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Whats is The Love? por Yakumo

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Whats is The Love?


Serie: Yu Gi Oh!


Yakumo Kaiba Eiri


 


Campaña: Yaku-chan se une a la Campaña liderada por Katrinna Le Fay: No permitamos que el PLAGIO se lleve nuestro trabajo, así que si conoces una historia Robada, por favor denúnciala a sus respectivos dueños. No es justo que nuestras horas de dedicación se vayan a la basura y se vean inmiscuidas en una total falta de respeto para el Autor y los lectores. Entre más luchemos, más saldremos adelante. Muchas gracias Katrinna por prestar tus palabras y seamos muchos los que las gritemos.


 


Nota principal: Espero les guste. Sé que no debería comenzar fic sin terminar mis otros proyectos, pero como este es un One-Shot (¡¡De verdad!!) espero no se molesten n_n... esperaré ansiosa tanto sus críticas como sus comentarios en general... ahora, repito, espero les guste. Con todo mi amor, de mí, para ustedes ^__^.


 


Whats is The Love?


Yakumo Kaiba Eiri


 


One-Shot


 


 


 


Instituto de Domino City. 11:20 AM. Segundo Receso.


 


 


Joey salió corriendo de la sala ante la mirada sorprendida de todos, la triste de un pelinegro y la enfadada de un ojiazul.


 


 


-¡¡Joey, por favor, no te vayas!!!- suplicó él del arcillo en la oreja tratando de alcanzarlo pero un moreno de ojos marrones le sujetó del brazo y le negó con la cabeza- ¡Suéltame, Taylor, debo ir a hablar con él!! Yo no quería que él....-


 


-Quédate tranquilo, Deblin...-habló él que se apellidaba Taylor mirándole con un deje de tristeza- Joey se recuperara, solo... no se esperaba lo que tú tenías que decirle... ¿Por qué lo hiciste delante de todos nosotros?- apuntó a todo el salón los cuales le miraban entre pena, asco, sorpresa, y enfado por parte de más de uno de ellos.


 


-Por que...- miró al ojiazul directamente a los ojos-... no quería que se me adelantaran...-


 


-¡¿Qué?! ¿Quién te crees que eres como para poner eso como excusa?!- un alterado tricolor de mirada dura adelantó la escena- ¿Piensas que Joey es algún premio o trofeo? ¡…l no está para juegos, maldita sea!!- estalló. Otro tricolor pero con mirada más triste y más bajo se le acercó y le tomó la mano para que se tranquilizara. El pelinegro de ojos verdes solo le miró con indiferencia.


 


-Si no se lo decía yo ahora y aquí delante de todos él jamás me habría hecho caso como ya me había pasado, Yami...- el ojiazul dio un respingo al igual que un peliblanco.


 


-¿Entonces era cierto, Duke? Yo pensé que Joey bromeaba...-habló un peliblanco de mirada dura al lado de otro de mirada más suave.- Me dijo que te le habías declarado pero que él pensaba que todo era para burlarte nuevamente de él...-


 


-No, Bakura, yo no me quería burlar de él...- negó el ojiverde-... y si no se lo decía le había aceptado al primero que le dijera...-


 


 


Lo siguiente no se lo esperaba ni él ni nadie. Un puñetazo del castaño de ojos azules le llegó de lleno en el rostro al del arcillo junto con una mirada de amenaza de muerte.


 


 


-Tú no le amas... solo te encaprichaste con él desde que supiste que me interesaba, eres basura Deblin...-habló con furia mientras apretaba los puños. El ojiverde se limpió la sangre del labio con la mano mientras sonreía.


 


-Eso no es verdad... yo amo a mi cachorro...- sonrió con malicia mientras que Kaiba perdía los estribos y se le tiraba encima para comenzar a golpearlo.


