quería que esto se saliera de sus manos, era verdad que no lo iban a tomar como perdido, pero quizás y si lo dejaba hacer eso, Wolfram correría más peligro que quedándose en casa, o le revelarían algo a Shion que no fuera de su agrado—Ustedes en tal caso espérenme aquí, se de alguien que me puede decir donde pudo ir.


-¿De quién? Wolfram no tiene más familia aquí en Osaka y sus relaciones con sus compañeros es casi nula.


-Puede que tengas razón—Dijo Yuuri acomodándose el abrigo y caminando a la salida—Pero tiene un amigo con el que solía conversar todos los días.


Bueno, había exagerado la verdad pero tampoco era mentira, podía encontrar a Murata en la estación y decirle lo que sucedía para ver si le revelaba algo. Miró a Megumi y le dio un beso de despedida para salir de la casa, esperando encontrar al menos un indicio del rubio.


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Wolfram jadeaba con las mejillas sonrojadas, la fiebre había aumentado y las dosis de droga que circulaban su sangre no le hacían bien, el frío del suelo solo le provocaba espasmos en su desnudo cuerpo y parecía que a nadie le importaba. Cerró los ojos con fuerza y apretó sus manos a los costados de su cuerpo, haciendo puños que blanquecían sus nudillos, el sentimiento y sensación de asco al percibir el aliento caliente de esa persona tan cerca de su miembro lo hizo arquear la espalda, lo estaban torturando de la peor forma posible.


Con las drogas y casi inconsciente, no sabía lo que hacía o decía, esos afrodisiacos le nublaban la razón y solo una parte de su consciencia le gritaba que todo estaba mal.


-¿Te gusta cómo se siente?


-S-sí.


No, quería decir no, quería escupirle en el rostro a ese ser tan deplorable, ese que tanto miedo le provocaba. Era el peor hombre que conocía. Imágenes de lo que había pasado hace un buen tiempo atrás atravesaron su mente de forma rápida. Una pistola, una víctima, su padre y ese hombre. Todo le daba vueltas en la cabeza sin dejarlo pensar al menos un poco.


Desde la noche anterior había sido de esa misma forma, tres orgasmos y una nueva persona se colocaba en frente de su miembro, inyectándolo nuevamente para que su erección se volviera a presentar y empezar de nuevo. El dolor le carcomía, la droga ya no era suficiente para mantenerlo alejado de esa realidad y el rostro de felicidad de aquel tipo lo tenía presente a cada momento.


-Es suficiente—Resonó la voz que tanto odiaba escuchar—Es hora de los honores.


Todos rieron y fueron dejando la sala vacía, con la sola presencia de Wolfram y el hombre de saco y corbata. El rubio se incorporó como pudo con ayuda de sus codos y lo miró despectivamente.


-M-Matsumoto…Reiko.


-Mi querido Wolfram von Bielefeld, nunca imaginé esta escena tan gratificante en toda mi vida desde que te conocí. Que diría tu padre si te viera en este estado.


-D-desgraciado, asesinaste a mi padre y luego…y luego…


-¿Y luego tu asesinaste a mi hijo? Si, la vida no es justo como uno la planea—Reiko se arrodilló hasta el rostro de Wolfram y lo tomó de la barbilla— ¿Recuerdas su rostro de desesperación al desangrarse de poco en poco? ¿Aún te atormenta?


-Y-yo…eso no fue…no fue intencional y lo sabes.


-Claro que lo fue, fue intencional y sin razón.


-Era un niño de cinco años…no sabía.


-Él también era un niño de cinco años al igual que tu ¿Pero sabes cuál es la diferencia entre él y tú? Que al menos tú sigues con vida y no bajo tres metros de tierra, sin saber nada de tus padres o tu hermano.


-Hubiera deseado morir.


-Y lo vas a conseguir, tarde pero obtendrás lo que quieres.


-Toda mi vida ha sido llena de dolor ¿Crees que fue algo bueno para mí? si piensas matarme, hazlo de una vez ¡Quítame la vida que tanto aborrezco!


