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Secretos por estheyaoista

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Notas del capitulo:

Hola...¿Me recuerdan? TT__TT Soy la chica que no cumple su palabra TT__TT

Pero de verdad que lo siento!!!! Todo tiene su explicación.

Hace dos semanas y media me encontraba tranquilamente en mi casa cuando se me ocurrió preparar un pequeño pastel acompañado por una taza de té de jazmín (hecha la importante xD) Y como su querida amiga es taaaan torpe, se le cayó el agua hirviendo en las manos y parte de las piernas, resultado de ello fue que me llevaron al hospital y me vendaron manos y piernas, parecía una momia. 

Las manos siguen vendadas pero con mejor movimiento, las piernas las mantengo en reposo, así que cuando vi la oportunidad de escribir lo hice XD.

He querido actualizar pero intenté que alguien más escriba el fic....pero no resultó como quería así que ahora, recuperada en un setenta por ciento, me decidí a escribir lo que tenía en mente y a subirlo. Espero que les guste.

PDT: Nunca manden a Estheyaoista a hervir agua TT__TT

24.- Pesadilla.

El silencio en la mesa era inquietante, Yuuri sostuvo la mano de Wolfram con insistencia, como queriendo demostrarle que ante cualquier cosa iba a estar a su lado como siempre. Cecile mantenía la mirada baja y no quería ver a los ojos a su hijo que de seguro le recriminaría las cosas que hasta el momento había hecho a sus espaldas, Meiko miró por un momento a los dos hijos de Cecile, parecían haber esperado tanto tiempo por ese momento que sintió extremada ternura ante sus ojos brillosos de aceptación.

Wolfram se quedó quieto, callado y sin expresión en su rostro, miró a su madre, a sus nuevos hermanos, a Yuuri y a su Nana, todos parecían estar en un momento de incomodidad absoluta por culpa de su silencio. Cuando sintió que era suficiente, sonrió.

-Entonces…ellos son mis hermanos.

Cecile levantó la mirada esperando ver a un molesto Wolfram, pero la sonrisa que tenía le quitaba cualquier idea de que terminaría todo en una pelea.

-¿No estás molesto por esto, hijo?

-¿Molestarme? Bueno, si es una sorpresa para mí el tener dos hermanos pero, no me puedo molestar ni soy quien para hacerlo, después de todo yo también te oculté muchas cosas durante este tiempo ¿No crees que si me molestara sería hipócrita de mi parte?

-Hijo—Cecile sonrió con dulzura, amaba a su hijo por su comprensión ante las cosas, aunque fuera por una mala experiencia, al menos no se iba a molestar por ocultarle esa clase de secretos.

Wolfram miró a los dos hombres que se habían mantenido callados, parecían esperar algo. Wolfram sonrió amistosamente a ambos ganándose también una sonrisa.

-Muchas gracias por haberme ayudado, Conrad, Gwendal.

-Wolfram…nosotros…

-No se preocupen, comprendo sus sentimientos y quisiera que no se preocupen, son mis hermanos y lo acepto. Solo quisiera saber—Wolfram miró a su madre como queriéndole pedir algo con su mirada— ¿Cómo es esto?

-Bueno pues—Cecile le contó todo como había sucedido, Wolfram se mantenía expectante mientras sujetaba la mano de Yuuri, la comida transcurría tranquilamente entre relatos y risas. Ese era el ambiente que tanto extrañaba el joven rubio y que su madre había deseado desde que nació, una familia sentada alrededor de una mesa, compartiendo tiempo en una cena.

Esta imagen le provocaba cierto sentimiento en el pecho a Wolfram ya que la ausencia de su padre muchas veces era notoria, pero ahí estaba Yuuri con una situación casi parecida, tomándolo de la mano y sonriéndole solo para él.

-Yo—Todos regresar a ver al Director de Policía que se mantenía con la mirada puesta en su hermano y en Yuuri— Tengo una pregunta que hacer en este preciso momento.

