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Secretos por estheyaoista

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Notas del capitulo:

Hola, como prometí, aquí les tengo el nuevo cap espero que les vaya gustando y bueno...pues más abajo tengo un anuncio que darles :(

A leer.

 

23.- Nuevos lazos: Ellos son tus hermanos.

Wolfram sollozaba en el pecho de Yuuri, al fin podía desahogarse como tanto había deseado, en los brazos de la persona que le entregó y arrebató la felicidad de un momento a otro, sus manos se sostuvieron de la camisa abierta que llevaba en ese momento y arrugó en un intenso puño, quiso gritar y así sentir la liberadora brisa llevarse sus problemas, pero por el momento estaba bien de esta forma, percibiendo el aroma del amor de su vida, de la persona que le enseñó un lado amable del mundo.

Yuuri acariciaba los cabellos del rubio con tranquilidad, agradecía infinitamente que su abuela lo hubiera llamado para pedirle ese favor diciéndole que Wolfram estaba actuando demasiado extraño. Recordaba que en lo único que pensó en ese momento fue ir a ver a Wolfram y no soltarlo nunca, ahora que tenía en claro que lo sentimientos que tenía hacia Megumi no eran más que puras mentiras, podía tomar la oportunidad de enamorarse eternamente de Wolfram ¿Qué se lo impedía? Si su hermano no llevaba ninguna clase de recelo en su relación y parecían vivir tranquilamente ¿Por qué no seguir sus pasos?

Tomó de las mejillas a Wolfram y lo alejó de su pecho para mirarlo detenidamente, Wolfram lo observó de igual forma, delineó su rostro moreno y sus ojos negros sobre su sonrisa dibujada en esos carnosos labios que besó la última vez que se vieron. Yuuri acarició con el pulgar una de sus mejillas para limpiar el salino líquido que ensuciaba sus mejillas y depositó un beso en la frente del rubio.

-Wolf…tengo algo que pedirte—Su rostro se puso serio, Wolfram se tensó ante la idea de que le pidiera que se alejara de él por siempre, pensaba nuevamente en abandonar todo si fuera de esa forma, con cierto temor, asintió para que se diera cuenta que podía seguir hablando. Yuuri delineó sus labios y sonrió más profundamente, desde su corazón—Tú… ¿Me permitirías enamorarme de ti?

El corazón de Wolfram dio un vuelco en su pecho, sintió que el cielo se unía con la tierra y su estómago era aplastado. No podía creer que era lo que le estaba diciendo la persona en frente suyo. Pero toda la felicidad se opacó ante la sola idea de que se lo estuviera pidiendo por pura pena, porque era amable y no quería que terminara muerto. Bajó la cabeza con cierto temor y susurró.

-No.

-¿Eh?

-Lo haces por pena…no te quiero a mi lado si por pena me tratas con cariño.

-Wolf.

-He sufrido mucho como para sufrir con una relación que no va a ningún lado.

-Pero Wolf, yo hablo enserio, quiero enamorarme de ti, quiero sentir lo que tu sientes cuando me ves, quiero que seas indispensable para mi vida y que en cada mañana me sienta dichoso al saber que solo eres mío, y eso lo conseguiré si tú estás a mi lado y me permites enamorarme, pero ya te quiero, pero quiero que mi corazón te pertenezca enteramente.

-P-pero… ¿Y Megumi?

-Un día, una buena chica me dijo que si tus besos, los que me diste aquella vez en la que pudimos hablar normalmente me hacían sentir algo que los de Megumi no conseguían, entonces que la dejara, pues ya no sentía nada por ella. Y cuando descubrí que ciertamente sus labios no eran lo mismo, decidí en romper.  

-Yuuri.

-Debo admitir que me rehusé a aceptarlo, intenté por unos días que me enamoraran sus labios, pero no lo conseguí, la besé como tanto pude pero…ni aun así pude sentir algo.

Yuuri acarició delicadamente los labios de Wolfram y suspiró, quería ver si aquel sentimiento no se perdió en ese tiempo lejos, infestado de exámenes y problemas. Se acercó con cautela para confirmar que no hubiera temor o duda en Wolfram y al no percibir nada de eso, lo besó.