 


-¡¡Deténganse!!-gritó Tea pero todos la ignoraron. Yami y Bakura saltaron a la pelea seguidos por Marik ante la cara asustada de sus hikaris. Tristán solo miraba anonadado la escena ¿De cuanto se había perdido él?


 


 


En ese momento entró muy enfadado un profesor.


 


 


-¡¿Qué está pasando aquí?!- todos se detuvieron a excepción de Deblin con Kaiba que se siguieron golpeando mientras que Ryou jalaba a Bakura y lo mismo sucedía entre Malik y Marik y entre Yuugi y Yami.- ¡¡Señores Kaiba y Deblin!! De inmediato a mi oficina... ¡¡Deténganlos!!- gritó al ver que ese par no se detenía por nada. Entre Bakura y Yami sacaron a Kaiba de arriba de Duke mientras que Tristán ayudaba a pararse a este.


 


-Maldito desgraciado...- murmuró Kaiba soltándose del agarre de los yamis. 


 


-¡Ja! Me maldices ahora...- Duke se soltó de Tristán con una sonrisa sarcástica- maldíceme cuando este haciendo el amor con el cachorro...- Kaiba se le tiró encima de nuevo ante la mirada de sorpresa de todos por las palabras del pelinegro.


 


-¡Alto!-gritó nuevamente el profesor. Kaiba soltó a Duke y se dirigió muy elegantemente a su puesto.- ¿A dónde va, señor Kaiba? Tiene que venir a mi oficina junto con el señor Deblin...- Kaiba tomó su maletín y su laptop y se dirigió a la salida- ¡Señor Kaiba!- El ojiazul el envió una mirada fría.


 


-No me interesa...- y salió del salón dejándolos a todos sorprendidos.


 


 


 


Joey corría sin saber por donde. Su cabello rubio se levantaba por la velocidad que llevaba, lo único que supo fue que simplemente salió del salón corriendo y luego había salido a toda velocidad del instituto sin razón.


 


Se detuvo un momento y miró el cielo gris. Invierno, cuanto odiaba el invierno. …l prefería mil veces el verano, cálido, acompañado. Sip, por eso le gustaba el verano, por que siempre estaba con sus amigos en verano. Puso una pequeña sonrisa. Pero también le gustaba el invierno. Si, le gustaba, en invierno tenía clases. Y cuando tenía clases lo podía ver, aunque fuera de lejos, aunque fuera de reojo, aunque fuera... aunque solo fuera para pelear, solo pelear para poder ver sus ojos mirándolo solo a él, sentir sus manos solamente sobre su cuerpo, sentir su voz fuerte y varonil con palabras solo para él...


 


El rubio se sonrojó inevitablemente. Se puso las manos sobre las mejillas sintiendo aquel calorcillo que provocaba pensar en él. Sonrió con un dejo de amargura. Si hubiera sido él el que le dijera lo que le dijo Duke esa mañana. Si hubiera sido él el que le tomara de la cintura y le atrajera a su cuerpo para besar sus labios... bueno, solo fue un roce, por que al instante Joey le había empujado con enfado y había salido corriendo. No había querido mirar a la razón de sus desdichas... no quería ver su rostro. Gran equivocación, si lo hubiera visto habría notado us rostro desfigurado por los celos, sus puños apretados al igual que su mandíbula y la mirada de odio que le dirigía a aquel que había sido capaz de robarle aquel beso. 


 


Pero él no lo había visto, como tampoco quería en realidad mirar adentro de si mismo. Sacudió la cabeza y comenzó a caminar sin rumbo. Sabía que debía quitarse eso de la cabeza, no podía gustarle el CEO... no podía, era su peor enemigo, aquel déspota, egocéntrico, antipático, egoísta y odioso ricachón... Sonrió. Claro, era imposible, solo sentía una cierta atracción por él por que el muchacho en si no estaba nada feo, aunque le dolía pensar que le gustaba un chico, aunque ahora que lo pensaba... no le gustaban los chicos, solo él... se sonrojó aún más. Tampoco le gustaban las chicas... solo él.


