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Malentendido por Amok Scarlet

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Notas del fanfic:

Mucho gusto

Soy Amok Scarlet, traigo un One-Shot espero sea de su agrado

Por favor denme su opinión

Los personajes son de Masashi Kishimoto

Era de noche y en una de las calles se escuchaba una pelea


— ¡No te vayas, te lo suplico, no me dejes! — le rogo con insistencia


— ¿Solo?, si claro como no — respondió con sarcasmo


— Te lo juró, eso no era nada, estás mal entendiendo…


— ¿Mal entendiendo? — gritó interrumpiendo y espantando al otro — Si lo vi con mis propios ojos, ¿cómo puedes decir eso?


— Es la verdad — parecía a punto de caer en la desesperación, porque el otro no le creía


— ¡Cállate! — escupió de su boca, ya sin ganas de seguir discutiendo, de por sí ya se sentía de mierda, al verlo y recordar lo que había visto


— …


— Por favor —dijo con un tono más apagado, suplicándole que callará, se tomó un momento, suspiro y continuó — Déjame un tiempo a solas, necesito tiempo


 — … — Se tensó al escuchar esas palabras “necesito tiempo,” no lo comprendía ¿Por qué?, es que acaso ¿lo iba a dejar de verdad?, siempre que escuchaba esas palabras lo abandonaban, lo dejaban solo


— Perdóname, pero de verdad, necesito pensar, no quiero hacerte daño — él necesitaba calmarse, no pensaba con claridad, todo fue… solo demasiado rápido


— Está bien — se rindió, si eso quería estaba bien, solo esperaba no cometer suicidio


— Si — termino por decir algo cansado, se encamino por donde iba, tal vez iría a algún bar y bebería hasta caer, o devolver todo, lo necesitaba


— Ah… — suspiro, no sabía si regresar al departamento o no, pero tena que volver, ahí estaba la causa de sus problemas


 


Se encamino, iba a paso lento, quería estar fuera lo más que se pudiera, si por él fuera ya se hubiera lanzado de aquel puente cerca del rio, pero quería ver si aquel rubio, que era su amante, razonaba, tal vez… y solo tal vez se dé cuenta que fue estúpido tomar respuestas precipitadas, sin siquiera preguntarle qué era lo que sucedía, el tiempo no fue amable con él, ya había llegado y quería moler a golpes al sujeto que se encontraba dentro, vio la puerta abierta, pero claro él la dejo así al salir corriendo como loco detrás del rubio, la luz seguía prendida, de seguro todavía estaba ahí, esperaba que se fuera, entró, lo vio cómodamente sentado en el sillón, con las piernas estiradas y tomando de un vaso de cristal un whisky, ¿pero es que no ve lo que acaba de pasar por su bromita?


— ¿Y, cómo te fue? — todavía sínico


— ¿Y tú cómo crees? — le pregunto a punto de aventársele


— Bien


— Maldito, ahora que voy a hacer, por fin encontré al amor de mi vida y vienes tú y lo arruinas todo, ¿sabes cuantos años llevo con él? ¿lo que me costó llegar aquí? ¿lo sabes? — soltó las lágrimas que estuvo reteniendo todo el camino, se desplomo sobre el sillón, no aguantaba el cuerpo, sentía quemar, desbaratarse, romperse, y fundirse con el viento para desaparecer


— Perdóname — se acercó — yo no sabía — intentó abrazarlo pero antes de eso se levantó y le grito con todo la voz que tenía en ese momento


— ¡Exacto! ¡No Sabes Nada!— agitaba las manos mientras hablaba, se tapó la cara con ellas, las lágrimas no cesaban empezaba a faltarle el aire, los jadeos fueron más intensos, empezó a hiperventilar


— Sasuke, cálmate — le decía algo preocupado mientras se acercaba a agarrarlo de los hombros, nunca lo había visto así — respira, lento


— Ya estoy bien, gracias, Itachi, de seguro hubiera hecho una tontería si no estabas tú aquí — se calmó, respiraba todavía entrecortadamente, dejó de llorar y se limpió las lágrimas que quedaban en su rostro


— Para que están los hermanos, pero ese tipo es un idiota, que tomarse enserio una pequeña broma — le decía tratando de que se animara aunque sea un poco, mientras lo hacía sentarse en el sillón


— Ja, si yo lo encontraba en la misma situación, ya estaría muerto — lo dijo con tono altanero


— ¿Hablas enserio? Porque de ti si me lo creo — pregunto algo dudoso


— Probablemente, ¿qué hubieras hecho tú si encontrabas a tu amante con otro, cerca de la pared apunto de besarlo, con el dorso descubierto, y los pantalones desabrochados?— el otro trago grueso, lo entendía, hubiera actuado igual o peor que aquel rubio — ¿Ves? ¿Ahora qué voy a hacer?