Besó suavemente sus labios, como la preciada joya de una corona, como lo más bello de todo el mundo, besó y pudo sentir el choque eléctrico en su pecho y esa sensación de no quererlo alejar nunca de él. Wolfram cerró sus ojos y correspondió entre lágrimas, no podía creer que al fin, sus sentimientos iban a ser correspondido, el chico al que le había dado todo de sí le estaba pidiendo una oportunidad de amarlo y no se la negaría.

Al separarse Yuuri sintió necesidad de volverse a unir en un beso con Wolfram, algo que no había sentido nunca con Megumi, era como si sus labios fueran complementarios, como si hubiera encontrado la última pieza de su rompecabezas.

Wolfram observó a Yuuri y lo abrazó con fuerza, con tanta fuerza que sentía fundirse con él.

-E-entonces esto… ¿Es verdad?

-Lo es.

-¿S-somos…más que amigos?

-¿Quieres ser mi novio?

-¡Claro que sí!

-Entonces ahora si somos más que amigos.

Yuuri depositó un beso suave en los labios de Wolfram y lo abrazó.

-Muchas gracias por darme esta oportunidad—Susurró en su oído.

-Por la persona que me dio una nueva oportunidad de vivir, haría lo que fuera.

-Te quiero mucho, Wolf.

-Yo también te quiero, Yuuri.

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Cecile dejó los zapatos rojos en la entrada de la casa, con mirada cansada se fue hacia la sala mirando a todos lados, la maleta de Wolfram no estaba por ningún lugar en la casa y Meiko la había saludado hace unos minutos por el intercomunicador, algo extraño pues a esa hora era normal que Meiko fuera a recoger a Wolfram junto al chofer.

-¿Meiko? ¿Y Wolfram?

-Ah, Cecile—Meiko se acercó con una sonrisa en su rostro mientras limpiaba sus manos con una toalla—Bienvenida…Wolfram regresará pronto a casa.

-¿Qué? ¿El solo? Pero…

-No se preocupe, mandé a alguien que lo recogiera pronto vendrán, me ha llamado diciendo que están en camino.

-Pero…Meiko, Wolfram no ha tenido contacto con nadie más que con nosotras y su profesor guía ¿Cómo es posible que se venga con otra persona? ¿Y si hace algo indebido?

-Tranquila, se preocupa mucho. Ya le dije que todo está bien. Por cierto ¿Cuándo piensa contarle a Wolfram sobre sus hermanos.

-Bueno—Dijo sentándose en uno de los muebles—No es el momento aún, su mente no lo asimilaría.

-Yo creo que pronto será el momento de decirlo.

-Ya veremos.

El timbre del intercomunicador sonó y Meiko sonrió susurrando un “Llegaron” mientras corría a abrir, Cecile llena de dudas y curiosidad, se levantó para ver quien había llevado a su hijo y se llevó una gran sorpresa al ver que Yuuri era su acompañante.

-Y-Yuuri.

-Chery-sama, es un placer volverla a ver.

-P-pero tu…tu estaba en Tokio.

-Regresé hace unas horas, decidí pasar a ver a Wolf y traerlo a casa.

Cecile miró a Wolfram, él estaba tranquilamente posicionado junto a Yuuri mientras le sostenía la manga de la camisa. Su rostro se iluminó al ver como una sonrisa aparecía en los labios de su hijo, lo abrazó con fuerza, sabía que Yuuri era su cura, lo sabía perfectamente desde un principio.

-Muchas gracias por venir, Yuuri—Cecile tomó de la mano a Yuuri y le sonrió, el joven dio un pequeño quejido y la mirada esmeralda de Cecile se posicionó en su mano, que estaba roja y algo hinchada— ¿Qué te sucedió? Hay que ponerle hielo.

-Cecile…quisiera pedirle un favor.

-¿Eh? Ah, claro, dime—Cecile se asustó al escucharlo pronunciar su nombre completo con cierta seriedad.