 


Volvió a sacudir la cabeza para luego suspirar. Si supiera más acerca de los sentimientos quizás no le pasaría aquello. Sonrió con amargura para luego mirar nuevamente al cielo.


 


 


-“Si supiera... Si tú supieras... Si tú lo sintieras...”-


 


 


 


Salió del Instituto y suspiró. ¿Qué iba a hacer ahora? ¿Lo buscaba?... y si lo buscaba y lo encontraba... ¿Qué le iba a decir?... “mira, sabes Joey, tú me gustas mucho desde hace tiempo pero por mi orgullo no era capaz de decirlo, y bueno, cuando Deblin te dijo que te amaba me asusté por que pensé que le podías corresponder, pero por tu reacción pienso que no es así, así que vengo a tomar mi oportunidad también... ¿Qué me dices?”... bueno, para ser improvisado no estaba nada mal, ¿no?


 


 


-“¡¡Idiota!!”- se regañó mentalmente sacudiendo la cabeza- “te va a mandar al demonio enseguida, pensará que todos nos hemos confabulado en su contra... ¿Qué haré?”- miró el cielo- Te debía haber hecho caso hermanito...-murmuró.


 


FlashBack


 


Dos semanas antes.


 


 


-¡hermano! Debes aceptarlo!- le regañó el pequeño pelinegro. Seto apretó demasiado una tecla por lo que se salió, ¡adiós teclado!


 


 


Kaiba miró fríamente a su hermano.


 


 


-No... Te lo conté por que ya no daba más solo con mis sentimientos, no para que te involucraras en ellos... yo... yo sabré que hacer...- el castaño volvió a dirigir su mirada a la pantalla. Mokuba suspiró.


 


-Hermano, tú eres un genio, en informática, en negocios, en matemáticas... en lo que quieras, pero en cosas de sentimientos... realmente te hacen falta unas clases...- Seto le miró nuevamente.- No me mires así, es verdad... si no le dices sufrirás para siempre... ¿Cómo sabes que no te corresponde?- preguntó tiernamente.


 


-Eso es imposible- zanjó el ojiazul.


 


-No lo es... yo conozco a Joey y él ve profundamente, si mirara en ti estoy seguro que te amaría...- sonrió el pelinegro. Seto le sonrió.


 


-Te agradezco tu buena intención, ahora, a estudiar... ve a la mansión...-le revolvió los cabellos.


 


-¿Y tú, Seto?- preguntó sorprendido.


 


-Ya iré luego... tengo que terminar algunas cosas aquí en la corporación...- Mokuba le besó la mejilla y se dirigió a la salida.


 


-te esperaré...- Seto enarcó una ceja.


 


- No lo hagas...-


 


-Lo haré igual...- sonrió ante la mirada de enfado de su hermano- ¡Ah, Seto!- habló con medio cuerpo afuera de la oficina de su hermano el cual elevó la vista para toparla con la seria de su hermanito menor- Si no tienes cuidado se te pueden adelantar...- y se fue dejando a un pensativo y triste Kaiba el cual recomenzó a teclear cuando se notó la tecla rota.


 


-Maldición...- y comenzó a mirar por la ventana de la oficina el atardecer con una sonrisa.- Quizás... con un poco de suerte...-


 


Fin FlashBack


 


 


-Un poco de suerte, maldición... ¡la suerte se la hace uno mismo!- suspiró con enfado.


 


 


Pensó llamar a su chofer pero luego pensó mejor caminar. No buscaría al cachorro... no ahora cuando debía estar muy confundido, lo que haría sería conquistarlo. Si, ¿por qué no? Se ganaría su cariño y su atención... y con un poquito más de perseverancia quizás, solo quizás, su amor.


 


Comenzó a caminar sin rumbo fijo, simplemente necesitaba un tiempo para pensar.