— Tranquilo hermanito, si te ama tanto volverá


— ¿Y si no? — esa pregunta estaba taladrándole, se sentía pésimo, solo por andar jugando con su hermanito, y termino así


— ¿No confías en él? — salió por la tangente


— No es eso — pero lo era, había pasado otras veces, esa frase todavía rondaba por su cabeza “necesito tiempo” una y otra vez, sentía el mundo caer siempre que la escuchaba, después de ese “tiempo” venían con el “ya no puedo seguir con esta relación” por x cosa, era devastador, y al rubio de verdad lo amaba, habían pasado por mucho antes de que lograran estar juntos, y ahora llevaban casi 3 años de relación, no podía terminar por una “bromita” de su hermano


— Confía un poco en él — termino por decir mientras lo abrazaba, sabía que sería una noche larga, su hermanito necesitaba compañía, mientras lloraba, le acariciaba los cabellos


 


Mientras en algún bar de aquella ciudad infestada de gente, se encontraba un chico rubio, a lado de un pelirrojo, amigo suyo que llamo mientras se dirigía al local


— Ya, tranquilo — le palmeaba la espalda mientras el otro lloraba y le contaba lo sucedido


— Tú no lo viste, era demasiado comprometedor como para decirme que era un malentendido, ¿Cómo lo iba a malentender? ¡Estaba casi desnudo!— hablaba entre sollozos mientras tomaba su bebida y se la tomaba de un solo trago


— Tal vez, el otro lo estaba forzando, ¡ni siquiera le preguntaste! — le decía el pelirrojo para que viera otras posibilidad — a veces no es lo que parece


Lo veía como su dios, como no pensó en eso Sasuke no era así, nunca lo engañaría, no después de los días que sufrieron por estar juntos — ¿y si no?


— No lo sabrás, hasta que le preguntes — le insistió, sabía que su amigo era muy impulsivo, y muchas veces se equivocaba por sus conclusiones, de ahí que tuviera muchos problemas con el moreno, era demasiado celoso, apenas lo veía hablando con otro ya lo tachaba de infiel, pero luego comprendió, que el moreno necesitaba su espacio, y estaba en todo su derecho de tener su vida, pero esa es otra historia


— Tienes razón, ¡fui un idiota!, tengo que disculparme — se levantó con toda la intención de ir al departamento de Sasuke


— Mañana vas, ya es demasiado tarde y ni siquiera puedes caminar derecho, le darás una mala impresión


— Gaara, eres el mejor amigo que tengo, que haría sin ti


— Vagarías por las calles, en ropa interior, o tal vez en algún basurero — se burló


— Hoy andas de buen humor — se acercó el rubio apuntó de caerse


— Ya Naruto, solo que me sacaste de casa a mitad de la noche, para usarme como pañuelo, pero no pasa nada, para eso están los amigos, ahora vamos que tú ya ni puedes caminar y yo tengo trabajo mañana — lo tomo por el brazo pasándolo por atrás de su espalda para ayudarlo a caminar


— Gracias — le dio una pequeña sonrisa


— Ya lo dije, para eso están los amigos — y salieron de aquel bar, tomando un taxi a casa de Gaara


Llegaron ahí y subieron las escaleras, llegaron a la habitación de huéspedes, el pelirrojo acostó a su rubio amigo en la cama, le saco el saco y deshizo la corbata dejándolo todo en la mesa de noche


— Naruto — le hablo con voz suave, su amigo andaba medio dormido, lo movió un poco para que espabilara — Naruto, no puedes dormir así, quítate al menos el pantalón, te traeré uno y una playera


— Mmm…Si, está bien — mientras Gaara se dirigió a su cuarto por lo dicho, se levantó como pudo algo mareado por el alcohol ingerido, se sacó la camisa y el pantalón lo desabrocho, Gaara regreso y le entrego un conjunto de pijama


— Ahora duerme, ya mañana veras a Sasuke y le pedirás perdón y una explicación, pero no te alteres, tómalo con calma


— Si mamá — se burló y Gaara lo miro con el ceño fruncido — ya lo sé, tranquilo, de todos modos me lo recordaras mañana


— Hm, descansa


— Buenas noches


 


Llego la mañana y Naruto se encamino al departamento de Sasuke, algo tenso por lo que pasaría, venía haciendo miles de suposiciones, a pesar de que Gaara le advirtió que no pensará en nada porque se iba a lamentar y ya lo estaba haciendo.