-Quiero que Wolf se venga a vivir conmigo a Tokio.

-¡Qué!

 

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Miko miró preocupada el celular, había dejado ir a su hijo sin decirle nada de porqué iba a Osaka tan apresuradamente, le había prometido que la llamaría en cuanto esté con su abuela y eso aún no sucedía, su hijo de verdad la alteraba.

Miró por la ventana y sus ojos se llenaron de gran tristeza al ver a Megumi parada en la entrada de su casa, con un bolso en la mano y la mirada perdida. Su hijo le había comentado lo que había sucedido con Megumi, aunque no le guardaba rencor alguno, ya no quería que se vuelva a acercar a su hijo, y menos si era de una forma tosca como la última vez en el centro comercial que lo había empujado hacia una pared y lo había besado en frente de todos, esa chica estaba mal y debía de hacer algo al respecto.

El sonido de su celular empezó a sonar y como si de un rayo se tratara, contestó viendo que de su hijo era la llamada.

-¿Yuuri?

-Mamá, estoy bien, ahora estoy con Chery-sama y mi abuela, regresaré mañana por la tarde.

-Que bueno que hayas llegado con bien ¿Me puedes decir que sucede?

-Cuando llegue a casa te explico todo con calma, por ahora, quisiera pedirte de favor que acomodes el cuarto de invitados, llevaré a alguien a nuestra casa.

-¿Eh? ¿Alguien?

-Sí, por el momento no puedo hablar mucho, nos vemos mañana, te quiero.

-También te quiero, hijo.

-Por cierto ¿No ha ido ella a la casa?

-Está justo ahora afuera de la casa.

-No salgas, no sabemos de lo que es capaz, ha perdido completamente la cordura y temo que te haga daño.

-No te preocupes hijo, no saldré y estaré bien.

-De acuerdo, adiós.

Miko suspiró, no podía entender a su hijo en lo más mínimo, era como una cajita de sorpresas difícil de descifrar. Pero eso le agrada de la actitud de Yuuri y en cierta forma le recordaba a su difunto esposo.

-Bien, será mejor empezar a arreglar el cuarto.

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 -¿Por qué te quieres llevar a Wolfram?—Fue la pregunta de su abuela tras haberse sentado en un sillón de la sala, todo era silencio, Wolfram se mantuvo todo el tiempo cerca de Yuuri y no se despegaba en ningún momento. La mirada decidida de Yuuri parecía decirlo todo, no permitiría que siga viviendo en ese lugar lleno de enemigos.

-Porque Wolf no puede seguir viviendo en un lugar como este en donde el odio puede asesinarlo lentamente, sus recuerdos buenos están aquí, lo comprendo, pero también y por el momento, sus recuerdos malos lo dañan y no va a solucionarse nada si sigue viviendo cerca del lugar en que ocurrieron.

-Pero…no quiero que se vaya.

-Cecile-san, escuche, hace unas horas cuando llegué al instituto de Wolf y lo traía para acá, unos chicos le empezaron a lanzar ofensas demasiado crueles con respecto a lo ocurrido. Incluso uno trató de sobrepasarse con él y no pude aceptar eso.

Apretó su mano con fuerza, aquella mano enrojecida había sido con la que golpeó a esos idiotas que trataron de sobrepasarse con Wolfram mientras él conseguía un taxi.

-¿Es eso cierto?—Wolfram solo asintió.

-Le diría que lo cambie de instituto, pero no es solo en ese que lo molestan, los de otros colegios hacen lo mismo y creo, que si sigue de esta forma, Wolf no se va a recuperar del shock.

Cecile miró a Meiko y esta no supo que decir, era una petición algo fuerte, alejarlo de su mirada, era su hijo amado y bastaba con no tener cerca a sus otros dos hijos. Pero era por el bien de Wolfram.

-De acuerdo, dejaré que se vaya contigo, Yuuri, confío en ti y en que lo ayudarás en lo que yo no puedo.

-No se preocupe Chery-sama—Yuuri dibujó una sonrisa en sus labios—Nunca le haría daño a Wolf.