-Ah, claro—Cecile sonrió mirando a su hijo mayor mientras indicaba hacia su derecha—El baño es por allá.

En la frente del policía una vena empezó a saltar, cerró los ojos y bajó la cabeza, Conrad a su lado sonrió disculpándose con la mirada por la acción algo brusca de Gwendal, sabía lo que quería preguntar su hermano y era cierto que también tenía un poco de inquietud al respecto por lo que decidió hacer la pregunta él mismo.

-Lo que Gwendal quería preguntar era el motivo o la razón de que ustedes dos estén cogidos de la mano.

Yuuri miró la mano entrelazada a la de Wolfram, se posaba tranquilamente encima de la mesa ¿En qué momento habían dejado a la vista su agarre? Con un poco de vergüenza al ser cuestionada su relación por los hermanos mayores de su novio, intentó aflojar el agarre para poder hacer aspavientos tranquilamente queriendo explicar el porqué de esa acción, pero el agarré al contrario de quererse deshacer se reafirmó. Wolfram apretó su mano a la de Yuuri intentando que no se escapara, sabía que igual le iba a decir, pero era su deber como el hermano de esos dos así que lo haría por su cuenta, y para ello necesitaba del contacto y apoyo de Yuuri.

-Hermanos—El corazón de Wolfram al igual que el de Conrad y Gwendal dio un salto improvisto en el pecho de todos tres al escuchar y pronunciar esa palabra. Cecile y Meiko estaban sonrientes pues la escena era como para grabarla eternamente y recordarla en un futuro—Al igual que mi madre me presentó a mis dos hermanos—Tragó saliva viendo directamente a los ojos de los dos policías—Quiero presentarles a mi novio, Shibuya Yuuri.

Conrad no pudo contener una mirada de sorpresa, se mantuvo quieto y solo sonrió ante lo mencionado, muy por el contrario a su hermano, Gwendal dio un golpe en la mesa mientras miraba fijamente los negros ojos de Yuuri como intentando anticiparle algo. Yuuri estaba nervioso, las mirada de ambos, aunque la de Conrad parecía amable, le indicaban que iba a tener una hermosa conversación con los dos.

-¿Y? ¿No van a decir nada? Ustedes como hermanos mayores deben aconsejarlo en el tema ¿No creen? Sobre todo tú Conrad que…

-Madre—Conrad sonrió de forma molesta mientras dejaba que su ceja tildara sobre su ojo—Habla mucho querida madre—Regresó la vista a Yuuri y se puso serio—Sé que a Yuuri no le debemos decir nada, pude notar su cariño y aprecio que tiene hacia Wolfram y acepto el hecho de que tengan una relación, ninguna persona que no tenga un sentimiento de por medio arriesga su vida por otra persona. Y Yuuri arriesgó más que su vida por salvarlo.

Las mejillas de Yuuri se tiñeron de un color carmesí al sentir tanta pena por lo que acaba de decir su oficial cuñado, le devolvió la sonrisa llena de amistad, aunque aún veía en sus ojos que la charla no se iba a dejar esperar.

-Muchas gracias—Susurró.

-Solo te diré una cosa—Dijo Gwendal tomando el último sorbo del vaso en su lado—Wolfram merece ser feliz, espero que tú sepas darle esa felicidad, Yuuri.

-No te preocupes, Gwendal.

Yuuri miró a Wolfram y le regaló una sonrisa seguida de una caricia en el dorso de la mano.

-Ahora que lo recuerdo—Gwendal dejó de mirar a la pareja que se daba una que otra mirada enamorada para pasar la vista a todos los presentes en general, carraspeó un poco para que Yuuri y Wolfram se dieran cuenta que también trataba con ellos el asunto y cuando tuvo la atención de todos prosiguió—Hoy en la noche, antes de venir para acá, Kyo y Reiko Matsumoto fallecieron.