 


 


 


Se sentía extraño. Sentía que algo o alguien le llamaba. Sus pasos le llevaban sin el permiso de su cabeza, pasó por parques y calles desconocidas hasta que llegó a una parte medio aislada de Domino City, era un barrio viejo, no pobre, pero si muy viejo. Las casas parecían de hace 2 siglos. Algo así... miraba las casas con gran simpatía, algunas eran realmente muy bonitas y le parecía raro encontrar un barrio así en Domino City, el pensaba que conocía toda la ciudad. Echó una mirada y ya iba a dar media vuelta para irse cuando una voz le llamó.


 


 


-Pss, Pss... Muchachito... si tú, el rubio bonito...- Joey se había apuntado a si en un gesto de no saber si le estaban llamando a él o a otro, aunque era un poco difícil, en ese barrio no andaba nadie.- ¿me ayudarías?- el ojimiel sonrió y asintió.


 


-Claro que si, señora...- Joey se acercó. Había una linda ancianita vestida de azul en la puerta de una de aquellas casas con una escoba en la mano y un pañuelo cubriéndole en cabello gris- ¿en que necesita ayuda?-


 


-Mi niño, es que con mi hermana estamos moviendo unas pesadas cajas y me temo que son demasiado pesadas para nosotras...- Joey volvió a sonreír.


 


-Claro que la ayudaré, no se preocupe...-


 


-¡Muchas gracias, mi niño!!- palmeó feliz la anciana.- Pasa, pasa...- Joey asintió y pasó a la casa.


 


 


Se entraba a través de un largo pasillo el cual estaba lleno de plantas. De este pasillo salían un montón de habitaciones que Joey miró de reojo, todo estaba pulcramente ordenado y limpio. Llegaron al final del pasillo y subieron una escalera hasta el segundo piso. Aquí habían muchas habitaciones, aunque menos que abajo y todas llenas de cajas.


 


 


-Bien, ¿y que debo hacer?- preguntó Joey arremangándose la chaqueta azul del uniforme.


 


-Bueno, ¿ves esa habitación grande del centro del pasillo?- Joey miró y vió que habían dos habitaciones grandes como en la mitad del pasillo, una a cada lado, las puertas eran como del doble de las normales.


 


-Si, claro-.


 


-Bueno, hay que ir dejando las cajas allí- explicó al ancianita.


 


-Bien, ¡manos a la obra!-.


 


 


 


Kaiba caminaba aún pensando que hacer cuando de pronto vió que sus pies le habían llevado a un barrio que jamás había visto. Dio un respingo y ya iba a dar media vuelta cuando sintió una mano en su chaqueta. Miró e iba a dar una respuesta fría cuando se topó con los ojos verdes claros de una bella anciana la cual estaba vestida de rosado. Tenía su gris y lacio cabello amarrado con una trenza y su rostro lleno de arrugas se veía realmente dulce.


 


 


-¿Necesita algo?- preguntó el CEO de Kaiba Corp dulcificando su usualmente fría voz. No sabía por qué, pero esa anciana le daba mucha seguridad y le brindaba ternura.


 


-Muchachito... ¿me podrías ayudar?-pidió con una sonrisa. Seto parpadeó sorprendido y asintió.


 


- ¿E-en que?-


 


-Es que con mi hermana estamos haciendo una limpieza y resulta que hay que mover unas cajas pero son demasiado pesadas para nosotras...-murmuró. El ojiazul asintió.


 


-Comprendo... yo... este... yo le ayudaré...- no sabía por qué, pero sentía que debía hacerlo. La anciana sonrió feliz.


 


-¡Muchas gracias!! Sígueme, por favor...- le tomó la mano y le llevó adentro de unas de las casas.


 


 


El castaño se dejó llevar y vio un largo pasillo de donde salían muchas habitaciones. Cuando llegaron al final de este subieron por unas escaleras y vio en el segundo piso un pasillo muy parecido al del piso de abajo. La señora le llevó a través de esos pasillos cuando Seto vió de reojo en una habitación algo azul que se movía que le pareció un uniforme del Instituto.