Llego al departamento, estaba fuera con los nervios haciendo una revuelta dentro de su cerebro, debatiendo contra los que querían que tocará la maldita puerta de una vez y los que mejor se fuera y volviera cuando estuviera más calmado, y para su suerte se escuchó un clic y la puerta se abrió, mostrando al sujeto de la noche pasada


— ¡Oh! Tenemos al sujeto que salió huyendo apenas vio a su amante en los brazos de otro — estaba pensando en estamparle el puño en la cara cuando el otro lo tomo del brazo y lo introdujo al departamento — hermanito, vinieron a verte, te lo dejo ahí — termino diciendo y saliendo del departamento


— “Acaso dijo hermanito” — Naruto estaba que se le caía la cara, tal vez si tomo conclusiones muy rápido, pero en todo caso ¿por qué Sasuke no traía camisa, y con los pantalones abiertos?


— ¿Quién vino? — pregunto Sasuke, pero al ver a Naruto se quedó en blanco, no era posible, estaba ahí, de verdad pensó que no lo volvería a ver, quería correr y decirle todo lo que había sucedido, abrió la boca y antes de decir algo el rubio lo interrumpió


— Lo siento — dijo mirando al azabache de su novio, con los ojos hinchados, de seguro lloró toda la noche, se sentía mal por eso


— Naruto yo… — se acercó el rubio hasta el otro mientras tomaba sus manos entre las suyas — tú…


— Tranquilo, escuchare todo — sonó tranquilo, lo más probable es que Sasuke tomara una ducha y se estaba vistiendo cuando su hermano llegó y luego pues quien sabe no tenía explicación para lo demás, pero de que eran hermanos lo eran se parecían mucho, todo empezaba a tener sentido, si tan solo lo hubiera escuchado desde un principio, pero no se puede volver atrás


Se acercaron al sillón, tomando asiento


— ¿Quieres té? — pregunto Sasuke


— Por favor — el otro respondió — con…


— Miel y limón — sonrió, de verdad que se conocían, y les faltaba


Sasuke regresó con el té, le entrego una taza a Naruto y la suya la dejo en la mesa que estaba a lado, se tomó las manos, algo nervioso, pero no tenía por qué estarlo, él no hizo nada malo


— Bueno, no me interrumpas, por favor — pidió y el rubio asintió con la cabeza — cuando tú me encontraste, estaba con mi hermano Itachi cerca de la puerta, me estaba vistiendo, y escuche la puerta abrirse, fui a ver y era él, venía de visita y tenía las llaves de mi departamento porque venía muy seguido y se las di para que entrará cuándo llegará ya que no siempre estaba y se quedaba afuera, entonces baje y me hizo burla por cosas que pasaron — volteo la mirada mientras un sonrojo se mostró en su pálida piel — es algo que no quiero decir… — miro al rubio y vio que entendía — me acorralo para preguntarme sobre “eso” y no le quería decir, entonces tu llegaste y como viste la puerta abierta entraste sin preguntar y el resto ya lo sabes


Suspiro — Lo entiendo, discúlpame, yo salte con conclusiones rápidas y no te escuche cuando me hablaste, soy un idiota ¿verdad?


— Lo eres — vio la cara del otro y se acercó tomando su cara entre sus manos y poniendo su frente en la del otro — pero eres el idiota del que estoy enamorado


El rubio sonrió — yo también te amo — respondió y pasando sus manos a la cintura del azabache, lo pegó más a su cuerpo y mirándose a los ojos le dio un beso, un beso tranquilo, cálido, pidiendo perdón y diciendo te amo, se separaron y se sonrieron, ese día estarían los dos solos.

Notas finales:

Espero les haya gustado

Fue algo corto, gracias por leer

Amok Scarlet


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