-¡¿Qué?!—Todos miraron sorprendidos a Gwendal quien daba la noticia, Wolfram no podía creer que esos dos terminaran muertos, pero algo dentro de él pudo volar libremente hacia la luz de la esperanza, apretó la mano de Yuuri y el moreno lo miró, sus ojos brillaban como en deseo de llorar.

-Era un intento de escape, se habían aliado con el jefe de policía que también pertenecía a la mafia Matsumoto, pero terminaron muertos.

-Ya veo. La policía actuó rápidamente.

-Pues—Conrad miró nuevamente a Wolfram—No fue la policía quien los mató—Hubo un minuto de silencio en el que las miradas se cruzaban confundidas entre todos—Fue Kyo Matsumoto quien acabó con la vida del jefe de policía, de su padre y su misma vida.

Cecile tapó su boca sorprendida, Yuuri apretó más fuerte la mano de Wolfram que empezaba a enfriarse y Meiko solo llevó sus manos hechas puño a la altura de su corazón.

-¿C-cómo?

-Solo dejó un mensaje, y es para ti—Gwendal sonrió como esperando que lo que le iba a decir sea ayuda y no perjuicio para el mejoramiento de Wolfram—pidió que te avisáramos que las deudas estaban saldadas y que le des tu perdón para poder descansar en paz.

Wolfram dejó escapar las lágrimas que en sus ojos se habían contenido, no pensó en escuchar eso nunca, al fin Reiko había muerto junto a su hijo, aunque del segundo no tenía tanto que decir ya que fue manipulado por su padre todo el tiempo así que podía decir que no guardaba rencor alguno hacia su persona. Sonrió siendo abrazado por Yuuri y sintió como su corazón pesaba menos que antes, la muerte de su padre estaba vengada y en su consciencia solo quedaba el hecho de que no había asesinado a nadie a voluntad.

-Eres libre, al fin eres libre Wolf.

-Yuuri.

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-¿Seguro que vas a estar bien?—Fue la pregunta de Cecile al ver a su hijo con todas sus pertenencias guardadas en tres maletas dispuestos a emprender un viaje directo a Tokio.

-Madre, estaré bien, prometo llamarte y decirte como me encuentro.

-Aún no estoy de acuerdo con que te vayas a vivir con Yuuri—Gwendal miró de mala gana a Yuuri quien solo pudo sonreír nerviosamente.

-Gwendal—Se acercó al hombre de gran talle y susurró—Lo hablamos ayer ¿Recuerdas?

-Espero que tú recuerdes todo lo que te dije anoche.

Yuuri sonrió mientras se alejaba. La noche anterior habían tenido una seria conversación acerca de la relación que mantendría con Wolfram, en el momento preciso Yuuri les informó sobre su viaje a Tokio y ellos solo terminaron dándole un consejo mucho más grande que el primero. Si la conversación había empezado a las diez y veinte, pues terminaron cuatro horas después.

-Mis niños—Meiko miró con tristeza a ambos muchachos que ocupaban gran parte de su corazón—Por favor cuídense mucho.

-No te preocupes abuela, nos mantendremos en contacto.

El tren hizo su aparición y ambos se despidieron con la mano en alto, cerradas las puertas y dentro del que era su medio de transporte, se dispusieron a saludar por la ventana a todos los que conocían. Poco a poco el tren se alejaba y solo quedaba el recuerdo de las miradas.

Wolfram reposó la cabeza encima del hombro de Yuuri y suspiró algo cansado. Iba a extrañar a su madre, pero todo iba a ser mejor si dejaba el lugar que le recordaba todo.

-¿Te encuentras bien, Wolf?

-Sí solo, que voy a extrañar este lugar. Aunque solo sean unos cuantos lugares, lo extrañaré.