 


 


-¿Qué es...?-


 


-¿Ves esta habitación?- le interrumpió la anciana. Seto asintió. Era una habitación del doble que las otras. Eran dos habitaciones, una a cada lado del pasillo en el centro de este- Aquí debes dejar las cajas de las otras habitaciones, ¿esta claro, mi niño?- habló dulcemente.


 


-Mmm, si...-


 


-Bien...- la señora le dejó en la última habitación y le sonrió para luego desaparecer. Seto la vió desaparecer para luego suspirar y comenzar a arremangarse las mangas del uniforme.


 


-En que me metí...- y entró en la habitación justo en el momento en que Joey salía de la primera pero del otro lado con una caja en brazos rumbo a una de las habitaciones grandes. Dejó la caja y volvió a la habitación justo en el momento en que Seto salía con una caja y se dirigía a la otra habitación grande, no a la que Joey estaba llenando.


 


 


Así estuvieron un buen y tonto rato. Seto salía a dejar una caja, volvía a su habitación y luego salía Joey a dejar una caja y volvía a su habitación y luego Seto y.... terminaron una, dos, tres, cuatro habitaciones. Solo les quedaba una a cada uno, ya estaban agotados, además de que esta habitación estaba al lado de la habitación grande por lo que ya se sentían más relajados.


 


Kaiba tenía un lindo sonrojo en sus mejillas por el esfuerzo mientras que Joey ya se había sacado la chaqueta y la tenía amarrada en la cintura con tan solo una polera blanca.


 


Joey sonrió cuando vió que solo quedaban dos cajas (todo el rato con el tonto itinerario).


 


 


-¡Bien, por fin estoy acabando!!- exclamó quitándose el sudor de la frente con el brazo.


 


 


Kaiba quedó quieto. Esa voz. Se dio vuelta y salió de la habitación al pasillo para ver a Joey  saliendo de la otra habitación con una caja en brazos. Este cuando vió a Seto se sonrojó hasta las orejas y dejó caer la caja por la impresión.


 


 


-¡Kaiba!!- exclamó. Seto estaba sorprendido ¿Qué hacía el cachorro allí? Y lo más importante... ¿Cómo es que no lo había visto?


 


-Cachorro...-murmuró inconcientemente, Joey se sonrojó más.


 


-¡¡No soy un perro ni un cachorro!!- exclamó molesto. Seto sintió que si no lo decía ahora no lo diría nunca. Se acercó al rubio.


 


-No te lo digo para molestarte... te lo digo por que realmente me pareces un cachorro...-sonrió tiernamente ante un pálido Joey que sentía que de un momento a otro se desmayaría.-... un tierno y bello cachorrito del cual me encantaría cuidar y amor.... claro, si es que él me lo permitiese...- Joey comenzó a llorar ante la sorpresa de Kaiba el cual se le acercó más hasta casi estar a unos centímetros de tocarse sus pieles- ¿te pasa algo? ¿Dije algo?- preguntó preocupado. El rubio negó.


 


-No... Solo que no me gusta que me digan mentiras...-


 


-No lo son... no son mentiras... te juro... yo... yo te amo...-dijo pasándole una mano por la mejilla limpiándole las lágrimas. De donde había sacado valor, ni él lo sabía, pero al verle llorar así sintió que debía decírselo. Joey comenzó a sollozar más fuerte.


 


-Yo... yo no sé que es el amor... ¿cómo voy a sentir algo cuando alguien me diga que me ama?- murmuró el rubio haciendo que Seto sonriera tiernamente.


 


- Amor: Sentimiento que mueve a desear que la realidad amada, otra persona, un grupo humano o alguna cosa, alcance lo que se juzga su bien. Vivo afecto o inclinación hacia alguna persona o cosa. Apasionado efecto hacia una persona.- murmuró el CEO recitando de memoria. Joey dejó de sollozar para mirarlo.


