Me encuentro mirándome frente al espejo mientras las criadas me colocan un velo al frente del rostro…
-Mírese Joven Vegeta…- exclamó una de ellas.- Se ve radiante.
-De seguro su esposo quedará fascinado- sonrío otra.
Me mire de pies a cabeza, llevaba una corona de flores blancas, un velo al frente, una túnica blanca y zapatos blancos. Es cierto, me veía bastante bien pero… ¿Le gustará a Goku?
FLASH BACK
Me encontraba jugando cerca del Río Shinji, en el Planeta Vegeta este es el Río más hermoso que existe. Tenía 7 años y como siempre llevaba mis atuendos reales y estaba solo.
Uno de mis juguetes resbalo de mis manos y por desgracia cayó al río.
-¡Demonios!- grité asustado a la vez que intentaba alcanzarlo con mis manos y en consecuencia.- ¡AH!- Caí al Río.
Pataleaba con fuerza mientras el agua dulce inundaba mis fosas nasales y parte de mi garganta haciéndome desesperar mientras la corriente me jalaba aún más.
-¡Niño!- escuché solo una voz, y en eso cerré mis ojos.
“Oye… oye… ¡Despierta!”
Una voz me empezó a llamar y en ese corto lapso de tiempo abrí mis ojos para verlo sobre mí.
-¿Quién… eres?- pregunté incorporándome lentamente.
-Vi que te estabas ahogando y no dude en ayudarte si lo necesitabas…- me sonrío a la vez que extendió mi juguete del Río.- No deberías jugar aquí si no sabes nadar…
-Sí… yo yo- me sonrojé un poco.
-Cuídate para la próxima, nos vemos- salio volando del lugar.
Intente seguirle pero me quede pasmado, además recordé que al ser un engendrador… No puedo siquiera volar por los cielos a su lado.
Fin del FLASH BACK
Recuerdo que desde ese momento… Me escapaba del Palacio para investigar sobre ese niño que me ayudó. Su nombre era Goku y era un guerrero distinguido de tan solo 10 años. Investigué más sobre él y en las tardes solo me dedicaba a verlo entrenar, tan lindo y guapo mi querido Goku.
Camine sobre los pasillos del castillo tan solo para dirigirme a la capilla.
Pase 10 años más observando a Goku, hasta que llego el día en que cumplí 17 años y mi padre invito a una distinguida familia al Palacio. Yo no sabía de quienes se trataba pero si de que alguno de los miembros de esa familia venía con la intensión de desposarme.
Me puse mi mejor armadura para recibir a aquellos que venían de visita. Mientras recorría los pasillos pude ver una figura muy conocida de espaldas, viendo curioso algunos arreglos.
-¡Goku!- corrí apresuradamente, mientras él apenas volteaba su rostro yo ya estaba abrazado a su espalda.
-¿Huh? Tu eres…- saco de uno de sus bolsillos (de su elegante armadura) un papelito.- ¿El príncipe Vegeta?
-¿Cómo sabes mi nombre?- mis ojos se iluminaron con fuerza.
Goku estaba aquí en mi Palacio, quizá se haya dado cuenta de que por 10 años yo solo lo observaba y llegue a conquistarlo. Quizá me pida huir a su lado.
-Bueno, mis padres quieren casarme contigo y tu padre está de acuerdo con ello entonces por eso me anotaron tu nombre en este papelito- concluyó ladeando la cabeza confundido.
Goku y yo… ¿Esposos? Nada podría ser mejor pero, creo que ni siquiera sabe qué demonios está haciendo.
-Vaya, ¿Cuándo nos casaremos?- pregunté emocionado.
-En cuanto cumplas 18 años- contesto a mi interrogante.
Y ahora estoy entrando a la capilla lentamente, puedo ver que varios familiares míos están presentes al igual que algunos de Goku. Puedo ver que esta al fondo del altar esperándome con un encantador traje blanco.
Tras llegar nos vemos frente a frente y no puedo evitar sonrojarme y bajar la mirada. Él solo me sonríe ladeando su cabeza.
La ceremonia concluyó con un breve:
-Bien, ahora puede besar al novio.