-Perdóname por alejarte de todo lo que conoces desde pequeño

-No Yuuri, no tengo nada que perdonarte, después de todo tú me estás ayudando. La verdad es que revolver cosas del paso es duro y tener el recuerdo de la muerte de mi padre me hizo mal, contado con todo lo que me pasó ahora último, creo que no iba a soportar nada de eso.

-Duerme por el momento, cuando lleguemos me encargaré de despertarte.

Wolfram sonrió con los ojos cerrados y se dejó vencer por el sueño.

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-Wolf, ven a vivir conmigo a Tokio.

Wolfram se emocionó al escuchar lo que Yuuri decía, tomó de la mano a Yuuri y aceptó gustoso lo que había pedido su reluciente novio.

La hermosa escena se transformó en algo oscuro, una voz a lo lejos reía furiosamente mientras poco a poco se acercaba.

-¿Crees que Yuuri te ama? Solo lo hace porque se siente culpable, si no te hubiera rechazado no estarías loco como ahora.

-¡El me ama!

-No lo hace—La imagen de Megumi apareció en frente suyo llevaba un traje de baño que mostraba todo su perfecto cuerpo—Ama mis pechos, mis curvas y mis torneadas piernas ¿Qué le puedes entregar tú a él? No tienes nada…ni siquiera puedes darle una familia.

-¡Cállate!

-Te dejará, Wolfram no seas tonto, no tienes nada que entregarle—Shion golpeaba su pecho con cada palabra, ahora eran Megumi y Shion los que apuntaban con su dedo cada una de sus diferencias. ¿Por qué sentía la traición de Shion tan latente en su corazón? Si quien había traicionado en su relación era él mismo al aceptar salir con Yuuri estando con Shion.  

-No, Yuuri no me va a dejar, él dijo que le gustaba.

-Eres asqueroso, una persona asquerosa que simplemente merece morir—Adalberto lanzaba palabras doliente que en otra ocasión no le hubiesen dolido pero que en ese momento, tras ser atacado con duras palabras era como la misma candela abrasando su corazón.

-Ven, si quieres yo te hago sentirte deseado, tengo un trabajo que puede hacerte lucir en lo que te gusta—Ahora Kyo, sí, había sido un trauma en su vida y para qué negarlo. Pero en los ojos de ese hombre, comparado con los otros llenos de candela hiriente, había una estrella de perdón. Su imagen desapareció y la burlona sonrisa de Reiko apareció.

-¡Ya basta!

-Wolf…

-Yuuri…tú no me vas a dejar.

Yuuri estiró su mano intentando levantarlo del fango que poco a poco lo succionaba, pero su mano se alejaba, no la alcanzaba por más que se estirara.

-¡Yuuri! No me dejes ¡Yuuri!

-¡Amor!

-¡Yuuri!

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-Yuuri.

-Wolfram, Wolf, despierta…amor, despierta.

Wolfram abrió los ojos de forma brusca, en ellos se formaban gruesas lágrimas que luego escapaban rodando por sus mejillas, sus verdes ojos se cristalizaron y no contuvo el deseo de aferrarse a Yuuri. Sentía tanto miedo que no podía soltar a Yuuri.

-No me dejes, por favor Yuuri nunca me dejes.

-Wolf…tranquilo, ha sido solo un sueño…nunca te dejaré.

-Pero…

-Wolf, solo fue una pesadilla, no tienes de qué preocuparte.

Wolfram miró sus ojos negros, dejó que Yuuri lo recostara en sus piernas y saboreó el dulce beso que Yuuri le obsequió.

-Estaba Megumi, ella me decía que solo me querías porque sentías culpa… luego apareció Shion y Reiko. Todos ellos se burlaron de mí.

-Ya, todo pasó, solo fue un mal sueño.

-Pero tu apareciste y me extendiste tu mano—Wolfram levantó su mano y acarició la mejilla del moreno sonriendo con ternura—Me llamaste, me sonreíste y me dijiste amor…fue una pesadilla, pero tú la intentaste arreglar.