 


-Eso parece haber sido sacado de un diccionario o una computadora-


 


-Lo fue...-le miró fijamente.


 


-Todos dicen que eres una máquina. A veces lo pareces...-


 


-Lo sé...- Joey se sonrojó.


 


-Pero yo no quiero que seas una máquina.- Seto parpadeó sorprendido- las máquinas no pueden amar... y yo quiero... que tú me ames...- se sonrojó- aunque solo sea un poquito de lo que yo te amo a ti...- Seto sonrió sintiendo que su corazón de un momento a otro se le iba a salir del pecho.


 


-¿Lo que sentías se acomodó a lo que yo dije que era el amor?- Joey negó con la cabeza.


 


-No... Mi corazón que ya lo sabía desde hace mucho por fin se puso de acuerdo con mi cabeza y botó al orgullo...-le sonrió. Seto le abrazó con fuerza para luego sentir como los brazos del rubio se le acomodaban con ternura en el cuello.


 


-te amo... de verdad... no es un juego...- susurró. Joey asintió.


 


-Eso quiero creer, aunque después sufra...- el ojiazul le tomó la cara para mirarle a los ojos.


 


-No dejaré que sufras... te haré feliz... a eso dedicaré mi vida...- y lentamente como dándole al rubio al posibilidad de negarse (posibilidad que Joey denegó) juntó sus labios con los de su cachorro para unirse en un tiernísimo beso cargado de sentimiento.


 


 


El ojiazul estrechó a Joey contra su cuerpo mientras que este recargaba su cabeza en el hombro de este. ¡Que diferente era esa sensación a la que había vivido junto con Duke! Lo sentía por este, aunque no sabía si realmente le quería o solo era un juego. Lo que si esperaba era que su amigo tuviera alguna posibilidad. Sonrió al recordar como Tristán el había confesado sus sentimientos por el pelinegro. Ojalá y todo le saliera bien. Ahora él estaba feliz, no sabía por cuanto tiempo, si el castaño estaba jugando o no con su corazón, pero estaba feliz por ahora por lo menos.


 


Seto se sentía tan aliviado. Su corazón palpitaba contento, alegre de poder tener entre sus brazos aquel delicado y hermoso cuerpo. Sintió el delicioso olor de su cachorro y no pudo evitar sonreír. Le amaba. Su cachorro le amaba tanto como él le amaba. Le apretó más fuerte. No le dejaría ir jamás. Le haría feliz, lo haría llegar al cielo y jamás volver a dudar de estar con él. Sonrió más acentuadamente cuando sintieron unos ruidos y se separaron levemente pero sin dejar de abrazarse para mirar por la subida de la escalera donde estaban ambas ancianas con una bella sonrisa en la cara.


 


Se sonrojaron y se soltaron de inmediato ante las sonrisas de las ancianas.


 


 


-Jajaja... no se avergüencen jamás de lo que sientes, mis niños...- habló la que estaba vestida de rosa.


 


-Vuestro amor es puro y sincero... no duden el uno del otro o sino van a sufrir mucho...- dijo con una mirada tierna la de azul.


 


-Si están juntos y aprenden a conocerse serán felices por toda la eternidad, ustedes no merecen seguir sufriendo...- agregó con una sonrisa la primera ante el sonrojo de ambos.


 


-Les hemos escogido por que sabemos que ustedes serán los que mejores aprovechen este espacio... será de ambos y nos aseguraremos que sean completamente felices en él...- los dos muchachos le miraban sin comprender nada.


 


-Yo... no estoy entendiendo nada...-habló Joey. Ambas sonrieron y se enviaron una mirada.


 


-Joey, mi niño... ya lo comprenderás... Seto... por favor, abre la caja que se le cayó a tu cachorro...- Seto asintió inconcientemente y se agachó cuando se dio cuenta de como habían llamado a Joey.