-¿Y dejarte sin sufrir lo que mereces? No, no es tan fácil mi querido Wolfram—Reiko lo empujó hacia el suelo dándole contra el piso y dejándolo semi-inconsciente—Como te dije, la vida no es justo como uno la planea.


Reiko llevó su mano hasta la hombría de Wolfram y la apretó con fuerza, provocando que un alarido de dolor saliera de su boca junto a unas lágrimas que se perdían por su cuello.


-Te enseñaré lo que es el infierno que yo viví.


Y de un solo movimiento, sin mirar el dolor en los ojos del rubio, introdujo uno de sus grandes dedos en la entrada de Wolfram, haciendo que el grito se propagase con mayor dolor y desesperación.


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Yuuri corrió hasta llegar a la central de policía donde imaginaba podía encontrar a Murata o saber de él. Entró con paso apresurado, sin importarle con cuantos chocase, debía de hablar con el de lentes lo antes posible, no podía seguir de esa forma.


-¿A quién busca?—Un hombre de escaso cabello, frente brillante y mirada severa se puso en frente de Yuuri, había visto el atropellamiento de personal que había hecho hasta llegar ahí.


-Murata Ken, busco al oficial de policía Murata Ken.


-¿Murata Ken? ¿Murata?—El hombre lo pareció pensar un poco pero parecía confundido—No, no tenemos alguna persona con el nombre Ken pero si trabajó hace unos pocos años el oficial Murata Atsushi con nosotros.


-¿Eh? Pero él…


-Oh, pero si es el sobrino de Atsushi-sama, que bueno volvernos a encontrar—Un hombre de cabellos rojizos con tonalidades naranja corrió hasta donde estaba Yuuri apresándolo en un abrazo efusivo mientras susurraba en su oído—Di una sola palabra de que es mentira y estás muerto.


-Ah, eh, sí, solo vine a saludar un poco.


-Oh, ven, Gwendal ha querido conversar contigo un poco.


-Yozak, no es momento para saludos ni conversaciones, póngase a trabajar.


-Sí, lo siento—Dijo mientras formaba una sonrisa en su rostro—Ven un momento conmigo, debes estar cansado.


Yuuri estaba confundido ¿Qué era todo eso, el hombre de grandes músculos parecía intimidante pero su personalidad era un poco infantil por momentos. Lo llevó hasta una puerta que tenía un letrero de “Director: Gwendal von Voltaire” guindando tan tranquilamente. Abrió la puerta y lo empujó a entrar.


-¡Eh! No me empujes—Yuuri molesto miró a todos los presentes, habían dos personas aparte de ellos dos, uno con una mirada horrenda, parecía haber comido algo desastroso y otro con una leve sonrisa en sus labios, el parecía el más racional de todos.


-¿Qué sucede, Yozak? ¿Por qué trajiste a este mocoso con nosotros?


-No soy un mocoso—Susurró molesto mientras era obligado a sentarse en frente del director.


-Sabe de Murata.


-¿A qué te refieres con eso?—Dijo sorprendido Conrad


-Que él sabe acerca de Murata, vino a buscarlo aquí mismo y preguntó por él.


-Yozak, puede ser un amigo de él que lo busca aquí porque su padre trabajó aquí hace dos años—Dijo Gwendal con desinterés mientras miraba nuevos documentos—Que se vaya.


-Lo busco como un trabajador de la policía, este muchacho sabe algo.


Yuuri se sintió oprimido por la fiera mirada de Gwendal a su persona, no sabía lo que pasaba pero al menos estaba seguro de algo: ellos conocían a Murata.


-Yo solo quiero hablar con Murata sobre un caso que está siguiendo.


-Haber, espera un momento mocoso ¿Cómo conoces a Murata? ¿De qué caso hablas?


-Murata Ken es un oficial de esta oficina de policías ¿Verdad?—Yuuri intentó explicar tranquilamente a todos los presentes pero su tranquilidad acabó— ¡Yo solo quiero saber dónde está Wolfram!


 -¿Wolfram?