Yuuri se sonrojo un poco al recordar que en medio de la desesperación por despertar a Wolfram le había dicho amor. Sentía un hormigueo en su boca al decir eso, pero era tan placentero.

-¿Puedo?

-¿Eh?

-L-llamarte amor.

Wolfram se sonrojó furiosamente y asintió nervioso, era algo que no necesitaba autorización.

-C-claro…después de todo, te amo.

-Yo también te amo, Wolf, ahora si te amo.

El universitario bajó la cabeza para poder besar a su pareja quien con gusto recibió sus labios, ellos tenían un largo camino por recorrer, aún lleno de problemas y dificultades que debería sobrellevar, juntos.

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-No, no puedo perderlo, simplemente es imposible que pierda tan fácilmente.

La desesperación brotaba por sus poros, esperando pacientemente en la entrada de la casa de Yuuri, Megumi se tambaleaba de un lado a otro mientras daba leves golpes en su estómago maldiciendo el hijo que culpa no tenía en ese momento.

Sus ojos no se despegaban de la entrada de la casa, en varias ocasiones sus ojos se cruzaron con los de su ex suegra y pudo notar en ellos cierto brillo de temor, odiaba que la gente la mirara de esa forma. Intentaba sonreír para demostrarle que sus intenciones no eran malas pero siempre terminaba por ser esquivada.

Media hora sentada en el borde de la entrada tuvo su resultado, ya que pudo toparse con la madre de Yuuri saliendo a comprar sin haberse acordado del constante acoso que Megumi daba a su casa.

La muchacha se acercó con una sonrisa tranquila mientras acariciaba ligeramente su vientre y del bolsillo de su chaqueta sacaba un papel perfectamente doblado y guardado en un sobre amarillo.

-Señor Miko, es un placer verla.

-M-Megumi ¿Qué sucede? ¿Qué haces aquí afuera? Es muy fría la tarde como para que estés sentada a estas horas ¿Por qué no te vas a tu casa a descansar?

-Es que no podía contener un minuto más la emoción por contarle señora Miko.

-¿Contarme? ¿Sobre qué?—Miko recordó las dos advertencias que su hijo le había dado por celular mientras se dirigía a Osaka—“Yuuri me dijo que no preste atención a Megumi y que no le crea lo que me diga”

Memorizadas esas palabras, dio vuelta y se encaminó dejando de tomar atención a las palabras de Megumi. La muchacha al sentirse desplazada gritó desde su puesto con gran vigorosidad.

-Estoy embarazada.

Miko se detuvo por unos segundos, quiso seguir caminando pero sus pies no se lo permitían, también quería evitar escuchar las palabras de Megumi pero algo dentro de ella se quebró al escuchar que estaba esperando un hijo ¿Y si ese hijo era de Yuuri? Toda su carrera y sus esfuerzos terminarían siendo arrojados por el caño.

Dio un fuerte respiro y se giró para comprobar que en los ojos de Megumi no hubiera una pisca de mentira y lo que encontró fue el sobre extendido entre ellas dos. Sabía de qué trataba el sobre ya que en la portaba había un sello del consultorio de un médico. Tomó el sobre y lo abrió con un poco de temor y recelo, al ver el resultado solo se dio la vuelta y abrió la puerta de su casa haciéndose aún lado para que Megumi pudiera pasar.

-Entra, esperaremos a Yuuri dentro.

Megumi sonrió sabiendo que había obtenido su cometido.

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Continuará.

Notas finales:

Espero que les haya gustado, como recompenza subiré doble cap y si es posible también subiré el último cap de esta historia. Habrá un epílogo que quizas lo suba entre semana o el fin de semana como acostumbro.

¿Qué creen que sucederá más adelante?

Recomendaciones y puntos de vista son siempre bienvenidos.

Espero sus bellos comentarios y nos haberlos defraudado. Muchos besos :*


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