Wolfram entrelazó sus dedos con los de Yuuri y se sonrojó pues la mirada de ambas mujeres estaba puesta en ellos.

-Eh ¿Y eso?

-B-bueno pues…

-También quería hablarle de esto, Chery-sama—Cecile se acomodó en el asiento con una mirada pícara en su rostro—Me he dado cuenta, que Wolf es la persona que necesito en mi vida…le he pedido que me permita enamorarme de él y ha aceptado. Ahora es su turno de aceptar nuestra relación.

Cecile se contuvo por no gritar, era lo que tanto quería, que su hijo estuviera en manos de Yuuri, el chico que le había devuelto la sonrisa a su hijo. Miró a Meiko y ambas sonrieron asintiendo tras el pedido.

-Lo aceptamos, Yuuri, sabemos que cuidarás bien de Wolffy, lo quieres tanto que desde un principio nos dimos cuenta.

-Por cierto ¿Qué sucedió con Megumi?

Wolfram también lo regresó a ver, no sabía que había sido de ella, solo sabía que ya no la quería pero ¿Por qué así de pronto?

-Bueno ella… está embarazada.

-¡Que! Yuuri…no me vengas con que te quieres librar de esa responsabilidad y por eso quieres tener una relación con mi hijo.

-¡Por supuesto que no! Ese hijo no es mío…ella me engañó.

Wolfram miró a Yuuri por unos minutos, en sus ojos no había tristeza ni nada por el estilo, solo la seriedad que en pocas veces podía ver.

-Yuuri.

-No me molesta, tampoco tengo pena por ella, aunque quiere que volvamos, esto se terminó…ahora mi meta es Wolf.

Wolfram se sonrojó esquivando la mirada de la de Yuuri, quien le acarició la mano delicadamente.

-Bueno, pues hay que empacar tus cosas, salimos mañana en la mañana para poder llegar con tiempo a Tokio, tenemos que buscarte una nueva institución para que termines tu último año.

-De eso no te preocupes, Yuuri, yo le conseguiré una institución en Tokio para que estudie.

-Muchas gracias, Chery-sama.

-Muchas gracias Madre.

-Wolffy ¿Vas a ser feliz?

-Lo seré, con Yuuri y las terapias con la doctora, todo se olvidará.

-Me alego de tener un hijo muy fuerte.

Todos sonrieron, Meiko miró a Cecile y le indicó con la cabeza que era tiempo de decirle sobre sus hermanos, no podía esperar más y que Wolfram se sientan ofendido por no decirle la verdad.

-Cecile.

-Lo sé, solo…hasta la cena, los llamaré para que estén presentes.

Cecile vio a Yuuri y Wolfram dirigirse a la parte alta de la casa tomados de la mano, era tan difícil ver que su hijo crecía, pero al menos, había conseguido la felicidad que buscaba.

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Conrad revisaba unos documentos mientras Gwendal firmaba los que le entregaba, sin darse cuenta soltó unos cuantos haciendo que se esparcieran por sobre la mesa, se frotó la cien y miró a Conrad formando una sonrisa.

-Estoy nervioso por primera vez.

-Así lo noto, pero no tienes porqué, él nos va a aceptar, lo presiento.  

Gwendal sonrió asintiendo.

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-¡Déjame!—Wolfram puso de escudo sus manos mientras miraba con miedo a Yuuri quien se acercaba como asechando su presa.

-¡No!—Se subió gateando por la cama mientras formaba una sonrisa malvada en sus labios.

-¡Que me dejes!—Wolfram amenazó con lanzarle la almohada y otras cosas, pero Yuuri no desistía.

-¡Ya te dije que no lo haré!—Tomó de las muñecas a Wolfram y lo lanzó de espaldas a la cama mientras Wolfram lo miraba con desesperación.

-Yuuri…por favor…déjame ir….no quiero…ya no—Sus ojos se llenaron de lágrimas viendo lo que se avecinaba—N-nunca pensé que…me harías esto… ¡Aprovechado!