 


 


Sonrojado abrió la caja y se sorprendió cuando vio un papel sobre él.


 


 


-Son...- comenzó Joey.


 


-... las escrituras de la casa...-asintió la que estaba vestida de azul- nosotras ya no la necesitamos, pero es muy importante para nosotras, por eso se las entregamos a ustedes, para que la llenen de felicidad y luz, para que sea su refugio, para que sea su nido de amor...- Joey y  Seto se sonrojaron fuertemente para luego bajar la cabeza.


 


-¿Aceptan el regalo de dos ancianas?- preguntó la de rosa. Ambos muchachos se miraron y sonrieron para luego asentir en silencio.


 


-Pero... ¿y ustedes?- preguntó aún dudoso Kaiba. Ambas rieron.


 


-No te preocupes por nosotras, CEO, será un buen negocio...- le cerraron un ojo a un avergonzado Kaiba mientras Joey sonreía y le tomaba la mano. El ojiazul se sonrojó aún más y sonrió tímidamente. Últimamente lo único que hacían era sonrojarse ambos.- Bueno, pues... firmen...-


 


 


Apareció al lado del documento una pluma que ni Joey y Seto habían visto pero al ver la caras de confianza y dulzura de ambas Seto leyó rápidamente el documento incluyendo la letra pequeña y le asintió al rubio como diciéndole que no había inconveniente. Joey firmó su nombre en la línea punteada y luego agregó una hermosa “&” para pasarle la pluma a Seto con una sonrisa. Este le devolvió la sonrisa y puso su nombre luego del de Joey.


 


 


-¿Ya está?- preguntó la anciana de rosa. Ambos asintieron- Perfecto...- chasqueó los dedos y el papel voló a sus manos ante la mirada asustada de ambos muchachos.


 


- ¿Qué sucede aquí, son brujas?- preguntó asustado Joey.


 


-No seas tonto... las brujas no existen...- negó Kaiba también asustado. Ambas ancianas rieron con ternura.


 


-Como tampoco los fantasmas...- dijo una mirando el documento- todo está en orden... tomen...- el papel voló a las manos de Joey el cual el tomó en el aire con miedo en el rostro- no nos tengas miedo, mi niño... nada te haremos, nada queremos hacerte, nada malo por lo menos... solo deseamos vuestra felicidad... si nos necesitan, simplemente miren estas paredes y nos verán... ahora... solo, sean felices...- ambas ancianas comenzaron a desaparecer para la sorpresa de ambos chicos.


 


-¡no se vayan!- pidió el rubio. Por fin había comprendido, no eran brujas pero si fantasmas. Ambas sonrieron para luego mandarles un beso y desaparecer en el aire.


 


 


Joey miró con pena el documento.


 


 


-Ni siquiera le pudimos dar las gracias...-murmuró con tristeza. Seto el abrazó por la espalda.


 


-No... No alcanzamos, pero se lo agradeceremos cada día de felicidad que pasemos entre estas paredes, cada beso entregado, cada caricia regalada, todo será dedicado a ellas...- Joey sonrió y asintió. Se volteó para mirarle a la cara.


 


-Seto... ¿de verdad me quieres?- preguntó con un lindo sonrojo. Seto asintió.


 


-Te amo...-


 


-Yo también...- apoyó su cabeza en su pecho para luego cerrar los ojos-... y espero poder demostrártelo todos los días de mi vida...-


 


-Yo también, cachorro...- le respondió el ojiazul acariciándole los cabellos.


 


 


Y así entre besos y caricias entraron en una de las habitaciones para demostrarse con toda su alma lo mucho que se querían y necesitaban.


 


 


Y tirada en medio del pasillo del segundo piso de una bella casa de un antiguo y poco conocido barrio de Domino City quedó una hoja la cual le daba la propiedad de aquella casa a ambos con unas hermosas palabras que cambiarían para siempre las soledades de sus nombres...