Gwendal envió una mirada a Yozak y este asintió cerrando la puerta con seguro tras salir para poder vigilar que nadie escuchase la conversación. Gwendal se levantó de su asiento y miró a Yuuri con el ceño más fruncido que lo habitual. Se paró en frente de él y cruzó sus brazos por encima de su pecho.


-Dime ¿Qué sabes de Wolfram y Murata?


-Ya les dije que solo quiero saber dónde está y…esperen ¿Ustedes conocen a Wolfram?—Una luz de esperanza brillo en sus ojos—Por favor, díganme que lo conocen y saben de su caso.


-Lo conocemos—Dijo Conrad—También conocemos de su caso pero ¿Cómo lo conoces tú?


-Vivo en su casa desde hace una semana, me enteré de lo que sucede con Wolfram porque él me contó y conocí a Murata en un secuestro que me hicieron.


Gwendal sobó con fuerza su frente sintiéndose intranquilo, más civiles metidos en el problema de los Matsumoto no era buena señal.


-Escucha—Dijo a Yuuri mientras lo miraba—Murata no trabaja aquí precisamente, él se encargó de este trabajo pero en secreto y nosotros le ayudamos ya que conocemos a su padre desde pequeños, por favor no digas nada indebido saliendo de la oficina.


-Yo no me voy a ir—Repuso Yuuri—Quiero saber que sucede con Wolfram.


-Wolfram von Bielefeld ahora se encuentra con los Matsumoto, al parecer el problema se agravó de forma inmensa y ahora debemos apurarnos a encontrar personal para poder enfrentarlos.


-¡Yo quiero ir!


Yuuri no lo pensó un poco, debía de hacerlo o caso contrario moriría de la desesperación.


Gwendal lo miró un poco dudoso ¿Dejar que nuevamente un civil se meta en sus asuntos? El muchacho parecía no querer rendirse a su deseo de ayudar y un soplido salió de su boca, no pensaba que las cosas se iban a agravar tanto de esa forma pero, si sabía lo que estaba sucediendo ¿Entonces porque no dejarlo ir?


-De acuerdo.


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Wolfram lloraba lágrimas de sangre en ese momento, tanta era su desesperación que la muerte era lo único que se le asemejaba, sentir esos fríos dedos dentro suyo era su agonía y la risa burlona en los labios de Reiko su tumba. Aferraba sus esperanzas en que ya detuviera esa horrible sensación dentro de él y que muriese de una buena vez.


-P-por favor, detente—El susurró de su voz no fue o no quiso ser escuchado por aquel tipo que ultrajaba su cuerpo, quería que se detuviera y que sintiera pena por él. Si, por primera vez Wolfram von Bielefeld deseaba que sintieran compasión y piedad por él para que lo dejasen libre.


-¿Detenerme? Eso apenas comienza, Wolfram.


Odiaba escuchar su nombre saliendo de su boca ¿Cuándo llegarían sus amigos? ¿Cuándo? No, no debían aparecer por ese lugar hasta que todo esté a salvo, si ellos llegasen a meter sus manos en esto, de seguro y terminarían peor que él pero ¿Qué podría ser peor que estar a punto de ser violado? Nada, lo podía asegurar.


Cerró sus ojos con fuerza al ver como Reiko se arrodillaba en frente a él y empezaba a bajar la cremallera de su pantalón para sonreírle con malicia. Después de eso, si llegase a sobrevivir, juraba matarse desde el edificio más alto que pudiese encontrar. Sintió como le abría nuevamente las piernas y se posicionaba en medio de ellas, rodeando sus piernas contra su cintura. Asco, desesperación y temor, todos esos sentimientos de estar muriendo le provocaba la sola idea de tener dentro aquel miembro palpitante.


-“Yuuri”—El nombre de su amor, su verdadero amor recién descubierto le vino a la mente, pero su cerebro como siempre le jugaba malas pasadas y la imagen de Yuuri abrazado a Megumi, ambos completamente desnudos en la cama del moreno aparecieron descuidadamente, sin pedir permiso y la agonía volvió a entrar en su corazón. Es verdad, no lo buscaría porque tiene a Megumi, no le importaba entonces.