Lo voltee a ver con una sonrisa y un sonrojo bastante presente en mis mejillas. Mientras él se veía nervioso y asustado.
-Goku- susurre.- Ahora es cuando tú debes alzarme el velo y besarme…
-Vegeta yo, yo no sé cómo se hace…- confesó nervioso.
Me límite a reír nerviosamente y de nuevo susurrar:
-Goku… nos están mirando…
-¡Ah!- se empezó a reír con la mano detrás de la cabeza.
En ese momento me jaló hacia y estrelló torpemente sus labios contra los míos sin siquiera quitar el velo, tengo los ojos abiertos como platos y un enorme calor en las mejillas no por el beso ya que de hecho no es un jodido beso porque el velo no me deja sentir los labios de Goku. Veo que tiene los ojos cerrados con fuerza y todo termino rápido.
-¡Los declaro Esposos!- declaró el anciano Sayian que daba la ceremonia.
Goku y yo pasamos el camino de vuelta a la salida de la capilla para encontrarnos con el jardín y ver ahí un hermoso carruaje decorado.
-¡Hijo mío!- escuche una voz detrás de nosotros.
-Mamá- exclamó Goku bastante feliz.
-Por favor cuídate mucho hijo mío, hoy es un día muy feliz- lo abrazaba una mujer de baja estatura, cabellos negros y alborotados hasta los hombros y unos hermosos ojos negros.- Y mira, tu esposo es una monada- me tomo de las manos.- Te encargo mucho a mi querido hijo.
-Por…por supuesto- respondí un poco sonrojado.
-Vamos Gine, no retrases a los muchachos- La llamo Bardock el padre de Goku.
-Es verdad, yo me pongo sentimental- dijo Gine sacando un pañuelo para secarse las lágrimas.
-Bueno, ¿Nos vamos, Vegeta?- me tomó de la mano.
-¡Sí!- exclamé entusiasmado.
-¡Nos vemos luego, papá y mamá!- me ayudo a subir al carruaje.
-¡Kakarotto!- escuché un grito.- ¡No seas tan idiota y trátalo bien!
Era Raditz, su hermano y uno de los guardias del castillo.
-¡MMM!- le saco la lengua.- Mejor que tú, sí, tonto.
En ese momento al entrar al carruaje noté que era muy moderno y las ventanas estaban selladas y no se veía nada de fuera. Vi como Goku comenzó a teclear unas cosas y después de eso me vio.
-Descuida, es una carroza inteligente. Simplemente anotas la dirección hacia donde dirigimos y en un momento va a despegar.- concluyo con una sonrisa.
-Ya veo, en el Palacio también hay algunas- dije recordando.
-Debe ser, solo hay que esperar…
Silencio, ninguno hablaba el solo esperaba impaciente mientras yo solo me moría de nervios.
-Nee… ¿Goku-san?- apenado le dije de cariño.
-¿Huh? ¿Qué ocurre?- me preguntó.
-¿Te te… te gusto mi atuendo de hoy?- pregunté sonrojado.
-Bueno luces igual que la otra vez cuando nos vimos- sonrío.
-…- Este hombre era un idiota.- ¡Ah! Este Goku-san ya que tú y yo estamos casados bueno, que tal si ahora que estamos aquí solos bueno…
-¿De qué hablas Vegeta?
-¿Qué tal si ahora si me alzas este velo y nos besamos como se debe?- pregunté avergonzado.
-¿Y cómo se debe? ¿No ya lo hice?
-Goku-san nuestros labios no deben ser restringidos por el velo como hace unos segundos, técnicamente no me besaste- expliqué.
-Espera, ¿Debemos besarnos otras veces, no solo en la boda?- preguntó casi espantado.
-Emm pues sí, somos esposos…- ahora fui yo quien comento fastidiado.
-Vaya, que complicado es esto- comento un poco frustrado.
-No lo es… Es solo que ni siquiera sabes cómo me llamo…- replique con tristeza.
-Lo siento pero es que yo no te escogí, mis padres te escogieron. No te conozco la verdad y pues me es difícil compartir mi vida con alguien que no conozco.
-No te preocupes… Goku-san yo entiendo…- Y yo te conozco tan bien…