Yuuri rió y se colocó a horcajadas encima del rubio, deslizó sus manos hasta los costados de la cintura de Wolfram y empezó a moverlas, un movimiento divertido lleno de risa.

Wolfram desfogaba imparables carcajadas de forma estentórea, no estaba acostumbrado a esos actos y al ser sensible ante las cosquillas parecía que en cualquier momento explotaría de la risa.

-¡Yuuri!

-Es riso terapia, escuché que es buena para el ánimo.

-No me gusta... eres un salvaje.

Yuuri se acercó a Wolfram, y besó sus labios mientras seguía con las cosquillas, Wolfram estaba desesperado, pues al tener la boca de Yuuri sellando sus alaridos no se podía liberar como él quería.

-Ya…déjame.

-De acuerdo, de acuerdo.

Se bajó de encima y se recostó junto al rubio, quien sudoroso y sonrojado empezó a jadear.

-Eres un salvaje.

-Lo siento—se volteó y miró con ternura al chico a su lado ¿Cómo era que se había enamorado de ese rubio? Claro, era hermoso, y no solo en físico, sino también en sentimientos y acciones. Ahora que lo tendría viviendo en su casa por decisión de ambos, podría apreciarlo cuanto quisiera—¿Sabes una cosa, Wolf?

-¿Qué sucede?

-Eres hermoso.

Wolfram se sonrojó hasta las orejas y miró a otro lado intentando evitar la vergüenza.

-No digas esas cosas, Yuuri.

-Es la verdad, eres hermoso, perfecto para mí, incluso siento que no te merezco.

-¡No!—Yuuri se sorprendió ante su negativa—Yo soy el que no te merece. Eres tan bueno conmigo, siento que estoy abusando de ti.

-Pero que dices…todo lo que hago lo hago por ti, porque te quiero.

-Yo también te quiero, Yuuri.

Wolfram besó a Yuuri mientras acariciaba las mejillas del moreno, un sentimiento amargo pasó por su garganta y al abrir los ojos, la imagen de Reiko se hizo presente, como pudo, alejó a Yuuri y negó con la cabeza. Ya no quería tener esa clase de alucinaciones al momento de acercarse a alguien, siempre estaba presente aquel desgraciado.

-Wolf.

-P-perdón Yuuri…yo…no quería.

-Tranquilo, comprendo, pronto nos iremos y tendrás una mejor recuperación lejos de todo esto.

-Muchas gracias, Yuuri.

-Chicos, a cenar—Gritó Meiko desde la parte baja de la casa.   

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-Demoraste mucho ¿Por qué?

-Unos cuantos inconvenientes, pero todo está bien.

La puerta de barrotes pesados se abrió y estirándose salió Matsumoto Reiko quien enseguida fue a abrirle la puerta a su hijo. Kyo miró por un momento a su padre, tenía un gesto lleno de sed de venganza, no parecía el hombre que lo había criado, cierto temor inundó su corazón.

-Vamos hijo, sal, tenemos muchos asuntos que resolver, pero primero iremos a otro país, luego nos encargaremos de Wolfram y toda su familia.

Kyo miró a su padre y se levantó para salir de la prisión. Ambos caminaron siendo guiados por un hombre de cabellos canosos que pertenecía a la mafia Matsumoto. Cruzaron una puerta y el hombre a cargo de custodiar, con miedo los dejó pasar. Kyo se detuvo junto al hombre y llamó a su padre.

-Padre, creo que debemos detenernos…

-¿Qué? ¿A que te refieres?

-A todo esto…ya no quiero mancharme las manos, creo que es una estupidez lo que estás haciendo. Deja que ese muchacho viva tranquilo, después de ver cómo fueron las cosas verdaderamente, tú tuviste la culpa de que mi hermano muriera.

-¿Qué tonterías dices? No me vengas con tu sentido de la justicia ahora y camina rápido.

-No—Dijo firmemente—No nos iremos a ningún otro lado que no sea el infierno.

Arrebató de las manos del guardia la pistola y apuntó hacia su padre sin temor alguno.

