—¡Te dije que no!— El pelinegro se asustó ante el repentino cambio de voz, retrocedió por instinto chocando con la fría pared de su nueva habitación, mejor dicho celda, el solo quería una cama- Acostúmbrate a dormir en el suelo como hacen los animales, porque eso es lo que eres, un jodido e inútil animal— YoonGi sabía que a Jimin, su hermanastro menor, le dolían esas palabras, por eso se las decía— Maldigo el día en que mi padre estuvo con ese híbrido asqueroso— dicho esto se volteó dispuesto a irse.
— ¡Mamá no era asquerosa!— El pelicastaño, quien estaba a punto de irse, giro su cuello viendo de reojo a jimin, el menor se encogió de hombros.
— ¿Jimin, me has levantado la voz?— al pelinegro se le fue el pequeño rayo de valentía que vino segundos atrás, empezó a temblar en un gran descontrol, sus orejas bajaron apenado y su cola se erizo, esos ojos que poseía su hermano lo miraban con una frialdad que le congelaba el corazón.
—Lo-lo siento— bajo su rostro, no soportaba ver a su hermano a los ojos— No-no lo volveré a hacer— musitó en un susurro, pero eso ya no funcionaba con Suga, se sorprendió cuando escucho unos pasos viniendo hacia él, levantó su rostro y vio como Suga abría la puerta de su celda— ¡Y-ya te dije que lo siento!— Suga no titubeó ni un segundo y, aprovechando que su hermano menor estaba paralizado por el miedo, lo arrastró del cabello hacia el lado derecho de la pared justo donde había soga de un buen grosor. Jimin se quejó de dolor.
—Ups, perdón, me olvidé que eres sensible en el cabello— Mintió con un tono de burla en su voz. Jimin odiaba que le estiren el pelo, cada vez que se lo estiraban sentía fuertes punzadas, como si tuviera redes nerviosas dentro de su cuero cabelludo, le dolía horrores— Esto es para que ganes algo de obediencia— Jimin solo aguantaba las lagrimas, le dolía la cabeza hasta tal punto de llorar, ni siquiera pudo escuchar lo que dijo su hermano debido al dolor, por eso se sorprendió cuando vio una cuerda alrededor de su cuello.
— ¿e-eh?— YoonGi amarró la cuerda en el pequeño fierro que estaba incrustado, su hermano tuvo que levantarse debido a que casi le aprieta el cuello, ese palo de metal estaba alto, pues mejor, así Jimin no se lastima con ellos, claro que al atarlo ahí el pelinegro no podría caminar ni dos pasos y sentarse menos. — ¿En verdad vas a tratarme como un animal? ¿Me vas a atar como un perro?
—Sí— Contesto simple con su mirada neutra, sin mostrar ninguna emoción— Claro que tú no eres un perro, lamentablemente eres un gato, y a los gatos se les trata con mas delicadeza — Hablo normalmente como si le estuviera diciendo el clima— Vas a tener que aprender a aceptar tu realidad si no quieres quedarte atado de por vida— Jimin no podía creerlo ¿este en verdad era su hermano? No podía ser posible.
—¿Qué te hice?— El pelinegro estaba rogando que todo fuera una pesadilla, un simple sueño que estaba a punto de despertar— ¿Por-porque me haces esto?-
—Por que te odio... siempre te odié— Eso fue como un golpe en el estomago para el pelinegro, no se esperaba esa respuesta— A ti y esa gata que solo vinieron a arruinarle la vida a mi padre— YoonGi reforzó bien la soga para que no se suelte y ajusto un poco más la parte que estaba en el cuello de su hermano, provocando que se incomodara— Al final terminó suicidándose cuando supo que tu madre lo quería solo por el dinero— Jimin no quería... no quería recordar lo que paso, toda la tristeza volvía para teñir su corazón— ¿Y esa que hizo?— Basta, no quería recordar— Se escapo con la mayoría de las joyas y vestidos de mi madre biológica— YoonGi apretó los puños con fuerza— Aún puedo recordar la sonrisa burlona que me envió antes de escapar por la ventana y dejar a mi padre todo ensangrentado y moribundo.
—Debe-debe haber una explicación— YoonGi, enfurecido, lo apoyó con fuerza a la pared y estiro su cola y no dudo en pegarle una bofetada, Jimin gimió de dolor.
—No trates de defender lo que hizo, desde que puso sus ojos en mi padre ya debía de tener ese plan bajo la manga— El pelinegro tenía miedo, miedo de lo que su hermano puede llegar a hacerle,miedo de lo que su dolor y odio puede hacerle sufrir a él. Quiso desviar la mirada pero YoonGi se lo impidió y agarró su rostro con fuerza, no soportaba la mirada de asco que le tenía— Tu debes ser igual que ella, pues eres su hijo después de todo— la sonrisa siniestra que hizo el mayor le dio a entender a jimin que nada bueno iba a venir para el— Pero no pienses que las cosas se quedarán así,la encontrare, aunque…mientras la busco podría desquitarme contigo— Jimin se asustó de sobremanera y empezó a negar con fuerza, YoonGi no pudo evitar reírse- ¿Apenas te encerré ayer y ya estas así de asustado? Como se nota que eres hijo de mi padre....los dos son igual de débiles.
Suga lo soltó desganado y salió de la celda sin antes echarle un último vistazo a jimin, este estaba mirando a la nada mientras temblaba, sin darle importancia puso llave y fue directo a la gran puerta de madera para salir de una vez, claro que antes de irse apago la luz del sótano dejando a su hermano en completa obscuridad.