Sintió la punta del miembro de Reiko en su cavidad íntima y toda desesperación desapareció ¿Qué iba a suceder entonces? Si no tenía a la persona que esperaba tener ¿Para qué sufrir por eso? No era nada, no valía nada si era así.


Cuando las esperanzas de un futuro feliz empezaron a abandonar la mente del rubio, la puerta fue golpeada estrepitosamente, haciendo que los movimientos de Reiko fueran errados y fallaran. Miró con molestia la puerta y con la voz ronca preguntó de quien se trataba.


-Señor, tenemos un problema.


-¿Y es muy importante?


-Demasiado, acaba de infiltrarse un desconocido y viene armado directamente a esta área.


-¿Qué dicen? ¡Grupo de incompetentes! ¡Atrápenlo!


-Oh, no, ya está aquí—El grito y un golpe sordo hizo que el jefe mayor se levantara y acomodara sus ropas para abrir la puerta dispuesto a disparar, pero el golpe en su cabeza lo dejó un poco desconcertado, lanzándolo directamente al piso sin reparo alguno.


Wolfram miraba sorprendido todo lo que había sucedido, de la nada había aparecido un moreno de lentes golpeando con un extintor a Reiko y dejándolo en el piso. Miró como se acercaba y por inercia retrocedió, cubriendo su cuerpo lastimado de la vista del muchacho.


-Tranquilo, soy Murata, espero que Shibuya te haya hablado de mí.


-¿M-Murata? ¿E-eres tú?


-Sí, vengo a ayudarte, juro que no soporté cuando escuché de la boca de Kyo lo que su padre estaba a punto de hacerte.


-¿Reiko…es el padre de Kyo?


-Es una larga explicación y el golpe con todo el alboroto pronto harán que vengan a ver lo que sucedió, por ahora tenemos que escapar y ver a donde nos podemos esconder hasta que todo esté bajo control.  Ponte tu ropa y sígueme enseguida.


Wolfram algo confundido siguió las instrucciones de Murata mientras este cerraba la puerta y amarraba las manos de Reiko por detrás de la espalda, debía de conseguir todo el tiempo posible para encontrar un escondite perfecto. Salir de la empresa no era buena idea porque luego escaparían del plan bien estructurado que ya tenía en marcha.


-Menos mal no me dejé ver el rostro por Reiko, Wolfram, estas horas siguientes son tan cruciales como nunca lo hubieras imaginado, quiero que sigas las instrucciones que te voy a dar y no olvides nada de lo que te voy a decir.


-S-sí—Wolfram estaba temblando, no le interesaba que Murata acomodara un reproductor cerca de la puerta y lo asegurara al pecho de Reiko. No le importaba nada de eso, debía de seguir a Murata y sabría que podría vivir.


-Esto distraerá a las personas que se acerquen por esta puerta, Wolfram—Miró al muchacho y suspiro—Temo decirte esto pero…te van a encontrar, donde quiera que te escondas, lo harán—Vio como Wolfram tensaba su mandíbula y daba un asentimiento nervioso—Por eso quiero que seas fuerte, los refuerzos vendrán pronto, eso tenlo por seguro. Debes buscar un lugar que no te encuentren hasta mañana en la noche.


-P-pero.


-En este momento no hay tiempo para dudas, es sí o no, debes esconderte ahora.


Wolfram miró un poco nervioso a Murata pero le obedeció. Subió por la mesa que había en la habitación y escaló hasta encontrarse cerca de los conductos de aire, nadie lo buscaría por ese lugar si no hacía ruido. Murata le sonrió y asintió para luego salir y dejar cerrando la puerta con seguro.


-No sé qué demonios estoy haciendo, espero que esto funcione.


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Megumi y Shion se encontraban sentados en la sala de la casa de Wolfram, ambos preocupados por sus respectivas parejas, Shion abrazaba a Megumi y ella depositaba sus manos en su pecho, dando leves sollozos de desesperación.