-¿Enserio piensas que me vas a disparar? Eso es una tontería.

-Lo haré…nos vemos en el infierno, padre.

El gatillo fue halado y pronto el sonido de dos disparos se escuchó. La mirada sorprendida de ambos heridos se posó en la mirada de Kyo, poco a poco fueron cayendo hasta perder el conocimiento y consigo, la vida. Kyo cayó de rodillas en frente de su padre, miró al hombre que hacía la guardia.

-Por favor, hágale saber a Wolfram von Bielefeld, que las deudas están saldadas, y que me dé su perdón para poder descansar en paz.

Luego de esas palabras, disparó y cayó con una bala en la cabeza.

El sonido de las pisadas al correr se hizo presente y el primero en aparecer fue Gwendal, seguido de Conrad, vio el escenario y solo pudo girar la cabeza.

-¿Qué sucedió?

-M-Matsumoto Kyo…mató a su padre y al jefe de policía por intentar escapar…también dijo que le diga a Wolfram von Bielefeld, que la deuda está saldada y que lo perdone para descansar en paz.

Gwendal miró el cuerpo de Kyo, había intentado remendar todos sus errores al darse cuenta de la calaña de padre que tenía, sonrió y pidió que levantaran los cadáveres.

-Se lo contaremos a Wolfram esta noche.

-Por cierto, se nos hace tarde.

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Wolfram y Yuuri bajaron al comedor en donde una deliciosa cena los esperaba, sonrieron a las dos mujeres para luego sentarse, notaron dos platos de más y Yuuri comprendió una parte del asunto.

-¿Tenemos visitas?—Preguntó Wolfram.

-Sí.

El timbré sonó y Meiko salió para abrir. Cecile miró fijamente a Wolfram para indicarle que algo iba a suceder próximamente. Al cabo de unos minutos, Meiko apareció con Gwendal y Conrad. Wolfram sonrió y los saludó con un cálido apretón de manos.

-Que bueno es volverlos a ver, Conrad, Gwendal.

-Wolfram, veo que te has recuperado mucho después de que nos vimos.

Wolfram asintió y todos tomaron asiento en el lugar indicado. Cecile jugaba con sus dedos en un intento desesperado por tranquilizarse, Meiko le colocó una mano encima de su hombro para que viese que no estaba sola.

-Wolf, dame tu mano.

-¿Eh? ¿Por qué?

-Solo dámela.

Wolfram le dio su mano y entrelazaron los dedos debajo de la mesa. Cecile se puso firme y miró a Wolfram.

-Wolffy, Conrad y Gwendal están aquí porque necesitamos que sepas algo.

-¿Qué sucede?

-Hijo, primero, espero que no te molestes conmigo por ocultarlo tanto tiempo, pero debes comprender que fue porque no sabía que podías decir y tenía miedo.

-Madre ¿Qué sucede?

-Wolfram, déjame presentarte a Conrad y Gwendal—Hizo una pausa y suspiró—Tus hermanos.

.

.

.

.

Continuará.

Notas finales:

¿Qué les pareció? Lo sé....tanta miel que derramé llamó a las abejas :P

Ahora Yuuri y Wolf son novios :3 y el ataque de cosquillas fue idea de una amiga...ya que son todos unos mal pensados imagino que se les vino a la mente en ese momento @u@

Megumi entró en estado de demencia :P bueno un poquito no más...
Y Miko le tiene miedo XD

¿Cómo creen que reaccione Wolf? ¿Yuuri le hará algo mientras viva en su casa? La respues estás sobrevalorada...claro que sí porque de lo contrario sería un reberendo debilucho XD

Pues.

La noticia era que....faltan tres caps para que se termine el fic... :(

Pero espero que esos tres últimos caps sean de su agrado :3

Pues, pro el momento hasta aquí...espero que les haya gustado y que dejen sus comentarios diciendome que les pareció :D Me harían feliz.

¿Alguna recomendación? No se olviden de dejarla que siempre serán bien recibidas. :*

Besos a todos mis bellos lectores :*


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