 


 


Joey Wheeler & Seto Kaiba


 


FIN


 


 


 


Nota de Yakumo: ^__^ que les pareció?? Como que no pega mucho el título con la historia en si, pero en realidad me gusta que mis historias salgan como quieran, a ver, como explicarme... ellas me mandan a escribirlas, no yo a que salgan ¿comprenden? Hacen lo que quieren, se cambian, se visten de amargura, dulzura, magia... en fin, hacen lo que quieren conmigo... Siento que el Kaiba que me salió nuevamente dista mucho del original... no sé que hacer, siempre se me cambia... TT,TT ¡¡Buaaa!!!


Kurama: ¬¬ estará ya aburrido de ser tan antipático...


Kaiba: ¬¬ a quien le dices antipático, kitsune apestoso?


Kurama: ¡¡Oye!! ¿Cómo que kitsune? ¿? Ahhh!!.... ¬¬ baka...


Kaiba: ¡¡¿Cómo que vaca?!! Yo no soy una va... muuuuu.... O///O... ¬¬ Wheeler....


Joey: (riendo) Lo siento, no me pude resistir... ^__^UU


Yakumo: Bueno, déjemeles tranquilos (Se ve a Kurama junto con Joey huyendo de un enfadado ojiazul el cual porta una mágnum y detrás de él corriendo un rubio norteamericano tratando de alcanzarle) Jeje... ¡alcánzalo Mr K!!!... bueno, este... espero les haya gustado...


Anecuze: TT-TT no, no les va a gustar por que yo no aparecí... buuuu...


Yakumo: ù_ú vamos, no podías entrar, no tenías donde...


Anecuze: ¡Tú siempre me haces algún espacito!!


Yakumo: Pero ahora no, aguántate...


Anecuze: TT__TT


Yakumo: ya, deja de llorar... este fic era exclusivamente de Joey y Seto...


Anecuze: ¬¬ pero bien pudiste meter a Duke como un tercero, no?...


Yakumo: Bueno, yo... etto... es que... la verdad es que hace tiempo tengo ganas de hacer un fic TristánXDuke... pero no me dan ganas, además no sé si les gustaría... bueno, si les interesa me dicen, ¿si? por que yo tengo toda la ilusión de hacerlo, en serio...


Kurama: (pasando a toda velocidad) ¡Vámonos Yaku-chan, no sé, a HunterXHunter o a BeyBlade, a alguna parte donde no nos encuentre Kaiba!!


Anecuze: O_O? ¿Por qué, qué le dijiste que se enfadó tanto?


Kurama: (Con una sonrisa nerviosa aprovechando que Seto estaba practicando tiro al blanco con Joey) Bueno, le pregunté que si se sentía a veces “impotente” frente al gran poder de las autoras para manejarlo XD...


Yakumo: ^_^ gracias...


Kurama: Pero yo se la tiré con doble sentido XD...


Anecuze: n_nUU ¿y por eso se enfadó?


Kurama: No solo por eso, en realidad fue por que Joey le dijo que Seto siempre se sentía impotente, jajaja... y yo me puse a reír por eso se nos puso a perseguir.


Yakumo: (riendo) Con razón...


Kaiba: ¡te atrapé Minamino!!


Kurama: (tomando a Anecuze y a Yakumo de las manos y saliendo corriendo) ¡¡Huyamos!!


Anecuze: XP ¡no me hagas correr que me caigo!! (Kurama le ignoró)


Yakumo: Dejen Review!!! Si quieren el fic de TristánXDuke me dicen y si quieren lemon de este fic también ^///^...


Kurama: ¡Ya despídete!


Kaiba: ¡No huyas cobarde! *Bang-Bang*


Yakumo: O___O ¡Bye-Bye nanoda!!! ¡¡Corramos más rápido!!!


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