-Escucha, Megumi, todo va a salir bien, te lo puedo asegurar.


-No ha vuelto, tengo miedo de que le haya pasado algo ¡Es de noche! El teléfono sigue sonando y es su abuela ¿Qué quieres que haga? Me siento demasiado mal.


-Oye, mi novio también se encuentra en apuros y lleva ya casi dos días perdido ¿Crees que no estoy preocupado? Todo esto me altera.


-Shion, tú en verdad quieres a Wolfram.


-Y tú quieres a Yuuri.


-Hemos sido conocidos desde un buen tiempo, pero hace al menos tres años nos conocimos bien, aún recuerdo su rostro de confusión y preocupación cuando me tiró al piso en la biblioteca.


-¿Así fue su encuentro?


-Sí—Megumi sonrió al recordar—Bueno, al principio pensé que era un tonto, pero luego vi su lado dulce.


-Wolfram es casi igual, es un chico frío por fuera pero con un corazón de fuego por dentro, lo amo tanto.


-Solo espero que se encuentren bien.


-¿Tomas?


-¿Disculpa?


Shion miró con una sonrisa a Megumi y se levantó del mueble dirigiéndose al mini bar que tenían en la casa Bielefeld, tomó un vino de buena calidad y dos copas.


-Que si tomas.


-¿Vamos a tomar vino sin permiso? Eso es irrespetuoso, Shion.


-Es por una buena causa, Megumi, debemos relajar los nervios ¿Una botella te marea?


-B-bueno, no pero…


-Entonces no hay de qué preocuparse.


Shion destapó la botella y sirvió un poco en una copa entregándola a Megumi que la tomó algo vacilante.


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Yuuri movía su pie desesperadamente, le habían dicho que partirían al rescate de Wolfram pero no se habían movido en todo ese tiempo ¿Entonces porque lo tenían esperando? Intentó llamar a Megumi pero su celular sonaba apagado luego de tres insistencias ¿Qué sucedía? El metido en la policía y Megumi molesta, porque aseguraba que lo estaba ya que se fue a buscar a Wolfram sin su compañía.


-Solo espero que no se enfade demasiado—Suspiró mirando el reloj de su muñeca, no debían ser  menos de cinco horas las que había esperado pacientemente en la oficina de policías y parecía que había sido una eternidad ¿Es que no pensaban movilizarse?—Disculpen ¿Cuándo iremos? Porque…


Gwendal hizo un movimiento de su mano para que detuviera sus quejas y luego formó un gesto de molestia que fue visible para todos. Lo vio levantarse, tomar unos papeles y caminar para tomar su chaqueta.


-¿Qué sucedió?—Preguntó Conrad mientras observaba a Gwendal que terminaba de arreglar sus ropas.


-No hay tiempo para explicaciones, debemos empezar ahora con el rescate, si quieren ayudar y no ser estorbos entonces comiencen por seguirme sin indicios de nerviosismo—Pasó la mirada a Yuuri para luego suspirar—Solo espero que no salgas lastimado.


-No se preocupe oficial Gwendal, ayudaré en todo lo que pueda.


-Sí es así entonces, en marcha.


.


.


.


.


Continuará.

Notas finales:

Oh... ok las cosas van empeorando pero pronto mejorarán... aunque no mucho... Bien... vamos por buen camino.


Quiero aclarar algo... No puse en la advertencias Violación porque no la habrá, aunque casi casi pero nada...


Hasta aquí: ¿Qué sabemos de los personajes?


Apareció Gwendal como oficial de policia, el directo para ser exactos... junto a Conrad y Yozak... Reiko es el padre de Kyo y tuvo otro hijo el cual supuestamente fue asesinado por Wolfram ¿Qué creen? ¿Será esta acusación verdad? Y si es así ¿Qué tanto de verdad posee?


Murata ayuda a Wolfram haciendo una tetra para que el padre de Kyo se descuidara... ¿Qué imaginan que pasará luego? Todo es incierto...incluso para mí XD


Nos vemos en el siguiente cap titulado: "Agonizando"


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